Silencio final es la última parte de la Misión legendaria de la historia de Cyno: Lupus Aureus , Acto I: «Arenas solitarias».
Detalles[]
- Lleva la carta de Cyno a Nabil
- Dirígete a la sala de archivos para obtener información
- Busca pistas en la sala de archivos
- Sal de la sala de archivos
- Pregunta sobre los últimos envíos de mercancía
- Pide información al guardia
- Ve a buscar pistas a la casa de Taj
- Reúnete con Cyno
- Encuentra la Corte de la Desolación según las indicaciones en el mapa
- Entra a la Corte de la Desolación
- Llega al fondo de la Corte de la Desolación
- Derrota a Taj
- Habla con Cyno
- Habla con Cyno
- Espera a que pasen cuatro días
- Dirígete al Caravasar Ribat
- Busca a Cyno en el Caravasar Ribat
Recompensas[]
- EXP de Aventura
- Protogema
- Mora
- Guía de la exhortación
- Gran Juez de servicio
- Ingenio del héroe
- Mineral de refinamiento místico
Diálogos[]
- ( Lleva la carta de Cyno a Nabil )
- Nabil: ¡Hola, nos volvemos a encontrar!
- Nabil: ¿Hubo algún progreso con el caso?
- Le das a Nabil la carta de Cyno.
- Nabil: Oh, ¡así que lograron encontrar a Cyno! Espero que le esté yendo bien.
Está bien.
Está como siempre.
- Nabil: Ya leí la carta, y he de admitir que no esperaba que el asunto fuera tan grave... Lo siento, no los habría involucrado de haber sabido que sería tan peligroso.
- Paimon: No pasa nada. Nosotros también queríamos ayudar a Cyno.
- Nabil: Jaja, ya veo que confía en ustedes. Los documentos de investigación que se encuentran en la sala de archivos no son algo común y corriente. Todo lo que encontrarán allí está relacionado con investigaciones peligrosas que han sido prohibidas por la Academia.
- Nabil: No mucha gente tiene autorización para entrar, pero con esta carta de Cyno, no habrá ningún problema.
¿Investigaciones prohibidas?
- Nabil: Así es. La Academia siempre muestra su apoyo cuando de investigación se trata. Anima a los eruditos a llevar a cabo todo tipo de estudios.
- Nabil: Sin embargo, algunas de esas investigaciones son tan peligrosas que la matra tiene que intervenir para detenerlas. Cuando este tipo de investigaciones queda prohibida, la mayoría de los documentos se destruye.
- Nabil: Pero una parte de la información se conserva como registro para advertir a los futuros investigadores. Dicha información se guarda en una sala de archivos secreta muy bien vigilada.
- Nabil: Vamos, les enseñaré las instalaciones. Con un poco de suerte, encontraremos las respuestas que busca Cyno.
- Paimon: Una sala de archivos secreta... Suena peligroso. Tendremos que andar con cuidado.
- ( Dirígete a la sala de archivos para obtener información )
-
- Nabil explica la situación al archivista...
- Utayba: Entiendo...
- Utayba: Ya que vienen recomendados por Cyno, seguro que son de fiar. La información sobre la Corte de la Desolación está a su disposición. Si tienen alguna pregunta, no duden en preguntarme.
- Utayba: Eso sí, les recomiendo que eviten el resto de los documentos de investigación. A veces, cuanto menos sepas, mejor.
- Utayba activa el mecanismo y una puerta secreta aparece en el muro.
- Nabil: Así que esta es la sala de archivos... Nunca pensé que vería el interior. Es la primera vez tanto para ustedes como para mí.
Todo gracias a Cyno.
Utayba, ¿tú también conoces a Cyno?
- Utayba: En la Academia hay mucha gente que no entabla conversación con otras personas, pero aun así, no son muchos a los que les puedes confiar un secreto de verdad. Cyno es una de esas pocas excepciones.
- Utayba: Aunque ya no esté en la Academia, sigo confiando en él. Y naturalmente, también confío en la gente en la que él confía.
- Utayba: Ahí están los documentos. Sean rápidos.
- ( Busca pistas en la sala de archivos )
- Paimon: Guau, cuántas cosas para leer... Viajero, ¿has encontrado alguna pista?
Murtada Radkani...
El nombre de este investigador me resulta familiar...
- Paimon: A Paimon le recuerda al antiguo compañero de Cyno.
- Utayba: ¿Su antiguo compañero? Ese es Taj Radkani, pero no andan muy lejos. Murtada Radkani era el único hijo de Taj.
