Wiki Genshin Impact
La siguiente tabla contiene las frases de diálogos de Teatro Fantasía.
Personaje Descanso Desafío Charla

Albedo

Albedo: Este lugar tan apartado del bullicio es muy tranquilo. No creo que haya prisa por marcharse.

Albedo: Pensaba dibujarte un retrato durante mi descanso, pero no tengo los pigmentos que necesito.

Albedo: Humm... Supongo que leer algunos de los libros que hay por aquí podría servir para relajarse.

Albedo: Este dominio merece ser explorado en profundidad. Estimo que necesitaríamos más o menos el tiempo que se tarda en leer un libro de alquimia.

Albedo: Quizá debería hacer una valoración de cada una de las amenazas que podrían acecharnos y calcular la energía que consu... ¿Eh? A juzgar por tu mirada... Tú lo que quieres seguir es combatiendo sin más, ¿verdad?

Albedo: Adelante, pues. Recuerda el ritmo a seguir con cada paso y estar preparado/a para cambiar de táctica siempre que sea necesario.

Albedo: Estos días he estado leyendo un informe sobre un experimento, y hay una parte que ha atraído mi interés especialmente. Se titulaba «Incorporación de efectos ocultos en la combinación de ingredientes alquímicos».

Albedo: Faltan algunas partes en el informe, pero he podido continuar la lectura sin problemas. Estoy interesado en lo que ocurre durante la fase de mezcla. Voy a tener que tomarme algo de tiempo en recrear el proceso completo.

Albedo: ¿A ti también te ha despertado curiosidad? Bien, te avisaré cuando me disponga a hacer el experimento.


Alhacén

Alhacén: ¿Hora de un descanso?

Alhacén: Humm, será mejor que demos un respiro a nuestras cuerdas vocales durante el descanso.

Alhacén: Es un momento idóneo para tomarse un café y reflexionar en todo aquello en lo que normalmente no tenemos tiempo de pensar.

Alhacén: Siempre es bueno tener un objetivo ambicioso a medio o largo plazo.

Alhacén: Esto se aplica tanto a la búsqueda del conocimiento como a la búsqueda de empleo y al combate.

Alhacén: Pero lo que la gente consigue al alcanzar sus objetivos depende de cada persona.

Alhacén: Hay libros por doquier.

Alhacén: La mayoría son cuentos. En la Casa de la Daena apenas es posible encontrar este tipo de libros. Se cree que podrían distraer a los estudiantes de sus estudios.

Alhacén: No obstante, si un alumno depende de restricciones externas para poder sacar sus estudios adelante, entonces está destinado al fracaso.


Amber

Amber: ¿Qué crees que encontraremos si nos adentramos un poco más? ¡Quizá encontremos algo interesante!

Amber: Ya sé que todo el mundo necesita descansar bien después de un combate... Pero yo soy Caballera Exploradora, no tengo la costumbre de sentarme a esperar de brazos cruzados.

Amber: ¡Recuerda avisarme cuando estés listo/a para partir!

Amber: ¿Te acuerdas de aquel pájaro que estuve tratando de atrapar durante tres días? Pues todavía llevo colgada en la cintura la pluma que guardé aquel día como recuerdo.

Amber: No hay sensación más satisfactoria que derrotar al enemigo después de una batalla que se sintió eterna. ¡Es como degustar un delicioso filete de carne cuando una está muerta de hambre!

Amber: Pase lo que pase, ¡no te rindas nunca!

Amber: Ha habido veces en las que he deseado que el Barón Bunny cobrase vida propia y pudiese hablar conmigo.

Amber: Como hacen Oz y Fischl, que siempre van juntos de aventuras. ¡Y además pueden repartirse el trabajo durante una misión!

Amber: Sin embargo, yo soy consciente de la gran ayuda que me ha brindado Barón Bunny hasta ahora. Además, si quiero convertirme en la mejor Caballera Exploradora, ¡debo centrarme en mí misma!


Arataki Itto

Arataki Itto: Entonces, (Viajero), ¿a quién le vamos a zurrar ahora? ¡Yo estoy listo para cualquier movida!

Arataki Itto: ¡No perdamos más el tiempo! ¡Vamos, a por ellos! ¡O si no, van a pensar que les tenemos miedo!

Arataki Itto: Aunque si tu plan es organizar con antelación la fiesta de nuestra victoria, yo no tengo problema en que salgamos más tarde. Menos mal que me traje unos caramelos para entretenerme.

Arataki Itto: Mira, por más bichos que haya escondidos en este sitio, tú no te preocupes, ve con calma, porque aquí está contigo Arataki, “el number one”. ¿Qué monstruo se me podría resistir a mí?

Arataki Itto: Como alguno de ellos se atreva a buscar pelea, ¡yo los barreré a todos de un solo golpe! Y si no, siempre les puedo soltar a Ushi.

Arataki Itto: En fin, no estarás pensando en ir a combatir con el estómago vacío, ¿verdad? ¿Es que aquí no hay nada de comer?

Arataki Itto: Jajaja, esta biblioteca es alucinante. Tengo que traer a la Banda de Arataki para que le echen un vistazo.

Arataki Itto: ¿Eh? ¿Cómo que aquí solo hay cuentos? ¿De esos que leen los niños?

Arataki Itto: *Ejem*, lo que estaba diciendo es que deberíamos llevarles estos libros a los niños de la aldea. ¡Seguro que se quedan alucinados!


Arlecchino

Arlecchino: ¿Te apetece descansar? Me parece bien, se te ve un poco cansado/a.

Arlecchino: Conocerse a uno mismo es algo muy positivo. Siempre es mejor caminar sin prisa pero sin pausa para poder llegar más lejos.

Arlecchino: He traído unos caramelos de café. Toma, prueba uno.

Arlecchino: Estos enemigos son unos enclenques. Puedes derrotarlos tú solo/a en un abrir y cerrar de ojos.

Arlecchino: Aun así, nunca hay que bajar la guardia. Mantente alerta, pues no tengo costumbre de distraerme en proteger a mis compañeros.

Arlecchino: Si realmente no sabes cómo batirlos, ponte a un lado y deja que yo me encargue.

Arlecchino: Antes de partir, suelo dejar algunos deberes a los niños de la Casa de la Hoguera.

Arlecchino: Muchos de ellos se entretenían jugando la mayoría del tiempo mientras no estaba. Cuando faltaba poco para mi regreso, entonces se ponían a realizar sus tareas a toda prisa.

Arlecchino: Se creen más listos yo, pero la realidad es que yo prefiero no comentar nada al respecto. Después de todo, es admirable que sean capaces de terminar sus tareas en tan poco tiempo, así que no voy a ser demasiado dura con ellos.


Bárbara

Bárbara: ¿Te has hecho daño? Ven y descansa aquí un rato, voy a realizarte un examen completo.

Bárbara: ¿Que solo ha sido un rasguño? ¡No importa! Por más leve que sea un rasguño, nunca deberías ignorarlo.

Bárbara: No te robaré mucho tiempo, ¡te lo prometo!

Bárbara: Odio que las personas de mi alrededor sufran cualquier daño. Se me encoge el corazón cuando los veo padecer...

Bárbara: No obstante, hay batallas que hay que combatir, queramos o no. Lo único que puedo hacer es rezar y apoyar a los de mi alrededor en todo lo que pueda y curarles las heridas...

Bárbara: Y para mantener a todos con buen ánimo, he de hacerlo con una sonrisa de oreja a oreja.

Bárbara: Una ardilla, un zorro, un gatito...

Bárbara: ¿Cómo podría escribir una canción que derrita los corazones de la gente y que trate sobre un cuento de hadas?

Bárbara: ¡Será mejor que busque inspiración en los cuentos!


Baizhu

Baizhu: (Viajero), este lugar es muy peligroso. ¿Has comprobado que no tengas ninguna herida?

Baizhu: Sí, ya sé que no eres un/a enclenque, pero la ausencia de magulladuras no quiere decir que todo esté bien. Si no te cuidas como es debido, el agotamiento podría jugarte una mala pasada cuando menos te lo esperes. No olvides realizar unos estiramientos de vez en cuando para asegurarte de que tu qi circula sin problemas...

Changsheng: Resumiendo, que dice Baizhu que está preocupado por ti. ¡Deja que te haga una revisión para que se tranquilice!

Baizhu: *Cof, cof*...

Changsheng: Oye, ¿en serio es necesario que sigamos avanzando? *Sss*, ¿qué tal si nos tomamos un descanso?

Baizhu: No es nada. No habría llegado tan lejos si me hubiese detenido ante cualquier contratiempo.

Baizhu: No esperaba encontrar tantos libros aquí. Me pregunto si habrá prescripciones antiguas o textos médicos...

Changsheng: Siento decepcionarte, pero ya he echado un vistazo y casi todo lo que hay son libros para niños...

Baizhu: Ah, ¿sí? Bueno, está bien. Algunos cuentos son beneficiosos para tratar ciertas alteraciones anímicas...


Beidou

Beidou: Ya que vos tenéis un rato libre, ¿nos sentamos un rato a tomar el aire y recordar viejos tiempos? He traído algo de beber.

Beidou: Tranquilo/a, yo estoy aquí. Nada malo podrá pasar cuando nos adentremos en ese dominio.

Beidou: No sirve de nada pasarse todo el día preocupándose por lo que hay más allá del horizonte. Si hace buen tiempo, es buen momento para que os echéis una siesta. Si una tormenta nos sorprende, ¡pues entonces tendréis que remar contra viento y marea! Esa es la clave para ser feliz en esta vida.

Beidou: Por aquí rondan montones de fieras bestias, pero a nosotros/as no nos van a amedrentar.

Beidou: Si de repente advertís que una ola gigantesca viene hacia vos, correréis peligro si decidís desviar el barco hacia un lado. No obstante, si atravesáis la ola de frente, cabe la posibilidad de que la dividáis en dos.

Beidou: Estoy acostumbrada a agarrar el timón con firmeza cuando viene una tormenta. Durante la batalla, ¡podréis estar tranquilo/a si me enviáis a combatir en primera línea!

Beidou: Cientos de rumores circulan de boca en boca sobre mí en Liyue. Imagino que el que siempre causa más sensación es ese que cuenta cómo derroté a Haishan.

Beidou: Me avergüenza tener que admitirlo, pero subió demasiado el ego. Habría puesto la mano en el fuego por mí, pero por poco acabo hecha un fiambre en las profundidades del mar.

Beidou: Al final, empuñé mi espada con decisión. Supongo que no lo hice por demostrarme a mí misma mi valía, sino por el bien de mi tripulación.


Bennett

Bennett: Si tienes tiempo, lo mejor será que revisemos todos los pilares del lugar, así nos aseguraremos de que son lo suficientemente firmes.

Bennett: Si me quedo en el mismo lugar demasiado tiempo, es muy probable que suceda algún... incidente.

Bennett: No me preocupa mi seguridad, pero si vamos a continuar juntos en esta aventura, deberíamos tratar de proteger la seguridad de todos.

Bennett: Los enemigos que nos encontramos son cada vez más poderosos. Seguramente sea porque yo estoy en el equipo...

Bennett: Pero te traigo una buena noticia, ¡y es que como líder de la Brigada de Benny tengo mucha experiencia en atraer a monstruos!

Bennett: Cuando esos monstruos estén cerca, ¡espera el momento oportuno y túmbalos a todos de un solo golpe!

Bennett: Siempre he querido recorrer un camino lleno de aventuras y envejecer mientras lo recorro, igual que hicieron mis padres.

Bennett: Soy consciente de que me espera una infinidad de infortunios a lo largo de mi vida. Si me descuido, es probable que no llegue a viejo...

Bennett: Pero aun así, decidí emprender mi viaje... ¡Porque las aventuras son lo que dan sentido a mi vida!


Candace

Candace: Acabo de echar un vistazo por los alrededores. Me encanta el sombrero que hay colgado en ese perchero... Es de un color precioso y muy elegante.

Candace: Me encantaría probármelo si estuviera a la venta...

Candace: Pero como probablemente se considere un objeto perdido, tendré que conformarme con admirarlo desde la distancia.

Candace: No tendré piedad con nadie que suponga una amenaza para mi compañero/a.

Candace: Así que, da igual qué clase de bestias nos esperen ahí dentro, no temas. Mi lanza y mi escudo estarán siempre a tu disposición.

Candace: Ese es mi deber como custodia.

Candace: La esencia de toda leyenda reside en el corazón de la historia que cuenta. No obstante, cuando una leyenda lleva consigo los sueños y las esperanzas de un pueblo, al final la ficción siempre acaba mezclándose con la realidad.

Candace: Tal y como yo lo veo, la verdad que haya detrás de las leyendas no es tan importante. Yo siempre me mantendré firme sobre las arenas del desierto, y siempre esperaré anhelante el resplandor del atardecer.

