Surtalogi, también conocido como El Caballero Protervo, es un personaje mencionado en Genshin Impact. Es el maestro de Skirk y el dueño del Narval Devoraestrellas y es uno de los Cinco Grandes Pecadores de Khaenri'ah.
Perfil[]
Surtalogi es mencionado por primera vez a por Skirk en la Mision de Arconte, Capítulo IV, Acto V: Mascarada de los culpables, Parte 5: La ópera de la oscuridad y la claridad.
Surtalogi nació en prisión, hijo de criminales condenados a muerte, y pasó su tiempo vagando por las calles, recibiendo numerosas críticas. Él y Dainsleif fueron alumnos de un maestro llamado Haden, con quien aprendieron el manejo de la esgrima Serpiente Negra. Surtalogi aspiró a seguir el código de la caballería, pero fue castigado por ello, lo que le provocó la pérdida de varias de sus extremidades. Originalmente eran mejores amigos, pero su amistad terminó cuando Surtalogi se convirtió en uno de los Cinco Pecadores.
Surtalogi es el maestro de Skirk, dueño del Narval Devoraestrellas como mascota. Cuando se le pregunta qué tipo de entidad es Surtalogi, Skirk afirma que es alguien similar a Rhinedottir y Vedrfolnir en "buscar alguna forma de perfección".
Curiosidades[]
Etimología[]
- Surtalogi es el nombre de la espada o llama brillante empuñada por el Fuego Jotunn Surt de la mitología nórdica.
Menciones de personaje[]
Menciones en historias[]
“Vámonos. No va a sobrevivir”.
“Pero si nuestra misión es...”.
La niña sostenía su brazo roto manchado de sangre mientras miraba a las dos siluetas borrosas que tenía delante.
Al final, la persona que parecía tener mayor rango interrumpió el discurso de la otra. Entonces, ambos se dieron la vuelta y desaparecieron.
No hacía mucho, su pueblo había descubierto que existían muchas civilizaciones más allá de su mundo. En el pasado, solo unos pocos eruditos con aspecto de ancianos habían tenido la oportunidad de interactuar con gente de más allá de los cielos.
Hacía meses que los líderes habían proclamado relaciones comerciales amistosas, así que ¿por qué ahora...?
Las vigas crujieron y se rompieron bajo el calor de las llamas. La niña yacía más abajo, desangrándose, sofocada debido a las altas temperaturas y la inhalación de humo.
Al levantar la pila de escombros y madera quemada que había sobre su cabeza, oyó un chirrido.
Los ojos de la joven estaban manchados de sangre y no podían abrirse. Sin embargo, pudo percibir una luz que logró atravesar sus párpados.
A continuación, se oyeron pasos sobre la tierra calcinada, haciendo añicos los ladrillos rotos del suelo con cada pisada.
El hombre liberó a la niña de la estructura que la mantenía atrapada y, con sus enormes manos, la agarró de los hombros y la sacó de ahí.
Aquel tirón casi le arrancó las extremidades, y el dolor hizo que las lágrimas derritieran poco a poco la sangre coagulada.
Ella misma se sorprendió de tener aún tanta agua en el cuerpo.
Pero el dolor fue demasiado para mantenerse consciente por más tiempo, y se volvió a desmayar.
Al despertar nuevamente, no pudo evitar sorprenderse, pues no esperaba poder volver a abrir los ojos. Con la vista borrosa, vio a un hombre grande y alto encendiendo una hoguera y sentándose frente a ella con las piernas cruzadas. Al lado, había una criatura parecida a una rata gigante que reflejaba la luz del fuego en sus oscuras pupilas mientras se encogía de miedo.
“¿Has despertado? No preguntes por cosas que no son importantes para tu supervivencia. No desperdicies tu tiempo”.
El hombre siguió agitando la hoguera con la espada sin voltearse.
“¿Quieres vivir o morir?”.
