Una elegante y fría bestia divina que solamente habita en montañas donde aún queda poder adéptico. Desde la antigüedad, esta bestia iluminada se considera un símbolo de buena fortuna, y ha sido aclamada por los intelectuales generación tras generación por vivir recluida en las montañas, alejada de las perturbaciones mundanas. Según una antigua leyenda del Valle Chenyu, la líder de los suanni se hacía llamar “Maestra de la Montaña”, y se la solía considerar a la par que los Adeptus. También hay quien dice que las Bestias Xuanwen que deambulan por las montañas en el presente son las descendientes de estas bestias iluminadas, pero que debido a su lejano parentesco con los Adeptus, no pudieron heredar su sangre noble y acabaron convirtiéndose en bestias violentas. Esta hipótesis se contradice con otra que trata sobre el origen de las Bestias Xuanwen, pero aun así, en las pocas fuentes que hablan sobre los suanni, se menciona que solían ir acompañadas de dichas bestias. La danza de bestias que todo el mundo conoce hoy en día en el Valle Chenyu es un espectáculo que consiste en imitar los movimientos y el porte de los legendarios suanni. No obstante, muy poca gente ha visto alguna vez un suanni de verdad, por lo que a la mayoría no le queda más remedio que imaginar cómo son a través de descripciones. Así fue como, tras miles de años de cambios y evolución artística, las máscaras de bestias adoptaron el aspecto que tienen en la actualidad.
Una orgullosa bestia iluminada solía vagar con plena libertad a través de las montañas, despreciando cualquier otra forma de vida con máximo desdén. A día de hoy, continúa oculta en la niebla, espantando con furiosos vientos y neblinas a todo aquel que se atreva a entrometerse en sus dominios...
Tutorial[]
Una bestia iluminada que vive en las profundidades de la montaña y que combate manipulando los elementos Hydro y Anemo. Congélala cuando empiece a usar su poder adéptico Hydro y usa las Reacciones Elementales de Rompehielo o Derretido para destruir el hielo y paralizar temporalmente a la bestia. Cuando empiece a usar el poder adéptico Anemo, atácala con elementos que reaccionen con dicho elemento para destruir las aeroesferas que invoca y, así, hacerte con la ventaja del combate.
