Prólogo

El Prólogo es la Misión de Arconte que toma lugar en la nación de Mondstadt.

Lista de actos[]

Acto I - El forastero que atrapó el viento
- Requisito: Completar la Misión de Arconte Camino del errante
Acto II - Por un mañana sin lágrimas
- Requisito: alcanzar el Rango de Aventura 10.
Acto III - Canción del dragón y la libertad
- Requisito: alcanzar el Rango de Aventura 18.

Historia[]

Acto I - El forastero que atrapó el viento[]

Véase también: El forastero que atrapó el viento.

Durante sus viajes a través de los mundos, el Viajero y su hermana gemela son confrontados por una entidad desconocida cuando estaban a punto de partir. En la ardua batalla, la entidad desconocida sella a uno de los hermanos, y después hace lo mismo sobre el Viajero, sellando sus poderes y enviándolos a ambos a Teyvat.

El Viajero eventualmente despierta después de una cantidad de tiempo desconocido y comienza a deambular por Teyvat. El Viajero se encuentra en el Cabo del Juramento cuando pesca a Paimon del lago, salvándola de ahogarse. Agradecida por el rescate, Paimon se convierte en su compañera de viaje y guía; le sugiere encontrar a Los Siete para ayudarlo en encontrar a su hermana perdida.

Llegando al Lago Estelar, el Viajero toca una estatua de Anemo, y perciben a un dragón verde dirigiéndose a un bosque a lo lejos.

Al seguir al dragón, lo encuentran junto con un desconocido que intenta tranquilizarlo, pero la reacción de los nuevos poderes del Viajero los lleva a alertar al dragón de su presencia. El desconocido también huye, dejando atrás un cristal con un brillo rojo que el Viajero toma.

Cuando Paimon y el Viajero dejan el bosque, son abordados por un recluta, quien se presenta como una de los Caballeros de Favonius, Amber. Amber se ofrece a llevarlos a Mondstadt, la Ciudad de la Libertad, después de hacerse cargo de un campamento de Hilichurls que se encuentra cerca. Paimon y el Viajero deciden ayudarla.

Impresionada por sus acciones en el campamento, Amber le regala un planeador de viento. Después de probarlo, el dragón que el Viajero y Paimon habían visto anteriormente, apodado "Stormterror" por la gente del lugar, comienza a causar destrozos por la región, provocando múltiples tormentas de viento en el proceso. El Viajero, con la ayuda del desconoocido, son capaces de derrotar a Stormterror.

El enfrentamiento atrae la atención del capitán de caballería de los Caballeros de Favonius, Kaeya, quien le pide a los forasteros ir a conocer a la Gran Maestra, Jean. Jean les pide encargarse de unas líneas ley anómalas que le daban poder a Stormterror en tres de los cuatro templos de los vientos, tal como predijo Lisa, la bibliotecaria de los caballeros.

Tras ocuparse de los templos, Paimon sugiere volver a los cuarteles para saber qué deberían de hacer después.

Acto II - Por un mañana sin lágrimas[]

Véase también: Por un mañana sin lágrimas.

Luego de que el Viajero se encargara de los templos, vuelven a Mondstadt a reportarle a Jean. Encuentran a una mujer enmascarada hablando con Jean que sugiere matar al dragón para terminar con el problema. Jean rechaza su propuesta, indicando que ella no tiene respeto por quien Stormterror realmente es: Dvalin, uno de los Cuatro Vientos. Jean se da cuenta de Paimon y el Viajero, y les explica que esa mujer era una diplomática de los Fatui.

Respecto a la situación del dragón, el Viajero recuerda la gema que encontró antes en el bosque, esperando que los Caballeros de Favonius supieran qué es. Lisa intenta estudiarla, pero emite energía dañina hacia los poseedores de visiones, por lo que el Viajero vuelve a guardarla. El Viajero sabía la razón, pero permanece callado mientras Jean les concede el título de Caballero Honorario.

Paimon sabía que había otra presencia cuando encontraron la gema, e inconscientemente identifica a un niño corriendo en las calles como la misma persona. Siguiendo sus huellas con su percepción elemental, el desconocido canta una canción de "Stormterror", identificado como Dvalin, y el motivo de su ira. El desconocido, Venti, reconoce al Viajero.

