Todo encuentro tiene su final es la segunda de las Misiones de Arconte del Capítulo IV: Acto V, Mascarada de los culpables.
Detalles[]
- Ve a las ruinas
- Entra en las ruinas
- Explora las ruinas
- Habla con Navia
- Sigue avanzando
- Habla con todos
- Ve a la Ópera
- Sigue explorando las ruinas
- Investiga el espacio de más adelante
- Sal de las ruinas
Recompensa[]
- EXP de Aventura
- Protogema
- Mora
- Ingenio del héroe
- Mineral de refinamiento místico
Notas[]
- Si el jugador se acerca demasiado al agua del Mar Primigenio o regresa a un área donde ya no puede progresar en el dominio, será teletransportado de regreso a la pista.
Logros[]
- Completar esta misión otorga el logro "El amor es destructivo" de la categoría Maravillas del mundo.
Diálogos[]
- Ve a las ruinas
- Navia: Siento haberles hecho esperar tanto. Ya me encuentro mucho mejor.
- Navia: Bueno, deberíamos ponernos en marcha. ¿Usted también viene con nosotros, señoría?
- Neuvillette: Sí, si no les importa, claro.
- Paimon: ¡Otro más para el grupo! ¡Vámonos, pues!
- Habla con Navia
- Navia: Parece que hasta aquí llega el camino.
- Paimon: Este sitio también ha sido contaminado por el agua del Mar Primigenio.
- Navia: Sí, y además muy gravemente. Alguien de Fontaine seguramente se disolvería en ella si se lanzara.
Navia, deberías ir a un lugar seguro.
- Paimon: Sí, no puedes bajar si hay agua del Mar Primigenio. Sería muy peligroso, y quedarte aquí tampoco será de mucha ayuda...
- Paimon: Ah, ¡no estamos diciendo que no puedas ayudar! Es solo que... que...
- Navia: Tranquila, sé que tienes razón. De momento no puedo hacer nada, así que tendrán que encargarse ustedes.
A juzgar por cómo está el terreno, no sé si podremos regresar.
Puede que no haya un camino de vuelta...
- Navia: Qué complicado... Entonces, ¿solo podemos seguir hacia delante?
- Paimon: Humm... ¿Y si nos esperas aquí, Navia?
- Navia: El nivel del agua de estas ruinas no parece muy estable. Puede que llegue a subir, así que quedarme aquí tampoco es la opción más segura.
- Navia: Iré con ustedes. A lo mejor encontramos una salida más adelante.
La verdad es que tampoco hay más opciones...
- Paimon: Bueno, pues de momento vienes con nosotros, ¡pero ten muchísimo cuidado!
- Paimon: Este sitio también ha sido contaminado por el agua del Mar Primigenio.
- Navia: Sí, y además muy gravemente. Alguien de Fontaine seguramente se disolvería en ella si se lanzara.
Navia, deberías ir a un lugar seguro.
- Paimon: Sí, no puedes bajar si hay agua del Mar Primigenio. Sería muy peligroso, y quedarte aquí tampoco será de mucha ayuda...
- Paimon: Ah, ¡no estamos diciendo que no puedas ayudar! Es solo que... que...
- Navia: Tranquila, sé que tienes razón. De momento no puedo hacer nada, así que tendrán que encargarse ustedes.
A juzgar por cómo está el terreno, no sé si podremos regresar.
Puede que no haya un camino de vuelta...
- Navia: Qué complicado... Entonces, ¿solo podemos seguir hacia delante?
- Paimon: Humm... ¿Y si nos esperas aquí, Navia?
- Navia: El nivel del agua de estas ruinas no parece muy estable. Puede que llegue a subir, así que quedarme aquí tampoco es la opción más segura.
- Navia: Iré con ustedes. A lo mejor encontramos una salida más adelante.
La verdad es que tampoco hay más opciones...
- Paimon: Bueno, pues de momento vienes con nosotros, ¡pero ten muchísimo cuidado!