Aunque tenía muchas preguntas, como por qué había sobrevivido y quién era aquel hombre, recordó la advertencia de que no era aconsejable hacer preguntas irrelevantes.
La joven se limitó a asentir mientras echaba la cabeza hacia atrás y miraba el brillante cielo estrellado.
Tras recibir la respuesta, el hombre mató con un golpe de espada a la rata que había junto a él. Luego, cortó la carne de su muslo y la ensartó en la espada para asarla. Finalmente, se puso en pie y metió la carne en la boca de la muchacha. Aunque no estaba sazonada de ninguna manera, el sabor de la grasa le resultó especialmente tentador en aquel momento.
Bueno, al menos el hombre no le había exigido que se lo comiera ella misma. Parecía consciente de que las extremidades de la chica habían quedado inservibles.
Una vez estabilizadas las heridas de la niña, el hombre le permitió hacer entonces preguntas irrelevantes.
“¿Usted también es un superviviente?”.
“No”.
“Entonces, ¿cómo es que me entiende?”.
“El caos es un estado de completo desorden, y el vacío solo tiene una definición. En cambio, el orden está compuesto por innumerables combinaciones.
La gente de tu planeta usó su capacidad de adaptación para acercarse al Abismo en el pasado, e incluso después de su muerte, el poder que poseen continúa registrando ciertas cosas. Ese poder es similar al mío en naturaleza.
He reunido los recuerdos de decenas de miles de personas antes de morir y he pasado medio día aprendiendo de ellos”.
“¿Todo eso solo para aprender mi idioma? Entonces, mis padres...”.
“Están muertos. Fueron devorados como si fueran simples trozos de carne, como nutrientes para obtener fuerza”.
El hombre contestó primero la segunda pregunta, y luego...
“Al principio creí que habían desarrollado una tecnología increíble que les permitía utilizar el poder del Abismo para llevar a cabo la exterminación masiva de toda la vida en el planeta.
Pero, después de todo, su tecnología resultó ser muy burda y primitiva. Es como si su civilización nunca hubiera tenido un líder con ambición y poder”.
“¡Cómo...!”.
“¿No te comiste a ese animal que te sacó de los escombros?
Ah, lo capturé en otro planeta. Después de todo, las formas de vida de tu planeta ya se extinguieron.
Quería encontrar una especie a la que se le diera bien buscar, pero no la he encontrado”.
La chica quiso decir algo, pero se quedó sin palabras. Finalmente, decidió preguntar otra cosa:
“¿Por qué sigo con vida?”.
“Tu civilización ha caminado de la mano del Abismo a lo largo de su historia. Aunque no han usado directamente su poder, cada uno de ustedes ha sido contaminado por él.
Así, mejoraron algo su fuerza física. Cualquier persona normal en tu situación se habría asfixiado, quemado y, finalmente, habría acabado aplastada por el techo”.
“¿Podría uno volverse más fuerte con ese tipo de poder?”.
Finalmente, el hombre pareció mostrar un ápice de interés: “¿Quieres volverte más fuerte?”.
La niña asintió con la cabeza.
“Incluso si tuvieras que pagar un precio por ello, ¿querrías hacerte más fuerte aunque te juzguen por hacer lo que sea necesario para ganar?”.
Para que experimentara el dolor, el hombre la obligaba a blandir el arma todos los días para practicar. La blandía hasta que se le rompían los músculos y los huesos.
Y cada vez que terminaba el día, el hombre volvía a restaurar sus extremidades.
Viajó por el universo con el hombre protervo y presenció cómo su maestro eliminaba a todo tipo de enemigos con una facilidad absoluta.
Ya fuera un arma construida a partir de todos los recursos de un sistema estelar, una deidad que reunía la fe de su pueblo o el guerrero más poderoso entre millones de seres vivos...
A medida que su propia fuerza crecía, estaba segura de una cosa: nadie había sido capaz aún de hacer que su maestro utilizara su verdadero poder.