Candace: No importa si los dioses me bendicen o no, yo siempre seré una custodia que protege a los suyos.


Charlotte

Charlotte: ¿Qué clase de secretos se esconden en las profundidades de este dominio?

Charlotte: Sé que hemos venido aquí para descansar, ¡pero no puedo evitar sentir que estoy fallando a mi deber como reportera si me dejo secretos de este lugar sin explorar!

Charlotte: Por suerte, traje mi cuaderno conmigo. ¡Tal vez pueda llegar a entrevistar al responsable de este dominio!

Charlotte: ¿Vas a seguir avanzando en el dominio? ¿Puedo ir contigo? ¡Por favor!

Charlotte: Soy consciente de que nos esperan muchísimos retos ahí dentro...

Charlotte: Pero si es el precio a pagar por descubrir la verdad que se esconde en este lugar, merecerá la pena correr el riesgo.

Charlotte: Por lo que he podido averiguar en mis entrevistas, este dominio podría estar relacionado con una famosa escritora de cuentos infantiles.

Charlotte: ¿Será que estos cuentos tratan de establecer una analogía con algo? ¿Qué tipo de pistas se esconderán entre sus páginas?

Charlotte: Sería un placer poder conocer a los descendientes de esa autora. ¡Tengo una larga lista de preguntas que hacerles!


Chevreuse

Chevreuse: ¿Quieres descansar un poco? Me gusta, bien pensado.

Chevreuse: No sabemos qué nos esperará más adelante, así que debemos aprovechar la oportunidad para recargar energías.

Chevreuse: Ve a hidratarte un poco, yo me encargo del mantenimiento de las armas. Cuando termine, ¡estarán como nuevas!

Chevreuse: Avanza con cautela, evalúa la situación y dispara con determinación. Una buena operación militar requiere establecer una serie de reglas e idear una buena planificación.

Chevreuse: Si sigues esas reglas durante la exploración del dominio nos ahorrará muchos imprevistos.

Chevreuse: ... Pero, naturalmente, si las cosas se salen de control, actuaré como última línea de defensa para asegurarte el tiempo suficiente para tomar una decisión sobre cómo proceder.

Chevreuse: Sé que todos estos libros son para niños, pero algunos cuentan historias que no están nada mal.

Chevreuse: Mira este, por ejemplo. Narra la historia de dos loros que se denuncian el uno al otro. Uno acusa al otro de haber plagiado un poema que ambos aseguran haber escrito esa misma mañana.

Chevreuse: Sin embargo, lo único que saben hacer es imitar lo que oyen, por lo que el juez no tiene forma de averiguar quién es el verdadero autor del poema. Qué historia tan divertida. ¿Crees que podría tomar este libro prestado?


Chiori

Chiori: ¿Necesitas una almohada? Puedo improvisar una con la tela que tengo.

Chiori: Si quieres taparte, tengo una manta de lo más suave.

Chiori: ¿No la necesitas? Entonces iré yo a tomarme una siesta. Despiértame cuando sea el momento de marcharnos.

Chiori: He visto a mucha gente practicar con la espada para perfeccionar su técnica. No obstante, ese no es uno de mis objetivos.

Chiori: Solo quiero capturar la belleza de la espada y del contraste entre luces y sombras para obtener inspiración a través del combate.

Chiori: Que no cunda el pánico. Si por algún casual me distraigo, Tamoto te ayudará.

Chiori: Este lugar está muy bien decorado. Supongo que trabajar en un ambiente diferente de vez en cuando ayuda a sentirse mejor.

Chiori: Sin embargo, cuando me concentro en el trabajo, ya no tengo energía para prestar atención a lo que ocurre en el mundo exterior.

Chiori: Si tienes algo que decir, no tengas pudor en acercarte a mí y hablarme con franqueza. ¿De acuerdo?


Chongyun

Chongyun: Cada vez que participo en un combate intenso, me tomo un momento para sentarme y realizar unos cuantos ejercicios de respiración. Esta costumbre me ayuda a regular mi chi.

Chongyun: Quizá sea mi positividad congénita la que me inspire a hacerlo, pero estoy seguro de que también es aplicable a otras personas.

Chongyun: Descansa lo que puedas entre combates. Creo que podría serte de gran ayuda.

Chongyun: Cuanto más avanzamos, más fuertes son los enemigos. Este dominio es, ciertamente, un lugar peligroso.

Chongyun: No obstante, a mi parecer, si solo nos enfocamos en enfrentarnos a los enemigos más débiles, entonces nunca nos sentiremos capaces de cumplir nuestra meta de purificar el mundo de espíritus malignos. Todo exorcista que se precie debería desear combatir contra los enemigos más fuertes.

Chongyun: Hoy combatiremos tú y yo juntos, hombro con hombro. Ningún espíritu maligno podrá resistirse a nosotros.

Chongyun: Me han contado que las historias de los libros tratan sobre seres totalmente ficticios, pero que las ilustraciones que los acompañan transmiten una fuerte sensación de realismo...

Chongyun: Si los artistas dependen únicamente de su imaginación para dibujarlas, me encantaría poder aprender de ellos.

Chongyun: Si yo tuviera esa habilidad, la «Guía de campo de los demonios y las bestias» no estaría en el estado tan deplorable en el que está ahora...


Clorinde

Clorinde: Rara vez tengo la oportunidad de descansar a medio camino, y tampoco suelo relajarme en mitad de un combate.

Clorinde: Pero este no es un trabajo que se haga en solitario, esta vez estamos juntos/as en esto.

Clorinde: En cualquier caso, no me parece mala idea parar aquí para disfrutar de un pequeño respiro.

Clorinde: La gente piensa que concedo extrema importancia a la victoria y a la derrota porque soy una verduga del justiciazgo.

Clorinde: La realidad apunta más bien a todo lo contrario. El hecho de que alguien se atreva a enfrentarse a mí, ya me parece digno de admiración. La victoria y la derrota pasan a ser algo secundario.

Clorinde: Es posible incrementar la fuerza con la experiencia y la práctica, pero el valor tiene que nacer del corazón.

Clorinde: Me quedaré aquí a leer un rato antes de que comience la siguiente batalla.

Clorinde: Y, por favor, no me recomiendes que lea cosas como periódicos. Sé que leer artículos cortos puede ser una opción adecuada teniendo en cuenta el poco tiempo del que disponemos...

Clorinde: Pero a mí no me atraen demasiado.


Cyno

Cyno: Hay montones de cuentos en este sitio, pero nunca te olvides de devolverlos a su estante correspondiente cuando hayas acabado de leerlos, y ni se te ocurra colocarlos sobre un plato.

Cyno: ¿Eh? ¿Me preguntas por qué?

Cyno: Pues porque podría ser una lectura difícil de digerir.

Cyno: Como Gran Juez, es mi deber demostrar la majestuosidad de la Academia. Me enfrentaré a cualquier enemigo que ose enfrentarse a nosotros.

Cyno: En cada combate, al igual que en cada juicio, se ha de rendir justicia. Es por eso que debemos considerar cada movimiento con cautela.

Cyno: Con esta premisa en mente, no hay combate que se me resista.

Cyno: Siempre he considerado que los libros son una de las invenciones más brillantes que existen.

Cyno: Cuando una ley se recoge en un código legal, comienza a existir de forma individual más allá de las palabras de cualquier legislador. Es ahí cuando surge verdaderamente la posibilidad de llevar a cabo un juicio.

Cyno: Todo el mundo ha de ser juzgado de forma imparcial. Eso incluye a los legisladores también.


Dehya

Dehya: Adelante, por mí como si te echas una buena siesta. Yo iré a patrullar por la zona. Debemos mantener cierta seguridad en este sitio, así estaremos listos/as si nos atacan por sorpresa...

Dehya: Ah, por cierto, ¿te has traído algún objeto de valor? Si vas a dejar tus cosas, ponlas donde podamos vigilarlas.

Dehya: Oh, ¿que quieres venir conmigo? Como quieras, así ahorraremos tiempo. Vamos, pero no te alejes mucho de mí.

Dehya: Esa gentuza contra la que luchamos eligió mal el equipo con el que meterse. Es demasiado tarde para que ahora se arrepientan.

Dehya: Confía en mis habilidades y en mi experiencia. Conmigo en el equipo, te aseguro que no se saldrán con la suya.

Dehya: Sé que tú, mi compañero/a, me cubrirás las espaldas durante el combate.

Dehya: Cuántos libros... Veamos... ¡Oh! ¡Echa un vistazo a este!

Dehya: Cuenta la historia de un mercenario que tan solo posee una única habilidad: mentir como un bellaco. Consigue que lo contraten tres personas diferentes, que resultan ser enemigos entre sí...

Dehya: Entonces, se ve obligado a inventar mentiras lo suficientemente sagaces como para mantenerse con vida y seguir ganando Moras. Jajaja, ¿sabes qué? Me voy a leer este libro, así me echo unas risas.


Diluc

Diluc: A veces, la conversación que se mantiene fuera del campo de batalla es el elemento que determina la victoria o la derrota.

Diluc: Por eso, aunque tomemos descansos entre combate y combate, jamás bajaré la guardia.

Diluc: Yo me encargaré de recopilar la información, tú descansa.

Diluc: ¿Estás sobrellevando bien los combates?

Diluc: No podré controlar cada movimiento que hagas en el fragor de la batalla, así que no me queda más remedio que confiar en tus capacidades.

Diluc: Yo me encargaré de los enemigos más pesados.

Diluc: En el pasado, yo era como tú y me enfrentaba a enemigos poderosos en los lugares más peligrosos.

Diluc: Pero lo que incitaba a ello no tenía nada que ver con el «Manual de los Caballeros». Era mi propia convicción la que me movía a hacerlo.

Diluc: La convicción hace que las personas se olviden de las heridas y el agotamiento, y las impulsa a avanzar hacia el esplendor del amanecer.


Diona

Diona: *Bosteza*... ¡Por fin puedo descansar!

Diona: He traído esta botella para ti. Es agua con sal y néctar, sienta muy bien después de haber hecho mucho esfuerzo físico.

Diona: El regusto a salado acentúa el sabor dulce. Después de beberlo, sentirás un subidón de energía y una gran claridad mental. De hecho... ¿Sabes qué? Olvida lo que he dicho. ¡Lo mejor es que lo pruebes por ti mismo/a!

Diona: Hasta ahora, no me he encontrado con nada sorprendente. Qué aburrimiento...

Diona: No he visto ni rastro de monstruos raros con antenas en la cabeza, ni plantas que emanen un líquido extraño... De hecho, todos los monstruos con los que nos hemos topado hasta ahora ya los había visto antes.

Diona: Si esto sigue así, me temo que no encontraré ningún ingrediente nuevo con el que preparar mis bebidas...

Diona: Cuentos sobre héroes que derrotan dragones malvados, princesas que derrotan dragones malvados o princesas que derrotan a príncipes...

Diona: Agh, pensaba que podría encontrar libros sobre coctelería, pero aquí solo hay cuentos...

Diona: ¿Eh? ¡He encontrado uno! Cuenta la historia de un héroe que derrotó a un terrible dragón aturullándolo con alcohol... ¡Ja, vaya sarta de patrañas!


Dori

Dori: Déjame pensar qué es lo que te vendría mejor ahora mismo... ¿Quizá una bebida revitalizante con la que reponer fuerzas? ¿O una crema capaz de curar tus heridas al instante?

Dori: Pues adivina qué. Dispongo de eso y mucho más, en este momento y en este lugar. Si compras grandes cantidades, podrás disfrutar de grandes descuentos.

Dori: ¡No te fijes tanto en el precio! Están pagando por todo el esfuerzo que mis socios y yo tuvimos que invertir para traer la mercancía desde Sumeru.

Dori: ¿Cómo dices? Juraría que acabo de oírte invitarme a luchar junto a ti contra monstruos en este dominio... Qué raro, anoche dormí perfectamente. ¿Por qué tengo alucinaciones auditivas?

Dori: Pero yo, Dori Sangemah Bay, no soy más que una comerciante... ¿Por qué iba una comerciante a arriesgar su propia vida? Solo me lo replantearía si hubiera varios millones de Moras en juego...

Dori: Te haré una contraoferta: ¡te ofrezco un superkit de supervivencia en dominios, solo para ti! No me digas que no es una ganga, ¡y viene con descuento por tiempo limitado!

Dori: Si realmente existiera una poción capaz de curar todas las enfermedades, estoy segura de que podría venderla a un precio astronómico.

Dori: Sin embargo, en este cuento, un hada le regala la poción a un príncipe totalmente gratis. Esta mujer no sabe nada de negocios...

Dori: *Suspira*, si quieres saber mi opinión... La solución no está en rezarle a un hada, sino en salir a ganar todos los Moras que puedas.


Émilie

Émilie: Pareces exhausto/a. ¿Necesitas un respiro?

