Lyney es un personaje jugable en Genshin Impact.
Hábil y elocuente, Lyney es el gran mago de Fontaine y hermano de Lynette. Después de la muerte de sus padres y de haber sido salvado de un noble abusivo por su "Padre", Lyney también ha emprendido misiones para la Casa de la Hoguera y ha dicho que eventualmente se convertirá en el sucesor de "Padre". Debido al hecho de que el joven, al ser parte de la Casa de la Hoguera, también es un miembro de los Fatui.
Perfil[]
A excepción de los juicios que se celebran en la Ópera de la Epíclesis, los espectáculos de magia de Lyney y Lynette son sin duda lo mejor de la Corte de Fontaine. Un juicio utiliza la verdad para impartir justicia. La magia utiliza las apariencias para conmover al público. Aunque el público sabía perfectamente que todo lo que había en el escenario no era más que trucos e ilusiones, se siguen sorprendiendo cuando presencian un "milagro". La atronadora ovación del público llegaba incluso antes de que el telón se bajara elegantemente ante el mago. En el escenario, Lyney es el gran mago esperado por todos. Fuera del escenario, es el hermano mayor de confianza, el visitante afable y el amigo fiel. Cada movimiento suyo es una agradable sorpresa, cada palabra suya un motivo para sonreír. Todo su ser es como un enigma indescifrable que no puedes resistirte a resolver. Si un día te das cuenta de que le estás confiando tus pensamientos más íntimos, no te sorprendas.Después de todo, los magos son expertos en robar corazones.
La magia es una gran mentira. No es más que una mezcla de ilusiones, trucos y engaños.
El camino que conduce a una ilusión está plagado de mentiras. Para ofrecer un buen espectáculo de magia, hay que ganarse la confianza del público mediante un sinfín de trucos y trampas.
El atrezo, la iluminación, algunos ayudantes y una precisa planificación... El espectáculo requiere un excelente trabajo en equipo, tanto dentro como fuera del escenario. La actuación de un mago se basa en un esfuerzo minucioso, pero también en el peso de las expectativas del público.
Por esta razón, el guion escénico de un mago debe ser absolutamente hermético y su ejecución, impecable: incluso un pequeño desliz es considerado inaceptable. Un mago no puede defraudar a su familia...
"Las mentiras de un mago no deben revelarse bajo ninguna circunstancia".
La primera vez que Lyney subió al escenario, tenía una misión en mente. Murmuraba en voz baja las palabras que Padre le había dicho mientras permanecía de pie tras el telón.
"Lyney...", dijo Lynette mientras apretaba sin querer la palma de la mano de su hermano.
El telón se levanta lentamente, el espectáculo de magia está a punto de comenzar. Lyney levanta la mano de Lynette y le devuelve una mirada decidida.
"Estoy bien porque, como siempre, Lynette está a mi lado".
Apariencia[]
Lyney es un joven de ojos violetas, piel pálida y pelo corto rubio ceniza recogido en una trenza. Tiene una marca en forma de lágrima en la mejilla derecha.
Lyney es un chico de piel clara, complexión delgada y altura media, tiene ojos morados con un ligero delineador negro, Lyney tiene una marca con forma de una lagrima. Lyney tiene pelo peinado hacia un lado con una trenza, su pelo es de color ceniza con un fleco que cae en su frente, lleva un sombrero de copa con un moño rojo detrás de el sombrero, usa capa negra con un lazo rojo. Debajo lleva una camisa de botones blanca sin mangas con un corsé negro, mangas blancas que caen debajo de sus hombros, medias negras que se sujetan con unas ligas como las de un liguero, un short corto de color negro y unas botas largas de tacon negras. También lleva guantes blancos y negros.
Personalidad[]
Lyney es un mago habilidoso al que le gusta el espectáculo. Es muy afable y simpático en comparación con sus hermanos Lynette y Fréminet, que son reservados e introvertidos respectivamente. Él y su hermana son magos con talento, ya que aprendieron de César en su juventud, cuando vivían en la calle.
Se preocupa mucho por sus hermanos, quiere asegurarse de que tengan un hogar en el que vivir y cuida de ellos siempre que puede. A pesar de toda su alegría, Lyney tiene un pasado oscuro y traumático con su hermana, pero mantienen una muy buena relación, comparándola con la única verdad en un mundo lleno de mentiras y falsedades. Como resultado, está dispuesto a hacer cualquier cosa para permanecer con ella. Aunque intenta mantener discretos sus lazos con los Fatui, sigue dispuesto a trabajar por su causa debido a las enseñanzas de Arlecchino y a la gratitud que siente hacia ella por haber dado un hogar a su familia.