Si se trataba de un monstruo, devoraba su carne; si era un dios o una máquina, absorbía su energía.
Si se trataba de un guerrero o un hechicero, jugaba con él y lo mataba cuando se aburría.
Eso era lo que su maestro llamaba “devorar”.
Finalmente, las extremidades de Skirk fueron sustituidas por una ilusión similar a la del Abismo y dejó de sentir dolor.
Los receptores del dolor, afectados por una sobrecarga prolongada, se volvieron insensibles y dejaron de enviar señales.
El dolor era un mecanismo de defensa innato que la naturaleza le había dado a todos los seres vivos. Skirk sabía que su cuerpo estaba tratando de decirle algo:
Ya era muy fuerte, por lo que era improbable que volviera a encontrarse en peligro.
Eso le dio cierta confianza. Un tiempo después, Skirk hizo la pregunta más profunda de todas:
“¿Por qué me salvó aquella vez?”.
“Solo fue un impulso espontáneo”.
Su maestro, cuyo verdadero nombre era Surtalogi, agregó:
“¿Me creerías si te dijera que, ahora mismo, podría ser la mayor calamidad de todo el universo?”.
“No es relevante que lo crea o no. Los que no lo creen ya se han desvanecido en el vacío”.
“Hum. Siempre he querido tener poder, el poder de derrocar cualquier mentira y manipulacón por mi cuenta.
Pero a estas alturas del camino, estoy empezando a preocuparme un poco...
Me preocupa aburrirme”.
Skirk escuchó en silencio. No entendía cómo la vida de un villano tan increíble podía ser aburrida.
“Después de haber conocido a los oponentes más fuertes, me quedé sin ningún objetivo.
¿Cómo decía aquella novela? ‘Las dimensiones del horizonte cambian junto a tu corazón, y mi corazón es un poco más grande que el universo entero’.
Cuando todo el universo sea mi jardín, lo único que veré serán dos colonias de hormigas luchando entre sí. Para entonces, seguro que estaré en la flor de mi aburrida vida”.
Por supuesto, Surtalogi no leía novelas. Hace un tiempo, el maestro de Skirk notó que algunos objetos que flotaban por el universo tenían el olor de su tierra natal.
Solo leyó el título y el prólogo, y luego abandonó el libro. Casualmente, aquella frase se encontraba en la introducción.
“Por eso, lo he pensado seriamente y he decidido entrenar a mis propios discípulos. Así, podré esperar a que maduren antes de volver a encontrarlos y divertirme un poco con ellos. Tú eres la primera.
Y cuando te vayas, nunca más te consideraré mi discípula.
Te arrebataré todo lo que tienes, todo lo que te di, todo lo que encontraste por tu cuenta, todo lo que te rodea y que no tiene nada que ver contigo... Lo destruiré todo”.
Skirk sabía que ni siquiera era una mentira inventada para persuadirla, y que no había tal cosa como una relación entre maestro y discípulo ni buenas intenciones.
“Maestro... Usted dijo que sus compañeros y usted se dividieron el poder del Abismo, suficiente como para destruir un mundo, o al menos una sexta parte de él.
Pero entonces, ¿por qué es usted ahora cientos de veces más poderoso que un mundo entero?”.
“¿Es que en aquel entonces rescaté a una niña tonta sin querer?
Cuando el fruto de un árbol muere, sus semillas caen al barro, y estas pueden dar lugar a un nuevo árbol mucho más grande y con muchos más frutos.
Incluso si muchos mundos hubieran sido destruidos, mientras quedaran uno o dos supervivientes, podrían tener la fuerza suficiente para reconstruirlos”.
Al llegar el día de la despedida, Skirk ya no mostraba ninguna actitud de respeto u obediencia.
El miedo solo motiva a las personas cuando son débiles. Sin embargo, si cuando crecen no lo han superado, este se convierte en un grillete que les obliga a seguir progresando.