- (Comienzo de cinemática)
- Cuando pisas el puente, el suelo empieza a ceder. Huyes hacia el otro lado, pero el derrumbe es demasiado rápido y Navia da un paso en falso y cae del puente. Saltas tras ella y extiendes la mano para agarrarla, pero ella cae antes de que puedas agarrarla...
- Viajero:¡Navia!
- (Fin de la cinemática)
- Habla con todos
- Navia: ...
- ¿?: Señorita... Señorita.
- Navia: ¿Eh?
- Melus: Señorita, ¿qué hace aquí sola? Si no hubiera venido a recogerla, ¿se habría quedado hasta la noche?
- Silver: A lo mejor solo necesita estar sola, Melus.
- Navia: ¿Eh? Oh, ¿me he quedado dormida?
- Melus: Eso parece.
- Navia: Oh... Debo de estar muy cansada.
- Silver: Podría ser. Pero fue usted quien propuso ir a dar una vuelta.
- Navia: Ah, claro... Lo había olvidado por un momento.
- Navia: *Bosteza*, se me debió de olvidar cuando me quedé dormida. Hoy no he dormido la siesta, ¿cierto?
- Navia: (Esta sensación me es muy familiar, pero al mismo tiempo también es extraña.)
- Silver: ¿Le preocupa algo, señorita?
- Navia: Oh, no es nada.
- Navia: Solo estoy intentando recordar por qué fuimos a dar una vuelta.
- Melus: Quizá recuerde que Giverny nos pidió ayuda con una disputa por una deuda que tenía con unos comerciantes extranjeros, pero ya solucionamos su problema.
- Silver: Salimos a pasear y, de paso, a ver cómo le iba a Giverny.
- Navia: Ah, cierto, ahora lo recuerdo.
- Giverny: ¿Eh? ¡Srta. Navia! ¡Y también Melus y Silver! Jaja, ¡qué alegría me da verlos!
- Navia: ¿Qué tal últimamente?
- Giverny: Genial. Gracias a ustedes, esos tipejos por fin entendieron que yo no era la persona que buscaban. Es más, ¡yo ni siquiera era el avalista de esa persona!
- Giverny: Venían a llamar a mi puerta día y noche, ¡hasta mi vecino Aubenas estaba empezando a hartarse de ellos!
- Melus: A veces se necesita recurrir a la fuerza para calmar a alguien y hacer que te escuche.
- Giverny: Jaja, pues sí. Ah, por cierto, Bernette, ¿qué era lo que querías regalarle a la Srta. Navia?
- Bernette: ¡Sí, esperen un momento!
- Bernette: Srta. Navia, por favor, quédese con estas semillas de flores que le he preparado. Son unas semillas muy buenas y las flores que crecen de ellas son de lo más hermosas.
- Bernette: No sé qué habríamos hecho sin su ayuda, así que, por favor, acepte este pequeño regalo como agradecimiento.
- Navia: Oh, muchas gracias, claro que me las quedaré. ¿Las recogió usted misma? Melus, aún tenemos macetas vacías, ¿cierto?
- Melus: Si usted lo desea, podemos tener todas las macetas vacías que quiera.
- Navia: Perfecto, pues cambiaremos las plantas decorativas por las flores que nos ha regalado la Sra. Bernette.
- Melus: De acuerdo.
- Navia: (Un momento, hay algo que no encaja...)
- Navia: Señora, si no he oído mal, se llama usted Bernette, ¿cierto?
- Bernette: Sí, señorita, ¿por qué lo pregunta?
- Navia: Oh, por nada, es solo que, aunque nos acabamos de conocer, por alguna razón me suena su nombre, jajaja. Tal vez su marido lo mencionó la última vez que hablé con él.
- Navia: (Sé que he escuchado ese nombre en algún sitio, y además, ha sido hace poco.)
- Navia: (Por cierto, ¿por qué hay tan poca gente por aquí? ¿Dónde está todo el mundo?)
- Silver: Señorita, no se nos puede ir la hora. Aún tenemos cosas importantes que hacer.