Émilie: Distraerse un poco es una muy buena forma de relajarse. Podemos charlar sobre las noticias de hoy.

Émilie: También podemos hablar sobre cualquier otro tema, claro.

Émilie: No imaginaba que habías tenido que enfrentarte a enemigos tan poderosos...

Émilie: Si me has invitado, seguro que confías en que mis habilidades puedan serte útiles.

Émilie: Así que nada de formalidades, te ayudaré en todo lo que pueda.

Émilie: Siempre he pensado que los libros de una biblioteca son como frascos de perfume en un mostrador.

Émilie: Cada uno merece ser apreciado en detalle hasta que el cliente encuentre el indicado.

Émilie: La emoción que se siente durante tal proceso de búsqueda es una experiencia que merece la pena atesorar.


Eula

Eula: No tenemos por qué apresurarnos en comenzar el siguiente combate. Recuperar energías es un factor crucial a tener en cuenta para obtener la victoria.

Eula: ¿Qué tal si aprovechamos este rato para analizar al enemigo y optimizar nuestra táctica de combate?

Eula: Mi experiencia me dice que cuánto más trabajemos en nuestro plan de ataque, mayor será la satisfacción que produce el resultado final.

Eula: Incluso si el enemigo es tan poderoso como para bloquear mi camino por completo, para mí solo será un objetivo más de mi venganza.

Eula: La venganza es un plato que se sirve frío, y de forma definitiva.

Eula: En cuanto a ti... No creo que haya muchos enemigos capaces de vencerte, ¿no es así?

Eula: ¿Qué pasará con los malvados aristócratas después de que los valerosos caballeros les den una lección?

Eula: ¿Huirán al bosque, llenos de remordimientos, mientras la nación lo celebra? ¿O acaso rogarán por sus vidas para escabullirse a algún rincón de la ciudad y afilar sus cuchillos?

Eula: No obstante, los cuentos nunca abarcan temas como este, como si la paz fuera eterna a partir del momento en el que se derrotan a los malos.


Faruzán

Faruzán: Los jóvenes de hoy en día deberían dedicar más tiempo a ejercitarse. De lo contrario, acabarán teniendo menos fuerza que yo a mi edad. Este dominio es un juego de niños en comparación con las expediciones que llevábamos a cabo en la Escuela de Semiótica cuando era joven...

Faruzán: *Suspira*, qué más da. De nada sirve pensar en el pasado. Si estás cansado, pues descansamos.

Faruzán: He visto a muchos jóvenes que han descuidado su salud al enfrascarse en sus aspiraciones académicas. *Tch*... Si no hacen caso a sus mayores, esos jovenzuelos acabarán fracasando estrepitosamente.

Faruzán: ¿No te parece que este es un desafío muy enriquecedor? Salir a explorar el mundo con tus amigos es lo mejor que se puede hacer mientras se es joven.

Faruzán: Cuando caí en aquellas extrañas ruinas, no había nadie con quien poder entablar una conversación. Solo podía depender de mí misma... Eso sí que fue un desafío de verdad.

Faruzán: *Suspira*, no obstante, es un desafío que no le recomendaría a nadie...

Faruzán: Sé que muchos jóvenes me ven como una especie de figura legendaria. Lo sé porque las historias de mis logros aparecen en los libros de la Escuela de Tecnología.

Faruzán: Pero parece que la gente no está demasiado acostumbrada a tratar con figuras legendarias en la vida real. Nadie viene a mis cursos, ni presta atención a mis investigaciones... Hasta buscar financiación para mis estudios puede llegar a ser un auténtico calvario.

Faruzán: Si yo tuviera la suerte de tener a mi antecesora ante a mis ojos, me apresuraría a servirle un té, le daría un masaje en los hombros y le haría todo tipo de preguntas... *Suspira*, ¿qué rayos le pasa a la chaviza de hoy en día? ¿A dónde fue su curiosidad y el respeto hacia sus mayores?


Fischl

Fischl: Viajero/a de otro mundo, permite que yo, tu Princesa, te conceda el honor de disfrutar de un momento de paz.

Fischl: Pero ni se te ocurra bajar la guardia, porque cuando haya comprendido las tendencias de la oscuridad que invade el espacio-tiempo de este dominio, mi retribución del trueno descenderá en el lugar...

Fischl: Y cuando haya caído el telón de la fatalidad, ¡toda tu atención a él has de dedicar!

Fischl: ¡Hum! Los seres que merodean en este lugar no son más que súbditos abandonados por el usurpador de este lugar...

Fischl: Para cuando su Princesa haya cruzado el umbral de esta dimensión, las Flechas del juicio ya habrán acabado con las olas del destino de sus pobres almas.

Fischl: Mis súbditos venerarán mi hazaña con himnos de alabanza, pero para mí, la Princesa, no será más que otra de mis tantas victorias.

Fischl: ¡Por el Reino de la Noche Eterna! ¡Este libro está descatalogado! Es cuando menos fascinante... ¿Cuántas reliquias habrá aquí? ¿Cómo es posible que no lo haya...?

Fischl: *Ejem*, quiero decir que... Los pergaminos del destino que anclan este lugar en el tiempo y el espacio dan lugar a una interesante lectura.

Fischl: Oz, sírvete de tu pico para levantar el velo del abismo. Con el Ojo del juicio, las lágrimas y el sufrimiento que aquí se describen quedarán grabadas en mi memoria. ¡Que mi bendición te acompañe!


Fréminet

Fréminet: Humm... Una pregunta, ¿cuándo empieza la siguiente misión?

Fréminet: Sé que estamos tomando un descanso, pero me da un poco de ansiedad cuando estoy sin hacer nada.

Fréminet: Creo que me apetece ponerme la escafandra, o tal vez podría sentarme en aquel rincón... ¿Puedo?

Fréminet: Parece que la siguiente misión no es nada fácil, pero yo cumpliré tus órdenes.

Fréminet: Acabo de revisar de nuevo a Pers. Parece que está en buenas condiciones, así que debería de rendir mejor cuando entremos en acción.

Fréminet: ¿Hay alguna otra cosa que reparar? Creo que podría echarte una mano.

Fréminet: ¡Los cuentos que hay en este lugar son muy interesantes! Son muy diferentes a los que suelo leer.

Fréminet: Esta es una oportunidad única. ¿Debería intentar memorizarlos? ¿O tal vez debería buscar un cuaderno y copiarlos?

Fréminet: Podría surgirnos una nueva misión en cualquier momento... ¡No hay tiempo que perder!


Furina

Furina: Oh, esto es muy lamentable. ¡Podrían haber hecho un poco más para dar la bienvenida a la mayor estrella de Fontaine! ¿Dónde está todo el mundo?

Furina: Bueno, no importa. Es una buena oportunidad para desconectar.

Furina: Al fin y al cabo, he de asegurarme de reponer mis reservas de azúcar para dar lo mejor de mí.

Furina: No son más que un puñado de monstruos bloqueando el camino, no creo que mi intervención sea necesaria...

Furina: Humm... *Ejem*, jeje, quería decir que he leído tu informe, lo que ocurre es que... Hoy no estoy con ánimos para pelear.

Furina: ¡Por supuesto que no me dan miedo!... Está bien, si insistes en hacer un dúo, no te rechazaré.

Furina: Cuando leo cuentos, suelo recrear la historia con vivacidad en mi mente.

Furina: Las emociones de los personajes, los colores que caracterizan los paisajes, la cadencia de sus intervenciones... El texto de cada página de repente se convierte en una espectacular representación en vivo, y entonces comienzo sentir expectación por saber qué les ocurrirá a los personajes a continuación.

Furina: ¿Has visto? Yo no soy una celebridad cualquiera, ¡también soy una excelente directora!


Gaming

Gaming: Siempre trato de comer y dormir bien antes de un encargo. Así es como uno puede asegurarse de mantener una buena condición física durante el viaje.

Gaming: ¡Hasta Man Chai lo sabe! Y por eso suele dar algún que otro bocado extra antes de partir.

Gaming: Así que no hay prisa. Tómate tu tiempo y, mientras tanto, disfruta de una buena taza de té.

Gaming: En los dominios no se bromea. ¡Las peleas van muy en serio!

Gaming: Pero yo tengo fe en ti. Sé que ganarás aunque te propinen un par de golpes.

Gaming: ¿Qué te parece si te das un respiro en esta ronda? Así aprovecho la oportunidad para mostrar mis habilidades.

Gaming: Te voy a contar una cosa, aunque luego te rías de mí. Cada vez que abro un libro, me duermo en menos de diez minutos...

Gaming: Pero con la danza de bestias, no me canso ni aunque practique una noche entera y estar fresco como una rosa a la mañana siguiente para tomar dim sum.

Gaming: Oye, ¿qué crees que pasaría si intentase leer un libro mientras practico la danza de bestias?


Ganyu

Ganyu: No sé si te preocupa el combate que está por venir, pero si fuera necesario, podría darte algunos consejos.

Ganyu: ¡Deberíamos relajarnos y descansar bien antes del combate! Podríamos buscar un lugar seguro en el que echarnos una siestecita, por ejemplo.

Ganyu: I-intento dar lo mejor de mí en todo lo que hago, pero cuanto más lo intento, más errores acabo cometiendo...

Ganyu: Me pregunto qué nos aguardará más adelante cuando sigamos avanzando. Si te soy sincera, no suelo detenerme mucho tiempo en considerar ese tipo de cuestiones.

Ganyu: Siempre he pensado que, si invierto todas mis fuerzas en acabar todas las tareas que se me presenten, entonces seré capaz de resolver cualquier cosa.

Ganyu: Y si algún problema permanece sin solución... Bueno, supongo que eso significa que no me he esforzado lo suficiente, ¿no crees?

Ganyu: Con el paso de los siglos, las personas que he ido conociendo y las experiencias que he ido teniendo han ido desvaneciéndose. La vida de los humanos es tan corta... y, a veces, incluso da la sensación de que ningún legado de ellos perdura.

Ganyu: No obstante, un día me encontré con un cuentacuentos. Para mi sorpresa, estaba contando una historia sobre la vida de una vieja amiga mía.

Ganyu: A medida que hablaba, sentía como si estuviera oyendo la risa de mi amiga de nuevo, como si estuviéramos reviviendo los recuerdos que un día creamos juntas. Supongo que esa es una de las principales razones que llevan a los humanos a escribir historias...


Hu Tao

Hu Tao: Si no tenemos prisa por salir, ¿por qué no descansamos un rato aquí?

Hu Tao: Como dice el dicho, mientras el gato se echa la siesta, el ratón sale de fiesta. Así que, ¡es cuestión de tiempo que el gato despierte y lo cace!

Hu Tao: Por eso, no hay prisa. ¡Solo es cuestión de tiempo que le demos su merecido a esos bichos!

Hu Tao: Tu expresión me dice que ya estás listo/a para que nos adentremos en el dominio. ¡Adelante, vamos tras esas bestias!

Hu Tao: Y no temas nunca. Conmigo presente, ¡cualquier peligro se combate de frente! ¡Ya sea normal, anormal o paranormal!

Hu Tao: ¿Entonces, qué? ¿Nos vamos ya? ¡Al final se acabarán impacientando los monstruos!

Hu Tao: Conforme fui creciendo, comencé a leer novelas populares. Algunas de ellas terminaban con un fallecido que resucitaba y lograba tener una vida feliz.

Hu Tao: *Tch*, soy consciente de que no son más que obras de ficción, pero esos desenlaces nunca me dejaban buen sabor de boca. Si los muertos pudieran resucitar así como así, entonces todo lo vivido antes de morir ya no tendría el mismo valor.

Hu Tao: “Todo llega a su debido momento, tanto el comienzo de la vida como su final”, y esa es una verdad indiscutible. No podrás tener un buen final si este no supone la muerte.


Jean

Jean: Estaba pensando que quizás debería traer los documentos conmigo para poder revisarlos cuando tengamos algún momento de descanso...

Jean: ¿Que no debería esforzarme tanto? Humm, quizá tengas razón.

Jean: Entonces, iré a preparar café. Te serviré una taza a ti también.

Jean: (Viajero), ¿estás preocupado/a por los enemigos que nos encontraremos dentro de poco?

Jean: Humm, creo que esa también es mi responsabilidad. Ahora que soy parte de tu equipo, debemos enfrentar los peligros de forma equitativa.

Jean: Como Caballera de Dandelion, he de estar preparada para desenvainar mi espada en cualquier momento. ¡Vamos!

Jean: Me pregunto si todavía podría tomar prestado el libro que leí la otra vez...

Jean: En realidad, no es que esa novela me atraiga especialmente. Es solo que, como no he terminado de leerla, siempre me he quedado con la duda de cómo termina...

Jean: Espero que tenga un final feliz.


Kachina

Kachina: He leído que los héroes de las leyendas también solían descansar alrededor de hogueras.