- Nabil: ¿Cómo? ¡¿El hijo de Taj acabó en prisión por investigar la Corte de la Desolación?!
- Paimon: ¿Por qué te sorprendes tanto? Eres un matra, ¿no?
- Nabil: Es que... lo arrestaron en secreto y no se dio a conocer al público. Solo sabía que el hijo de Taj había sido encarcelado. Probablemente yo no sea el único que no lo sabía. Apuesto a que Cyno tampoco estaba enterado de nada.
¿Hay alguna forma de que nos reunamos con Murtada?
- Utayba: Por desgracia, no... Murtada se quitó la vida poco después de que lo arrestaran.
- Utayba: Han oído hablar de Taj, ¿cierto? Sé que Nabil sí, ya que todos los matra lo conocen.
- Utayba: Este año debería cumplir unos cincuenta años, por lo que es uno de los matra más veteranos. Es un hombre íntegro, honesto y con un gran historial de logros. Su reputación se remonta tiempo atrás.
- Utayba: Antes era el compañero de Cyno. Taj también es muy bueno con la lanza, así que solían practicar juntos cuando no estaban en una misión.
- Nabil: Creo que se lo oí decir a Cyno una vez. Pero un día, Taj se retiró del trabajo lo trasladaron a un puesto administrativo.
- Nabil: Me pregunto si tuvo algo que ver con el incidente de Murtada.
- Utayba: Cuando Murtada Radkani nació, Taj ya era una persona muy conocida.
- Utayba: Por eso, cuando Murtada entró a la Academia, todo el mundo esperaba mucho de él y tuvo que soportar una gran presión.
- Utayba: Luego tuvo una buena pelea con su padre, pero finalmente se reconciliaron. Poco después, salió a la luz que Murtada había estado investigando la Corte de la Desolación, lo cual suponía una violación de las normas de la Academia.
- Utayba: Taj arrestó a Murtada y lo puso entre rejas. Su hijo le suplicó que lo indultaran, pero Taj no aceptó.
- Utayba: Poco después, Murtada acabó cortándose el cuello con los pedazos de un cuento roto... Cuando Taj llegó, ya era demasiado tarde. No pudo ni ver a su hijo por última vez.
- Utayba: Desde entonces, Taj viene de vez en cuando a la sala de archivos y consulta los documentos de la investigación de su hijo con resentimiento. Supongo que por eso decidió trasladarse a un puesto administrativo.
- Nabil: No sabía que había ocurrido algo así. Eso debió ser muy duro para Taj. Nunca le he oído hablar de ello con nadie...
- Paimon: Ohhh, eso es horrible. Paimon se siente muy triste... ¿Tú qué piensas, Viajero?
¿Dices que Taj suele venir a la sala de archivos?
¿Taj vio las investigaciones de Murtada?
- Nabil: Un momento, no estarás empezando a sospechar de Taj, ¿no?
- Nabil: Eso no puede ser, Taj nunca haría eso. Es posible que tenga una buena reputación y acceso a esa investigación...
- Nabil: Pero se trata de Taj. Nunca haría nada que fuera en contra de las reglas. ¡Nunca!
- Utayba: Pero si están seguros de que el conocimiento encapsulado se originó en la Academia, entonces Taj es realmente un sospechoso.
- Utayba: Porque era el único que podría haber leído los documentos de investigación sobre la Corte de la Desolación.
- Utayba: Hay tantos documentos sobre esas ruinas que sería complicado reanudar la investigación, ya que los siete eruditos originales fueron a la cárcel. El mero hecho de intentar comprender los documentos ya es complicado.
- Utayba: Pero si los documentos fueran convertidos en conocimiento encapsulado, su información se podría entender en un abrir y cerrar de ojos y, al hacerlo, se podría retomar la investigación al margen de la Academia sin que nadie lo supiese.
- Nabil: Aun así...
- Utayba: Según las leyendas, con los tesoros de la Corte de la Desolación sería posible controlar la vida y la muerte, e incluso devolverle la vida a los muertos, ¿cierto? Tal vez Taj esté intentando resucitar a Murtada.
- Utayba: Personalmente, no creo que Taj fuera capaz de hacer algo así. Simplemente digo lo que sé. Investigar la verdad y encontrar a los culpables es responsabilidad de la matra.
- Utayba: ¿Alguna otra pregunta? Si no, será mejor que se vayan.
- Paimon: Paimon está muy confundida... Viajero, ¿qué hacemos ahora?
Vayamos a preguntar a otro lugar.