- Navia: ¿Eh? ¿En serio? ¿Qué cosas?
- Melus: ¿Lo olvidó?
- Melissa: ¡Srta. Navia! ¡Conque aquí estaba! Llevo todo el día buscándola. Rápido, tiene que ir a la Ópera, su juicio está a punto de comenzar.
- Navia: ¿Mi juicio? P-pero... ¿qué se me ha perdido a mí en la Ópera?
- Silver: Señorita, lo que dice es verdad. Ya casi es la hora, tenemos que irnos.
- Navia: ¿Eh? Bueno...
- Essonnes: ¡Miren, es Navia! ¡Está aquí!
- Jolienne: ¡Y viene con sus dos acompañantes! ¡Gracias a los Arcontes que ya están aquí!
- Navia: (Hay un montón de espectadores, y todos parecen extrañamente entusiasmados... Hasta conozco a algunos.)
- Navia: (Korina, Desyrée, Joinville, Jolienne, Essonnes... ¿Todos han venido a ver el juicio? Pero ¿por qué no consigo recordar nada sobre este supuesto caso?)
- Navia: (Señoría... ¿Eh? ¿Su señoría Neuvillette no está presente?)
- Melus: Señorita, diríjase al banquillo de los acusados. No se preocupe, Silver y yo estamos con usted.
- Navia: Está bien, pero ¿están seguros de que pueden quedarse detrás de mí?
- Melus: Normalmente no nos dejarían, pero hoy es un día especial.
- Todo el mundo: ¿Dónde creen que están? Vamos, ¿es que no se dan cuenta de lo que están haciendo? Por favor...
- Navia: ¡Dejen de murmurar! Y que alguien me explique dónde está su señoría Neuvillette y por qué tengo que estar aquí.
- Joinville: Estimada Srta. Navia, ¿es que no te das cuenta de tu craso error? Bien, yo te lo explicaré.
- Joinville: Como todos los aquí presentes saben, la Srta. Navia es la sucesora del Sr. Calas, la presidenta de Spina di Rosula y una destacada personalidad de Poisson.
- Joinville: Desde que está a cargo de Spina di Rosula, nos ha tratado igual que el Sr. Calas. Si alguien necesitaba su ayuda, usted se la prestaba.
- Joinville: No solo usted, sino también sus sirvientes y subordinados... Casi toda Spina di Rosula ha luchado por el bienestar de Poisson.
- Navia: ¿Eso no quiere decir que soy una buena persona?
- Joinville: ¡Sí, no se equivoca! Pero, señorita, ¡es precisamente por ello que está en el banquillo de los acusados! Ha ayudado a solucionar los problemas de tantas personas que se convirtió en una parte inseparable de nosotros.
- Joinville: Todo Poisson es como una gran familia que permanece muy unida, y usted es tan importante que no podemos permitirnos perderla.
- Joinville: Por eso, este justo tribunal la declara culpable, para que se quede con nosotros para siempre.
- Navia: No entiendo nada...
- Navia: *Ejem*, es cierto lo que dicen. He hecho muchas cosas por Poisson y estoy dispuesta a quedarme con ustedes, pero ¿de verdad es algo que tengamos que hablar aquí?
- Joinville: Oh... Si eso es lo que piensa, no tengo más que decir.
- Jolienne: Excelente, Srta. Navia.
- Essonnes: ...
- Desyrée: ...
- Navia: (Conozco a estas personas, pero... ¿por qué se ríen?)
- Silver: Creo que ya lo recuerdo. Sí, ahora lo entiendo todo. Este juicio es...
- Melus: No, espera... No... ¡No puede ser!
- Navia: ¿Melus?
- Joinville: ¿Cómo dices, Melus? Nuestra opinión es clara y unánime. Y ahora, ¡que el tribunal la juzgue y la declare culpable!
- Desyrée: ¡Quédate con nosotros, Navia! ¡Eres una de nosotros!