El Viajero saca la gema, pero para su sorpresa ha sido purificada. Venti se da cuenta que los poderes del Viajero pueden ayudarlo a salvar a Dvalin, pero le pide encontrarse con él en el lugar del héroe de Mondstadt, que resulta ser el gran árbol en Levantaviento. El Viajero llega al gran árbol, pero un gran Ojo de la Tormenta aparece y el Viajero debe de derrotarlo primero. Venti le explica al par que Dvalin está sufriendo una degradación de la cual la Orden del Abismo está tomando ventaja. Él ha intentado curarlo antes, pero la inesperada llegada del Viajero terminó envenenándolo, aunque ya se ha recuperado. Venti le dice que se encuentren afuera de la Catedral de Favonius para conseguir cierta Lira Sagrada.

Al entrar en la catedral, Venti le pide a la hermana Gotelinde la lira, revelando su verdadera identidad como Barbatos, el Arconte Anemo. Sin embargo, Gotelinde no está impresionada y cree que ha enloquecido. Venti sugiere que el Viajero sea quien pida la lira, pero Gotelinde les dice que necesitan los papeles firmados de Jean; debido a que no los tienen, no les permite llevársela.

El Viajero espera a que los guardias del lugar se distraigan para escabullirse y tomar la lira. Antes de que puedan hacerlo, una Maga de Cicin Electro aparece y toma la lira mientras un guardia entra y los encuentra. Venti está descansando afuera hasta que escucha un grito de Paimon, avisándole que han sido atrapados y tienen que huir. Venti crea corrientes del viento que los dejan cerca del El Obsequio del Ángel, donde entra y le pide a un hombre de cabello rojo que les de la mesa más escondida. El hombre tiene curiosidad pero accede a su petición; poco después, dos caballeros aparecen y le preguntan si sabe a dónde han ido los dos sospechosos, a lo que responde dándoles una dirección falsa.

Cuando los caballeros se van, Diluc les pregunta qué estaban haciendo. Venti presenta al Viajero, a quien Diluc reconoce como un Caballero Honorario y cree que es una pena que se haya unido. Venti da un espectáculo para explicar la situación a Diluc, quien accede a ayudarles al ordenar sus contactos, diciéndole que se vean a la siguiente noche.

En la siguiente noche, el par descubre que Diluc contactó con Jean; ambos grupos están sorprendidos, pero Diluc les explica que esa es una Jean normal, y no la Gran Maestra. Jean explica que está haciendo eso en privado porque tiene pocas opciones como Gran Maestra. Del mismo modo, ella cree en los motivos de Venti, el Viajero y Paimon, ya que conoce el pasado de Dvalin. Diluc, quien había conseguido interrogar a algunos Fatui anteriormente, les dice que la lira no está en el hotel Grand Goth, sino en una fortaleza a las afueras de la ciudad.

El equipo logra conseguir la lira tras derrotar a varios enemigos, pero un agente Fatui amenaza diciendo que Signora acabará con ellos. La lira se encuentra en mal estado, por lo que consiguen más cristales para purificarla y restaurarla. Llegan al Acantilado Estrellado para invocar a Dvalin y purificarlo, pero un mago del abismo aparece y los convence de no hacerlo, resultando en Dvalin alejándose y la lira siendo completamente destruida.

Acto III - Canción del dragón y la libertad[]

Véase también: Canción del dragón y la libertad.

Diluc consigue información sobre la Orden del Abismo, habiendo encontrado y arruinado uno de sus operativos anteriormente. Venti explica que aunque es uno de Los Siete, sus largas ausencias lo han llevado a convertirse en el más débil del grupo, motivo por el cual necesita la ayuda de los demás.

Diluc informa que su gente ha rastreado a la maga hasta el viñedo. Después de matarlo, notan que ha disipado una energía especial en el proceso. Venti se da cuenta de que esa energía es lo que ha estado dañando su conexión con Dvalin, quien había vivido en unas antiguas ruinas hasta entonces. La energía también le permitió entender la magia que da poder a la barrera que sella las ruinas, y él puede deshacerla. Jean cree que deben de matar a Dvalin para traer la paz, pero Venti dice que pueden conseguir su objetivo original gracias a la habilidad del Viajero para purificar cristales.

Al llegar a las afueras de la Guarida de Stormterror, son atacados por un grupo de hilichurls. Logran ahuyentar a sus atacantes, mientras Jean y Venti notan que los hilichurls suelen evitar áreas elementales. Diluc señala que la Orden del Abismo los ha estado manipulando para defender, pero esto no sería suficiente mientras Venti desvanece la barrera.

