Una verdad perdida tras la lluvia es la segunda parte de las Misiones de Arconte del Capítulo IV: Acto II, Una llovizna inesperada.
Detalles[]
- Ve al Palacio Mermonia
- Ve a la oficina del juez supremo
- Entra en la oficina del juez supremo
- Habla con Neuvillette
- Sal del Palacio Mermonia
- Ve a Poisson
- Habla con Navia
- Habla con Melus en el barco
- Visita a la familia de Jacques
- Habla con Florent
- Ve a la Corte de Fontaine para hablar con Thierry
- Habla con Marcel
- Reorganiza las pistas con Navia
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Diálogos[]
- (Ve a la oficina del juez supremo)
- Sedènne: Alto ahí. ¿Qué vienen a hacer? Su señoría el juez supremo está trabajando.
- Paimon: Humm, qué estricta es esta guardia. Los archivos de Neuvillette deben de estar a muy buen recaudo...
- Navia: Señorita guardia, ¿no te acuerdas de nosotra(o)s?
- Sedènne: ¿Eh? ¿Quiénes son ustedes? Vamos, identifíquense. Aquí no rompemos las normas, da igual cuál sea su estatus o sus orígenes.
- Navia: ¿Lo ven? ¿Cómo no sentirse segura(o)s con una guardia así?
- Paimon: ¡Sí, muy cierto!
- Sedènne: ¿Qué vienen, a entretenerme? Aquí estamos muy ocupados, así que, por favor, márchense.
- Navia: No, no. Lo que quiero decir es que estuvimos presentes en el juicio del gran mago Lyney, ¿no te acuerdas?
- Sedènne: ¡Aaah, ya me acuerdo! Leí una noticia en «El Pájaro de Vapor». Tú eres... la(el) que defendió a Lyney, ¿cierto?
- Navia: Venimos a comunicar y archivar cierta información sobre un caso relacionado.
- Sedènne: ¿Eh? No sabía que existía tal procedimiento...
- Navia: Sí, pero no te preocupes, es un asunto oficial. Puedes confiar en nosotra(o)s.
- Sedènne: Bueno, entonces vayan. Su señoría Neuvillette está dentro.
- Navia: ¡Gracias!
- (Habla con Neuvillette)
- Paimon: Esto... Disculpe, su señoría Neuvillette... No teníamos otra forma de entrar...
- Neuvillette: No se preocupen. Díganme, ¿qué quieren?
- Paimon: Oh, ¿no nos va a regañar?
- Navia: Estamos buscando un nombre: Vacher. Es posible que sea testigo de la desaparición de una chica, así que podría ser una pista muy importante.
- Neuvillette: Oh, ya veo. Bien, denme un momento, consultaré los archivos.
- Paimon: Qué fácil es hablar con su señoría Neuvillette...
- Neuvillette: Vaya, qué pena.
- Neuvillette: Estoy bastante seguro de que en ningún caso de los últimos años se menciona el nombre de “Vacher”.
- Neuvillette: No hay mención alguna ni en mis archivos ni en mi memoria.
Pues nada...
Seguimos igual que al principio.
- Paimon: ¿No será que mientras estabas desmayada(o) soñaste con ello?
- Navia: Vaya... Bueno, gracias, señoría. Nosotra(o)s nos vamos.
- Neuvillette: Humm...
- Neuvillette: Srta. Navia, comprendo cómo se siente.
- Neuvillette: Su padre, don Calas, era una persona extraordinaria. Lamentamos mucho su pérdida.
- Navia: ...
- Navia: ¿Qué me quiere decir con eso, señoría?
- Navia: ¿Se está compadeciendo de mí? ¿Intenta consolarme? ¿O solamente se está “lamentando”?
- Navia: No, no es ninguna de esas opciones. En sus palabras no había el más mínimo sentimiento. Solo ha dicho eso porque era lo que tenía que decir.
- Neuvillette: ...
- Navia: Igual que en aquel entonces. Cuando mi padre luchó en el duelo, vine hasta aquí para buscarlo a usted a pesar de los guardias que intentaban detenerme.
- Navia: Usted mismo me dijo que también veía algo extraño en el caso, y aun así permitió que se celebrara el duelo.
- Navia: Para usted, una vida no tiene ningún valor comparada con las despiadadas normas y leyes que tanto le gustan.
- Navia: Si realmente lamenta que mi padre muriera, ¿por qué no lo detuvo en aquel entonces?
- Navia: ¿Por qué no me dejó detenerlo? ¿Por qué permitió que muriera con esa mancha en su nombre?
- Navia: Todo pendía de un hilo en aquel momento... Solo con haber hecho algo, podría haberlo cambiado todo.
- Navia: Había tantas cosas de las que aún no había hablado con él... Y él aún tenía tantas preguntas a las que responderme...
- Navia: Si de verdad no tiene sentimientos, míreme, ¡míreme a los ojos y yo le enseñaré lo que de verdad es lamentarse!
- Neuvillette: ...
- Neuvillette: Lo siento, Srta. Navia.
- Navia: Es usted igual que mi padre. Él también reprimía sus sentimientos y nunca le contaba nada a nadie.
- Navia: Le pasaban muchas cosas por dentro, y aun así nunca lo expresaba.
- Navia: Pero ¿qué más da? Todo el mundo conoce la frialdad del juez supremo.
- Navia: Perdón por haber explotado de esta forma, señoría. Jugador, Paimon, vámonos.
- (Sal del Palacio Mermonia)
- Paimon: Navia... ¿estás bien?
- Navia: Sí...
- Navia: Vaya, parece que ha empezado a llover...