- Nabil: Oh, ahora que lo pienso, Cyno sospechaba que el conocimiento encapsulado procedía de la Academia, ¿cierto?
- Nabil: Es imposible que esa cantidad de cajas no llamara la atención de nadie. Tal vez podríamos preguntar en la entrada de la Academia para ver si descubrimos algo.
- Nabil: ¡No te preocupes, Taj! ¡No dejaré que ensucien tu reputación!
- Paimon: Bien, ¡vamos a preguntar!
- ( Sal de la sala de archivos )
- ( Pregunta sobre los últimos envíos de mercancía )
- Nabil: Perdona, ¿has visto una gran cantidad de mercancía saliendo de la Academia hace poco?
- Yehnam: No, que yo sepa. Tal vez deberían preguntar a otra persona.
- Nabil: Perdona, ¿has visto una gran cantidad de mercancía saliendo de la Academia hace poco?
- Badr: ¿Eh? Pues sí, pero ¿eso es normal, no?
- Badr: En la Academia se consumen muchos recursos todos los días, desde ingredientes de cocina y materias primas, hasta material para experimentos. Es normal que entre y salga mercancía.
- Paimon: Sí, pero estamos buscando una mercancía con el sello de la matra. ¿Has visto algo de ese estilo?
- Badr: Eso no lo sé con seguridad. Normalmente no me fijo en si la mercancía lleva un sello o no. Tendrán que preguntar a otro.
- ( Pide información al guardia )
- Nabil: Perdona, ¿has visto una gran cantidad de mercancía saliendo de la Academia hace poco?
- Payam: ¿Por qué lo preguntas?
- Nabil: Solo quiero asegurarme de que no ocurra nada fuera de lo normal.
- Payam: Bueno, no es que sea algo fuera de normal, pero sí hay algo que me llamó la atención.
- Payam: Un erudito de la Escuela de Tecnología ha estado enviando muchas cosas últimamente. Al menos unas cuantas decenas de cajas cada vez, puede que más.
- Payam: Cuando le pregunté al respecto, me dijo que eran máquinas antiguas y desgastadas. Los de la Escuela de Tecnología suelen vender esas máquinas viejas a comerciantes itinerantes, así que no le di demasiada importancia.
- Payam: Pero ese tipo ha estado haciendo un montón de envíos últimamente. Nunca antes ha habido tantas máquinas obsoletas.
- Nabil: ¿Y no te pareció sospechoso? ¿Por qué no informaste de ello para que lo investigaran?
- Payam: Las cajas llevaban el sello de la matra. ¿Por qué tendría que haberlo hecho?
- Payam: Y claro que me extrañó lo del sello. Pensé que tal vez lo habrían falsificado o algo, pero ¿saben lo que pasó?
- Payam: Ese famoso Taj vino a decirme que ya había inspeccionado la mercancía, y me ordenó dejar en paz al erudito. No podía cuestionar una orden directa de alguien como él, ¿no creen?
- Nabil: No puede ser. Tiene que haber algún error... Taj no puede haber...
Cálmense todos.
- Nabil: ¡No, no puede ser! Taj siempre ha sido un hombre honrado. ¡Alguien debe de estar tendiéndole una trampa!
- Nabil: Un momento. Conozco a un matra que trabaja con Taj. ¡Le pediré que nos lleve a hablar con él!
- Nabil sale corriendo sin dar una explicación y regresa poco después con otra persona...
- Usem: *Suspira*, ya te dije que no tengo forma de contactar con Taj.
- Usem: Ayer vinieron a buscarlo unos Eremitas y se reunió con ellos en su oficina. Yo me quedé fuera y los oí decir algo así como "la encontramos".
- Usem: Antes de darme cuenta, se abrió la puerta y Taj se fue con ellos. También vi que se había puesto el uniforme de Los Eremitas.
- Usem: El caso es que Taj no vino hoy a trabajar, así que empecé a preocuparme. Si quieren hablar con él, podrían ir a buscarlo a casa. Vive en las afueras de la ciudad.
- Paimon: Un grupo de Eremitas... ¿Será Taj quien está haciendo todas esas cápsulas de conocimiento?
- Nabil: I-imposible... Taj es como Cyno: son como héroes para la matra. ¿Cómo podría haber...?
¿Y si vamos a su casa a ver?
- Nabil: De acuerdo. Tampoco tenemos otra opción...
- Paimon: Vamos, ¡no te desanimes! Llegaremos al fondo de esto.
- ( Ve a buscar pistas a la casa de Taj )
- Nabil: ¿Esta es la casa de Taj? Parece que no hay nadie dentro.