- Silver: Señorita, no admita su culpa. Este juicio es para obligarla a quedarse aquí para siempre.
- Melus: Quiero ejercer mi derecho a defender a la señorita. Joinville, tú conoces la faceta bondadosa de la Srta. Navia, pero lo que no sabes es que también es una persona con pensamiento propio.
- Silver: La señorita siempre ha sido libre e independiente y nunca se ha aferrado a nada. Ni siquiera la muerte del Sr. Calas impidió que siguiera avanzando.
- Melus: Sus acciones no demuestran que se considere a sí misma parte de ningún grupo, sino que con su bondad ayuda a los demás desde la individualidad.
- Melus: Debes entender la diferencia entre ambas cosas.
- Joinville: ¿Desde la individualidad? Bueno, no olviden que todos los aquí presentes somos de Fontaine, la Nación del Agua y de la Justicia.
- Joinville: Que Navia preste su ayuda voluntariamente no afecta a que su hermosa alma regrese con nosotros. El agua la abrazará y aunará todo, y eso obviamente incluye su bondad.
- Joinville: Todas las cosas se miden en la Nación del Agua, y al final todo el mundo convergerá en el mismo sitio. Cuando emerja una opinión unánime, esa opinión es la que representará la justicia.
- Joinville: Ahora, yo represento a todo el mundo. Nuestra opinión es completamente unánime: Navia debería quedarse, ¡pues es parte de nosotros!
- Melus: Qué despropósito, ¿a eso lo llaman justicia? ¡No tienen más que envidia de que la señorita aún conserve su individualidad!
- Melus: ¿Han olvidado que ustedes antes también deseaban ser individuos libres e independientes?
- Todo el mundo: ¿Acaso están desacatando nuestra justicia?
- Silver: Si esa justicia no es correcta, no tenemos por qué reconocer su validez.
- Melus: Ya lo has dicho antes: podemos tener nuestra propia justicia, y por eso Silver y yo vamos a defender a la señorita.
- Melus: Ese es nuestro modo de hacer justicia.
- Navia: (Ay, cómo me duele la cabeza...)
- Silver: Señorita.
- Navia: Silver, me encuentro muy mal y todo me da vueltas... Estoy viendo las estrellas...
- Navia: (Ahora me acuerdo... Todo lo que desde un principio me resultaba tan extraño...)
- Navia: (Korina, Desyrée, Joinville, Jolienne, Essonnes... Giverny y Bernette, a quienes acabamos de ver hace un momento...)
- Navia: (Incluso Melus y Silver... No quiero admitirlo, pero... pero... ¡Todos están muertos!)
- Silver: Señorita, no tenga miedo y no admita ser culpable. Nosotros la protegeremos hasta el final.
- Desyrée: ¡Esto es ridículo! ¿Quiénes creen que son para decir que Navia no debe ser juzgada? Nosotros somos la mayoría, y en la Nación de los Juicios, ¡la mayoría representa la justicia absoluta! ¡Somos la voluntad de todo!
- Jolienne: ¡Que no huyan! ¡Navia se tiene que quedar con nosotros sí o sí!
- Joinville: Melus y Silver, ¿de verdad tienen que ser tan insistentes?
- Joinville: ¿Cómo pueden oponerse al colectivo siendo solo dos personas? Dejen de poner resistencia contra este noble juicio. El lugar de Navia está con nosotros.
- Joinville: Tras lo que ocurrió, no debería quedarse sola en Poisson.
- De repente, la gente se convierte en Oceánidas.
- Navia: ¡¿Pero qué están diciendo?!
- Desyrée: ¡Basta de excusas!
- Essonnes: Y piensan que tenemos envidia... ¡Envidia! Ja, ¿cómo va a ser Navia un ente individual?
- Navia: ¿Qué pasa con esta gente?
- Todo el mundo: ¿Quién le tiene envidia? ¡Su lugar está con nosotros! Srta... Navia...
- ¿?: ¡Silencio!
- Jolienne: ¡Oh! Esa voz...