- Paimon: Sí, y eso que antes de entrar aquí hacía sol. Por cierto, qué raro que hoy no haya ningún juicio, ¿no?
- Navia: Recuerdo que el día en que ocurrió lo de mi padre también llovió mucho.
La lluvia...
- Paimon: ¿Se te ha ocurrido algo, Jugador?
¿Lo de tu padre ocurrió en un lugar interior o exterior?
¿El caso de tu padre tuvo lugar en un sitio cerrado o abierto?
- Navia: Fue en un lugar abierto donde podías empaparte por la lluvia. ¿Crees que la lluvia borró alguna pista?
- Navia: Lo tuvimos en cuenta durante la investigación, por eso ampliamos la zona de búsqueda, pero no encontramos ninguna pista afectada por la lluvia.
Sí, pero en ese momento les faltaba un dato importante.
- Navia: ¿Eh? ¿Te refieres a...?
No sabían que la gente se podía convertir en agua.
- Paimon: ¿Tal vez el verdadero asesino se convirtió en agua y, como llovía, no dejó ningún rastro?
- Paimon: De ser así, aunque tu padre lo hubiera explicado, nadie lo habría creído.
- Navia: ¡Cómo no se me ha ocurrido a mí antes! Socia(o), eres una(un) genio.
- Navia: ¡Vayamos a Poisson y reinvestiguemos el caso de mi padre siguiendo ese razonamiento!
- Paimon: ¡Sí! Con nosotra(o)s aquí, ¡seguro que averiguaremos algo!
- Navia: ¿Quieres venir conmigo o vienes más tarde por tu cuenta?
No hay tiempo que perder, vamos ahora.
- Navia: Estupendo, en marcha.
Ve tú primero, luego te alcanzamos.
- Navia: Bien, la(o)s esperaré en Poisson.
- (Ve a Poisson)
- Paimon : Guau... ¡Qué barco tan grande! ¿Qué hace aquí atracado?
- Navia : Jeje, tampoco es para tanto. Solo parece un barco, pero en realidad es la base de Spina di Rosula.
- Navia : Si tiene esta forma, es porque a mi padre le gustaba. La estética era lo único en lo que a veces coincidíamos.
- Navia : Este barco tan grande y hermoso simboliza el viaje, las oportunidades, las victorias, la ambición y el brillante futuro de Spina di Rosula.
Creo que lo entiendo.
- Paimon : Cuando dijiste que Spina di Rosula tuvo un pasado glorioso, Paimon pensó que solo era un farol.
- Paimon : Paimon pensó: “¿Cómo puede vivir en las cloacas una organización con un pasado tan glorioso?”.
- Paimon : Pero ahora que Paimon ha visto su gran barco, empieza a creer lo que dicen.
- Navia : Las raíces de Spina di Rosula están en Poisson. Es nuestra base, y nuestro hogar.
- (Habla con Melus en el barco)
- Melus: El señor nunca le dijo que había contraído una rara enfermedad, y que según los médicos, no viviría más de cinco años.
- Melus: Sin embargo, estaba muy preocupado por el caso de las chicas desaparecidas.
- Melus: Cinco años no eran suficientes para resolver el caso, pero si fallecía por la enfermedad, usted estaría sola ante el peligro.
- Melus: Con la información que tenía, decidió llevar a cabo una última maniobra de intimidación. Dijo que tenía pruebas concluyentes para incriminar al culpable, e incluso informó a algunos miembros de Spina di Rosula.
- Melus: Pero también dijo que no las haría públicas si eso significaba ponerla a usted en peligro.
- Melus: Sin embargo, si usted desaparecía, él u otra persona con esa información haría público el caso del sinte y de las desapariciones.
- Paimon: Así nadie saldría impune.
- Melus: Y a los hechos me remito: la maniobra de amenaza surtió efecto. Aunque el señor Calas falleció, usted está a salvo, señorita.
- Navia: ¡No te creo! ¡No me creo nada! ¡Nunca vi que estuviera enfermo!
- Melus: Ningún padre, y mucho menos el suyo, querría que su hija lo viera débil y agonizante.
- Melus: Para él, era mejor morir en un duelo con la fama de “deshonesto” que quedar como mal padre ante usted.
- Navia: Maldición...
- Navia: ¿Así es como me protegió? ¿Muriendo sin contarme nada?
- Melus: Señorita, usted siempre ha estado equivocada en cuanto a una cosa: él nunca quiso darle un escudo con el que protegerse, sino una espada con la que luchar.
- Melus: Si estuviera aquí oyéndola decir que quiere darle una explicación a todas las personas implicadas...
- Melus: ... Estaría muy orgulloso de usted.
- Navia: Ese viejo, siempre andándose con rodeos...
- Navia: Nunca contó con que, algún día, yo me enteraría de todo esto. Por eso dejó tantas cosas preparadas...
- Navia: ¿Tan poco creía en mí? ¿Y si... nunca hubiera llegado a este punto?
Te dio la oportunidad de elegir.
- Navia: Puede ser... Pero según sus planes, si yo hubiera querido, podría haber vivido sin preocuparme de nada.
- Navia: Por suerte o por desgracia, rara vez hablábamos de sentimientos, así que él tampoco me conocía bien. Pero en este caso, se pasó preocupándose por mí.
- Navia: Melus, ¿cuál era esa pista tan importante?
- Melus: El lugar donde se hacía el sinte, es decir, la base del enemigo.
- Melus: Al amenazarlos, nunca reveló el as que tenía bajo la manga.
- Melus: Pero si usted quiere usar esa pista, me temo que hay ciertas limitaciones.
- Paimon: ¿Por qué? Sabiendo el lugar, ¿no podemos entrar y ya?
