Sospechas que afloran es una misión de evento que forma parte del evento La gran ceremonia de erudición en Sumeru.
Detalles[]
- Ve a divertirte a los puestos de la Academia
- Busca a un matra de la Academia
- Habla con Aarav
- Busca a Alhacén en la sede de la competición
- Ve a la casa de Alhacén
- Llama a la puerta de Alhacén
- Investiga los documentos que hay sobre la mesa
Recompensas[]
Diálogos[]
- (Al acercarse a la entrada sur de la Ciudad de Sumeru)
- Paimon: Parece que algo te preocupa, (Viajero).
(El tipo de pelo blanco que vi antes de comenzar la competición...)
(La conversación secreta que oí después de terminar la primera ronda...)
- Candace: ¡(Viajero), Paimon! Por fin los encuentro.
- Paimon: ¿Qué ha pasado?
- Dehya: ¿No les parece que hay algo raro en el Certamen Escolar de este año?
- Dehya: Cuando Candace y yo estábamos en el café hace un rato, nos pareció ver a unos mercenarios tramando algo. De hecho, estaban disfrazados como visitantes que venían de turismo.
- Dehya: Pero por mucho que se disfracen, no pueden disfrazar el hedor a sangre que llevan con ellos. A juzgar por sus expresiones recelosas, seguro que han venido aquí con un encargo de secuestro, asesinato o alguna vileza por el estilo.
- Candace: Estuvimos escuchándoles un rato. Por lo visto su objetivo es alguien llamado Sachin.
- Paimon: ¿Sachin? ¿No es esa persona que Karina mencionó durante la ceremonia de inauguración?
- Paimon: Por lo visto, tanto la corona de la sabiduría como el dinero del premio los ha aportado él, pero hasta ahora no ha dado la cara...
- Dehya: Parece que es un hombre rico, así que tampoco me extraña.
- Dehya: Los Eremitas están pasando por apuros para mantenerse últimamente, así que muchos grupos de mercenarios han recurrido a encargos “particulares” que tienen a gente rica como objetivo.
- Dehya: En sus propias palabras, cada golpe con éxito es medio año sin hambre. Con uno solo que les salga bien, ya tienen para vivir bien y sin preocupaciones durante una temporada.
- Candace: Con el Certamen Escolar, Sumeru se ha llenado de turistas, así que habrán aprovechado la oportunidad para infiltrarse.
- Candace: Dehya y yo teníamos la intención de echarles el guante, pero estaban demasiado alerta y se inventaron una excusa para escabullirse.
- Dehya: Les hubiéramos apresado en el momento si no fuera porque no podemos armar un escándalo en la ciudad.
- Dehya: Según la ley, ¿quién debe ocuparse de esto? ¿La matra o el Regimiento de Los Treinta?
- Paimon: Humm... Seguro que Cyno se ocuparía si él estuviera aquí. ¿Qué tal si vamos a avisar a un matra de la Academia?
- Paimon: ¡Dehya, Candace! ¡Muchas gracias por el aviso!
- Candace: No es nada, solo lo oímos por casualidad.
- Dehya: Es lo mínimo que podríamos hacer. No podemos dejar que se salgan con la suya, o arruinarán la reputación de Los Eremitas.
- Dehya: Aquí, en la Ciudad de Sumeru, ni Candace ni yo tenemos libertad de acción, así que dejamos este asunto en sus manos.
- Candace: Si necesitan ayuda, solo tienen que buscarnos en el café.
- Paimon: Como iba diciendo, Paimon nota que algo te preocupa. ¿Está relacionado con el Certamen Escolar? Por lo que Dehya y Candace nos han contado, Paimon tiene la impresión de que hay gato encerrado...
- Paimon: Pero ponerse a pensar en eso no sirve de nada. Vamos, ¡vayamos a buscar a un matra de la Academia!
- (Habla con Dehya y Candace en el Café Puspa, opcional)
- Dehya: No me esperaba que alguien se atreviese a dar un golpe durante el Certamen Escolar. Parece que la fortuna de Sachin es un cebo demasiado suculento.
- Dehya: ¿Qué harías tú si de repente tuvieses tanto dinero?
- Candace: Ni idea. Nunca me había parado a pensarlo.
- Dehya: Pues piénsalo y dime.
- Candace: Humm... Comprar víveres, buscar fuentes de agua... Creo que lo emplearía en esto.
- (Diálogo opcional desbloqueado al usar la habilidad elemental de Nahida en Candace)
- Candace: (Este café está bastante bueno.)