- Paimon: ¿Qué hacemos? ¿Entramos?
- Nabil: No... Un momento, ¡la puerta no está cerrada con llave! ¿Será que Taj se fue apresurado?
- Nabil: Pero aún no sabemos si él es realmente el culpable. Quizás no sea muy buena idea entrar así sin permiso...
No tenemos más alternativa.
Tenemos que hacerlo para limpiar su nombre.
- Nabil: *Suspira*, tienes razón. Aunque solicitásemos una orden judicial ahora mismo, no podríamos hacer nada hasta mañana como pronto, y esto es una emergencia. Solo espero que a Taj no le importe.
- Entran en la casa de Taj para investigar...
- Nabil: ¿Qué es...?
- Paimon: Un papel con un montón de nombres... Oh, y un mapa. Nabil, ¿puedes leerlo?
- Nabil: Sí, definitivamente es la letra de Taj. Estos papeles parecen registros.
- Nabil: Estas son transacciones entre Taj y otras personas. A juzgar por las cuentas, la escala de este caso de contrabando es inmensa.
- Nabil: ¡Hay más de trescientos implicados! Y decenas de ellos son personalidades importantes. Hay eruditos de renombre, comerciantes, mercenarios...
- Nabil: Creo que Cyno no sabe a qué se enfrenta. ¡Una organización de esta magnitud no la puede confrontar una sola persona!
A lo mejor sí lo sabe.
Aún así, no va a rendirse.
- Nabil: Cierto. Él es así...
- Nabil: En cuanto al mapa, parece que indica la ubicación de la Corte de la Desolación. Llevémoslo a Cyno y que él decida cómo proceder.
- Nabil: Si Taj ha dejado de lado su honor y ha hecho algo tan horrible, creo que estará ahora mismo en la Corte de la Desolación.
- Nabil: No quiero sospechar de él, pero tampoco lo conozco tan bien. Tal vez Cyno sepa qué hacer.
- Paimon: Bien, le llevaremos esto a Cyno y ya veremos. ¡Andando!
- ( Reúnete con Cyno )
-
- Le cuentas a Cyno todo lo que ha pasado...
- Paimon: ¿Y bien, Cyno? ¿Qué piensas?
- Cyno: Humm, Taj... Hace mucho que no nos vemos.
- Cyno: Lo recuerdo como una persona más bien conservadora. A veces recurría a métodos un tanto extremos, pero nunca haría nada que fuese contra sus creencias.
- Paimon: Entonces... ¿Crees que puede estar detrás de todo esto?
- Cyno: No lo sé.
- Cyno: No puedo ni imaginarme lo mucho que le afectó todo el asunto de Murtada, ni tampoco puedo negar la posibilidad de que la gente cambie.
- Cyno: Haya sido por amor a su hijo o por cualquier otro motivo, tendremos que comprobarlo con nuestros propios ojos antes de juzgarlo, o al menos ver en qué clase de persona se ha convertido.
Por ahora las pruebas apuntan a él.
- Cyno: Así es. En cualquier caso, es indiscutible que estuvo involucrado en todo esto y que no informó de ello. Eso es innegable.
- Cyno: Por eso quiero verlo. Quiero preguntarle por qué y quiero juzgarlo por mí mismo.
- Cyno: Vamos, el tiempo juega en nuestra contra.
- ( Encuentra la Corte de la Desolación según las indicaciones en el mapa )
- ( Entra a la Corte de la Desolación )
- ( Llega al fondo de la Corte de la Desolación )
- Cyno: Taj...
- Taj Radkani: Oh, Cyno, cuánto tiempo sin verte. ¿Cómo has estado?
- Taj Radkani: Ya que has venido hasta aquí, debes de estar a punto de terminar tu investigación, ¿cierto? Más rápido de lo que me esperaba. ¿Es porque tienes nuevos compañeros?
- Cyno: Así es. La investigación casi ha terminado, pero aún queda por responder la cuestión más importante.
- Cyno: ¿Fuiste tú quien hizo contrabando de el conocimiento encapsulado y quien investigó la Corte de la Desolación?
- Taj Radkani: Así es, fui yo.
- Cyno: ¿Por qué lo hiciste?
- Taj Radkani: Esa es la parte difícil. Digamos que porque he cambiado. Me he vuelto un cobarde egoísta que solo vela por sus propios intereses.
- Cyno: Me cuesta creerlo.
- Taj Radkani: ¿Ah, sí? A mi forma de ver, todo el mundo acaba así tarde o temprano.