- Melus: Debemos ser muy precavidos. Al fin y al cabo, nos enfrentamos a una organización misteriosa y peligrosa que lleva décadas en funcionamiento.
- Melus: No tenemos ni idea de qué nos encontraremos en su base, ni de si habrá pistas o alguien al que podamos capturar.
- Melus: Pero en cuanto nos adentremos en ella, será como una declaración de guerra.
- Melus: El peor de los casos es que no averigüemos nada y que ocurra lo que el señor menos quería que ocurriera.
- Paimon: ¿Y por qué no colaborar con las autoridades de Fontaine?
- Melus: Ya vieron al guardia del caso de Lyney. No sabemos hasta qué punto está implicada la Guardia en todo el asunto.
- Navia: Cierto. Mi padre apenas logró nada...
- Navia: Pero ahora las cosas son distintas. Se sabe que hay una relación entre los fármacos ilegales y las chicas desaparecidas, así que es mucho más fácil demostrar que son culpables.
- Paimon: Has pensado en todo, Melus.
- Melus: Claro, al fin y al cabo, soy el sirviente del señor Calas y de su hija. Vivo para servirles.
- Melus: Me encantaría poder asumir los riesgos en su lugar, señorita, pero por desgracia, no soy lo suficientemente fuerte. Solo puedo mantener secretos, asumir la investigación preliminar y esperar el momento oportuno para ayudar.
- Navia: Gracias por contarme todo esto, Melus. Por cierto, ¿has hecho algún hallazgo en los últimos años?
- Melus: Pues... una de las opciones que barajaba era que el verdadero culpable conoce Spina di Rosula, o al menos que hay un infiltrado entre nosotros.
- Melus: Cuando anuncio órdenes para la organización en su lugar, suelo excluir a algunas personas para observar la reacción de los traficantes de sinte.
- Melus: Si no están al tanto de nuestros movimientos, quiere decir que las personas que han recibido órdenes son inocentes. De lo contrario, quiere decir que alguien está filtrando información.
- Melus: Tras haber hecho esto repetidas veces y seguido las pistas... ahora mismo tengo tres principales sospechosos.
- Melus: El primero es Florent, el consejero superior de Spina di Rosula.
- Navia: ¿Eh? ¿Florent?
- Melus: Sí, para mí también es difícil de creer, ya que era uno de los ayudantes en quien más confiaba el señor. Sin embargo, eso significa que también era quien mejor lo conocía.
- Melus: Aprovechando su posición, era de los primeros en saber nuestros movimientos, con lo que podía evitar ser descubierto.
- Melus: Otra persona en una situación similar es Marcel, el presidente de la Cofradía Cabrière.
- Navia: Marcel...
¿Qué es la Cofradía Cabrière?
- Melus: Es la cámara de comercio de Poisson. El señor la ayudó a llegar donde está hoy.
- Melus: Al principio solo vendían productos de uso diario, pero ahora cuentan con muchos más fondos y hasta hacen negocios en la ciudad.
- Paimon: ¿Algo así como la organización hermana de Spina di Rosula?
- Navia: Sí, más o menos. Para hacer frente al sinte, brindaron un enorme apoyo financiero y comercial.
- Navia: Me cuesta creer que sean los culpables después de habernos dado tanto dinero...
- Melus: Y finalmente está Thierry, el responsable de la comunicación entre Spina di Rosula y la Guardia de Fontaine.
- Melus: Aunque tenemos bastante libertad, hay muchas cosas para las que tenemos que informar a las autoridades.
- Melus: Debido a su trabajo, conoce nuestros movimientos y siempre puede ir un paso por delante.
- Navia: Ya veo... Todas son personas cercanas a mí.
- Navia: No puedo creer que, después de tanto tiempo, el topo esté entre nuestras filas, y que además sea una de las personas de las que menos sospecharía.
- Melus: Habrá que ir con mucho cuidado al investigarlos para no causar alarma innecesariamente. Ya sabemos que el culpable es una persona muy precavida.
- Navia: Entendido. Gracias por darnos toda esta información, Melus.
- Melus: No hay de qué, es mi deber.
- Melus: Por cierto, teniendo en cuenta que es imposible limpiar el nombre del jefe sin sortear la muerte de Jacques...
- Melus: Tras su muerte, Spina di Rosula ha estado cuidando de su familia, la cual aún vive en Poisson.
- Melus: Si lo necesitan, pueden hacerles una visita. Yo puedo encargarme de organizarla.
- Paimon: Jeje, gracias, Melus. ¡Tú sí que eres de fiar!
- Navia: Tenemos un nuevo caso ante nosotra(o)s, socia(o).
Eso parece.
- Navia: Ojalá podamos poner fin a esto trabajando junta(o)s y logremos averiguar la verdad.
- Navia: ¡Melus, ya estamos aquí!
- Melus: Señorita, socia(o)s, estábamos esperándola(o)s.
- Melus: Señorita, recuerdo que dijo que tenía cosas que hacer en Fontaine. ¿Cómo es que ha vuelto tan rápido?
- Navia: Es porque Jugador me ha dado una pista muy importante. Es posible que lo que le pasó a mi padre esté relacionado con el agua del Mar Primigenio.
- Navia: Melus, ¿recuerdas que aquella noche llovía?
- Melus: Sí, un caso imposible muy similar a lo que le ocurrió a Lyney.
¿El culpable podría ser la misma persona?
- Paimon: Antes de nada, ¿pueden contarnos qué fue lo que sucedió?
- Navia: Hace muchos años, en Poisson había una cosa llamada “sinte” que era muy popular.