- (Diálogo opcional desbloqueado al usar la habilidad elemental de Nahida en Dehya)
- Dehya: (Unos maleantes de tres al cuarto no suponen ninguna amenaza. Lo que sí huele a chamusquina es el tema de ese Sachin.)
- (Al acercarse a Aarav)
- Paimon: ¡Oh!... ¿No es ese el mismo matra que investigó con nosotros el caso de Siraj?
- Paimon: Se llamaba Aarav, ¿cierto? ¡Vayamos a hablar con él!
- (Habla con Aarav)
- Aarav: ¡Cuánto tiempo sin verlos! ¿Me buscaban por algo?
- Informan a Aarav de lo que les contaron Dehya y Candace.
- Aarav: ¿Alguien está intentando secuestrar a Sachin?... Mira que atreverse a hacer algo así. Pero pensándolo bien, tampoco sería de extrañar.
- Aarav: Sachin patrocina el Certamen Escolar, el cual es actualmente muy popular. Seguro que muchos han oído hablar de Sachin y se han figurado que es muy rico.
- Paimon: Ya que saben que es un objetivo probable, ¿no deberían enviar personal para protegerlo?
- Aarav: Si les digo la verdad, también se nos ocurrió a nosotros. Pero a Sachin le gusta salir fuera a investigar y se pasa la mayor parte del tiempo fuera de la ciudad. Nadie ha podido contactar con él.
- Aarav: La única pista que tenemos es algo que él mismo dijo: “Cada vez que se celebre el Campeonato Interescolar estaré observando en algún lugar cercano para elegir a un heredero adecuado”.
- Aarav: Si cumple con su palabra, debería estar en algún lugar de la ciudad. Seguro que esta información llegó a oídos de Los Eremitas y por eso decidieron venir a la ciudad a probar suerte.
- Paimon: Entonces, ese hatajo de indeseables tampoco sabe dónde está Sachin, ¿cierto?
- Aarav: Eso creo. El señor Cyno todavía está de vacaciones, así que me encargaré yo de este asunto.
- Aarav: Quédense tranquilos, en la Sumeru de hoy ningún secuestrador puede llegar muy lejos. Tengo métodos para sacarlos a la luz.
- Aarav: Pero si están interesados en el asunto de Sachin, ¿por qué no intentan buscarlo ustedes también?
- Aarav: Cuanto antes sepamos su paradero, mejor podremos garantizar su seguridad. Por muy capaces que sean la matra y el Regimiento de Los Treinta, proteger a alguien que no hace acto de presencia no es tarea fácil.
- Paimon: Está bien, entonces intentaremos encontrarlo. ¿Pero por dónde empezamos?
¿Tiene la matra alguna información sobre Sachin?
- Aarav: Me temo que no. Sachin nunca ha cometido ninguna falta o infracción, así que su expediente está más bien vacío.
- Aarav: Oí que Alhacén ya renunció al puesto de Gran Sabio Intendente y regresó a su puesto de escriba. También podrían preguntarle a él.
- Paimon: ¡Buena idea! Entonces, iremos primero a la sede de la competición a buscar a Alhacén.
- (Habla con Aarav otra vez, opcional)
- Aarav: Descuiden. Atraparé cuanto antes a los malhechores y los llevaré ante la justicia.
- (Al acercarse a Nilou)
- Paimon: ¡Hola, Nilou! ¿Has visto a Alhacén?
- Nilou: ¿A Alhacén?
- Paimon: Estamos investigando a alguien, y queríamos pedirle que consultase los archivos.
- Nilou: Oh, ya veo... Lo siento, pero no sé dónde está.
- Nilou: Suele ser el primero en marcharse en cuanto termina una prueba. Y tampoco le suele decir a nadie a dónde va...
- Paimon: Bueno, es típico de él...
- Nilou: Déjenme pensar... Alhacén no parece muy interesado en el Certamen Escolar, así que probablemente no se encuentre por aquí cerca.
- Nilou: Seguro que para él, ser invitado como comentarista especial solo supone más trabajo que le han endosado. ¿Saben ustedes a dónde suele ir después de trabajar?
¿A la taberna?
- Nilou: Humm... Aún queda una ronda de competición. ¿Creen que se iría a beber en un momento así?
- Paimon: ¡Oh! ¡Paimon ya lo tiene! ¿No se habrá ido a casa?
¿Crees que estará en casa?
- Paimon: ¡Sí!
- Paimon: Paimon recuerda que su residencia no queda lejos de aquí. ¡Vayamos a buscarle, a ver si hay suerte!