Kachina: En cierto modo, gestionar el estado de ánimo también forma parte de la travesía de todo héroe.

Kachina: Humm... No advierto ninguna señal de peligro por aquí, podremos relajarnos sin preocupaciones.

Kachina: No sé qué ocurrirá si continuamos adentrándonos en lo más profundo de este dominio...

Kachina: *Solloza*... ¡Yo puedo hacerlo! Ya que he comenzado con esto, ¡tengo que resistir hasta el final!

Kachina: Además, mi nombre antiguo es Uthabiti. ¡No puedo quedarme atrás! ¡He continuar sea como sea!

Kachina: Estos libros... están todos desordenados. Pero no me atrevo a organizar las cosas de otros...

Kachina: No obstante, ¡he encontrado uno que me ha encantado! Cuenta la historia de cómo un héroe a lomos de un dragón derrotó al Rey Dodo! ¡No hay nada que pueda resistirse al héroe y su compañero el dragón, ellos son invencibles!

Kachina: Tengo que contarle esta historia a Ayo cuando regrese. ¡Estoy segura de que se emocionaría mucho al escucharla!


Kaedehara Kazuha

Kaedehara Kazuha: Si las personas no tuvieran sus propias ambiciones, no creo que estuvieran dispuestas a tomar las armas y enfrentarse en combate.

Kaedehara Kazuha: Cuando percibo en la lejanía el sonido de dos espadas chocando la una contra la otra, aprecio mucho más el silencio que hay a mi alrededor.

Kaedehara Kazuha: ¿Demasiada calma para ti? Entonces interpretaré una melodía con la brisa de las hojas, así podrás deleitarte con el sonido de la naturaleza.

Kaedehara Kazuha: Hay muchas razones por las que un samurái desenvainaría su espada, pero todos se guían por el mismo principio: Actuar siguiendo lo que consideramos que es correcto de corazón.

Kaedehara Kazuha: ¿Qué pasaría si estuviéramos en peligro? ¿Qué ocurriría si nos encontráramos con un poderoso enemigo? Aunque no pueda percibir qué nos aguarda al final de este dominio, hay una cosa que sé con certeza, y es que avanzaré sin miedo.

Kaedehara Kazuha: Mi mente está en paz si tú me acompañas.

Kaedehara Kazuha: Los hermosos paisajes que encuentro en el camino suelen brindarme inspiración poética, así que a veces me detengo a escribir unos versos.

Kaedehara Kazuha: Alguna vez me he planteado reunir todos los versos que escribo durante mis viajes para conformar una antología poética. Así, podría compartir con los demás lo que sentí la primera vez que admiré esos paisajes.

Kaedehara Kazuha: Pero cuando leí las absurdeces que había escrito, dejé de lado esa idea. Estoy convencido de que otros viajeros experimentarán una sensación de paz similar al entrar en contacto con la naturaleza.


Kaeya

Kaeya: (Viajero), ¿sabes cuál es el truco para beber licores fuertes? Controlar tu propio ritmo.

Kaeya: Toma un pequeño sorbo primero y deja que tus papilas gustativas se relajen. Cuando el intenso sabor haya provocado una sensación de quemazón en tus labios, entonces comenzarás a sentir el regusto. Es en ese momento cuando podrás tomar aire sin detectar ningún sabor, y ya estarás listo/a para tomar el siguiente sorbo.

Kaeya: Una vez hayas dominado ese ritmo, ni siquiera se te podrá resistir una copa de muerte después del mediodía. A mi parecer, en el combate debe aplicarse el mismo principio.

Kaeya: Desafiar a un enemigo poderoso no parece ser una decisión muy inteligente.

Kaeya: No obstante, he de reconocer que me gustaría quedarme a observar el resultado final del desafío... Suena interesante. Ah, espera, que me toca a mí combatir.

Kaeya: Jeje... No te preocupes, (Viajero). Te aseguro que me lo tomaría muy en serio.

Kaeya: Apuesto a que estás deseando dirigirte hacia lo más profundo del dominio para investigar qué secretos esconde.

Kaeya: No me malinterpretes. A mi parecer, las personas más dignas de admirar son aquellas que persisten de principio a fin, sea cual sea su meta.

Kaeya: Pero nunca se sabe el precio que tendrás que pagar una vez hayas llegado al final. La triste realidad es que nuestras vidas siempre dependerán de los azares del destino.


Kamisato Ayaka

Kamisato Ayaka: Ahora que lo pienso, el dueño de este lugar es muy amable. Es un lindo detalle que haya dispuesto esta zona de descanso para relajarnos después del combate.

Kamisato Ayaka: ¿Yo? Si te soy sincero... mis entrenamientos de espada son mucho más intensos que esto. Todavía me queda mucho hasta alcanzar mi límite.

Kamisato Ayaka: Pero gracias por preocuparte. Me haces sentir reconfortada.

Kamisato Ayaka: A veces me preocupa que, si no tengo cuidado, pueda cometer un error que acabe poniéndote en peligro.

Kamisato Ayaka: Solo con pensarlo, me siento insegura a la hora de afrontar los desafíos que me aguardan...

Kamisato Ayaka: Pero estoy decidida a superar mis miedos y a luchar a tu lado con todas mis fuerzas, (Viajero).

Kamisato Ayaka: Las historias provenientes de otras regiones me parecen preciadas y novedosas. Aprecio mucho el simple hecho de poder deleitarme con ese tipo de lecturas durante los ratos de descanso. Ojalá me dé tiempo de acabarlas todas.

Kamisato Ayaka: Fíjate en la precisión con la que dibujaron estas ilustraciones, qué diseños tan bonitos...

Kamisato Ayaka: ¡Oh! Si no tienes nada más que hacer, quizá podríamos leer algún libro juntos/as. Hay muchos detalles sobre estas historias que me encantaría poder compartir contigo.


Kamisato Ayato

Kamisato Ayato: Si no quieres que te molesten mientras descansas, tengo una sugerencia.

Kamisato Ayato: Es muy sencillo. Solo necesitas papel y pincel y comenzar a copiar algunos poemas. Todo aquel que te vea, pensará que estás ocupado/a con algún tipo de cometido de carácter oficial, y quienes no tengan ningún asunto realmente urgente, tratarán de no molestarte y se marcharán sin decir nada.

Kamisato Ayato: Por supuesto, practicar caligrafía es una excelente manera de apaciguar la mente. Esa es la razón de más peso por la que recomiendo esta técnica.

Kamisato Ayato: Cuando una persona pretende derrotar a sus enemigos usando la fuerza bruta exclusivamente, está demostrando que no le saca el máximo partido a su intelecto.

Kamisato Ayato: En primer lugar, debería realizarse un análisis exhaustivo de las debilidades y fortalezas del enemigo. Si se hace buen uso de estos conocimientos, entonces podrás derribar a tu oponente de forma mucho más eficiente.

Kamisato Ayato: No hay nada de malo en utilizar todos los recursos que estén a tu disposición. A grandes males, grandes remedios.

Kamisato Ayato: Hace tiempo me contaron que la deidad de Mondstadt no suele imponer demasiadas exigencias a sus habitantes. Su suerte parece residir más bien en cada una de las personas.

Kamisato Ayato: ¿Crees que es una suerte o más bien es una desgracia? En mis momentos de tranquilidad, suelo meditar sobre las diferentes concepciones que existen de la protección.

Kamisato Ayato: Ah, discúlpame. No tengo la intención de juzgar a nadie, solo intento proteger a tanta gente como pueda.


Keching

Keching: Siempre he pensado que si alguien decide hacer algo, debería hacerlo de inmediato y lo más rápido posible.

Keching: No obstante, los pocos que han colaborado conmigo no han durado más de tres meses. El reemplazo constante de personal ha afectado considerablemente a nuestra eficiencia operacional.

Keching: Con el tiempo comprendí que si uno dirige su empeño hacia un horizonte más lejano y se toma un descanso de vez en cuando, la eficiencia del trabajo aumenta en todos los aspectos.

Keching: Los enemigos son cada vez más poderosos, pero eso no debería preocuparnos.

Keching: Necesitas retos constantes para mantener tus habilidades fuertes y tu juicio agudo. De lo contrario, te estancarás, y eso no aporta ninguna experiencia de valor.

Keching: Esta vez nos tendremos el uno al otro/la una a la otra, y nos pondremos a prueba a nosotros/as mismos/as}.

Keching: Si quieres construir tu propio futuro, no deberías confiar ciegamente en las experiencias de tus antecesores.

Keching: No obstante, muchos de los principios que se recogen en los textos antiguos todavía son aplicables hoy en día. Podría decirse que los conocimientos de antaño nos ayudan a comprender el futuro.

Keching: A día de hoy, cuando tengo que tomar una decisión importante, consulto los textos antiguos. Suelen inspirarme excelentes ideas.


Kinich

Ahau: Kinich, ¿hasta cuándo vas a quedarte descansando? No será que esos monstruos te parecen demasiado difíciles de derrotar y por eso te escondes aquí para hacer el vago, ¿eh?

Kinich: Justo acabo de recordar que los monstruos usaron tu cara para fregar el suelo.

Ahau: ¡En tus sueños! ¿Tan agotado estás para tener tales alucinaciones? ¡Yo estoy lleno de energía!

Kinich: Lo primero que yo suelo hacer es recopilar información. Pero este dominio se halla en constante cambio, me cuesta hacerme una idea exacta de este lugar. Será mejor que tengamos mucho cuidado.

Ahau: Vaya, parece que alguien ha perdido los nervios. Kinich, ¿no decías que te encantaban los deportes extremos?

Ahau: El todopoderoso Señor de los Dragones tiene el presentimiento de que un desafío sin precedentes te está esperando. Ni se te ocurra perder una oportunidad como esta, ¿eh? Jijijiji...

Ahau: ¡Será posible!... ¡Aquí no se encuentra ni un solo libro que narre las increíbles hazañas del todopoderoso Señor de los Dragones, K'uhul Ahau!

Kinich: Reserva tus energías, ya sabes cuál es tu situación.

Kinich: Al final, tan solo se trata de las opiniones de otras personas. Te aconsejo que no detengas tu viaje por lo que puedan comentar los demás, no vale la pena.


Klee

Klee: Kaeya me dijo una vez que si no descansaba de tanto jugar, al día siguiente estaría tan cansada que sería incapaz de moverme, ¡y entonces ya no podría seguir jugando!

Klee: Es por eso que me levanto cuando sale el sol, y regreso a casa cuando se oculta. ¡Así tengo energía todos los días!

Klee: ¡Caballero/a Honorario/a, tú también tienes que hacer caso de lo que dice Kaeya!

Klee: ¿Cómo son de grandes los monstruos de este sitio? ¿Te imaginas que son más altos que los árboles del Bosque Susurrante?

Klee: Pero no pasa nada, ¡porque yo tengo una bomba más grande que ellos!

Klee: *¡BUM, BUM!*... ¡Yo te despejaré el camino, Caballero/a Honorario/a!

Klee: Caballero/a Honorario/a, ¡aquí hay un montón de cuentos que mi mamá me ha leído antes!

Klee: Siempre que yo exclamaba: “¡Nooo, no puede acabar así!”, mi mamá me daba papel y lápiz para que yo misma escribiera el final del cuento.

Klee: Ya sea asomándose repentinamente por la ventana, saliendo de su escondite detrás de un arbusto o quedándose en lo alto de un árbol, ¡siempre se me ocurrirá una forma de incluir a Dodoco en la historia!


Kujou Sara

Kujou Sara: A mi parecer, un combate conlleva un deber y una responsabilidad imposibles de eludir.

Kujou Sara: No obstante, una tregua en mitad de la guerra nunca está de más. Un descanso siempre resulta beneficioso. A mí me gusta invertir esa pausa en pulir mis habilidades de combate.

Kujou Sara: Ahora, estoy intentando poner en práctica un método de recuperación que consiste en cinco series de respiración profunda.

Kujou Sara: Como general, no puedo permitirme temblar ante el peligro. He de mantener la compostura con serenidad en todo momento y actuar según se requiera en cada situación, modificando mis estrategias y redistribuyendo mis tropas de acuerdo a nuestras necesidades.

Kujou Sara: Si todos invierten el máximo esfuerzo en cumplir con su cometido, siempre lograremos hacernos con la victoria, por más ardua que sea la contienda.

Kujou Sara: Esta vez serás tú quien se encargue de determinar nuestro plan de acción. Por si te pudiera ser útil, pondré toda mi experiencia a tu disposición.

Kujou Sara: Me pregunto si la todapoderosa Shogun mostraría interés en las lecturas disponibles en este lugar...

Kujou Sara: Ya que he marchado de viaje, lo más apropiado sería llevar algunos detalles de cortesía. Estoy convencida de que la Shogun lo aceptaría con agrado. Quizá debería comprar cinco libros para llevármelos conmigo...