Finalmente, decidió despedirse de su maestro para dirigirse a la tierra natal de este: Teyvat.
Quería ir a ver aquel árbol madre, ese que daba frutos corruptos y cuyas semillas habían crecido hasta convertirse en un formidable árbol.
Desde entonces, una sombra había envuelto el bosque y el Caballero Protervo había sido una amenaza para el universo.
Había otras civilizaciones que la habían visto deambulando por el cosmos, por lo que naturalmente la consideraron como aliada del Caballero Protervo.
Las civilizaciones a las que llegaba la tomaban por un miembro de la “Calamidad Cósmica” y la trataban siempre con recelo.
Por el contrario, en Teyvat, quien se encargaba de supervisar las fronteras bajó la guardia tras tener una conversación con ella. Establecieron un acuerdo, y le permitió moverse dentro de ciertos límites en este mundo.
“Tú no perteneces a ese lugar. Ese no es tu hogar”.
La advertencia del Caballero Protervo quedó grabada en su corazón.
“Incluso si tuvieras que pagar un precio por ello, ¿querrías hacerte más fuerte aunque te juzguen por hacer lo que sea necesario para ganar?”.
¿Cuál era la respuesta que le había dado Skirk aquella vez, la respuesta que había sido arrastrada por el viento?
Tal vez había sido un simple “sí”, aunque eso tampoco cambiaría nada de lo que estaba por acontecer.
Pero Skirk no había respondido de forma directa.
En aquel momento, ella era como cualquier otra niña... inocente e inexperta. Solo quería expresar su gratitud y sus disculpas a la primera vida que había alimentado su crecimiento.
“Aquella rata tan grande... Ojalá hubiéramos podido ser amigas”.
Pero me la comí.
Para el Caballero Protervo, esas palabras tenían otro significado: “Si ya le he dado la espalda a quien me salvó en las ruinas, ¿a qué no podría renunciar?”.
Era difícil decir cuánto de eso era por interés, cuánto un malentendido y cuánto intencionado.
Pero más allá de eso, era posible que entre ambos hubiera un malentendido que ninguno de los dos esperaba.
“En ese caso, fui yo quien te salvó aquel día. ¿Estarías dispuesta a matarme algún día para hacerte más fuerte?”.
El Caballero Protervo se vio invadido por la expectación tras pronunciar aquella frase. Sin embargo, aquel día, la desesperada niña no se dio cuenta de ello.
La “Serpiente heptamórfica” fue un pequeño truco que el Caballero Protervo le enseñó a Skirk.
Originalmente, era un simple hechizo creado por la Universitas Magistrorum de Khaenri'ah. Su nombre original era “Permeación del caos”, y se usaba para burlarse de aquellos capaces de manipular los elementos. Los magos podían usar el poder del Abismo para provocar efectos similares a los elementales. Su funcionamiento es similar a utilizar el Abismo para permear en la realidad creando una especie de presión negativa para provocar el flujo de la fuerza de los elementos.
De hecho, en Khaenri'ah se usaba originalmente como un truco para actuaciones y desfiles.
El Caballero Protervo era originalmente un guerrero, por lo que no comprendía nada de todo esto. Sin embargo, a medida que fue entendiendo el poder del Abismo, fue capaz de dominar esta técnica. Mientras que una persona normal necesitaría meses de trabajo para aprender a cambiar uno de los elementos y utilizarlo como truco para ganarse la vida, el Caballero Protervo fue capaz de cambiar entre los siete elementos en su primer intento.
Le enseñó esta habilidad a Skirk, pero no para que pudiera ganarse la vida como artista callejera si se quedaba sin dinero. Al fin y al cabo, demostrar un dominio de las técnicas del Abismo en las Siete Naciones de la superficie de Teyvat equivalía a buscarse enemigos.
“Los siete elementos son el orden natural de mi tierra natal. Si quieres seguir ocultando el poder que posees, deberás aprender a usar este truco”.