- Navia: ¡Señoría!
- Neuvillette: No está permitido armar escándalos en el tribunal. Además, lo que han declarado no es más que una farsa, y no es motivo suficiente para celebrar un juicio.
- Neuvillette: Aquí termina el juicio. No aceptaré ninguna objeción procedente de personas cuya comparecencia no haya sido autorizada.
- Melus: Gracias, señoría.
- Neuvillette: Aprovechando que aún hay tiempo, venga conmigo, Srta. Navia.
- Navia: Pero...
- Melus: Váyase, señorita, es la única oportunidad que tiene para salir de aquí. Oh, ¿es que no puede separarse de nosotros?
- Silver: ¡Melus!
- Melus: Jaja, perdón, perdón. No pude evitar hacer una broma al darme cuenta de que este es nuestro último adiós.
- Navia: Melus... Silver...
- En un instante, se convierten en Oceánidas, pero al momento vuelven a su forma original.
- Neuvillette: ¡Rápido!
- Melus: Adiós, señorita.
- Silver: Adiós.
- Sigue explorando las ruinas
- Navia: ¡Esperen! ¡Esperen un momento!
- Paimon: ¡Ah! ¡Navia!
- Neuvillette: Por fin se ha despertado. Bien.
- Navia: ...
- Navia: Soñé... que Melus y Silver aún estaban vivos, y que me defendían ante un tribunal de locos.
- Neuvillette: ¿Se encuentra bien?
- Paimon: ¿Estabas tan triste que hasta tuviste una pesadilla? Ay, si quieres, Paimon puede darte un abrazo.
- Neuvillette: Las ruinas que estaban explorando se derrumbaron y, cuando llegué, vi a la Srta. Navia cayendo al agua.
- Neuvillette: Ibas a disolverte en el agua en un instante, cuando de repente... Humm...
- Navia: ¿De repente...?
- Neuvillette: De repente, vi como dos Oceánidas te agarraron y te protegieron. Ocurrió en menos de un segundo, pero fue suficiente para que pudiera salvarte.
- Neuvillette: Sin su ayuda, no habría podido salvarla antes de que perdiera la consciencia.
- Paimon: Un momento, ¿Oceánidas? ¿Como lo que ocurrió con Vacher?
Entonces, ¿la gente que se disuelve se convierte en Oceánidas?
- Neuvillette: Quizá esas dos eran las personas con las que soñaste.
- Navia: ...
- Navia: Siempre les dije que no hacía falta que me protegieran. Jamás pensé que... incluso tras morir, seguirían haciéndolo.
- Neuvillette: ...
- Neuvillette: (Viajero), ven conmigo un momento.
- Paimon: ¿Qué sucede, Neuvillette?
- Neuvillette: ¿Eh? Oh, no es nada. Es solo que... tal vez podríamos charlar sobre algo.
- Paimon: ¿Por qué estás tan rígido de repente?
- Paimon: Aaaah, Paimon ya lo entiende. Eres de esas personas que se sienten incómodas cuando no saben de qué hablar.
- Neuvillette: Solo creo que la Srta. Navia necesita algo de tiempo.
- Paimon: ¡Pues haberlo dicho directamente! ¿No te parece más incómodo decir que vayamos contigo a hablar de nosequé?
- Neuvillette: Puede ser...
Por cierto, recuerdos de parte de Sigewinne.
- Neuvillette: Oh, Sigewinne... Espero que todo le esté yendo bien. El trabajo en el Fuerte Merópide no ha sido demasiado para ella, ¿cierto?
- Paimon: ¡Qué va, tranquilo! Se ha integrado muy bien ahí abajo. ¡Además, es una enfermera jefa maravillosa!
- Neuvillette: Ya veo, me alegro mucho. Siempre pensé que, al igual que a mí, a ella también le llevaría un tiempo entender a los humanos.
- Paimon: Ah, cierto, recuerdos también de parte de Wriothesley, aunque fuera Sigewinne quien le obligara a decir eso. Lo que él dijo en realidad fue que esperaba que no estuvieras abrumado por los últimos problemas que ha habido.