Historia[]
Detalles del personaje
Fue en medio de este panorama cuando los espectáculos de magia volvieron a hacer su aparición en escena. Solo hace falta una entrada y un poco de tiempo libre para poder embarcarse en un mágico viaje lleno de ovaciones y sorpresas.
Si uno preguntara qué mago proporciona las mejores aventuras sobre el escenario, la mayoría de aficionados contestarán al unísono un nombre: Lyney.
Este romántico y talentoso mago puede parecer despreocupado, pero sus espectáculos están plagados de verdaderos milagros.
En esta profesión, basta con tener un buen truco bajo la manga para asegurarse el pan de cada día y poder llevar una buena vida.
Pero los espectáculos de Lyney siempre incorporan nuevas técnicas. Algunas malas lenguas comentan que es porque, al haberse criado en la absoluta pobreza, sienta una especial debilidad por la fama y el Mora. Pero sus comentarios no pueden frenar a este joven.
Lo cierto es que esas críticas no podrían estar más lejos de la realidad. El único motivo que impulsa a Lyney a dar lo mejor de sí en cada espectáculo es un deseo personal de superación y de poner a prueba su creatividad.
Por eso, aunque el sonido del clamor del público continúa creciendo, Lyney no puede contentar a aquellos que le piden que regrese a un estilo de magia más tradicional. Quizás los más fieles seguidores de la magia podrían pensar que es una auténtica lástima.
Pero esa pena se disipa rápidamente cuando compran una entrada y se adentran en otra de sus intrépidas aventuras mágicas.Historia del personaje 1
Es mucho lo que le debe a este arte. No solo le dio una oportunidad para sobrevivir a él y a su hermana, sino que también les ganó el reconocimiento de Padre.
Muy pronto, la magia se convirtió en parte de su vida. Cuando sale a escena, Lyney es capaz de poner en pie a todo el público, pero jamás se ha dejado llevar por la euforia de sus espectadores. Al contrario, esa pasión le ha generado algunas dudas.
¿Qué es lo que hace que los espectadores le brinden ovaciones cuando está en el escenario?
O dicho de otra forma, si sus pétalos y sus cartas son lo que verdaderamente atrae a los espectadores, ¿no se marcharán llegado el momento en busca de un espectáculo más pomposo? ¿Podría ser que los trucos de un mago solo resultan fascinantes la primera vez que uno los contempla?
A partir de aquel momento, el público pudo notar un cambio fundamental en los espectáculos del joven mago. Y es que, a partir de aquel día, Lyney incorporó a sus espectáculos nuevas oportunidades de interacción con el público.
No fue para alardear, sino para compartir con el público todo tipo de historias de su día a día. Incluso estaba dispuesto a responder a las preguntas más comprometidas del público.
Más tarde, sus espectadores se percataron de que todo cuanto contaba el mago no era necesariamente verdad y de que el propósito detrás de todo aquello era caldear el ambiente para que todos disfrutaran de una mejor experiencia.
Aunque nadie se molestó por aquellas pequeñas mentiras piadosas. Al contrario, todos entendieron que en aquellos espectáculos rebosantes de trucos y engaños, el propio joven mago había decidido convertirse en parte de la actuación.
Lyney siempre mantiene la distancia justa entre su público y él, creando el equilibrio perfecto entre las relaciones personales y el misterio de la magia. Es precisamente esa sonrisa pícara que curva las comisuras de sus labios la que alienta al público a dar rienda suelta a su imaginación.
No importa la clase social o la clase de espectador que sea, Lyney siempre trasmite de la forma más equitativa posible su magia con cada uno de sus espectadores.
Pronto corrió la voz de las curiosas técnicas de las que se servía el mago para mejorar el ambiente de sus espectáculos. Algunos incluso comentaban que su ingenio resultaba tan mágico como sus propios trucos.
“¿De verdad? Yo solo quiero que mis espectadores puedan distanciarse por completo de la realidad y dejar sus mentes flotar durante unos instantes”.Historia del personaje 2
Este lugar ha acogido a un buen número de jóvenes huérfanos que, al igual que Lyney y Lynette, han pasado más penurias de las que nadie debería nunca llegar a conocer. Se ayudan entre ellos como si fueran una familia, e intentan hacer frente a las devastadoras secuelas de los traumáticos eventos que vivieron en su infancia.
