Templo de los Mil Vientos

Las Ruinas de un antiguo anfiteatro donde se reúne un millar de vientos melodiosos. Los vientos traen consigo innumerables historias, las cuales también llevan a tierras más lejanas.

~ Mirador: Antiguo Templo de los Mil Vientos

Templo de los Mil Vientos es un antiguo anfiteatro en el Valle Estelar, Mondstadt. Es posible que se haya utilizado como arena en el período aristocrático, donde se obligaba a los esclavos a luchar entre sí para la satisfacción de los antiguos nobles.

Descripción[]

Un conjunto de ruinas al noreste de Mondstadt.

Se dice que antiguamente fue el lugar de culto al Arconte Anemo, pero el paso de los años lo han ido consumiendo, hasta que hoy en día solo quedan ruinas. En algunos pilares de piedra todavía se pueden apreciar grabados exquisitos de una gloria pasada.

Como testigo de tiempos ya olvidados, una frase grabada en piedra dice: "Las semillas traídas por el viento crecerán con el tiempo".

Historia[]

Según las notas de Henry Morton que se encuentran en las Notas viejas y rasgadas (durante la misión El tiempo y el viento), el templo estaba asociado no solo con la adoración del Dios del Viento (Arconte Anemo), sino también con el Dios del Tiempo.

La serie de armas 'Sacrificio' se usó una vez como accesorios en ceremonias en el templo, y su tradición confirma la creencia de Henry Morton:

En el acantilado frente al mar oriental, los antepasados adoraban a los amos del tiempo y Anemo por igual.
Con respecto a ambos, hay una enseñanza que dice que "Las semillas traídas por el viento crecerán con el tiempo".

~ Arco del Sacrificio

El templo fue construido por personas que buscaban la intervención divina de las duras ventiscas provocadas por el conflicto entre el Decarabian, Dios de las Tempestades; y Andrius, el Rey Lobo del Norte:

Hace mucho tiempo, se libró una guerra entre el Rey de la Tempestad y el Rey lobo del Norte. En esa época, Mondstadt estaba envuelto en una ventisca que parecía una tormenta de arena.
Un grupo de gente que ya no podía soportar más el frío construyó un santuario en lo alto de un acantilado en el este. Allí, rezaron por misericordia y protección divinas.

~ Memorias de Sacrificios