Conforme navegan por la guarida hasta la cima, Venti se da cuenta que no pueden ir más lejos, ya que las ruinas son parte del antiguo Mondstadt, cuando el Arconte Anemo del momento era un tirano. Él se niega a contar más sobre la historia. El grupo nota que hay un interruptor y lo activan con algunas dificultades. Venti espera que puedan regresar a Dvalin a la normalidad, ya que él tiene la libertad de proteger o no a Mondstadt, y su gente nunca lo había traicionado en primer lugar. Usa sus poderes para imbuir su energía Anemo.

El Viajero alcanza a Dvalin e intenta purificarlo de la energía corrupta que le puso la Orden del Abismo. Dvalin salva al grupo, preguntando a Venti porqué no le pidió ayuda. Venti dice que no quería que escuchara a la Orden del Abismo, y que si le ordenara actuar libremente no sería verdadera libertad. Dvalin vuela lejos, asegurándose de que nadie lo persigue. Mientras tanto, Jean aclara el malentendido entre la gente y Dvalin, quien creían que había llegado de repente a atacarlos y había desaparecido.

Volviendo a la ciudad, son saludados por Amber, quien revela que mientras solucionaban la situación de Dvalin ella y otros caballeros se deshicieron de un ataque coordinado de hilichurls en la ciudad. Ella se pregunta a dónde fue Kaeya durante el ataque, y les pide encontrarse con ella en El Buen Cazador. Encuentran a Kaeya en la taberna, quien les dice que sospechaba del ataque y se quedó en la ciudad mientras todos los demás peleaban, interceptando a un grupo de infiltrados de la Orden del Abismo. Descubrió que ellos están unidos bajo las órdenes de un único líder. Al notar la llegada de Amber, él se retira sabiendo que sigue enojada con él por aparentemente abandonar a los caballeros para irse a beber.

Amber está molesta por la supuesta falta de ética de trabajo de Kaeya, y le pregunta al Viajero qué intentan hacer. Paimon le dice que intentan viajar para encontrar a Los Siete, y Amber sólo les desea suerte en su viaje y que siempre serán bienvenidos en Mondstadt. Después de comer, recuerda que Jean pidió que se presentara en la catedral por un asunto de la Lira Sagrada.

Al llegar a la catedral, encuentran a Venti y Jean esperándolos. Jean presenta a Bárbara, la diaconisa de la iglesia, quien pregunta por la lira. El Viajero le da la lira dañada con preocupación. Venti suspira y repara la lira antes de que Bárbara la tomara y se retira con la intención de nunca volver a dejar que se pierda de su vista. Venti sólo rie mientras dice que usó magia para hacer que pareciera en buen estado mientras se va. El Viajero lo persigue hasta afuera, donde una corriente de aire frío congela a Venti y Paimon, enviándolos a volar.

Dos agentes Fatui aparecen para retener al Viajero mientras una mujer y dos Magas de Cicin Fatui entran en la escena. La mujer llama a Venti un "gobernante de roedores" y continúa provocándolo; mientras él le devuelve el favor, la enfurece y ella lo ataca atravesando el pecho de Venti con su brazo, obteniendo así su Gnosis. Signora le ordena a sus subordinados retirarse rápidamente antes de que los caballeros aparezcan.

El Viajero aparece más tarde en el lugar donde Bárbara los encontró. Venti llegó primero, pero la curación no tuvo efecto en él y simplemente se fue. Jean aparece para entender sus intenciones, pero el Viajero decide quedarse callado por su bien. En Levantaviento, el par encuentra a Venti en el gran árbol mientras habla de la Gnosis. Venti explica lo que es la Gnosis, y que la mujer que los atacó fue Signora, la octava de los Once Heraldos de los Fatui, gente que recibió grandes poderes de la Zarina. Paimon se da cuenta de que la Zarina es también uno de Los Siete que el Viajero busca.

Venti cuenta sobre la Zarina, diciendo que aunque Los Siete normalmente no se llevan muy bien, ellos siempre tuvieron respeto por el resto. Él sigue sorprendido por las acciones de la Zarina, pero resalta que "cierta catástrofe" de hace 500 años cortó completamente sus relaciones. Venti sugiere que se dirijan a Liyue para hablar con el Arconte Geo, diciendo que baja cada año durante el Rito del Descenso para determinar cómo progresará la nación. Les insiste en partir inmediatmente, o de lo contrario tendrán que esperar otro año hasta el siguiente rito.