- Taj Radkani: Cuando uno es joven, puede desinhibirse, no tiene responsabilidades y vive según sus propios valores. Pero a medida que creces, comienzas a tener más cuidado. Sabes que hay cosas que están mal y, aun así, haces la vista gorda.
- Taj Radkani: Yo también era así. Nunca cuestioné mis propias acciones hasta que Murtada murió. Entonces, sentí cómo el sentimiento de justicia al que me aferraba comenzaba a derrumbarse lentamente.
- Taj Radkani: Lo hice todo con gran dedicación, pero a medida que envejecía, me sentía cada vez más solo... más desgraciado. ¿Sabes lo que es no querer seguir viviendo pero no poder morir?
- Cyno: ...
- Taj Radkani: Fui yo quien metió a Murtada en prisión, y con ello entré en este doloroso camino. Mi hijo me odió hasta el día en que murió, y ahora yo tengo que vivir con ese dolor y ese arrepentimiento.
- Taj Radkani: Le fallé como padre, pero ahora... ahora tengo la oportunidad de enmendar mis errores y de reunirme con él.
- Taj Radkani: ¡La Corte de la Desolación! Aquí está la clave para trascender la vida y la muerte, e incluso el poder de resucitar a los muertos.
- Cyno: Entonces, ¿ya conseguiste lo que buscabas en este lugar?
- Taj Radkani: Jeje... ¿Ves la puerta que hay detrás de mí? Tras ella están los tesoros que busco.
- Taj Radkani: Estoy muy cerca, Cyno. Si no hubieras llegado ahora, ya habría...
- Cyno: Déjate de conjeturas. El pasado, pasado está. No puedes resucitar a los muertos.
- Cyno: Al final, esos tesoros que buscas no son más que mitos y leyendas.
- Taj Radkani: Si tan seguro estás, ¿por qué no dejas que abra la puerta y eche un vistazo?
- Cyno: No. Percibo un gran peligro detrás de esa puerta. Si la abres, las consecuencias podrían ser terribles.
- Taj Radkani: Te lo ruego... Como tu antiguo compañero, ¿puedes dejar que cumpla mi última voluntad?
- Taj Radkani: Ya deberías haberte dado cuenta. Hacer tu trabajo sin piedad no hará más que alejarte de los demás. Yo soy el mejor ejemplo de ello.
- Cyno: Yo no pienso demasiado en las cosas. Si hay una manera de defender mis principios, entonces ese es el camino que seguiré.
- Taj Radkani: Parece que no hay forma de convencerte... Bien, veamos si tus habilidades con la lanza han mejorado.
- ( Derrota a Taj )
- ( Habla con Cyno )
- Cyno: Tu poder...
- Taj Radkani: Lo sientes, ¿verdad? Soy más fuerte de lo que recuerdas. Al entrar en la Corte de la Desolación, obtuve un nuevo poder.
- Taj Radkani: Y eso solo era una prueba. En cuanto abra la puerta que tengo detrás, mi poder será total. ¡Podré incluso trascender la vida y la muerte!
- Paimon: Oh, oh, ¡tenemos que detenerlo!
- Cyno: No dejaré que abras esa puerta.
- Taj Radkani: Yo no estaría tan seguro de ello. Me temo que no te será tan fácil detenerme ahora que estás herido. ¿O estás dispuesto a sacrificarte por esto?
- Cyno: Haré lo que sea necesario.
- Taj Radkani: ...
- Taj Radkani: Aún me acuerdo de cuando empezamos a ser compañeros. Siempre te adelantabas y ponías tu vida en peligro, igual que ahora.
- Taj Radkani: Y después de tanto tiempo, aún no has cambiado.
- Cyno: Tú tampoco has cambiado. Dejaste esa lista y ese mapa en casa a propósito, ¿cierto? Querías que te encontrara aquí.
- Cyno: Todo esto no ha sido más que una pantomima. Lo que acaba de ocurrir también era parte de tu plan... Habrás engañado a toda esa gente de la lista, pero a mí no me engañas.
- Cyno: Al principio solo lo sospechaba, pero lo he corroborado al luchar contra ti. Si de verdad hubieses cambiado, tu estilo de combate no sería el mismo que antes.
- Paimon: ¿Eh? ¿Qué quieres decir, Cyno?
- Cyno: Nunca tuvo la intención de abrir la puerta. Su verdadera intención era...
- Antes de que Cyno pudiera terminar de hablar, todo alrededor comienza a temblar y escuchan un ruido muy fuerte proveniente de arriba.
- Paimon: ¡Ahhh! ¿Qué pasa?