- (Habla con Nilou otra vez, opcional)
- Nilou: ¿Dónde habrá ido Alhacén?
- (Al acercarse a la casa de Alhacén)
- Paimon: Llamemos a la puerta, a ver si está...
(Tocar a la puerta.)
- Paimon: No hay respuesta... ¿Puede que no esté en casa?
(Tocar a la puerta.)
- Paimon: ¿Alhacén, nos oyes? ¿Estás en casa? ¡Queremos que nos ayudes con algo!
- Kaveh: ¿Son ustedes dos?
- Paimon: ¡Kaveh! ¡Estabas en casa!
- Kaveh: Les abriré la puerta. Entren.
- (El Viajero y Paimon entran a la casa de Alhacén)
- Paimon: Nadie contestaba cuando llamamos a la puerta. ¡Creíamos que no había nadie!
- Kaveh: Lo siento, pero no tengo otro remedio. Si alguien de la Academia viniera buscando a Alhacén y yo le abriera la puerta, ¿no revelaría que estoy viviendo aquí?
- Paimon: Para otra cosa no, pero para esto sí que eres prudente...
- Paimon: ¿Y si alguien viene a buscar a Alhacén mientras tú estás en casa?
- Kaveh: Pues me escondería en mi habitación y ya está. Además, ¿quién iba a venir aquí solo para buscarle? Normalmente, la gente tiene mejores cosas que hacer.
- Paimon: Bueno. ¿Y sabes a dónde ha ido?
- Kaveh: ¿Ese tipo? A saber. ¡Que vaya a donde quiera, mientras sea fuera de aquí!
¿Otra vez se han peleado?
- Kaveh: No, no nos hemos peleado. ¡Es solo que no sabe hablar, solo lanzar dardos envenenados!
- Kaveh: Le comenté lo que pasó durante la segunda ronda. ¿Al final no gané yo cuando echamos a suertes los puntos del tercer clasificado? Le dije que eso demostraba que la gente buena es recompensada, y que ahora la suerte estaba de mi lado.
- Kaveh: Pero ese tipo... ¿Adivinan lo que me contestó cuando terminé de hablar?
- Kaveh: “Siempre enfatizas que eres un alumno veterano, pero no actúas como tal a la hora de resolver los problemas. Eso hace que me cuestione de qué sirve atribuir prestigio a la veteranía”. ¿Cómo que no actúo como un veterano? ¡¿Es que tengo que sacarme un título de veterano o qué?!
- Kaveh: ¡Y aún hay más! También dijo:
- Kaveh: “Te recomiendo que reflexiones seriamente por qué acabas dejando el resultado de cada prueba a la suerte. Sinceramente, me parece increíble que, a tus años, todavía sigas ignorando el mayor problema que hay en tu vida”.
- Paimon: ¡Jajaja!... Suena realmente como algo que diría Alhacén...
- Kaveh: ¡Es insufrible! ¡Y no solo esta vez, sino la vez anterior, y la pasada! ¡Cada vez que hablo con él, me saca de quicio!
- Kaveh: En resumen, no nos soportamos. Así que estoy preparando las maletas para mudarme de aquí cuanto antes. ¡Tendrá que acostumbrarse a limpiar la casa él solito!
- Kaveh: ¡Y también me llevaré los cuadros de las paredes! Cuando me vaya, en la vida de Alhacén no quedará ni una pizca de sensibilidad artística, ¡ja!
- Paimon: Espera, ¿te vas a mudar? La competición aún no ha terminado, ¿de dónde has sacado los Moras para independizarte?
- Kaveh: Bueno, obviamente aún no puedo hacerlo. Solo estoy preparando las cosas de antemano. Tiempo que me ahorro luego.
- Kaveh: Ya le he puesto el ojo a una casa y la compraré en cuanto tenga el dinero del premio. Luego enviaré las cosas que tengo empaquetadas. Calculo que, como máximo, en tres días habré terminado la mudanza.
- Kaveh: Ya estoy completamente decidido a lograr este objetivo. ¡No importa qué pase en la tercera ronda, iré a por todas para ganar! ¡Ya lo verán!
- Paimon: Muy bien, te estaremos animando. Sin embargo... ¿Seguro que estás bien?
- Kaveh: ¿Eh? ¿Me pasa algo?
- Paimon: Según Laila, a veces te hundes en algún tipo de conflicto interno.
- Kaveh: ¿Qué quieren decir? ¿Ustedes también creen que tengo algún defecto de personalidad?