- Navia: Era como una bebida que generaba un estado de euforia y producía todo tipo de alucinaciones placenteras.
- Paimon: Un momento, el guardia que se convirtió en agua también habló de que el agua del Mar Primigenio se podía usar para hacer una poción, ¿no?
- Navia: Sí, y ahora que lo pienso, es posible que el ingrediente que se usa para hacer sinte sea el agua del Mar Primigenio.
- Navia: Tomar esa bebida durante mucho tiempo producía muchos efectos secundarios, como falta de concentración o irascibilidad.
- Navia: Sin embargo, en cuanto dejabas de tomarla, estabas todo el día cansado y con una ansiedad inexplicable. Es decir, las consecuencias eran nefastas.
- Navia: Mi padre, que entonces era el alcalde de Poisson, no podía quedarse de brazos cruzados, por lo que prohibió por completo el sinte.
- Melus: Con su voluntad de hierro, el señor se ganó la aversión de los traficantes de sinte, pero por mucho que estos lo amenazaran o intentaran sobornarlo, él nunca cedió.
- Melus: Y no solo eso, sino que quería desenmascarar a los fabricantes de sinte para solucionar el problema de raíz.
- Navia: Así es. Pero esa gente era muy astuta y solo les interesaba vender, así que no tenía ni idea de lo que se estaba haciendo a sus espaldas.
- Navia: Al darse cuenta de eso, mi padre contactó con los traficantes y convenció a uno de ellos para que fuera su topo.
- Navia: Se llamaba Jacques, y se sentía muy culpable tras haber visto a tantas familias destrozadas debido al sinte.
- Navia: Una noche, mi padre celebró un banquete en su casa de campo y planeaba intercambiar información allí con Jacques.
- Navia: Sin embargo, se escucharon dos disparos en el jardín. Tras ello, fuimos corriendo a ver qué pasaba y nos encontramos a mi padre con una pistola en la mano y a Jacques muerto de un disparo...
- Paimon: ¡¿Eh?! ¿Pero cómo pasó eso? ¿No estaban en el mismo bando?
- Navia: Se parece mucho al caso de Lyney, ¿verdad? Un claro asesino y un inexplicable móvil del crimen.
- Navia: Ahora que lo pienso, en aquel momento también subestimamos una pista superimportante, igual que ahora: una prenda de ropa tirada en el suelo.
¿La ropa era de alguien que se había disuelto?
- Navia: Gracias a la pista que me diste, ahora sé que sí. Pensábamos que Jacques llevaba puesta esa ropa solo para que no lo descubrieran.
- Navia: Pero al pensarlo ahora, es muy posible que en la escena del crimen hubiera una tercera persona, así que hay que volver a investigar la causa de los dos disparos.
¿No fue simplemente una pelea entre tu padre y Jacques?
No podemos descartar la intervención de una tercera persona.
- Navia: Puede ser, pero en cualquier caso, mi intuición me dice que estoy a nada de averiguar la verdad sobre este caso sin resolver.
- Melus: Jacques era una buena persona, y ni se imaginan lo arrepentido que estaba de lo que había hecho, así que no es posible que fuera un traidor.
- Melus: Puede que la clave para llegar a la verdad sea esa tercera persona.
- Melus: Siento aguarle la fiesta, señorita, pero como sirviente suyo y de su padre, debo advertirle de algo.
- Melus: El rival al que nos enfrentamos es cruel y despiadado, y no será fácil de vencer. Además, ya se perdió una vida con su padre, que durante tanto tiempo intentó hacer justicia.
- Melus: Aunque Spina di Rosula ya no es lo que era, Poisson vive una época de paz y podemos vivir tranquilos.
- Melus: Así que no es necesario que siga los pasos de su padre. Sería una decisión sabia, así como lo que esperaba su padre, que abandonara el caso.
- Navia: Si eso es lo que esperaba de mí, que me lo hubiera dicho en persona.
- Navia: Aunque yo era la persona más cercana a él, me trataba como a una extraña.
- Navia: ¿Qué sentido tiene que se llevara tantos secretos a la tumba? ¿Qué es lo que quería proteger?
- Navia: El sinte aún existe, a él aún lo conocen como Calas el Deshonesto y, aunque a duras penas, Spina di Rosula todavía está en pie. Como ves, nada ha cambiado.
- Navia: ¿De verdad creía que iba a poder aceptar que su muerte hubiera sido para nada y que yo tuviera una vida sin sentido?
- Navia: Porque yo no lo he creído en ningún momento.
- Navia: Las personas desaparecidas, las víctimas e incluso yo misma merecemos una explicación.
- Paimon: Navia...
- Melus: Ahora es el mejor momento para ello. Señorita, sus socia(o)s son totalmente de fiar, y lo que es más importante, usted parece preparada.
- Navia: Tengo la sensación de que hay algo que no me estás contando, Melus.
- Melus: Sí. En realidad, antes de aquel banquete, su padre ya sabía que el sinte y el caso de las chicas desaparecidas estaban relacionados.
- Melus: Pero el detonante de todo fue descubrir que usted, señorita, había sido escogida como la siguiente chica en desaparecer.
- Navia: Oh...
- (Visita a la familia de Jacques)
- Melus: Bueno, la(o)s dejo discutiendo los detalles. Yo me despido.
- Navia: Gracias por ayudarnos a organizarlo todo, Melus.
- Coralie: Hola, ¿puedo ayudarla(o)s en algo?
- Adele: ...
- Navia: ¡...!
- Paimon: ¿Eh? ¿Por qué Navia no dice nada? No parece ella.
Mejor no la molestemos.