Pero no siempre fue así. A pesar de que Lyney y Lynette contaban con la recomendación del director del hotel, no les resultó fácil integrarse en su nuevo hogar. Tampoco fue fácil para el resto de los jóvenes aceptar la llegada de aquellos “extraños”.
En aquel ambiente, ya de por sí tenso, Lynette rompió el sistema de bombeo de agua ante la atenta mirada de todos los demás niños. Aquello no hizo sino acrecentar aún más la sensación de desconfianza ya imperante.
A Lyney no le quedó más remedio que dar un paso al frente, asumir la culpa de lo sucedido y prometer ante todos que arreglaría personalmente el mecanismo para que aquello no afectara la vida de sus nuevos hermanos.
No es que Lyney posea ningún talento en lo que a las reparaciones se trata, pero su hermana era tan propensa a destruir accidentalmente todo tipo de máquinas y mecanismos, que ya tenía cierta experiencia en el tema.
Por desgracia, Lyney había subestimado la complejidad del sistema. Aunque logró reparar el mecanismo, no tenía forma de saber si realmente había solucionado el problema.
Fue entonces cuando un joven retraído decidió prestarse a ayudar. No solo evaluó y reparó el mecanismo, sino que incluso se disculpó con ellos.
Al parecer, era el encargado de mantener todos los mecanismos del Hotel Bouffes d'Été, por lo que el joven estaba convencido de que el sistema de bombeo se había roto por su culpa, pues no había sido capaz de percatarse a tiempo del deterioro de los componentes.
Lyney estaba impresionado con las dotes de aquel taciturno joven y le pidió que compartiera con él su conocimiento. Así, podría solucionar los pequeños desperfectos que causara su hermana.
El callado joven por su parte, no acostumbrado a negarse a nada, acabó aceptando. Así, aprendiendo el uno del otro, ambos niños acabaron haciéndose amigos.
Por otra parte, Lyney nunca escatimó en la cantidad de tiempo que dedicaba a cuidar del resto de niños, no solo de Fréminet. Nunca les obligó a contarle sus historias, simplemente les hacía compañía en silencio.
Era una técnica que había aprendido del conciso consejo de su hermana en una ocasión: “Nadie necesita cuidados egoístas o ególatras”.
Pasado un tiempo, los huérfanos del hotel fueron abriéndose poco a poco con Lyney. Algunos incluso acabaron por contarle sus vivencias, lo que permitió que el joven los comprendiera y pudiera ayudarlos mejor.
Fréminet no terminaba de entender aquel comportamiento. Era consciente de que todo respecto al hotel había comenzado a girar en torno a aquel recién llegado y no dudó en manifestar su opinión de que no había necesidad de que Lyney se esforzara tanto.
Este le explicó que, al principio, había estado dispuesto a ayudar en los pequeños asuntos del hogar porque sabía que su hermana acabaría causando más problemas en lo que a mecanismos se refiere y no se sentía cómodo causándole problemas a los demás.
Pero aquella excusa no engañó a Fréminet, que se limitó a mirarle fijamente. Al final, Lyney acabó por confesar.
“Lynette siempre ha sido mi única familia. De ella he aprendido cómo ha de comportarse un buen hermano”.Historia del personaje 3
Los niños pensaban que el hotel tenía un aspecto frío y que aquello no encajaba con sus vidas actuales y que así no sería capaz de transmitir ninguna calidez.
Por eso, Lyney organizó a todos los presentes para que se pusieran manos a la obra. Lynette compró una ingente cantidad de decoraciones y el resto de los chicos las colgaron por todos los salientes del hotel. Incluso escribieron sus propias bendiciones y las colocaron entre los adornos.
Fréminet, por su parte, estaba a cargo de asegurarse que todos los artefactos mágicos funcionaran correctamente. Lyney confiaba plenamente en sus capacidades, así que estaba claro que el instrumental de un día tan importante como aquel debía serle confiado a Fréminet.
Pero el más ocupado aquel día fue sin duda Lyney. No solo asumió la responsabilidad de coordinar a todo el equipo, sino que también debía idear un truco de magia que estuviera a la altura de las circunstancias.