- Neuvillette: Díganle que gracias. Lo cierto es que sí estoy bastante ocupado... Espero que al Fuerte Merópide todo le siga yendo bien.
- Paimon: Sigue sin encontrar un tema de conversación... Bueno, hablemos de otra cosa.
Tú dirás, tú eres la experta.
- Paimon: Humm... Neuvillette... tú... ehmm... debes de nadar muy bien, ¿no?
- Neuvillette: ¿...? Evidentemente.
- Paimon: Ay, qué fracaso... ¡Volvamos a cambiar de tema! ¿Cómo encontraste estas ruinas? ¿Te lo dijo Arlecchino?
- Neuvillette: Sí. Acordamos reunirnos en Poisson, pero cuando llegué, vi que los Fatui estaban ayudando a evacuar a los civiles y que enviaron una gran cantidad de suministros.
- Neuvillette: Sorprendido como estaba ante aquella escena, me encontré con Arlecchino y estuvimos charlando. Me dijo que ella fue la que les pidió que vinieran a estas antiguas ruinas.
- Paimon: Es verdad, íbamos a reunirnos contigo, pero nosotros pensamos que no nos llevaría mucho tiempo explorar las ruinas y tú estabas superocupado con tu trabajo... Quién iba a decir que al final no tardarías tanto.
- (Viajero): (Espero que Navia se anime pronto.)
- Investiga el espacio de más adelante
- Paimon: Parece que hemos llegado al final.
- Neuvillette: Este es el sitio. No debería haber más espacios ocultos cerca.
- Navia: Aunque el camino era más complicado de lo que pensábamos, este sitio tampoco es tan grande.
Hay algo en los muros.
- Paimon: ¿Placas de piedra? Parece que alguien las entregó como ofrenda... ¿Podemos echarles un vistazo?
- Navia: Creo que será mejor que no toquemos nada.
- Paimon: Humm, hay cuatro ubicaciones, pero solo tres placas. Falta la que debería estar en el primer hueco.
- Neuvillette: Los muros de por aquí también presentan daños.
- Paimon: Hay algo escrito. A ver... “Esta es una nación que debería ser destruida. Registraré en el pasado la historia del futuro”... ¿Qué quiere decir eso?
- Navia: Alguien dejó aquí a propósito esa placa con esa frase. ¿Quiere decir que Fontaine debería ser destruida?
- Neuvillette: Eso es lo que vaticina la profecía. De hecho, las imágenes de las placas se corresponden con ello. Miren esta segunda imagen, por ejemplo.
- Paimon: Hay una persona arrodillada. Parece muy devota, y detrás de ella hay más gente haciendo lo mismo. ¿Qué es lo que mira? ¿Una isla suspendida en el aire?
- Navia: La persona de la tercera imagen... ¿no es la Srta. Furina? ¿La Arconte Hydro cayó al agua?
- Paimon: Alrededor de ella hay un grupo de gente. Paimon no entiende, ¿están todos en el agua?
- Navia: Esta cuarta imagen... He visto esto antes. Es igual que lo que dice la profecía de Fontaine...
- Neuvillette: Todo el mundo se disolverá en el mar y solo quedará la Arconte Hydro sentada en su trono divino mientras llora.
Las imágenes coinciden con lo que dice la profecía.
- Neuvillette toca la placa de piedra...
- Neuvillette: ...
- Neuvillette: Perdonen. Estoy seguro de que estas placas de piedra ocultan aún más información, pero como no hemos hallado rastro alguno de la primera, no termino de entender su significado...
- Navia: No hace falta que se disculpe, señoría. Entender placas de piedra antiguas no es su deber.
- Paimon: Iiiih... Paimon tiene escalofríos después de ver estas placas.
- Paimon: ¡Esto da mucho miedo! ¿La historia del futuro? Eso significa que la profecía se va a cumplir...
- Navia: No quiero tener que hacer frente a ese futuro...