Kujou Sara: Por supuesto, solo los compraré si el dueño de este dominio está de acuerdo con ello.


Kuki Shinobu

Kuki Shinobu: No te extrañes si durante el descanso adviertes que me he quitado la máscara, seguramente solo esté tomando el aire.

Kuki Shinobu: Este sitio es demasiado tranquilo. Cualquiera que permanezca aquí demasiado tiempo necesitará salir a respirar hondo.

Kuki Shinobu: No tengas prisa, yo esperaré hasta que estés listo/a.

Kuki Shinobu: Yo podría encargarme de los enemigos más problemáticos.

Kuki Shinobu: Ya que acepté la invitación para venir aquí, estoy dispuesta a ayudarte a lograr tu objetivo.

Kuki Shinobu: En cuanto a qué es lo que haré yo exactamente, puedes decidirlo tú mismo/a. Sea lo que sea, puedes dejarlo en mis manos.

Kuki Shinobu: Ojalá pueda leer una historia sobre una princesa rebelde. Ya sabes, del tipo que se despoja de sus largas y engorrosas faldas, y aprende hípica, esgrima... quizás incluso medicina.

Kuki Shinobu: Que viva una vida plenamente libre, que se lance al campo de batalla para derrotar a bestias con sus propias manos, y que proteja a la gente y a su reino.

Kuki Shinobu: ¿Sabes qué? A lo mejor debería escribirla yo misma.


Laila

Laila: ¿Es hora de descansar? Porque no logro dormirme...

Laila: ¡Espera! Todavía tenemos que hacer algo superimportante, ¿no? ¡No podemos dormir ahora!

Laila: Pero, si no descanso lo suficiente, cometeré errores. ¿Qué debería hacer?

Laila: He recopilado algunos datos y los he analizado para idear estrategias de combate más eficaces... Oh, debería haberlas apuntado para que ella las lea también...

Laila: ¿Se sorprenderá cuando se despierte?

Laila: Estoy a punto de salir de mi estado de sonambulismo, así que tendrás que cuidar de ella durante el combate, ¿de acuerdo?

Laila: No estaría mal poder leer algo más ligero por una vez. Sería una buena forma para desconectar de los textos académicos que estoy acostumbrada a leer. ¡Van a hacer que me estalle la cabeza!

Laila: Humm... ¿Sabes qué? Mejor no. No, no puedo relajarme ahora, así no podré acabar mi tesis antes de la fecha límite...

Laila: No puedo depender únicamente de la bendición de los astros. ¡Yo también debo esforzarme!


Lisa

Lisa: Ah, no todos los días puede una relajarse sin tener que preocuparse por derrotar a alguien o tener que combatir...

Lisa: Aun así, matar el tiempo a solas se me hace aburrido...

Lisa: Cariño, ¿te gustaría hacerme compañía durante un rato? Puedo contarte una historia si te apetece...

Lisa: Hola, cariño. ¿Quieres que sigamos avanzando hacia el interior del dominio? Sabes que cuanto más nos adentremos, más duros serán los monstruos...

Lisa: Pero no temas. He leído muchos libros, así que conozco a la perfección cuáles son sus puntos débiles.

Lisa: Si alguna vez necesitas ayuda para darles una buena lección, aquí estaré yo, tu bibliotecaria de confianza.

Lisa: Cuando el conocimiento se materializa por escrito, este suele estar limitado por la perspectiva y los intereses de quien escribe.

Lisa: Si queremos descubrir la verdad que se esconde tras este misterioso dominio, tendremos que explorarlo nosotros/as mismos/as.

Lisa: Aunque, pensándolo bien, por lo menos tendré la suerte de poder vivir otra aventura más junto a ti, cariño.


Lynette

Lynette: Hacer una pausa para tomarse una taza de té es la mejor forma de aliviar el agotamiento...

Lynette: Mi taza de té está escondida detrás del dorso de esta carta.

Lynette: ¿Por qué me miras? ¿Es que quieres una taza de té tú también?

Lynette: Siento que este dominio va a ser un auténtico reto.

Lynette: Como asistente, se me da bien ejecutar cualquier plan, y no suelo cometer errores en el proceso.

Lynette: (Viajero), ¿ya tienes listo tu plan de actuación?

Lynette: Parece que en este lugar se tiene mucho aprecio por las historias.

Lynette: Según recuerdo, la mayoría de historias no son más que mentiras que cuentan los adultos.

Lynette: Aun así, siempre trato de prestar atención cuando me cuentan una. Lo hago porque a la gente no le suelen agradar los niños que se pasan de listos.


Lyney

Lyney: Si tienes un rato libre, ¿te gustaría ver un truco de magia?

Lyney: Podríamos considerarlo como... un ensayo. También puedes tomarlo como una forma de entretenimiento con la que levantarte el ánimo.

Lyney: Qué mazo de cartas debería usar... Ah, sí, ¡este va perfecto!

Lyney: Los combates que nos esperan no serán sencillos. Mírame a los ojos y dime la verdad: ¿estás nervioso/a?

Lyney: La esencia de la magia es hacer que la gente crea que algo imposible es posible, y los mejores magos son capaces de brillar en cualquier parte, no solo en el escenario.

Lyney: ¿Qué me dices? ¿Estás listo/a para hacer equipo con el Gran mago y llevar a cabo algún que otro “milagro” juntos?

Lyney: Si Fréminet pudiera ver esta colección de libros, estaría muy emocionado. Siempre encuentra cierta parte de verdad en esas historias y confía en que los personajes de sus libros existen realmente en algún rincón de este mundo.

Lyney: Entiendo su forma de ver las cosas, pero aun así...

Lyney: La infancia es un recuerdo muy lejano para mí.


Mika

Mika: Es necesario realizar una investigación antes de adentrarse en un dominio. Pero aquí...

Mika: (Viajero), si no te importa quedarte aquí descansando un rato más, iré a recopilar algo de información que pueda sernos útil.

Mika: La verdad es que no soy el mejor combatiendo, ¡pero puedes estar seguro/a de que haré todo lo que pueda!

Mika: Explorar este dominio no será fácil, pero no te preocupes, ¡no seré una carga!

Mika: El Gran Maestro una vez me dijo que, siempre y cuando uno haga uso de sus cualidades y contribuya al equipo, podrá considerarse que ha cumplido con su deber.

Mika: Me esforzaré al máximo, ¡y estoy seguro de que el resto de compañeros hará lo mismo!

Mika: Mondstadt ha cambiado tanto en tan poco tiempo...

Mika: Oh, no es que no me guste Mondstadt tal y como es ahora, pero a veces me acuerdo de cuando acompañaba al Gran Maestro en sus expediciones.

Mika: Me pregunto dónde estará el Gran Maestro y el equipo de expedición ahora... y si necesitarán mapas nuevos...


Mona

Mona: Es hora de tomar un descanso... Me duele todo el cuerpo.

Mona: ¿Sabes? Ya que no sueles tener tiempo libre, ¿por qué no te sientas y descansas un poco?

Mona: No sabemos cuándo llegaremos al final de este dominio, así que será mejor que ahorremos energías. Estoy segura de mi criterio.

Mona: No me mires así. No puedo darte consejos astrológicos en un lugar como este.

Mona: ¿Cómo que por qué? Mira a tu alrededor. ¿Acaso crees que podemos observar las estrellas aquí? Desde que entramos , mi astrolabio no se ha estabilizado ni por un momento.

Mona: Pero puedo ofrecerte ayuda para cosas que no tengan que ver con la astrología. Después de todo, mis habilidades predictivas van más allá de ella.

Mona: ¡Oh, no puede ser! Estaba leyendo un libro y me he encontrado con un cuento que me contó la anciana...

Mona: Recuerdo que dijo que ella era la autora del cuento, y que era la única persona en el mundo que lo conocía.

Mona: Esa anciana... ¿Acaso me ha engañado de nuevo? Cuando me dio el libro, me dijo que quería darle a su aprendiz un tesoro único en el mundo. ¡Qué atrevida!


Mualani

Mualani: Si uno descansa bien, tendrá más energía a la hora de partir, ¿no crees? Según mi experiencia, con un buen sueño se recarga la energía más rápido que con una buena comida...

Mualani: He examinado los alrededores, el tiempo que tenemos y la condición en la que se encuentra cada uno. He llegado a la conclusión de que... lo mejor es que todo el mundo se tome una siesta y coma algunos dulces.

Mualani: Ese es mi consejo como guía del Pueblo de los Manantiales, para que lo tengan como referencia.

Mualani: Los desafíos de este dominio son diferentes a los del Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado, pero tengo fe de que podremos superarlos sin problema.

Mualani: Y es que, por más dificultades que encontremos en el camino, ¡“nadie luchará solo”! ¡Eso no va a cambiar pase lo que pase!

Mualani: ¡Los rituales antes de partir son muy importantes! Tomen mis manos y repitan conmigo: “¡UNIDOS, GANAMOS!”.

Mualani: No puedo apartar la mirada... ¡Este lugar está repleto de crónicas de viajes y aventuras! ¡Y todas son fascinantes sin excepción!

Mualani: Algunas de las escenas que se narran me resultan un tanto exageradas. No puedo evitar cuestionarme si son reales o ficticias...

Mualani: ¡Ya lo he decidido! En cuanto tenga la oportunidad, ¡iré a ver esto con mis propios ojos! ¡Si puedo verlo, podré creerlo!


Nahida

Nahida: No me suele agradar pasar demasiado tiempo en lugares donde no hay mucho que hacer. Para mí, es como permanecer mirando una página en blanco.

Nahida: Pero ya que estás aquí, podríamos darle color al asunto y animar un poco el ambiente.

Nahida: Como... Oh, podríamos compartir algunas historias antes de partir de nuevo.

Nahida: Yo también siento curiosidad por saber qué hay al final de este laberinto.

Nahida: Sí, soy consciente de que a medida que avancemos, nos encontraremos con monstruos cada vez más duros, e incluso puede que suframos algún contratiempo por el camino.

Nahida: Pero después de una tormenta, los brotes del bosque comienzan a crecer y a fortalecerse. Nunca podremos admirar el cielo azul desde la cima de los árboles si no continuamos luchando hasta el final, ¿no crees?

Nahida: Los niños sueñan con todo tipo de cosas, y son más coloridas que las plumas de los pájaros crepusculares.

Nahida: No obstante, conforme van creciendo, los colores de sus sueños acaban desvaneciéndose con el tiempo.

Nahida: Por suerte, podemos registrar lo que vemos en sueños mediante la escritura. Quizá esa sea la esencia de los cuentos para niños.


Navia

Navia: Ahora que tenemos tiempo, ¿por qué no pruebas algunos de los dulces que he preparado?

Navia: ¡Diría que el postre perfecto para esta ocasión sería una tarta de queso con limón! Su sabor no es tan dulce como el de los macarons, y el estimulante toque ácido del limón hará que te mantengas despierto/a.

Navia: ¡Así no nos quedaremos dormidos/as mientras leemos!

Navia: Tendremos que sacar la artillería pesada si queremos demostrar quién manda.

Navia: Ahora que lo pienso, esto se parece mucho al trabajo en Spina di Rosula...

Navia: Al final siempre sucede lo mismo: los más arrogantes nunca cambian de actitud hasta que no se les da una lección.

Navia: Supongo que no se pueden tomar prestados los libros de aquí... ¿Verdad?

Navia: Entonces, tendré que aprovechar para leer todos los que pueda mientras estoy aquí y tomar nota de las partes más emocionantes para contárselas a los niños de Poisson.

Navia: Además, he encontrado algunos cuentos infantiles que incluyen cierto contenido... no apto para niños. Jaja, ¡debe ser una persona muy divertida quien los haya escrito!


Neuvillette

Neuvillette: Un salón de descanso. Humm, excelente lugar.

Neuvillette: ¿Crees que este lugar es demasiado tranquilo? A mí no me desagrada. Este es un lugar adecuado para descansar y disfrutar de tu tiempo libre.

Neuvillette: Mi única objeción es que hay demasiados libros... No sé cuánto tiempo tardaría en leerlos todos.

Neuvillette: Este no es tu primer combate ni será el último. Tu batalla no llegará a su fin hasta que hayas cumplido con tu cometido.

Neuvillette: Esto es una prueba de perseverancia. A mis ojos, aquellos que poseen la cualidad de la perseverancia son dignos de mi admiración.

Neuvillette: ¿Dices que un empleo también requiere de perseverancia? Humm... Sí, por supuesto, estoy de acuerdo.

Neuvillette: Encuentro este lugar muy relajante. Si tuviera que explicar a qué se debe, diría que tiene que ver con el ambiente que hay en él.

Neuvillette: Este lugar es tranquilo, pero no está para nada vacío, sino que está perfectamente decorado.

Neuvillette: Debo decir que el dueño del dominio tiene un gusto excelente.