Diálogos de personajes[]
Personaje | Historias |
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![]() Skirk |
Sobre Surtalogi...: Muy pocas personas consiguen ganarse un título como el de “Protervo”. Quien le otorgó ese apodo debió de haberlo odiado con todas sus fuerzas. Mi maestro, ciertamente, habrá cometido muchas injusticias, y el hecho de que sea un antiguo caballero que dio la espalda al código caballeresco no mejora precisamente las cosas. Sin embargo, mucha gente decide seguirle. Se sienten atraídos por su fuerza, compostura y confianza, y por el hecho de que es sincero con todo el mundo. No se deja llevar por las emociones: su misión es convertirse en una versión completa y perfecta de sí mismo... Por eso es tan poderoso, y tan peligroso.
Sobre Dainsleif...: Hubo un tiempo en el que fue rival de mi maestro y, al parecer, también fue una vez viejo amigo suyo. Quería pedirle información sobre mi maestro, pero cuando reconoció mi técnica de espada, se mostró muy agitado y no paró de preguntarme por su paradero. Es una persona muy molesta, así que espero no encontrarme con él por el momento. Sobre el poder del Abismo...: Mi maestro me enseñó a usar el poder del Abismo, y durante mi investigación sobre las ruinas de Khaenri'ah, descubrí cómo usar dicho poder como si fuera poder elemental normal. Como resultado, tanto tú como yo podemos usar los elementos sin depender de una Visión, lo que significa que no tenemos que esperar a que los dioses juzguen nuestras ambiciones. Hola... Soy Skirk, discípula de Surtalogi, el Caballero Protervo. En tus viajes has demostrado ser un guerrero formidable, digno de hablar en igualdad de condiciones conmigo. Déjame ser testigo del destino que te espera. ¿Algo que decir?: Mi maestro me dijo que estudió la técnica tradicional de esgrima Serpiente Negra de Khaenri'ah, pero cuando se encargó de mí, su estilo incorporaba muchas técnicas de otros orígenes. Eso es lo que significa ser un verdadero artista marcial: aprender y adaptarse constantemente, mejorar y superar siempre tus límites. De lo contrario, te estancarás. Comida que más le gusta...: Cuando entrenaba con mi maestro, solía acabar cubierta de heridas y moretones. Había una especie de bicho en particular... No recuerdo cómo se llamaba, pero él siempre solía atrapar algunos y asarlos para mí después de una sesión de entrenamiento. Decía que me ayudaría a recuperarme. Eran cositas redondas. Sabía que estaban hechas a la parrilla porque brillaban con un hermoso color dorado. Tenían una cáscara crujiente con una carne deliciosa... Ha pasado tanto tiempo que ya no recuerdo su sabor, pero sí me acuerdo de que me encantaban de pequeña. |
Otros idiomas[]
Surtalogi
Idioma | Nombre oficial |
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Español | Surtalogi |
Inglés | Surtalogi |
Chino (Simplificado) | 苏尔特洛奇 |
Chino (Tradicional) | 蘇爾特洛奇 |
Japonés | スルトロッチ |
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Francés | Surtalogi |
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Portugués | Surtalogi |
Italiano | Surtalogi |
Turco | Surtalogi |
The Foul
Idioma | Nombre oficial |
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Español | El Caballero Protervo |
Inglés | The Foul |
Chino (Simplificado) | 极恶骑 |
Chino (Tradicional) | 極惡騎 |
Japonés | 極惡騎 |
Coreano | 극악 기사 |
Francés | Le Cavalier abominable / L'infâme |
Ruso | Рыцарь скверны |
Tailandés | The Foul |
Vietnamita | Kỵ Sĩ Cực Ác |
Alemán | Reiter des Bösen |
Indonesio | The Foul |
Portugués | O Cavaleiro Abominável |
Italiano | L'Abominevole |
Turco | Kötülük |