Tadla, la halcón es una misión del mundo de Sumeru.
Para poder comenzar esta misión es necesario haber completado la cadena de misiones «La elegía de Bilqis» y esperar un día.
Detalles[]
- Habla con Masseira
- Ve al último lugar en el que se vio a Tadla
- Sigue explorando
- Derrota a los Fatui
- Habla con Tadla
- Habla con Masseira
Recompensas[]
30 Protogema
20 000 Mora
Diálogos[]
- (Habla con Masseira)
- Masseira: Ah, (Viajero), venerado maestro de genios. ¿A qué se debe el honor de su visita?
- Lilúpar: Espléndido, otro lacayo del desierto. Mi señor... *Suspira*, ignorad mis palabras. Confío en vuestro criterio.
- Masseira: ¿Podría concederme un minuto? He estado esperando su llegada con tantas ganas como la de la luna y la lluvia.
- Lilúpar: Las zalamerías son el escondite favorito de las segundas intenciones. Adelante pues, desembucha.
- Masseira: Muy bien, gran genio... Ciertamente, tengo una petición.
- Masseira: Jaja, no es nada serio. Se trata de mi halcón, Tadla. Creo que podría estar en peligro.
- Masseira: *Suspira*... Si no fuera por mis débiles piernas, no tendría que molestarlo con esto...
- Paimon: Corrige a Paimon si se equivoca. Así que quieres que vayamos a rescatarla, nos lo agradecerás enormemente, nos recompensarás con un montón de Moras y luego, iremos a comer un festín para celebrar que todo ha salido bien. ¿Cierto?
- Masseira: Eh... Sí, justo.
- Paimon: Bueno, si ese es el caso, nosotros nos haremos cargo!
En momentos como este, te vuelves muy perspicaz...
- Lilúpar: *Suspira*... Sea pues, lo haremos para que Paimon goce de su festín.
- Masseira: Muchísimas gracias. Cuento con ustedes.
- Masseira: Les marcaré dónde la vi por última vez.
- Masseira: La persona que deben encontrar, Tadla, es alta, de piel morena, tiene el pelo largo de color claro, y usa un arco largo... Creo que con esos datos les será suficiente para encontrarla.
- Masseira: ¿Lo recordarán?
- Paimon: Humm... ¡Una chica alta, morena, con el pelo largo de color claro y que usa un arco largo! Jeje, ¡Paimon tiene una memoria excelente!
- Masseira: Que el viento los guíe a través de las tormentas de arena y los mantenga alejados del peligro.
- Paimon: Gracias. ¡Nos vamos!
- (Opcional, habla con Masseira otra vez)
- Masseira: ¿La han encontrado?
- Masseira: Ya veo, todavía necesitan más tiempo...
- Masseira: Por favor, encuéntrenla cuanto antes. El tiempo corre en nuestra contra.
- (Opcional, utiliza Omnisciencia (
Nahida ) en Masseira)
- Masseira: (... Tal vez los haya subestimado...)
- (Acércate a la zona marcada)
- Paimon: Tadla no está aquí. Sigamos buscándola.
- Lilúpar: Fíjese, mi señor, el terreno está salpicado de pisadas. Al parecer, quienes ocuparan esta cueva han estado muy activos... ¡Ja! Y también, muy descuidados.
- Paimon: Es cierto. ¡Vayamos a investigar!
- (Acércate a la zona marcada)
- Paimon: ¡Shh! Mira... ¡Hay alguien ahí!
- Lilúpar: Humm.... Mi señor, ¿esos son quienes mencionasteis anteriormente? ¿Los “Fanfatui”?
Son los “Fatui”.
- Lilúpar: ¿Acaso hay alguna diferencia?
- Paimon: ¡Shh! Si nos descubren...
- Lilúpar: Calma. Ellos no pueden oírme. Si no me creen, observen...
- Lilúpar: ¡Ey, tú! ¡El grandullón de ahí! ¡Estoy aquí! ¡El almuerzo está servido!
- Soldado Fatui n.º 1: ¿Eh? ¿Has oído algo?
- Soldado Fatui n.º 2: No, ¿por qué?
- Soldado Fatui n.º 1: Humm... Me pareció oír a alguien diciendo que era la hora de comer.
- Lilúpar: Jeje, ¿lo ven?
- Paimon: ¡Paimon no conocía esta faceta infantil de Lilúpar! Jeje, es adorable.
- Paimon: ¡Mira! ¡Allí! ¿No es Tadla a quien tienen encerrada?
- Paimon: Humm... Alta, morena, pelo largo de color claro... ¡Debe ser ella!
- Lilúpar: Gran retentiva, Paimon. Es nuestro turno para actuar, mi señor.
- Paimon: ¡Sí! (Viajero), ¡vamos!
- (Derrota a los Fatui)
- Soldado Fatui n.º 1: ¡Abandonen sus puestos! ¡Retirada! ¡Retirada!
- Lilúpar: Huyeron... *Suspira*, ¿por qué sois tan indulgente con ellos, mi señor?
- (Opcional, utiliza Omnisciencia (
Nahida ) en Tadla)
- Tadla: (Maldición, no funciona.)
- (Habla con Tadla)
- Tadla: ...