- Navia: Siento no haber venido a visitarlas antes. Desde lo que ocurrió, no he sido capaz de venir a verlas.
- Coralie: No hace falta que te disculpes por eso. Cuando mi marido falleció, Spina di Rosula nos envió una gran cantidad de regalos y Mora como pésame, así que pude sentir su culpa y arrepentimiento.
- Navia: Pero todas esas cosas no significaban nada comparadas con la muerte de Jacques.
- Navia: Entiendo el dolor que se siente al perder a un padre tras un incidente tan inesperado.
- Adele: No lo entiendes.
- Navia: Si no he sido capaz de venir a verlas es porque no sabía qué podía traer como obsequio de consolación.
- Navia: Ni ustedes ni yo estaremos tranquilas hasta que sepamos la verdad.
- Adele: Humm...
- Coralie: Lo siento... Sé que lo dices muy en serio, pero no tienes por qué cargar con esa responsabilidad.
- Coralie: Mi hija y yo hemos encontrado más o menos una respuesta en cuanto a lo que le ocurrió a mi marido.
- Navia: ¿Creen que podrían contármela? Sigo sin poder creer que mi padre disparara a Jacques.
- Coralie: Sé que el dinero que ganaba no era dinero limpio, pero él mismo dijo muchas veces que, si pudiera dar vuelta atrás, no volvería a ir por ese camino.
- Coralie: Estaba muy arrepentido por haberse tomado de forma muy literal lo de proveer a su familia. Creía que con tener Mora, ya lo tendríamos todo.
- Coralie: Así que, cuando Calas fue a verlo, dijo que sí sin apenas pensárselo.
- Coralie: Pero, aunque fue muy cuidadoso, sus superiores lo descubrieron.
- Navia: ¿Descubrieron que era un traidor?
- Adele: Papá no dijo nada de eso, solo que “no mordiéramos la mano de quien nos da de comer”.
- Coralie: Antes de irse ese día, nos dijo que no tenía otra opción. No fue hasta más tarde cuando entendí que aquello fue su despedida.
¿Estás diciendo que le ordenaron matar a Calas?
¿Alguien ordenó a Jacques asesinar a Calas?
- Coralie: No lo sé con seguridad, pero es la conclusión a la que he llegado.
- Coralie: Así que yo debería ser la que se siente culpable. Calas siempre ha cuidado de nosotros, tanto en el pasado como en el presente.
- Coralie: Aunque al final disparara a mi marido, debió de ser en defensa propia, así que no puedo odiarlo.
- Adele: ¿Pero por qué papá es el malo si hizo cosas buenas?
- Adele: ¿Por qué hizo algo malo si quería ser buena persona?
- Navia: A veces las cosas no son lo que aparentan. Tú crees que tu papá es buena persona, ¿cierto?
- Adele: Sí, era buena persona. La mejor persona del mundo.
- Navia: Entonces, sigue creyéndolo. Cuando alguien bueno hace cosas malas, siempre hay una explicación.
- Navia: Independientemente de si te dejó un escudo o una espada para luchar, lo hizo para que tuvieras una vida mejor.
- Adele: Sí...
- Navia: Gracias por contarme esto. Les prometo que averiguaré la verdad, ya que no voy a aceptar así como así la realidad que estamos viviendo.
- Coralie: Gracias. Agradezco mucho tus palabras.
- Coralie: Aunque eres muy distinta a tu padre en la forma de ser, muestras la misma determinación que él cuando hablas.
- Navia: ¿En serio?
- Navia: Vaya... Es la primera vez que alguien me dice eso.
- (Habla con Florent)
- Florent: Hola, jefa. ¿Tiene alguna tarea para mí?
- Navia: Ya te habrás enterado del incidente de la Ópera y de que alguien se convirtió en agua, ¿cierto?
- Florent: Sí. Cuando ocurre algo así, los periodistas van en masa y hacen de ello todo un escándalo.
- Navia: Me acordé de que, el día en que ocurrió lo de mi padre, llovía y había ropa en el suelo.
- Navia: Tras escuchar el consejo de mi socia(o), me di cuenta de que valdría mucho la pena volver a investigar su caso.
- Navia: ¿Recuerdas qué pasó aquel día por la noche?
- Florent: Humm... Recuerdo que el Sr. Calas estaba muy contento aquel día, así que estaba bebiendo con nosotros.
- Florent: Dijo que quería salir a tomar el fresco, así que no le dimos mucha importancia. Pero entonces, se escucharon dos disparos.
- Florent: Lo primero que pensé fue que el señor estaba en peligro, así que agarré mi pistola y salí afuera de inmediato.
- Florent: Pero ya era demasiado tarde, pues el señor había disparado a alguien. Los demás solo podíamos mirarnos los unos a los otros sin saber qué hacer...
- Navia: ¿Tú también recuerdas que fueron dos disparos?
- Florent: Sí. La Guardia dijo que el primer disparo no le dio a nada y que el segundo mató a alguien, pero no sé, a mí me pareció un poco raro...
- Florent: Porque el Sr. Calas había dejado su pistola en la mesa, me fijé cuando salí a ver.
- Florent: Sin embargo, la Guardia dijo que eso no era suficiente para demostrar que no llevara alguna otra arma consigo.
- Florent: Por cierto, dijiste algo sobre una ropa en el suelo. ¿Crees que pudo haber una tercera persona que se convirtió en agua?
Es probable.
- Navia: Al menos desde nuestra perspectiva, mi padre nunca mataría a nadie, así que no tenía por qué llevar tantas armas con él.
- Navia: Por eso, creemos que esa pistola era de Jacques o de una tercera persona.