- Taj Radkani: Parece que no nos queda demasiado tiempo... Terminemos rápido con esto.
- Taj Radkani: Tras la muerte de Murtada, me sentí totalmente abatido. Durante mucho tiempo, solo deseaba que esta realidad no fuese más que una pesadilla, y que al despertar pudiera volver a ver su sonrisa.
- Taj Radkani: Entonces, unas personas se acercaron a mí para colaborar y encontrar la Corte de la Desolación. Las investigué por mi cuenta y descubrí que formaban parte de una enorme organización.
- Taj Radkani: Era gente de todo tipo. Buscaban incansablemente su localización e invertían incontables cantidades de Moras en investigaciones secretas. Hasta estaban dispuestos a dar su vida solo para que apareciera la Corte de la Desolación.
- Cyno: No me extraña que prohibir la investigación fuera insuficiente. Ya estaba en marcha una operación a gran escala.
- Taj Radkani: Soy humano después de todo, así que por supuesto que tuve mis dudas y cavilaciones... El pensamiento de resucitar a mi hijo era tentador, pero al final, entré en razón y me di cuenta de que no podía ir por esa vía.
- Taj Radkani: Entonces, en medio de todo ese sufrimiento, me di cuenta de algo... La Corte de la Desolación, aquel lugar que en el pasado trajo la desgracia a la gente, seguía haciéndolo incluso siglos después.
- Taj Radkani: Mientras este lugar siga existiendo, la gente seguirá buscándolo incansablemente, como hizo Murtada, generación tras generación e independientemente del precio a pagar.
- Taj Radkani: Así que dejemos que quede sepultada bajo la arena para siempre. Sin la Corte de la Desolación, se acabará la obsesión de la gente por buscarla.
En el camino hacia aquí vimos unos muros dañados.
Vas a destruir la Corte de la Desolación, ¿cierto?
- Taj Radkani: Así es. Actué como si hubiera renunciado a mis convicciones solo para que colaboraran conmigo sin sospechar nada. Era la única manera de encontrar y destruir este lugar.
- Taj Radkani: Pero eso no fue suficiente. Tenía que encontrar alguien confiable que pudiera juzgar a toda esta organización. La Academia prohíbe las investigaciones sobre la Corte de la Desolación, así que nunca habrían autorizado mi plan.
- Taj Radkani: Para empeorar aún más las cosas, la organización es tan poderosa que hasta tiene miembros trabajando en la Academia. Si quería acabar con ellos, no podía depender únicamente de la Academia.
- Cyno: ¿Así que por eso fingiste ser el que estaba detrás de todo esto? ¿Para ponerme a prueba?
- Taj Radkani: Sí. Lo siento, pero ahora puedo estar tranquilo. No has cambiado nada. Sigues siendo el mismo de siempre, valiente y sin ceder ante nadie.
- Taj Radkani: Este sitio se está derrumbando, salgan ya.
- Paimon: ¿Por qué no vienes? ¡Ahí fuera hay muchos tipos malos a los que detener!
- Cyno: Su destino está escrito. Ya no le queda ni un soplo de vida. Es como una vela sin llama que consumir...
Quiere decir que...
"Para acceder a la Corte de la Desolación, hay que pagar con la vida"...
- Cyno: Lo tenías planeado desde el principio, ¿cierto?
- Cyno: Te arriesgaste a que te trataran como un traidor para colaborar con ellos y sacrificas tu vida para abrir y destruir la Corte de la Desolación...
- Taj Radkani: Sea como sea, cometí un grave error al permitir el contrabando de conocimiento encapsulado y la investigación de este lugar. Deja que esta sea mi sentencia final.
- Taj Radkani: Siempre he estado tan ocupado trabajando que nunca saqué tiempo para cumplir los deseos de Murtada.
- Taj Radkani: Encontrar este sitio era su mayor deseo. Ya que me reuniré con él aquí, solo puedo esperar que no tenga ninguna razón para estar resentido conmigo.
- Taj Radkani: Te dejaré al cargo de toda esa gente de la lista. Lamento todos los problemas que te he causado.
- Cyno: No tienes que pedir perdón por nada, somos compañeros.
- Cyno: Si ves a Murtada... salúdalo de mi parte. Adiós.