Gracias al esfuerzo de todos, la velada resultó tal y como habían planeado. El gran gramófono reproducía alegres tonadas en el vestíbulo, donde los niños saltaban, bailaban y disfrutaban de la deliciosa comida. Aquel día no se celebraba el cumpleaños de nadie y, aun así, todos sentían como si fuera el día en que por fin habían renacido en sus nuevas vidas.
Y como cierre de aquella hermosa velada, Lyney, Lynette y Fréminet habían preparado un increíble truco de magia. En el centro de la estancia yacía un baúl y todos los niños lo contemplaban en completo silencio.
Para garantizar que todos disfrutaran de la sorpresa, Lyney no había compartido los detalles del truco ni siquiera con Lynette y Fréminet. Las luces se fueron apagando y todos se centraron en la figura de Lyney, que estaba de pie junto al baúl. Tal era la expectación, que todos se sentían un poco nerviosos.
“Puede que resulte exagerado, pero el regalo que voy a hacerles, es el más grandioso que recibirán nunca en sus vidas”.
- Bum, bum*, los tubos de confeti explotaron y el baúl, que en un principio estaba vacío, se abrió de golpe él solo. Todos se sorprendieron, pero nadie se movió. Permanecieron allí parados, en silencio.
No se trataba de ningún regalo. Ante ellos, se erguía la encargada y directora del hotel, aquella a la que todos llamaban Padre.
La figura de Padre resultaba tan imponente como de costumbre. Ella no solía frecuentar el hotel, pero cuando aparecía, todos se comportaban con orden y concierto.
Tal vez Lyney había acabado por perder la cabeza y por eso había decidido invitar a Padre con tan pomposa presentación.
Sin embargo, al ver la expresión de estupefacción de todos los niños, Padre no le gritó ni le recriminó lo que había hecho. Al contrario, sabía que había mantenido fielmente el secreto de su truco de magia y lo elogió por ello.
Aquella noche, Padre cenó con los niños. Incluso cortó una porción de pastel para cada uno de ellos y ella misma probó algunos bocados.
Tal vez aquel era precisamente el mágico truco de Lyney, el hacer que Padre abandonara su dura faceta y disfrutara del amor de la familia por una noche.Historia del personaje 4
No importa si es a causa de sus espectáculos o de sus responsabilidades en el hotel, el joven mago está acostumbrado a servirse de mentiras para cumplir con sus misiones.
Aunque es cierto que, en ocasiones, también las usa para su propio provecho, la mayor parte del tiempo Lyney se sirve de mentiras para evitar que otros tengan que verse implicados en problemas.
Es perfectamente consciente de que una vez perdida la confianza, la balanza se inclinará irremediablemente hacia un lado. Que una vez desvelado el engaño, no importará cuán justo fuera el objetivo, se malinterpretará como un acto de maldad.
Es por eso que ha optado por no compartir con sus compañeros información innecesaria. Así, no solo se garantiza que la cooperación sea más sencilla, sino que todos obtienen al final el resultado que deseaban.
Pero ni siquiera el viento es capaz de eliminar los rastros que dejan tras de sí estos engaños con el tiempo, por lo que el joven mago debe actuar siempre con cautela y mantener una distancia prudencial con el objeto de su fantasía.
Y así, la torre continúa creciendo, hasta que ya no se alcanza a ver la cima, hasta que los rostros sonrientes de aquellos que le rodean se vuelven borrosos.
El camino de la mentira es largo y tortuoso, por lo que Lyney no puede permitirse bajar la guardia ni un instante.
Todos saben que aquello que ven en el escenario es la cara romántica y enigmática del talentoso gran mago de Fontaine y que probablemente nunca lleguen a ver su verdadero yo.
Y es que Lyney no es como los demás, él no puede permitirse desahogarse ni compartir sus sentimientos. Pues si llegara el momento en el que no fuera capaz de soportarlo, tendría que pagar un alto precio y contemplar como su alta torre se derrumba ante sus ojos.
Después de interpretar tantos papeles, el propio joven se siente confuso sobre su verdadera identidad.
Al cerrar los ojos, se ve a sí mismo en lo alto de su torre, un contorno tan pequeño que resulta prácticamente irreconocible. Una nube de traiciones y engaños se arremolina a los pies de la torre, impidiéndole escapar.
Pero siempre habrá una mano dispuesta a sostenerle si algún día se precipita al vacío, una gentil mano que le transmite la calidez de antaño. Esa corriente de bondad es lo que le insufla la fuerza suficiente para seguir adelante.
“Gracias, Lynette...”