- Paimon: ¡No hemos dicho nada de eso! Pero piénsalo. Quien dijo que quería ganar el premio fuiste tú, pero rechazaste los puntos que te ofreció Faruzán, y también ignoraste la prueba con tal de ayudar a esos fénecs...
- Kaveh: Alto ahí. ¿Qué tiene de raro todo eso? Ya les dije mis motivos en su momento: me habría sentido culpable en caso de actuar de otro modo. ¿Qué tiene eso de contradictorio?
¿Y por qué deberías sentirte culpable?
- Kaveh: ...
- Kaveh: Dicho así... Cierto, ¿por qué? Quizá es porque así es como soy. Además, si no hubiese actuado de esa forma, tendría la culpa si algo malo pasase luego.
- Paimon: La vida debe ser agotadora pensando de esa manera. Además, actuar así también puede ser peligroso... Por ejemplo, ¿valía realmente la pena desmayarse en medio del desierto?
- Kaveh: ... Es difícil de explicar. Miren, dejemos esto a un lado y hablemos de ello en otra ocasión. ¿Por qué querían ver a Alhacén?
Queríamos que le echase una ojeada a los archivos de Sachin.
- Kaveh: ¿Sachin? Ha estado hablando de él últimamente.
- Kaveh: Trajo algunos documentos relacionados con él, y recuerdo haberlo visto garabatear cosas mientras hablaba consigo mismo. Incluso me pidió que les echara un vistazo cuando tuviera tiempo, pero nunca lo hice. Esperen, a ver si los encuentro...
- Kaveh: Aquí están. Tomen.
- Paimon: Oh... ¿Seguro que podemos?
- Kaveh: ¿Por qué no? A él nunca le ha temblado el pulso para echarle mano a mi cerveza.
- Kaveh: Además, también me pidió hace unos días que les echase un vistazo. Como no lo consideré necesario entonces, los dejó ahí mismo.
- Kaveh: Conociéndole, si deja papeles por ahí tirados es porque no le importa que otros los lean. Así que no se preocupen.
- Paimon: Bien, entonces Paimon se queda más tranquila. Veamos qué hay sobre Sachin en estos documentos...
- (Habla con Kaveh, opcional)
- Kaveh: Aquí están los documentos. Léanlos cuanto gusten.
- (Diálogo opcional desbloqueado al usar la habilidad elemental de Nahida en Kaveh)
- Kaveh: (¿Habrá dejado esas notas a propósito o será una casualidad?... Pero si no es casualidad...)
- (Investiga el documento)
- Documentos sobre la mesa
- Sachin nació en el seno de una familia acaudalada. Su padre, Rajput, era un prestigioso comerciante de Sumeru con una larga lista de propiedades a su nombre.
- Cuando solo tenía nueve años, Sachin ingresó en la Facultad Vahumana con sobresalientes calificaciones. A los quince, ya había completado todas las asignaturas y se graduó el primero de su promoción. Sus logros académicos le valieron incluso el reconocimiento de los sabios.
- Tras cumplir los dieciséis, Sachin dio comienzo a su propia investigación sobre el entorno y las costumbres locales. Para ello, viajó tanto por los tupidos bosques como por las vastas dunas de Sumeru.
- Su padre falleció cuando él tenía 23 años. Sachin decidió entonces regresar a la Ciudad de Sumeru y ocuparse del negocio familiar. Y allí permaneció durante dos años más.
- Sin embargo, a los 25, Sachin emprendió un nuevo viaje por el extenso desierto de Sumeru para continuar con su investigación. Los registros afirman que viajó con una caravana y que pasó cierto tiempo en la Aldea Aaru.
- A los 32, Sachin retornó a la Ciudad de Sumeru. Para entonces, parecía cansado y consumido, y su estabilidad mental dejaba mucho que desear. Los rumores en torno a su persona no tardaron en surgir, pero él permaneció confinado en su habitación y jamás participó en aquellos chismes.
- A los 33 años, Sachin entregó todas sus propiedades a la Academia para que dispusieran de ellas y prometió donar todas las ganancias obtenidas a la Academia. Fue entonces cuando firmó un contrato sobre el futuro uso y legitimidad de toda su fortuna.
- Los siguientes extractos son una cita de lo que dijo Sachin durante la firma de dicho contrato:
- “Una cantidad mínima igual al 30% de todos los beneficios obtenidos del negocio familiar estará directamente destinada a los premios del Campeonato Interescolar con el objetivo de incentivar a los jóvenes prodigios de la Academia a participar en el campeonato...