Nilou

Nilou: Ya que tenemos tiempo para descansar, debes asegurarte de darle a tu cuerpo y a tu mente un descanso adecuado. ¿Recuerdas la técnica de relajación que te enseñé anteriormente? Ya sabes, esa en la que insuflas tu somnolencia en un globo.

Nilou: ¿Eh?... ¿Tienes demasiado sueño para un globo solo? Está bien, puedes utilizar el mío si quieres. ¡Vamos! Imagina que hay un globo enorme en mis manos. Respira hondo... ¡y sopla!

Nilou: ¿Ves? ¿A que ahora te sientes mucho mejor?

Nilou: ¿Sabes? Que vengas a este lugar en busca de desafíos me recuerda a mis prácticas de baile en el Gran Bazar.

Nilou: Es cierto que nos movemos en diferentes escenarios, pero ambos/as nos esforzamos al máximo por que nuestra actuación resulte lo mejor posible. Nilou: En este lugar, el/la protagonista eres tú, por eso... yo me limitaré a seguir tus instrucciones.

Nilou: Una luz cálida, historias divertidas que leer... Es perfecto. Oh, no es que la Casa de la Daena tenga algo que envidiarle, por supuesto...

Nilou: Es solo que... los libros que hay allí son muy difíciles de entender. Con solo hojearlos, me entra tanto sueño que no logro espabilarme por más globos que infle... A veces, hasta me entra hambre.

Nilou: Tal vez sea que los cuentos de este sitio encajan mejor conmigo.


Ninguang

Ninguang: Los misterios abundan en cada rincón de este lugar... Ni siquiera tenemos constancia de a qué jurisdicción pertenece.

Ninguang: Si pudiera recoger algo de tierra o registrar información sobre la disposición del lugar para investigarlo, quizás podríamos averiguar algo relevante.

Ninguang: ¿Que qué estoy haciendo? Estoy tomándome un descanso y meditando ciertos asuntos al mismo tiempo. Ambas acciones son compatibles.

Ninguang: Si eres tú quien me extiende personalmente su invitación, ¿cómo osaría rechazar tu propuesta?

Ninguang: No obstante, ya que nos hemos propuesto explorar este dominio a fondo, será mejor que aproveche la ocasión para reunir un poco de información.

Ninguang: ¿Por qué arriesgarse a perder apostando cuando tienes la opción de ser la banca?

Ninguang: Las obras más grandiosas de la literatura, las calles rebosantes de vida... Sin una sólida base económica, nunca dejarán de ser meras ilusiones...

Ninguang: A pesar de que poseo una cuantiosa fortuna en la actualidad, cuando cae la noche y me reencuentro con mi soledad, no puedo evitar cuestionarme en qué podría invertir mis riquezas.

Ninguang: Tras haber aceptado tu invitación, se me ha ocurrido una buena propuesta: una biblioteca infantil de acceso gratuito... Sí, sin duda es una buena opción.


Noelle

Noelle: Hay que fregar este suelo, lavar esta alfombra o, incluso, reemplazarla, y, y... habría que reorganizar los libros de esas estanterías.

Noelle: Usted descanse y el resto déjemelo a mí.

Noelle: ¿Eh? ¡No, no estoy esforzándome demasiado! Es mi forma de relajarme.

Noelle: (Viajero), ¡mil gracias por invitarme a explorar este dominio!

Noelle: Para convertirme en una caballera, debo desarrollar la fuerza necesaria para derrotar a enemigos poderosos.

Noelle: ¡Me esforzaré al máximo en cada combate!

Noelle: Ya he acabado de limpiar y parece que nadie necesita mi ayuda en este momento...

Noelle: Ya he lavado los platos y preparado el café como agradecimiento...

Noelle: Si no es mucha molestia, ¿le importaría orientarme sobre mi dominio con la espada, (Viajero)?


Qiqi

Qiqi: Oh... ¿La batalla... no ha comenzado... aún?

Qiqi: Si no tienes nada más que hacer, hagamos juntos... un poco de ejercicio suave.

Qiqi: El ejercicio es necesario porque... porque... Ya no me acuerdo.

Qiqi: La misión es... vencer a los enemigos del dominio.

Qiqi: Apuntado... No lo olvidaré.

Qiqi: Oh... sí. Otra orden más: no olvidar la misión.

Qiqi: ¿Historias? ¿Qué son?

Qiqi: ¿Si están escritas es porque no deben ser olvidadas?

Qiqi: ¿Hay alguna historia sobre mí?


Razor

Razor: Yo correr mucho tiempo... Cansado.

Razor: Este lugar ser bueno, ser seguro. Aquí poder descansar.

Razor: Carne... Aquí no haber carne. Sentir pena.

Razor: Muchos enemigos, pero yo no tener miedo.

Razor: Yo proteger a amigos.

Razor: Yo acompañar a Lupical en batalla.

Razor: Mi maestra contar en pasado historias de libros.

Razor: Las historias no tener olor.

Razor: Por eso yo no poder adivinar final.


Rosaria

Rosaria: Qué pena, otra vez he ido a parar a un lugar donde no se puede beber alcohol...

Rosaria: Está bien, al menos no tengo que estar prestando atención a las monjas de la Iglesia preocupándose por cualquier nimiedad. No hay mal que por bien no venga.

Rosaria: No tienes prisa por acabar lo que tengas que hacer aquí, ¿no? Bien, pues ahí va un consejo de cosecha propia: quedémonos descansando un rato más.

Rosaria: Has formado un equipo para derrotar a los enemigos del dominio, ¿no?

Rosaria: A mí no se me da mal tumbar a los monstruos. Cuenta conmigo.

Rosaria: ¿No deberíamos empezar ya? Procrastinar no está bien. Ya sabes lo que pienso sobre el particular.

Rosaria: Si tenías pensado que nos ocupáramos de otro trabajo esta noche, lo siento, yo no voy.

Rosaria: Hace poco que he terminado un trabajo para el que he tenido que ensuciarme las manos, así que me gustaría darme un respiro.

Rosaria: ¿Que qué tipo de trabajo era? Es mejor que no hablemos de eso. No es nada bonito ni alegre. Cuanto menos sepas, mejor.


Sacarosa

Sacarosa: Estaba considerando si las pociones que he creado podrían emplearse para fines combativos en el futuro...

Sacarosa: Ah, no te preocupes. Sé que este no es un lugar adecuado para hacer experimentos... Si algo sale mal, podría acabar causando más problemas de los que ya tenemos.

Sacarosa: Es solo que, con tantas incógnitas pululando en la cabeza, me es imposible descansar con normalidad... *Suspira*...

Sacarosa: ¿Qué nos aguarda al final de este dominio? Ya he pensado en varias hipótesis al respecto...

Sacarosa: Aunque, a juzgar por los monstruos que hemos visto, hallar la respuesta no será un camino de rosas.

Sacarosa: Pero si al final obtenemos la respuesta que tanto ansiamos, habrá valido la pena. Bueno, al menos eso es lo que pienso yo.

Sacarosa: Una vez leí un libro sobre un paraíso lleno de fantasía. Tiempo después, otros libros me descubrieron el increíble mundo de la alquimia.

Sacarosa: Incluso ahora, en mi mesita de noche siempre se encuentra ese libro de fantasía acompañando a distintos manuales de alquimia...

Sacarosa: Ojalá algún día todos esos libros pudieran fusionarse en uno solo, así se podría crear un mundo fantástico mediante la bioalquimia.


Sangonomiya Kokomi

Sangonomiya Kokomi: Solía aprovechar mis ratos de descanso para revisar algunos documentos, pero solo lo hacía cuando estábamos en guerra.

Sangonomiya Kokomi: Ahora que tenemos tiempo de sobra, podemos tomarnos las cosas con calma y tomar un buen descanso para reponer fuerzas después de cada combate.

Sangonomiya Kokomi: Al fin y al cabo, el agotamiento es uno de los enemigos más mortíferos que se pueden encontrar en el campo de batalla.

Sangonomiya Kokomi: Este dominio cuenta con una gran variedad de enemigos. Debemos reflexionar detenidamente cuál es la mejor disposición para nuestras tropas.

Sangonomiya Kokomi: Si crees que podría resultarte de utilidad, estoy dispuesta a ayudarte a analizar nuestro posicionamiento en combate. Seguro que se nos ocurren buenas estrategias.

Sangonomiya Kokomi: También... podría escribir algunas directrices para ti, independientemente de si acabas haciendo uso de ellas o no. Jeje, esa decisión te la dejo a ti.

Sangonomiya Kokomi: Hacía tiempo que no se me presentaba la oportunidad de poder deleitarme con un buen libro en un lugar tan rebosante de paz...

Sangonomiya Kokomi: Como Sacerdotisa Divina de la Isla Watatsumi, mis acciones siempre atraen todo tipo de especulaciones de la gente. No puedo permitir que mis preferencias personales afecten a los demás.

Sangonomiya Kokomi: No obstante, en este lugar siento que puedo relajarme con plena libertad. Humm... No creo que te molestase mucho si se me escapa una risilla mientras leo, ¿verdad?


Sayu

Sayu: *Zzz*...

Sayu: ¿Eh? ¿Un encargo para mí?

Sayu: Dame diez minutitos más, solo diez minutitos más... *Zzz*...

Sayu: Si el enemigo es muy poderoso, ¿no sería mejor buscar amigos más poderosos para que te echen una mano?

Sayu: Eh... No es que esté holgazaneando, es que mis técnicas ninja no son apropiadas para este tipo de combates.

Sayu: Es mejor que me eche otra siesta para que crezca un poco más, y entonces sí que podría... *Zzz*...

Sayu: Este lugar es tranquilo y calentito, ¿acaso puede haber un sitio mejor para echarse una cabezadita?

Sayu: Ah, por cierto. No le digas a la Suma Sacerdotisa que estoy aquí. Si me encuentra, ¡estaré acabada!

Sayu: Si no tenemos más combates por hoy, no pasa nada por que me quede aquí un ratito más, ¿no?


Sethos

Sethos: Ya no tenemos nada que hacer, ¿verdad? Genial, entonces me voy a quedar por aquí. ¿Quieres hacerme compañía?

Sethos: Este lugar no está mal. Si mi gente trajera a sus hijos aquí, seguro que se pondrían a jugar al escondite.

Sethos: Estoy convencido de que este sitio tan grande y misterioso esconde muchas historias.

Sethos: ¿Sabes que algunos comerciantes con prisa a veces cuelgan algo de comida frente a sus bestias de carga para que se muevan más rápido?

Sethos: Pues creo que las personas somos iguales. Si nos dan algo de esperanza, podemos conseguir muchas más cosas. En cambio, la gente sin esperanza nunca suele conseguir nada.

Sethos: Por eso, exploraré este sitio contigo hasta el final con la esperanza de que alcanzaremos la victoria.

Sethos: He traído agua y algunas raciones. Podemos encender un fuego más tarde y hacer carne a la parrilla.

Sethos: ¿Eh? ¿Crees que este lugar es seguro?

Sethos: Jaja, ¡claro, ya lo sé! Por eso pensé que podríamos hacer un pícnic. Luchar es importante, pero antes de nada deberíamos descansar.


Shenhe

Shenhe: Cada vez que hay algún asunto que altera mi paz interior, sigo los consejos de mi maestra: me siento, tomo aire y me deshago de los pensamientos negativos.

Shenhe: Si pierdo el contacto con mi verdadero ser, lo único que queda de mí es un instinto asesino que supone una grave amenaza para aquellos que están a mi alrededor...

Shenhe: Y no quiero que eso ocurra.

Shenhe: Explorar un dominio no es tarea fácil. Siempre hay algo desagradable esperándonos más adelante, ya sean monstruos, demonios o bandidos.

Shenhe: Pero yo estoy destinada a recorrer un camino lleno de peligros. No habrá mucha diferencia si peleo unas cuantas veces más...

Shenhe: Deja que yo me ocupe de despejar el camino cuando el combate haya comenzado. Al menos así podré serte de ayuda.

Shenhe: Me han contado que un libro a menudo suele contener los sentimientos de su autor.

Shenhe: Entonces, ¿leer libros me serviría para comprender mejor las emociones de los humanos?

Shenhe: (Viajero), ¿tienes alguna recomendación?


Shikanoin Heizou

Shikanoin Heizou: Mi instinto me dice que este lugar es seguro. No percibo ni rastro de conspiraciones o artimañas.

Shikanoin Heizou: Bueno, si la atmósfera fuera un poco más tenebrosa, si el destello de los relámpagos fuera más intenso, si la ventisca sonara más aterradora... ¡Podríamos apagar las luces y contar historias fantasmagóricas!

Shikanoin Heizou: Vaya, supongo que no siempre se consigue lo que se quiere, así que, en lugar de eso, busquemos un asiento donde podamos reposar las piernas.