- Paimon: Eh... ¿Eres Tadla? ¡Hemos venido a salvarte!
- Tadla: ¿Qué? Ah, sí.
- Tadla: Has permitido que escapen.
No son ninguna amenaza.
No hace falta eliminarlos.
- Tadla: ... Volverán a contárselo a más gente. Sabrán que estamos aquí.
- Lilúpar: ¿Ven? Las grandes mentes piensan igual. Me cae bien esta chica.
- Paimon: ¡No importa! ¡Si vuelven, les daremos otra paliza! Aunque... estás herida. ¿Necesitas ayuda?
- Tadla: Estoy bien. Todavía puedo andar y buscar un lugar en el que morir en paz.
- Paimon: Oh, menos mal, todavía puede andar y buscar un lugar en el que... ¡Oye! ¡No puedes decir algo así!
- Tadla: Es broma.
- Lilúpar: Jaja.
- Lilúpar: Me gusta su sentido del humor...
- Tadla: Gracias. Volvamos.
¿Tienes problemas para andar?
- Tadla: Sí, pero no necesito ayuda.
¿No quieres descansar un poco?
- Tadla: ¿Descansar? No. No nos conocemos lo suficiente.
- Lilúpar: Entonces, quizá debamos conocernos más en profundidad. ¿Qué te parece la idea?
- Tadla: Gracias, quizá más tarde.
- (Mientras vuelven con Masseira)
- Lilúpar: Pequeña, entonces tú eres... ¿la hija de Masseira?
- Tadla: ...
- Lilúpar: Je, mujer de pocas palabras, ¿eh?
- Paimon: ¿Hija? Pero si Paimon no recuerda mal, Masseira dijo que era su halcón.
- Lilúpar: Ja. Pero si es una humana. ¿Qué hace una humana fingiendo ser un halcón?
- Tadla: ...
- (Habla con Masseira)
- Masseira: ¡Ah! ¡Mi halconcita ha vuelto! ¡Muchas gracias!
- Tadla: Lo siento... Me emboscaron. Gracias a ellos he podido volver a verte de nuevo.
- Masseira: ¿Ellos? ¡Entre “ellos” está nuestro venerado maestro de genios!
- Tadla: Lo siento...
- Paimon: ¡No hay nada de lo que disculparse! Tadla está herida, ¡pórtate bien con ella!
- Tadla: ...
- Masseira: ... ¿Estás herida?
- Tadla: Lo siento.
- Masseira: ¿Qué animal te hizo esto? ¿O fue una persona?
- Tadla: Fueron los norteños. Me emboscaron tras darse cuenta de que estaba siguiéndolos.
- Masseira: Eras tú quien debería haberles tendido una emboscada.
- Masseira: Emboscada por su propia presa... El colmo de un halcón.
- Tadla: ...
- Masseira: Ve a descansar, lo necesitas. Iré después a tratar tus heridas.
- Tadla asiente en silencio y se marcha lentamente con su dolor.
- Paimon: Masseira es un poco duro con Tadla...
¿No se llevan bien?
- Masseira: ¿Eh? ¡Para nada! Ella es mi halcón favorita, y la quiero, pero no la malcrío. ¿Cómo puedes alimentar a una halcón que vuelve con las manos vacías?
- Lilúpar: Así que de eso se trata... A esta chica le espera un funesto final.
No seas demasiado duro con ella.
- Masseira: ¿Duro? Soy demasiado blando con ella. Es por eso que sus habilidades están empeorando... Lo único que hago es educarla. Es una halcón excepcional. ¿Cómo podría hacerle daño?
- Lilúpar: ¿Cuál será el destino habitual de un halcón?...
- Masseira: Por favor, acepte esto como muestra de mi gratitud, venerado maestro de genios.
- Lilúpar: *Ejem*, ¿no te olvidas de alguien? Hay dos personas más ante ti aparte de tu gran maestro de genios.
- Paimon: Jeje, bueno, una de ellas no es exactamente una “persona”...
- Lilúpar: Ah... sí, claro. El hada flotante no es una persona, mas aun así, ¿no crees que merecemos recibir el debido agradecimiento?
- Paimon: ¡Oye!
- Masseira: Jaja, mis disculpas. Por favor, acepten esta recompensa adicional.
- Paimon: ¡Oh! ¡Una recompensa extra!
- Lilúpar: ... Sigue sin cumplir con mis expectativas, mas dado que mi señor no tiene objeción, lo aceptaré.
- Masseira: Muy bien. Ah, espero que cuando tengan tiempo puedan volver por aquí. Creo que mi halcón podría necesitar su ayuda.
- (Opcional, habla con Masseira otra vez)
- Masseira: Oh, si es nuestro estimado invitado...
- Masseira: ¡Sus hazañas son realmente impresionantes!
- Masseira: Puede que un día necesite de su asistencia. Espero que en ese momento pueda echarme una mano.
Te ayudaré cuando lo necesites.
- Masseira: Se lo agradezco de antemano.
- (Opcional, utiliza Omnisciencia (
Nahida ) en Tadla)
- Masseira: (... Tadla... aún tienes... que madurar...)
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Se añadió en la Versión 3.4