- Paimon: Al unir las imágenes y verlas juntas, Paimon siente que hay algo raro en ellas...
- Navia: Humm...
- Neuvillette: ...
Paimon tiene razón. El orden de las imágenes está mal.
El problema está en el orden de la tercera y la cuarta imagen.
- Navia: ¡Cierto! Si las cuatro imágenes van en orden cronológico, primero debería venir la cuarta, es decir, Fontaine siendo inundada, y luego la tercera, o sea, la Arconte Hydro ahogándose, ¿no?
- Neuvillette: Y, sin embargo, el orden está invertido.
La segunda imagen también es inquietante.
¿Qué culpa están reconociendo las personas de la segunda imagen?
- Navia: Si es por orden cronológico, en la tercera imagen aparece la Srta. Furina, lo cual significa que la persona de la segunda imagen podría ser la anterior Arconte Hydro.
- Neuvillette: ¿Egeria? Nunca había visto una imagen de ella, pero esta definitivamente coincide con las fuentes escritas.
- Neuvillette: La anterior Arconte Hydro arrodillándose ante la isla que flota en el cielo, como si estuviera reconociendo su culpa...
- Navia: ¿Será que la Arconte Hydro cometió un pecado? Si no, ¿por qué haría eso?
- Navia: Es más, ¿por qué hay unas placas de piedra tan antiguas en este lugar? ¿Es que este es el sitio en el que se originó la profecía? ¿Eso quiere decir que alguien ya las había visto alguna vez en el pasado?
- Paimon: Otra pregunta más: ¿quién creó las placas y quién escribió esa frase?
- Neuvillette: ...
- Neuvillette: Me temo que cualquier pista posible tendrá que venir de la propia Furina.
- Navia: En ese caso, no perdamos más tiempo. Por aquí ya no hay más pistas, así que propongo que volvamos.
- Paimon: Sí, será mejor que volvamos a un lugar seguro.
- (Viajero): ...
- (Viajero): (En realidad, ya no importa quién haya creado esas placas. Lo importante es saber si de verdad se va a cumplir la profecía.)
- Sal de las ruinas
- Navia: Separémonos aquí, quiero ir a ver cómo van las cosas en Spina di Rosula. Ya saben, hay cosas con las que una solo se queda tranquila si las ve por sí misma.
- Paimon: ¿Aún tienes energía, Navia? Guau, qué fuerza de voluntad. Paimon ya está agotada...
- Navia: Vayan al Río Ceniciento a descansar esta noche. Gracias por haberme acompañado todo este tiempo.
- Neuvillette: Yo también me despido. Todos han trabajado muy duro hoy, se merecen un buen descanso.
- Neuvillette: (Viajero), mañana por la mañana tengo pensado preguntar a Furina sobre las placas de piedra.
- Neuvillette: Sé que a ti también te interesa saber sobre este tema, así que si quieres, ven mañana por la mañana a mi oficina y te pondré al corriente de lo que hemos hablado.
De acuerdo. Hasta mañana, pues.
- Paimon: ¿Es realmente necesario contárselo a Furina? ¿No creen que se pondrá nerviosa o algo? Llegados a este punto, Paimon tiene un poco de miedo...
- Neuvillette: Siempre ha ocultado algún secreto que no quiere contar. Y cuanto más lo hace, más siento que debo cumplir con mi deber de hacer que entienda lo que está ocurriendo.
- Paimon: De acuerdo, entonces te lo dejamos a ti, Neuvillette. Seguramente seas la única persona capaz de hacerla entrar en razón.
- Neuvillette: Esta noche pensaré en cómo abordar el tema.
- Navia: (Viajero), Paimon, como siempre, la base de Spina di Rosula en el Río Ceniciento tiene las puertas abiertas para ustedes. Pueden descansar allí sin ningún problema.
- Navia: Bueno, ¡yo me voy yendo!
Historial de cambios[]
- Versión 4.2
- Todo encuentro tiene su final se añadió al juego.