- Florent: Sí, creo que tienen razón. Pero entonces... ¿el Sr. Calas tenía esa pistola porque la tomó de una de las otras dos personas?
- Florent: Un momento, si eso es lo que ocurrió, ¿por qué no nos dijo la verdad?
- Florent: Ni siquiera quiso ir a juicio, sino que directamente escogió demostrar su honor en un duelo...
- Florent: ¿Es que perdió toda fe en ser juzgado cuando vio que el verdadero asesino se convirtió en agua?
- Navia: Melus me dijo algo al respecto. Ahora entiendo cómo se sentía mi padre.
- Navia: Te lo contaré cuando averigüe la verdad.
- Florent: Entendido, jefa. Contamos con usted para limpiar la reputación de su padre.
- Florent: La verdad es que el hecho de que lo llamaran “Calas el Deshonesto” siempre fue como una espina clavada para mí.
- Florent: Mucha gente dice que soy muy terco y se burlan de que siga llamándole “señor” incluso después de varios años.
- Florent: Pero si el señor Calas no hubiera confiado en mí, no tendría ni la vida ni la posición que tengo en Spina di Rosula.
- Florent: Me da igual lo que diga la gente, para mí siempre será mi jefe, la persona a la que más respeto del mundo.
- Navia: No te preocupes, la verdad saldrá a la luz.
- Navia: No solo tú, sino que todos los miembros de Spina di Rosula esperan una explicación.
- (Ve a la Corte de Fontaine para hablar con Thierry)
- Navia: Hola, Thierry. Soy yo.
- Thierry: Oh, hola, Navia. ¿Cómo es que estás por aquí? Oí que montaste una buena en la Ópera.
- Navia: Jajaja, ¡qué rápido te llega la información!
- Thierry: Soy de la Guardia después de todo. Pero por cómo lo has dicho, parece que me hayan enviado a Poisson por haber hecho algo mal.
- Navia: ¿Quién sabe? En circunstancias normales, ¿no deberían haberte llamado ya para que volvieras a la ciudad?
- Thierry: Jaja, bueno, en realidad puedo volver cuando quiera, pero se podría decir que me encanta la atmósfera de Poisson.
- Thierry: El Sr. Calas cuidó muy bien de Poisson, y no solo dirigió Spina di Rosula a la perfección, sino que me hizo la vida muy fácil.
- Thierry: Será muy complicado encontrar un trabajo tan relajado y tan bien pagado como este en la ciudad.
- Thierry: Pero basta de hablar de mí, ¿quiénes son estas(os) dos, tus amigas(os)? ¿Para qué me buscaban?
- Navia: Sí, son mis socia(o)s.
- Navia: Pensamos que el incidente ocurrido en la Ópera está relacionado con lo que le pasó a mi padre, así que estamos volviendo a investigar su caso.
- Thierry: Entiendo. Te refieres a que la gente se puede disolver, ¿cierto? A mí también me dejó anonadado la noticia cuando me enteré.
- Thierry: Si necesitas los archivos originales del caso de tu padre, puedo ayudarte a buscarlos.
- Navia: Gracias, lo tendré en cuenta. Por cierto, ¿tú tienes autoridad para enviar Mecagendarmes a algún sitio?
- Thierry: Claro. Si no, no podría hacer todo lo que hago en Poisson.
- Thierry: ¿Por qué lo preguntas? Sabes que no se pueden obtener pruebas por medio de la violencia, ¿no?
- Navia: Porque hace poco nos atacaron en la ciudad unos Mecagendarmes sin número de serie.
- Navia: Si, por ejemplo, quisieras deshacerte de mí, ¿bastaría con que les quitaras el número de serie a los Mecagendarmes y les ordenaras atacarme?
- Thierry: Jajaja, tampoco es que tenga poderes mágicos ni nada. Una cosa es enviarlos y otra, controlarlos.
- Thierry: Por ejemplo, puedes pedirle a un chef que te cocine algo, pero no que te dé un masaje o te lleve unas maletas.
- Thierry: El chef no entenderá por qué le pides eso e ignorará tu petición. Pues lo mismo con los Mecagendarmes.
- Thierry: Además, borrarles el número de serie es una tarea muy engorrosa y sería fácil que te descubrieran.
- Thierry: Así que pondría la mano en el fuego al decir que esos Mecagendarmes eran propiedad privada de alguien.
- Thierry: Esas máquinas son muy caras y solo alguien muy rico se las podría permitir. Seguro que a alguien que vive del sinte no le faltarían Moras para tenerlas...
Tiene todo el sentido del mundo.
- Navia: Entiendo. Entonces, ¡yo te declaro libre de sospechas! Jaja.
- Thierry: Vaya, ¡muchas gracias, Navia!
- Thierry: En fin, ya dejo las bromas. ¡Les deseo suerte en su investigación!
- Thierry: Seguramente me quede un tiempo por la ciudad, así que si necesitan ayuda de la Guardia, vengan a verme.
- (Dialogar de nuevo con Florent)
- Florent: Siento haberme puesto tan sentimental.
- Florent: Pero es que hace mucho tiempo de aquello y rara vez tengo la oportunidad de decir cómo me siento.
- (Habla con Marcel)
- Calcagni: Hola. ¿Hay algo en lo que pueda ayudarla(o)s?
- Navia: Me gustaría hablar con el presidente Marcel, ¿podrías llamarlo? Dile que Navia lo está buscando.
- Calcagni: Claro. Espera un momento.
Tras esperar un poco, Marcel llega apresurado.
- Marcel: Ya estoy aquí. Siento haberles hecho esperar tanto, pero ya saben, los años no perdonan y ya no soy tan ágil.