- La arena no para de entrar y la Corte de la Desolación está a punto de ser engullida por el desierto. En los últimos instantes de su vida, Taj se pone a pensar sobre su hijo Murtada, con el que siempre fue muy estricto desde pequeño. De niño, la relación entre ambos era pésima. Cuando, ya mayor, tuvo que arrestarlo, su hijo le imploró que hiciera una excepción... En el otro extremo, Cyno y tú corren desesperados para salvar sus vidas, mientras que atrás, imperturbable ante la muerte, el viejo matra Taj Radkani pronuncia sus últimas palabras: "Porque... somos matra".
- ( Habla con Cyno )
- Paimon: La Corte de la Desolación...
Desapareció.
- Cyno: Como dijo Taj, ese lugar ha sido la causa de muchos desastres y tragedias.
- Cyno: Quedar sepultada bajo la arena es el final que se merece.
¿Y qué hay de la organización?
- Cyno: Mientras haya Mora en juego, ignorarán las reglas de la Academia aunque se trate de la Corte de la Desolación o de cualquier otra cosa.
- Cyno: Su único objetivo es obtener enormes beneficios a raíz de investigaciones peligrosas. Taj los ha demorado con la Corte de la Desolación, pero no tardarán en buscar otro objetivo.
- Cyno: Pero no les daré esa oportunidad.
- Paimon: ¡Te ayudaremos!
- Cyno: Gracias, pero ya hicieron suficiente por mí.
- Cyno: Yo me ocuparé del resto y los llevaré ante la justicia. Además, les prometí que eliminaría cualquier amenaza.
- Cyno: Y eso es lo que voy a hacer. Espérenme en el Caravasar Ribat dentro de cuatro días.
- ( Espera a que pasen cuatro días )
- ( Dirígete al Caravasar Ribat )
- Nabil: ¡Volvemos a vernos! Muchas gracias por toda su ayuda.
- Paimon: Nabil, ¿qué haces aquí?
- Nabil: Un grupo de sospechosos del desierto van a pasar por el Caravasar Ribat, así que vine para vigilar. Como es el último grupo, regresaré a la Academia tras el traslado.
¿Cómo va la cosa?
¿Qué ha pasado en estos últimos días?
- Nabil: Han sido unos días peliagudos, pero afortunadamente, puedo decir con seguridad que por fin podremos cerrar el caso.
- Nabil: Al principio, los grupos de mercenarios de la lista pelearon muy duro. Hicieron varios intentos desesperados para encubrir la verdad. Sin embargo, oí que alguien había cruzado el desierto y tomado su guarida en solo una noche.
- Nabil: Después, la gente de la lista empezó a presionar a los altos cargos de la Academia. Cundió el pánico entre la gente y el caso llegó a un punto muerto.
- Paimon: ¿Entonces? ¿Qué pasó después?
- Nabil: Después llegaron las noticias de que Taj Radkani se había sacrificado en el caso, lo cual agitó bastante nuestras filas.
- Nabil: Entonces, la matra se movilizó contra el enemigo. Nos deshicimos de los traidores infiltrados en la Academia y arrestamos a todos los eruditos de la lista.
- Nabil: Algunos consiguieron escapar de la Academia, pero ninguno pudo huir de verdad. Los fugitivos que se dispersaron fueron atrapados a lo largo de toda Sumeru por la misma misteriosa persona que había derrotado a los grupos de mercenarios.
- Nabil: Oí incluso que alguno estuvo a punto de escapar hacia Fontaine, pero que lo atraparon justo en la frontera. Hay más de 300 prisioneros arrestados e interrogados, lo cual ha causado un verdadero caos.
- Paimon: Entonces con esto se acabó todo, ¿cierto? Atrapar a todas las personas de la lista significa que no habrá ni más contrabando de conocimiento encapsulado ni más víctimas.
- Paimon: Fue mucho trabajo, pero Paimon cree que conseguimos algo grande.
- Nabil: Así es. Muchas gracias por su ayuda.
- Nabil: En cuanto a la persona misteriosa que atacó el campamento de mercenarios... Es Cyno, ¿verdad? No se me ocurre nadie más capaz de conseguir tal hazaña.
- Nabil: Por cierto, ¿han tenido contacto con Cyno últimamente? Creo que lo vi mientras hacía guardia cerca de aquí.
- Nabil: Caminaba junto a alguien que no reconocí, y en un abrir y cerrar de ojos los perdí de vista. Si lo ven, salúdenlo de mi parte, por favor.
- Paimon: ¡Claro que sí, Nabil! Y ten cuidado, ¡que no se te escape ninguno de esos tipos malos!
- Nabil: Tranquila. Si pasa algo, no duden en venir a buscarme a la Academia cuando quieran. ¡Nos vemos!