Shikanoin Heizou: A mi parecer, emplear la fuerza para acabar con el enemigo debe ser la última opción.

Shikanoin Heizou: Con la preparación y planificación necesarias, es posible idear una estrategia para que acaben hechos añicos sin invertir demasiado tiempo en ello.

Shikanoin Heizou: Por desgracia, tendremos que conformarnos con participar en el desafío sin poder descubrir quién es la mente maestra que está detrás de este dominio.

Shikanoin Heizou: Aquí hay muchos libros interesantes. Contienen muchos giros de guion y desenlaces impredecibles que suponen un desafío para mi instinto.

Shikanoin Heizou: No puedo evitar pensar que este dominio es el enemigo mortal de los detectives. Si no ha ocurrido ningún crimen, no hay manera de sacar conclusiones. Por más grande que sea la “tormenta” de ideas, no hay nada que hacer si solo puede quedarse dando vueltas en el mismo sitio...

Shikanoin Heizou: No obstante, en el momento en que recuerdo que he ayudado a alguien, de repente siento que todo ha merecido la pena. ¿A ti qué te parece?


Shogun Raiden

Ei: Rara vez tengo ocasión de descansar y tomarme un respiro antes de que el combate llegue a su fin. Ei: A menudo me pregunto: “¿Puedo permitirme un descanso ya?”... Pero claro, si aún hay monstruos por derrotar, la respuesta solo puede ser negativa. Ei: ¿Quieres meditar conmigo? Está bien, cerremos los ojos y focalicemos toda la atención en nuestro interior...

Ei: Sé que eres un/a guerrero/a formidable, pero los monstruos de este dominio son tan numerosos que no debes subestimarlos. Ei: No tengas miedo. Acepté tu invitación, así que estaré a tu lado para descubrir los secretos de este lugar. Ei: Me serviré de esta espada para aniquilar a cualquier enemigo que se interponga en nuestro camino.

Ei: ¿Te apetece que echemos una partida de karuta? Me parece una opción muy entretenida para pasar el rato. Eso nos ayudará a relajarnos mientras mantenemos la concentración. Ei: Es solo que... Es costumbre obsequiar al ganador con algo de repostería, pero no sé si se podría traer algo a este lugar... Ei: Humm... Entonces, tendremos que celebrar el triunfo del ganador bajo el Cerezo Sagrado en otro momento. Ahora, ¿estás listo/a para la mayor derrota de tu vida?


Sigewinne

Sigewinne: No hay ninguna enfermería por aquí, así que tendremos que descansar aquí. Vamos, relájate...

Sigewinne: No tienes heridas graves, menos mal... Estás cuidando muy bien de ti mismo/a, ¡sigue así!

Sigewinne: Solo necesitas recuperar tus niveles de energía. Toma, te he traído unos batidos nutritivos.

Sigewinne: Estar en este dominio es tan emocionante como ver un combate en la Arena de “A Bocajarro”. ¿Y quién ha sido un/a campéon/campeona muy valiente? ¡Exacto, tú! Sigewinne: Oye, ¿te importa si te acompaño la próxima vez?

Sigewinne: No es que esté poniendo en duda tus habilidades de combate, pero es que ese sitio es mucho más peligroso de lo que pensaba.

Sigewinne: Acabo de leer esta frase en un cuento infantil: “La amistad requiere sacrificios. Solo con sacrificios se consigue una verdadera amistad”.

Sigewinne: Estoy de acuerdo. Y además, creo que lo mismo se puede aplicar a muchas otras cosas en la vida.

Sigewinne: Con la salud pasa lo mismo: si quieres estar sano/a, tendrás que hacer algunos sacrificios.


Tartaglia
(Tartaglia solo aparecerá si no haz completado la Misión Arconte: Cuando todo vuelve al agua)

Tartaglia: (Viajero), ya que me has invitado a venir y estás listo/a para el combate, ¿qué te parece si nos batimos en un duelo casual?

Tartaglia: Jaja, estoy de broma. Este es un lugar para descansar, así que no empezaré aquí una pelea. Yo también soy capaz de comportarme.

Tartaglia: Aunque me estoy empezando a aburrir. Espero que el siguiente combate sea un poco más estimulante.

Tartaglia: Si quieres llegar a ser un auténtico guerrero/una auténtica guerrera, los enemigos más fuertes son los que deberían entusiasmarte más.

Tartaglia: Después de todo, una espantosa y espeluznante lucha a muerte es una de las mejores formas de perfeccionar tus habilidades.

Tartaglia: Si no me resulta desafiante, es poco probable que me sienta motivado.

Tartaglia: Además de libros infantiles, parece que también hay algunas decoraciones llamativas por aquí. Mira esa lámpara con forma de estrella, por ejemplo. Estoy seguro de que a Tonia, Anthon y Teucer les encantaría.

Tartaglia: Muy bien. Les escribiré una carta que comience así: “Querida hermana, en estos momentos me hallo descansando en mitad de un antiguo castillo lleno de lámparas con forma de estrella”...

Tartaglia: Humm... Quizá eso despierte demasiado interés en ellos, ¿no crees? Imagina que después de leer mi carta deciden presentarse aquí. Eso nos traería problemas.


Thoma

Thoma: Gracias por invitarme, (Viajero).

Thoma: Si no hay ningún asunto urgente que te inquiete en estos momentos, ¿qué te parece si nos sentamos y disfrutamos de un momento de sosiego? ¡Te prepararé una taza de té!

Thoma: Oh, no es nada, ¡es lo menos que puedo hacer! No podría soportar ver a mi amigo/a agotándose hasta la extenuación cuando yo podría estar cuidándolo/a!

Thoma: ¿Cómo te sientes? ¡No te preocupes demasiado por el siguiente enfrentamiento!

Thoma: Dicen que la clave para tener buena salud es mantener una actitud positiva ante las cosas.

Thoma: Aunque no sea mi punto fuerte, ¡haré todo lo posible por protegerte en cada combate!

Thoma: Cuando era niño, mi madre solía leerme un cuento antes de dormir. Por aquel entonces, pensaba que el mundo era como se describía en las historias que ella me contaba: un lugar en el que todo el mundo disfrutaba de una vida tranquila y feliz.

Thoma: Con el tiempo, fui dándome cuenta de todas las vicisitudes a las que se enfrentan las personas cada día. Lo único que puedo hacer es ser leal y hacer todo cuanto esté en mi mano por mis seres queridos.

Thoma: Sin embargo, aunque esos cuentos sean pura ficción, basta con que ayuden a los niños a conciliar el sueño. Con que cumplan esa función, ya es más que suficiente.


Trotamundos

Trotamundos: ¿Ya estás cansado/a? Vaya, tus viajes te han ablandado.

Trotamundos: Solo tenemos que quitarnos del medio a los monstruos que bloquean el camino, ¿no? ¿Por qué te lo piensas tanto?

Trotamundos: Está bien, pero no me hagas esperar mucho tiempo.

Trotamundos: ¿Acaso aplastar un bicho cuenta como un desafío?

Trotamundos: La novedad de estas pequeñas refriegas se me pasó hace tiempo, y ahora me aburren. Me sorprende que algunas personas las disfruten tanto.

Trotamundos: Si necesitas mi ayuda, será mejor que te des prisa. No quiero quedarme aquí todo el día.

Trotamundos: No, no tengo nada sobre lo que charlar.

Trotamundos: ¿Por qué me miras así? Creía que ya nos conocíamos bien.

Trotamundos: *Tch*... Está bien. Si te apetece hablar, puedo sentarme y escucharte. ¿Contento/a?


Venti

Venti: ¿Vamos a tomarnos un descanso antes de la batalla? Entiendo. Entonces, te dedicaré una canción para entretenerte.

Venti: Una canción que ayude a todo el mundo a relajarse, pero lo suficientemente animada como para que no se duerman.

Venti: Siéntate donde gustes, ¡mi lira Fehling y yo vamos a comenzar en breves!

Venti: “Ante el peligro inminente, has de enfrentar el combate ferviente, y tu caminar nunca has de cesar, ¡solo así el final lograrás alcanzar!”.

Venti: Oh, valeroso/a (Viajero), permite que este humilde bardo te acompañe en tu travesía. Sería un honor poder componer un poema épico que relate tus hazañas.

Venti: ¡Me apuesto una sidra de manzana fresca a que tu historia será aclamada durante siglos!

Venti: En este lugar hay montones de libros cuando menos curiosos.

Venti: Que no te abrumen las capas de polvo que los cubren. Basta con que les guiñes un ojo para que floten en el aire al son de la lira y se fundan con la dulzura de la brisa.

Venti: ¡Escoge el que gustes e intentémoslo!


Wriothesley

Wriothesley: Tras haber observado este lugar, se me ocurre que tal vez debería expandir la biblioteca del Fuerte Merópide.

Wriothesley: Aunque, pensándolo bien, en esa biblioteca solo hay panfletos de consultoría legal y manuales de mecánica que no nadie lee, así que... mejor descarto la idea.

Wriothesley: ¿Novelas, dices? Ciertamente serían más populares, pero por ese mismo motivo ese tipo de libros son imposibles de encontrar en nuestra biblioteca. Desaparecen en un santiamén, y nunca más vuelven a aparecer.

Wriothesley: Según mi experiencia, los enemigos son cada vez más fuertes conforme se va avanzando en un dominio.

Wriothesley: Pero incluso si no fuera así, atravesar todo el dominio hasta el final tampoco sería ningún paseo.

Wriothesley: Por eso es tan importante estar bien preparados.

Wriothesley: Leer cuentos infantiles es una buena manera de pasar el tiempo.

Wriothesley: Emplean un vocabulario sencillo, pero pueril y romántico al mismo tiempo. Es una lectura perfecta para esos momentos en los que no se quiere pensar demasiado.

Wriothesley: Bueno, hasta que se advierten ciertos paralelismos entre la ficción y la realidad.


Xiangling

Xiangling: Si todavía te queda combate por delante, ¿por qué no pruebas este plato que he preparado? ¡La victoria no se consigue con el estómago vacío!

Xiangling: ¡Hay que comer bien para poder trabajar con energía! Además, con el corazón contento, los momentos difíciles se afrontan mejor.

Xiangling: Aquí tienes, unos palillos para ti. ¡Vamos, acéptalos! ¡El que tiene vergüenza, ni come ni almuerza!

Xiangling: ¿Estás cansado/a? Ya sé, ¡imagínate que todos los enemigos que tienes ante ti son deliciosos ingredientes!

Xiangling: Suaves y jugosos, desprendiendo un intenso aroma a comida... ¿No sientes cómo empuñas tu arma con más fuerza de repente?

Xiangling: ¿Eh? ¿Tanto te cuesta imaginarlo? Pues a mí sí me funciona...

Xiangling: De todos mis platos más creativos, solo una pequeña parte ha conseguido aparecer en el menú del Restaurante Wanmin.

Xiangling: En la mayoría de los casos, no los incluyo porque su textura no me parece lo suficientemente adecuada o porque el sabor todavía se puede mejorar... Pero hay una cosa de la que estoy segura, y es que no me pienso rendir a mitad de camino.

Xiangling: ¡Tarde o temprano descubriré todos los sabores desconocidos que existen en Teyvat!


Xianyun

Xianyun: En este dominio aguardan un sinfín de misterios, pero si nos limitamos a apreciar únicamente lo que advertimos a simple vista, acabaremos pasando por alto lo más importante. Quizá este sea buen momento para sosegarnos un poco...

Xianyun: Humm... No he advertido nada de interés por aquí, y si únicamente conversamos para matar el tiempo, acabaremos sedientos/as a más no poder...

Xianyun: Se me acaba de ocurrir que sería una excelente idea crear una tetera suprema. Así, podría disfrutar del té en cualquier momento y lugar. No puedo permitirme dejar escapar una idea tan brillante...

Xianyun: ¡Los seres que osan ocupar este dominio carecen de astucia alguna! ¿Cómo se atreven a mostrarse tan amenazadores ante los mortales?

Xianyun: Pero persistir incluso tras presenciar mi magia adéptica, es de una inconsciencia sin parangón.

Xianyun: ¡Hum! Estos sujetos no serían rivales ni para mis dos discípulas, y mucho menos para mí.

Xianyun: La mayoría de historias que cuentan los cuentacuentos sobre mí son meras anécdotas contempladas en documentos antiguos adrezadas con profusas exageraciones.

Xianyun: No voy a negar que son historias entretenidas, pero será mejor que no las tomes como hechos verídicos. Si quieres saber la verdad, te aconsejo que me preguntes a mí directamente.

Xianyun: Hablando de eso, acabo de recordar una historia que ocurrió durante un encuentro de los Adeptus en el Desfiladero Jueyun...


Xiao

Xiao: Enfrentarme a monstruos es mi tofu de cada día.