- Navia: No pasa nada, tampoco hay prisa.
- Navia: Me gustaría hablar con usted de lo ocurrido hace poco en la Ópera. Se ha enterado, ¿no?
- Marcel: Sí, jamás había visto algo así.
- Paimon: ¿Estabas en la Ópera cuando pasó todo?
- Marcel: Sí, fui con Navia a ver el espectáculo de magia, pero entonces ocurrió el famoso incidente...
- Marcel: También vi su maravilloso trabajo de detectives. Impresionante.
- Marcel: Derrotar a la Arconte Hydro en su propio terreno... Estoy seguro de que toda Fontaine habla de ustedes después de tomarse unas copas.
- Paimon: Humm, visto así, Paimon no quiere ser el tema de conversación de unos borrachos...
- Marcel: Jajaja, lo siento, pero es verdad. A la gente de Fontaine le encanta el drama.
- Navia: Marcel, entonces, usted también lo vio, ¿verdad? Que la gente puede disolverse...
- Marcel: Sí, e inmediatamente después de verlo me acordé del Sr. Calas. Están investigando su caso, ¿cierto?
- Navia: Sí, y aunque todavía no tenemos pruebas, sé perfectamente que el auténtico culpable ya ha entrado en acción.
- Marcel: Vaya, ¿y eso?
- Navia: Unos Mecagendarmes sin número de serie nos emboscaron en las Erinias y una persona intentó obligarme a beber agua del Mar Primigenio.
- Navia: De no ser por mis socia(o)s, no estaría aquí para contarlo.
- Paimon: ¡Qué modesta eres, Navia! ¡Pero si fuiste tú quien nos salvó a nosotra(o)s!
- Marcel: *Suspira*, las cosas se están poniendo tensas... Parece que la paz que tanto buscaba el Sr. Calas pronto será cosa del pasado.
- Marcel: Pero no te preocupes, Navia, al menos Poisson sigue siendo seguro. Puedes refugiarte allí.
- Marcel: Si alguien osa ir para hacerte algo, ten por seguro que la Cofradía Cabrière luchará hasta el final aunque tenga que usar todos sus fondos.
- Navia: Gracias, Marcel, pero no quiero seguir escondiéndome. Esta vez, aprovecharé que llevo la ventaja para atacar.
- Navia: ¿Tiene alguna nueva perspectiva sobre el caso de mi padre?
- Marcel: Pues... lo siento, pero como ya dije, estoy viejo y me cuesta recordar lo que ocurrió.
- Marcel: Como nosotros organizamos aquel banquete, estaba tan ocupado que no tuve tiempo para saludar a los invitados o beber con ellos.
- Marcel: Luego sonaron aquellos disparos y... ya sabes el resto de la historia.
- Navia: No pasa nada, no hace falta que fuerce la memoria. Seguiremos preguntando, a ver si encontramos alguna pista útil...
- Marcel: Muy bien. Si necesitan Mora, no duden en venir a verme.
- Marcel: Toda mi riqueza es gracias al trato del Sr. Calas, así que estoy dispuesto a gastar cuanto sea necesario para limpiar su nombre.
- (Dialogar de nuevo con Thierry)
- Thierry: Puedo ayudarla(o)s con las cosas para las que requieran a la Guardia, ¡pero no vayan diciéndolo por ahí! Es un privilegio especial de Spina di Rosula, jaja.
- (Reorganiza las pistas con Navia)
- Navia: Ya hemos hablado con los tres sospechosos y, en vista de la situación...
- Paimon: Todo parece normal...
No me pareció que ninguno fuera el culpable.
- Navia: Era de esperar. Si una conversación hubiera bastado para descubrir al culpable, mi padre no habría estado investigando durante tantos años.
- Navia: No hemos averiguado gran cosa, pero aun así, recapitulemos con la información que tenemos.
- Paimon: Bien, ¿por dónde empezamos?
Por el móvil de Jacques.
- Paimon: Según Florent, Calas no fue el primero en disparar. Paimon cree que es posible.
- Navia: Su familia dijo que aquel día, antes de salir de casa, ya lo habían descubierto, así que no tenía otra alternativa.
- Navia: Mi hipótesis es que sus superiores le dijeron que si no mataba a mi padre, matarían a su familia.
- Paimon: Entonces, ¿Jacques fue el primero en disparar?
Pero ¿para qué disparar?
Jacques no ganaba nada con disparar.
- Navia: ¿Eh? ¿Por qué?
¿Matar a Calas era garantía de que él seguiría vivo?
¿Matar a Calas garantizaba la seguridad de su familia?
- Paimon: ¡Cierto! Seguramente Jacques ya sabía que lo estaban usando para cometer el asesinato. Y cuando una herramienta cumple con su función, deja de ser necesaria...
- Navia: Y por eso, lo más posible es que Jacques renunciara al plan de asesinar a mi padre y, en su lugar, le pidiera ayuda.
La tercera persona fue el detonante de todo.
- Navia: Tienes razón, pero solo es nuestra hipótesis y no tenemos pruebas para demostrarla...
- Navia: Además del móvil de Jacques, también me llamó mucho la atención lo de los Mecagendarmes.
- Navia: Es evidente que el enemigo se puso muy nervioso cuando se hizo pública la noticia del agua del Mar Primigenio.
- Paimon: ¿Crees que sabía que seguiríamos esa pista hasta el final?
- Navia: Sí, es posible que lo pensara.
- Navia: Ahora la cuestión es: de las tres personas que dijo Melus, ¿cuál de ellas puede controlar Mecagendarmes privados?
Florent.