- ( Busca a Cyno en el Caravasar Ribat)
- Tignari: Intentar juzgar a más de 300 personas debe de ser muy emocionante, pero te aseguro que esa no es la mejor solución.
- Cyno: Lo sé.
- Cyno: Sin embargo, durante los interrogatorios averigüé algo inesperado: al parecer, alguien engañó a Murtada Radkani para que se interesara en investigar la Corte de la Desolación.
- Cyno: Murtada siempre vivió a la sombra de su padre, y naturalmente quiso realizar una investigación que fuera trascendental y significativa.
- Cyno: Tras su muerte, la organización intentó aprovecharse del sentimiento de culpa que Taj sentía por su hijo para reclutarlo.
- Cyno: Que jugaran así con los sentimientos de la gente, tratándola como escoria solo por sus propios intereses... Eso me enfurece.
- Tignari: Lo entiendo. Toma, estas son algunas trampas botánicas en las que he estado trabajando. Llévatelas por si las necesitas alguna vez.
- Tignari: Cuando lances una al barro, crecerá muy rápido y soltará un polen paralizante. Yo no las suelo usar, tú quizás sí y puedas ayudarme a recopilar más datos experimentales.
- Paimon: ¡Cyno, Tignari!
- Paimon: ¡Así que la persona que vio Nabil era Tignari! ¿También viniste a ver a Cyno?
- Tignari: Sí. Cyno me pidió que recogiese algunas hierbas medicinales para ayudar a una muchacha llamada Simín.
- Tignari: También aproveché para comprobar si Cyno tenía alguna herida. Parece estar bien físicamente, pero se le ve más solitario de lo que recordaba.
- Tignari: ¡Cyno, relájate! No siempre tienes que verte tan serio. ¿Por qué no juegas más a Invocación de los Sabios? A Collei siempre le has dado un poco de miedo, y tu rígida expresión tampoco ayuda.
- Cyno: ¿Cómo está Collei?
- Tignari: Ha crecido un poco, pero sus notas aún tienen que mejorar. En su último examen cometió unos cuantos errores incluso después de que le marcara el contenido importante en el libro.
- Tignari: Últimamente parece estar mejorando, así que estoy planeando hacerla salir más. Tengo algo con lo que puede ayudarme...
- Paimon: ¿Eh? ¿Collei va a salir del Bosque Avidya? ¿Qué ocurrió?
- Tignari: Le he pedido que imparta algunas conferencias de manera puntual sobre los peligros del conocimiento encapsulado y sobre cómo utilizarlo de forma segura.
- Tignari: Aunque hemos arrestado a todos los criminales detrás de este caso de contrabando, mucha gente aún siente curiosidad y busca el conocimiento encapsulado.
- Tignari: Así que le pedí que trabajara en fomentar el conocimiento y concienciar a la gente sobre el tema. Por favor, asegúrense de echarle un ojo.
- Cyno: No te preocupes.
- Tignari: Si pasara algo, los tres saben que pueden encontrarme en el Bosque Avidya. Cuídense.
- Cyno: Ya atrapé a los que pretendían atacarte desde las sombras.
- Cyno: Aunque algunos criminales se nos hayan escapado de las manos, no saben que ustedes participaron en el caso, así que pueden estar tranquilos.
- Paimon: ¿Y tú, Cyno?
- Cyno: Aún no es momento de descansar. Los deseos de quienes murieron se cumplieron, pero los vivos debemos seguir adelante.
- Cyno: En estos últimos días he estado pensando sobre lo que dijo Taj en la Corte de la Desolación. Sus palabras cargaban un gran significado... La gente cambia y ninguna creencia puede resistir por completo la erosión del tiempo.
- Cyno: Espero que, en mi caso, pueda cambiar lentamente para seguir avanzando un poco más.
- Cyno: Así, quienes me vean como su superior y quienes sigan mis pasos aprenderán de mí y se volverán valientes.
- Cyno: Igual que yo me volví más valiente gracias a mis superiores y mis compañeros.
No será una tarea fácil.
Espero que eso te haga feliz, Cyno.
- Cyno: Estaré bien. También disfruto hablando con ustedes.
- Cyno: Hay muchas cosas sobre las que me siento mejor una vez que hablo sobre ellas.
- Cyno: Muchas personas quieren ir al desierto a ofrecer sus condolencias a Taj, pero no les di ningún detalle... Prefiero no revelar la ubicación de la Corte de la Desolación.
- Cyno: Si pudiéramos encontrar algunas flores que crecieran en las áridas condiciones del desierto, me gustaría que viniesen conmigo a plantarlas en las ruinas de la Corte.
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