Xiao: A decir verdad... Estos ratos de descanso son una novedad para mí.

Xiao: Pero no importa. Si a ti te viene bien, te haré compañía durante el descanso.

Xiao: El aire se vuelve más denso con el olor de los monstruos...

Xiao: No tendría problema en enfrentarme a esas bestias en solitario, pero sé que no estarías de acuerdo.

Xiao: Así que al menos prométeme que no bajarás la guardia.

Xiao: Las hazañas de los Yaksha se mencionan en los anales de la historia... pero para mis difuntos compañeros y para mí, eso no es un consuelo.

Xiao: ...

Xiao: En cambio, contemplar las linternas celestes durante el Rito de la Linterna sí que me hace sentir auténtica paz...


Xilonen

Xilonen: Por fin podemos tomarnos un descanso. Busquemos un lugar donde sentarnos.

Xilonen: No hace falta alterarse. Los momentos de descanso son para descansar. No se gana nada preocupándose por las cosas que aún no han ocurrido.

Xilonen: Toma, bebe algo. ¿Quieres un poco de chocolate? ¿O tal vez un caramelo de leche?

Xilonen: Puedo adelantarme a explorar si quieres.

Xilonen: Me has visto a máxima velocidad. Si quiero, ningún monstruo puede atraparme.

Xilonen: Tal vez sea mejor no separarnos, por lo que pueda pasar. Adelante, te sigo.

Xilonen: He buscado por todas partes, pero no he encontrado nada parecido a un pergamino. Los libros de los estantes son todos de cuentos infantiles.

Xilonen: No creo que haya nada útil en este material...

Xilonen: Humm... Supongo que me llevaré una muestra de una piedra para analizarla.


Xingchiu

Xingchiu: En este lugar es posible encontrar una infinidad de libros. Acabo de hojearlos y he descubierto un buen número de ejemplares que merecería la pena leer.

Xingchiu: Si no tienes ningún asunto urgente, ¿por qué no te sientas y esperas a que te traiga un par de libros?

Xingchiu: Leer un buen libro es un método excepcional para desconectar de nuestras ocupaciones.

Xingchiu: Me he encontrado con muchos enemigos despiadados. Cuando se aproximan hacia ti llevados por la furia empuñando sus armas, no debes permitir que el miedo te controle. De lo contrario, su arrogancia cobrará más fuerza.

Xingchiu: Un héroe siempre perseguirá la victoria, por más vicisitudes que tenga que enfrentar para obtenerla.

Xingchiu: Aunque es distinto esta vez. Puesto que no combatiré en solitario... Ahora nos cuidaremos las espaldas el uno al otro, ¿no?

Xingchiu: Este pequeño libro es una obra grandiosa. La trama es fascinante y los personajes, extraordinarios.

Xingchiu: (Viajero), gracias por invitarme a este lugar tan maravilloso.

Xingchiu: La próxima vez que encuentre una novela que merezca la pena, te traeré una copia.


Xinyan

Xinyan: Ya que parece que no tienes prisa por largarnos de aquí, ¿qué tal si te enseño mi nueva canción?

Xinyan: Ah, cierto, que este no es lugar para conciertos...

Xinyan: Entonces, cuéntame alguna cosa alucinante que te haya pasado durante tus aventuras. ¡Seguro que te han pasado cosas muy roqueras!

Xinyan: Cuando estoy en el escenario, siempre quiero llevar mi música un poco más lejos... ¡y hacer que el riff de guitarra sea aún más salvaje!

Xinyan: El enemigo al que yo me enfrento en cada concierto es diferente a los que nos enfrentamos aquí, pero no soy de las que se echan atrás ante un reto.

Xinyan: Cuando el público está esperando, es momento de salir al escenario y sudar la gota gorda, ¡como en nuestros combates! Así que vamos, ¡hagamos que el rock sacuda este dominio!

Xinyan: Si me incluyeran como personaje en alguna historia, seguramente sería ese que le cae mal a todo el mundo.

Xinyan: La gente suele juzgar a los demás por las apariencias, y los niños son demasiado jóvenes para formarse una opinión de las cosas. Dicen lo que se les pasa por la cabeza sin pensar en nadie más... Hazme caso, yo lo he experimentado de primera mano.

Xinyan: Bueno, qué más da. Tarde o temprano, ¡escucharán mi música y mi voz y querrán ser mis amigos!


Yae Miko

Yae Miko: Me gustan las novelas que hay aquí. Si tan solo pudiéramos conseguir un plato de tofu frito y algunas bebidas, este sitio pasaría a ser un completo paraíso... Yae Miko: ¿Crees que tú podrías hacerme este favor? Si no... quizá no disponga de fuerzas suficientes para ayudarte a combatir en el dominio... Yae Miko: Jajaja, ¿a qué viene esa cara tan larga? Solo estaba bromeando. ¿En serio piensas que soy ese tipo de Suma Sacerdotisa?

Yae Miko: Por los Arcontes... No solo tenemos que avanzar en el dominio, sino que además tenemos que ir matando monstruos a diestro y siniestro... Qué fastidio.

Yae Miko: Preferiría convertirme en un zorro, así me cargarías en tu espalda durante el resto del camino... Jeje, ¿te lo has creído?

Yae Miko: Ya te gustaría. Oh, pequeño/a, todavía te queda mucho camino por recorrer para poder contemplar la belleza y sabiduría de Yae Miko en su forma original.

Yae Miko: ¿Crees que volveríamos a ver a Ei si en el plano de la eutimia hubiera tantas historias interesantes por leer como aquí? ¿O más bien preferiría quedarse allí?

Yae Miko: Se me ha ocurrido algo. Le diremos que sabemos de un estupendo dominio lleno de novelas ligeras y dango tricolor. ¡Ya es hora de que explore otros lugares más allá de Tenshukaku!

Yae Miko: Ah, la leche de dango tampoco puede faltar. ¿Eh? ¿Que aquí no hay? Entonces habrá que encontrar la manera de que la traigan, ¡de eso te encargas tú!


Yanfei

Yanfei: ¡Este sitio es tan tranquilo! Es el lugar perfecto para repasar el código penal y organizar mis apuntes.

Yanfei: Oye, (Viajero), ¿recuerdas esas cláusulas que te comenté la última vez?

Yanfei: ¿Ya no las recuerdas? Quizá te vendría bien repetirlas varias veces en voz alta para memorizarlas bien.

Yanfei: La mayoría de los desafíos podrían definirse como un proceso difícil de controlar debido a la falta de información clave, ¿no crees?

Yanfei: Por ejemplo, ¿qué enemigos nos encontraremos en las profundidades de este dominio? ¿A cuántos combates nos tendremos que enfrentar? ¿Qué medidas tomaremos para hacerlo?

Yanfei: Si tenemos en consideración todos estos factores, no habrá pleito que se nos resista.

Yanfei: ¿Crees que los escritores deciden el desenlace de sus cuentos infantiles de cualquier manera? ¿O crees que se toman su tiempo para ponderar cada posible final?

Yanfei: Si te detuvieses a analizar los personajes de los cuentos infantiles para averiguar qué tratan de representar en realidad, seguramente encontrarías montones de metáforas cuando menos curiosas.

Yanfei: Pero para establecer relaciones entre hipótesis y hechos reales, hay que corroborarlas con datos históricos y culturales... Por eso quiero tomar prestados algunos libros, para poder estudiarlos detenidamente.


Yelan

Yelan: Un refugio, humm... No me atrae la idea de utilizar una instalación que no haya examinado y equipado yo misma, pero... es mejor que nada.

Yelan: Sabes que a mí me hubiera gustado acabar con el trabajo de exploración del dominio de una sentada... pero parece que las reglas de este lugar no lo permiten, y la verdad es que mis energías tampoco.

Yelan: Tú también deberías reservar algo de energía para luego. No merece la pena agotarse tan rápido.

Yelan: Todavía nos quedan varios combates por delante, ¿no? ¿Estás listo/a?

Yelan: Tal y como yo lo veo, si mis días se vuelven tediosos durante mucho tiempo, acabo sintiéndome perezosa. Es por eso que necesito experimentar emociones fuertes de vez en cuando. Solo así logro sentirme viva.

Yelan: ¿Y si lo decidimos con los dados? Si salen los números que yo quiero, continuamos avanzando en el dominio hasta el final. Así podríamos añadir un poco de emoción a esto.

Yelan: Hay personas y eventos reales ahí afuera que superan con creces a cualquier tipo de ficción. Qué pena que no incluyan esas cosas en los libros.

Yelan: ¿Te has quedado con la curiosidad? ¿Y si te digo que... es algo que no se puede contar?

Yelan: Jeje, pero podemos charlar sobre algo que no sea información confidencial. Eso sí, sería mejor que fuéramos a otro sitio más íntimo.


Yoimiya

Yoimiya: ¿Te apetece recostarte y descansar la vista un rato? ¡Yo te acompañaré!

Yoimiya: Si no tienes sueño, ¿te apetece charlar un poco? ¡También puedo contarte alguna historia!

Yoimiya: ¡Ah! Disculpa, ¿estoy hablando demasiado? Jeje, es que me emociono mucho cuando llego a un lugar nuevo y siempre quiero ver todo lo que hay. ¡Nunca me canso de explorar!

Yoimiya: Cuantos enemigos hay por aquí... Si todos fueran personajes de una historia como los youkai de los cuentos, ¡se nos haría de noche antes de terminar de leer todos sus nombres!

Yoimiya: Pero ¡no hay nada que temer! ¡Yoimiya, la invencible, está aquí para protegerte de los youkai!

Yoimiya: Jeje, me avergüenza un poco gritar así, pero ha quedado alucinante, ¡¿no crees?!

Yoimiya: No te preocupes, aquí es imposible aburrirse. Con la gran variedad de cuentos que hay, ¡no sé ni por dónde empezar!

Yoimiya: ¡Me gustaría memorizar los pasajes más interesantes de los libros para compartirlos con mis amigos cuando regrese!

Yoimiya: Por cierto, ¿cuál de estos libros te gusta más? Quiero saber qué tipo de historias te llaman la atención.


Yun Jin

Yun Jin: Para mí, el combate es como estar en el escenario: hay que darlo todo y no cometer ni un solo error. No obstante, en el combate se pierde gran parte de la diversión, por eso acaba resultando tedioso.

Yun Jin: Deberíamos detenernos un tiempo para reposar y deleitarnos con una buena charla acompañada de pasteles y té.

Yun Jin: Una vez que estemos listos, daremos comienzo a la función y les enseñaremos una lección que no olvidarán a esos villanos.

Yun Jin: Si te paras a pensarlo, te darás cuenta de que todos los personajes que han aparecido en las obras de teatro desde antaño hasta nuestros días han vivido un sinfín de infortunios para poder llegar a sentirse satisfechos con sus vidas.

Yun Jin: Nos espera un camino peligroso, pero no debemos tener miedo.

Yun Jin: Si nos ayudamos los unos a los otros y unimos nuestras fuerzas, lograremos superar cualquier dificultad que se nos presente.

Yun Jin: Es cierto que las novelas tienen su atractivo, pero si me limito a conocer una historia a través de lo que hay escrito en un montón páginas, siento que le falta algo.

Yun Jin: Sin embargo, cuando llega el momento en el que me subo al escenario para dar vida a un personaje, es cuando logro comprender verdaderamente sus emociones y la historia que se pretende transmitir.

Yun Jin: Dicen que cuando alguien se halla en la cima de la montaña, no es capaz de visualizar su tamaño real, pero también se debe tener en cuenta que hay hermosos paisajes que solo se pueden admirar desde lo más alto de esta.


Zhongli

Zhongli: Este lugar es fascinante. Brinda a la gente la oportunidad de superarse con incesantes desafíos, a la vez que resulta ser un oasis de descanso para cuando lo necesiten.

Zhongli: Todo apunta a que, fuera quien fuese su creador, depositó grandes expectativas en sus futuros visitantes.

Zhongli: No obstante, incluso la más larga de las batallas llega a su fin. En cuanto a cuánto durará esta... supongo que es algo que tendremos que descubrir.

Zhongli: El combate no es la meta final, sino el camino a recorrer. Imagino que aquí debe de haber algo que despierte tu interés.

Zhongli: Te invito a que avancemos juntos. No debe importarnos qué es aquello que nos aguarda al final del camino si nos mantenemos unidos.

Zhongli: Si en algún momento te invade la inseguridad o el desasosiego, basta con que te sitúes detrás de mí y sigas mis pasos.

Zhongli: En este lugar hay una mesa larga y todo tipo de utensilios de té... Con la suficiente gente, es una ubicación idónea para celebrar una reunión social.

Zhongli: ¿Qué piensas tú al respecto? ¿Te unirías al encuentro?

Zhongli: Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos tomamos un té y charlamos. Esta sería una excelente oportunidad para que me actualices sobre tus últimas anécdotas.