- Navia: ¿Florent? A ver, es cierto que era el más cercano a mi padre y el que más fácilmente podría haber averiguado que Jacques era un infiltrado...
- Navia: Pero como consejero superior de Spina di Rosula, se encarga de la gestión del personal y la seguridad, no de la parte económica.
- Paimon: Ah, es decir, que no tenía el Mora suficiente.
- Navia: Sí, me parece imposible que se sacara tantos Mecagendarmes de la nada.
Entonces, debe de ser otra persona...
Thierry
- Navia : ¿Thierry? Sí, podría haberse apropiado de los Mecagendarmes para su uso privado...
- Navia : Pero cuando nos habló del tema, no parecía estar mintiendo. No creo que mintiera sobre algo así.
- Paimon : Sí, y podríamos preguntar a la Guardia para saber si nos mintió.
- Paimon : Si se perdieran unos Mecagendarmes, no sería difícil averiguar el porqué.
Entonces, debe de ser otra persona...
Marcel
- Navia : ¿Marcel? Humm, mi padre confiaba mucho en él y colaboraron en numerosas ocasiones, así que tal vez supiera la verdadera identidad de Jacques.
- Navia : Con el poder financiero que tiene la Cofradía Cabrière, podrían permitirse perfectamente comprar varios Mecagendarmes.
- Navia : Pero no sé, me cuesta creerlo... Marcel ha estado con nosotros desde que yo era pequeña.
- Navia : Además, ¿eso no significaría que gastó una gran cantidad de Mora y energía para luchar contra su propio negocio de sinte?
- Navia: Pensándolo mejor, el más sospechoso de los tres es Marcel...
- Paimon: ¿No será que hay más sospechosos? Melus no sabía que la gente se podía disolver cuando pensó en las tres personas que dijo.
- Navia: Melus es una persona de fiar. Nunca acusaría o descartaría a una persona sin tener motivos. Además, sus argumentos tenían lógica.
- Navia: Alguien que conozca los movimientos de Spina di Rosula, que tenga el Mora suficiente para ordenar a unos Mecagendarmes asesinarnos y que sea minucioso y previsor...
- Navia: Por mucho que lo intente, no puedo evitar pensar en Marcel...
Al fin y al cabo, es alguien muy cercano a ti.
- Paimon: Bueno, tenemos un as en la manga además de nuestras hipótesis y argumentos.
La fábrica de sinte.
- Navia: Sí... Aunque, como dijo Melus, es muy peligroso entrar en ese lugar, es lo único que podemos hacer ahora mismo.
- Navia: Con la información que tenemos, aún no podemos acusar formalmente al culpable.
- Thierry: Navia, ¡por fin te encuentro! Cof, cof, he estado buscándote.
- Paimon: ¿Eh? ¿Tú no eres el guardia? ¿Qué es lo que pasa?
- Thierry: Poco después de que se marcharan, ¡me llegó la noticia de que van a celebrar otro juicio en las Erinias!
- Navia: ¿Por qué te sorprende? Ese lugar fue construido específicamente para hacer juicios.
- Thierry: No es por eso, ¡es porque la persona a la que van a juzgar es Tartaglia, uno de Los Once de los Fatui!
¡¿Nobile?!
- Navia: ¿Qué pasa? ¿Lo conocen?
- Paimon: Sí, demasiado bien...
- Thierry: Pues ahora lo han acusado a él de ser el culpable del caso de las chicas desaparecidas. ¿No les parece absurdo?
- Navia: ¿Pero por qué? Él no tiene nada que ver con lo que hemos investigado.
- Thierry: A mí también me extrañó, por eso vine a avisarla(o)s.
- Thierry: Si llegan a acusarlo formalmente, la Guardia no estará de acuerdo con que volvamos a investigar el caso.
- Navia: Porque creerán que ya han encontrado al culpable...
- Thierry: Exacto. Y eso complicará mucho la revisión del caso del Sr. Calas.
- Navia: Entiendo. Socia(o)s, ¿qué creen que deberíamos hacer? Aún no tenemos ninguna prueba concluyente...
- Paimon: Humm... Pues...
Separémonos.
- Navia: ¿Eh? ¿Qué quieres decir?
Tú vas a las Erinias y yo voy a ese lugar.
Confío en mis habilidades y sé que puedo ir a ese lugar.
- Navia: Jajaja, ¡esa(e) es mi socia(o), tan segura(o) de sí misma(o) como siempre!
- Navia: Siendo un juicio por el caso de las chicas desaparecidas, el verdadero culpable estará atento a lo que ocurra en la Ópera y descuidará la retaguardia.
- Navia: Es la oportunidad perfecta... Iré a la Ópera para ganar un poco de tiempo acusando a Marcel de ser el culpable.
- Navia: Pero tengan en cuenta que, con las pistas que tenemos, es imposible que gane un juicio, así que esperaré a que vengan con pruebas decisivas.
Tranquila.
- Paimon: ¡Sí! Ahora nos toca a nosotra(o)s ayudarte, igual que hiciste tú durante el juicio pasado.
- Melus: Señorita, por favor, permítanos acompañarla.
- Silver: Estoy listo, señorita.
- Navia: ¡¿Melus, Silver?! ¡¿Qué hacen ustedes aquí?!
- Melus: Al ver que se marchaba de Poisson, pensé que necesitaría ayuda.
- Melus: Con nosotros dos a su lado, al menos se sentirá más segura de sí misma.
- Navia: Jajaja, gracias, chicos. Paimon, Jugador, ¡nos vemos en la Ópera!
- Paimon: ¡Prometido!
Historial de cambios[]
- Versión 4.0
- Una verdad perdida tras la lluvia se añadió al juego.