- También me dispongo a donar toda mi colección a la Academia, incluyendo mi más preciada posesión, la corona de la sabiduría, que servirá como símbolo de honor y prestigio durante el Campeonato Interescolar. Solo el ganador tendrá derecho a ser coronado...
- Deseo aclarar que la Academia de Sumeru solo tendrá el derecho de conservación y explotación de mis bienes, pero, al igual que yo, carece de pleno derecho de propiedad sobre ellos.
- Cada año, durante la celebración del Campeonato Interescolar, presenciaré personalmente la elección del candidato ganador... Si considero a dicho ganador digno de mi reconocimiento, me presentaré ante él.
- Entonces, cederé todas mis posesiones a dicho elegido. El prodigioso electo tendrá derecho a disponer de los bienes y propiedades según estime oportuno bajo mi total autorización. Confío en que la Academia respete toda decisión que pueda tomar dicho candidato”.
- Tras completar la firma del contrato, Sachin regresó al desierto para continuar con el desarrollo de su investigación. No se ha vuelto a saber de él desde entonces.
- Algunos afirman haberse encontrado con él en el desierto, aunque ninguna de esas afirmaciones ha sido nunca debidamente confirmada. De los hechos aquí declarados han transcurrido ya dos décadas.
- Paimon: Cuánta información... A Paimon le da vueltas la cabeza.
- Paimon: En resumen, ¿que Sachin le entregó sus propiedades a la Academia para que las administrara por él, y luego se marchó a investigar alegremente?
- Paimon: También dijo que si alguno de los participantes le gustaba mucho, no solo le daría el premio, sino que le daría toda su fortuna... ¡Eso debe valer una montaña de Moras!
- Kaveh: ¿Cómo? ¿Lo dices en serio?
- Kaveh: La fortuna de Sachin... debería bastarme y sobrar para toda una vida. Con ella, podría pagar mi deuda, comprarme una casa, y aún me quedarían Moras para gastar a manos llenas...
- Kaveh: Podría incluso construir un palacio como el Alcazarzaray... ¡No, uno diez veces más grande!
- Kaveh: Y también está ese nuevo proyecto en Puerto Ormos. Para reformar el puente, se necesitarían al menos...
- Paimon: ¡Ey, ey! ¡Deja de hacer castillos en el aire y pon los pies en la tierra!
- Kaveh: Cierto. Ahora lo prioritario es conseguir el premio y salir cuanto antes de aquí...
- Paimon: ¿Eh? Espera, parece que hay una nota entre esas páginas.
- Paimon: ¿La habrá escrito Alhacén? Parece que la escribió mientras le daba vueltas a algo. Veamos... Oh, hay dos frases marcadas con un círculo.
- Paimon: La primera es: “¿Sachin está vivo o muerto?”, y la segunda: “Corona de la sabiduría”.
- Paimon: Algunas de las cosas que hay escritas son incomprensibles. ¿Estará escrito en otro idioma?
- Kaveh: Deja que mire... Humm, reconozco este texto. Denme un momento...
- Kaveh: “Aunque los ideales elevados no puedan necesariamente resistir al nihilismo, es posible que las pequeñas decisiones sí”. No puedo asegurar que mi traducción sea completamente fiel, pero esa es más o menos la idea.
- Kaveh: ... Humm. Abajo hay algo más escrito con letra pequeña... ¿Eh? ¿Qué habrá querido decir con esto?
- Paimon: ¡Es increíble que comprendas una escritura tan extraña como esta!
- Kaveh: Durante nuestra época de estudiantes colaboramos juntos en un trabajo. El tema era «Interpretación de claves arquitectónicas en las antiguas runas y escrituras halladas en las ruinas antiguas de la civilización del Rey Deshret». Aprendí entonces alguna cosa que otra sobre escrituras antiguas.
- Paimon: Oh, con razón... ¿Pero qué quiso decir Alhacén con todo esto?
- Kaveh: A saber. Ese tipo tiene una forma de pensar muy particular.
- Paimon: Está bien. Parece que aquí no encontraremos más pistas.
Esperemos que Aarav haya progresado algo.
- Paimon: Sí. Esperemos que atrape pronto a esos canallas. Pero antes, eh... Vayamos a dar una vuelta.
- (Habla con Kaveh otra vez, opcional)
- Kaveh: ¿“Pequeñas decisiones”? ¿En qué estaría pensando cuando lo escribió?
Historial de cambios[]
Se añadió en la Versión 3.6