Lyney siempre se despierta de su sueño con un murmullo en los labios.Historia del personaje 5
Durante un tiempo, Lyney financió a uno de los funcionarios de la Oficina Judicial para que no solo proporcionara información confidencial al hotel, sino para que también encubriera algunos detalles de ciertas operaciones clandestinas llevadas a cabo por sus miembros.
Aunque el riesgo para dicho funcionario era considerable, él estaba convencido de que lo que Fontaine necesitaba era precisamente más gente como Padre, capaz de obviar algunas de las normativas de la nación para poder actuar de raíz contra los problemas.
En una ocasión, Lyney llegó a bromear con él diciéndole: “No te preocupes. Si en el futuro tienes problemas, haré todo lo posible por ayudarte. Y si te ves en peligro, yo vendré a salvarte... Bueno, pero tampoco te vayas a confiar por eso, ¿eh? Mejor mantenerse alerta”.
El funcionario sabía que aquella era la forma en que Lyney manifestaba su preocupación. Por desgracia, como si sus palabras fueran proféticas, no mucho después de aquella conversación, la Oficina Judicial descubrió todo lo que aquel funcionario había hecho, y este fue arrestado. En sus últimos momentos de libertad, el funcionario se las arregló para usar un sistema de comunicación de emergencia y enviarle un mensaje a Lyney.
Cuando la Guardia llegó para arrestarle, descubrieron el artefacto de comunicación y se burlaron de él. “El mensaje que has enviado solo alerta a tus colegas para que salven su propio pellejo. Nadie sería tan tonto como para venir a rescatarte”.
El funcionario respondió simple y llanamente que aquello era más que suficiente para él. Incluso sabiendo el final que le esperaba, estaba convencido de que aquella cooperación había sido la decisión correcta.
Justo cuando los guardias iban a esposarlo, unos artilugios previamente instalados empezaron a desprender una gran cantidad de humo. Entre aquella densa humareda, el funcionario atisbó también una brillante llamarada...
Instantes después, el funcionario se tiró al Río Ceniciento, donde sería rescatado por Fréminet.
Se rumorea que los guardias dedicaron una gran cantidad de tiempo a seguir el rastro de aquel destello candente pensando que el criminal había huido utilizando algún tipo de planeador para escapar volando. Más tarde, descubrieron enganchado en un árbol un parapente del que colgaba un muñeco de madera vestido.
Lo cierto es que Lyney había utilizado aquel dispositivo para desviar la atención de los guardias y darle margen suficiente al funcionario para poder escapar de aquella encerrona.
El propio funcionario reconoció que no albergaba ninguna esperanza a la hora de usar el dispositivo de comunicación. Al fin y al cabo, los magos son traicioneros y uno nunca sabe cuándo dicen la verdad, pero que había decidido de todas formas apostarse lo poco que le quedaba a aquella carta.
“Jaja, eso es cierto. Confiar en los demás es siempre una apuesta arriesgada”.
“Pero tranquilo, puede que los magos siempre tienen un as bajo la manga y nunca decepcionarían a su público”.Rosalinde
Cada uno de los gatos tiene su propio territorio, pero Rosalinde siente especial predilección por el sombrero de Lyney.
El sombrero de un mago es un artilugio de gran importancia, por lo que, antes de poder usarlo en cada actuación, Lyney debe asegurarse de sacar a Rosalinde de su interior. Una tarea que no siempre le resulta sencilla. Los maullidos lastimosos de la gata le resultan especialmente desgarradores a los dos hermanos, que entienden perfectamente lo que se siente cuando te arrebatan tu hogar.
Por eso, Lyney y Lynette decidieron buscar un reemplazo que la gatita pudiera usar. Sin embargo, sin importar lo bonito que fuera el nuevo hogar que le ofrecían, Rosalinde los rechazaba todos. De hecho, no les dirigía sino apenas una mirada antes de darse media vuelta y marcharse.
Finalmente, Lyney decidió hacer por encargo un sombrero exactamente igual al suyo. Y, al fin, la gata lo marcó como suyo, aunque no por eso desistió en su empeño de ocupar también el sombrero original. Tal era su cariño hacia ambos hogares que lanzaba miradas airadas cuando alguien intentaba arrebatarle cualquiera de los dos.
Al fin y al cabo, las demandas de aquella testaruda gata no eran tan alocadas. Por eso, Lyney decidió que la única solución posible era incorporarla a sus espectáculos.
Lyney y Lynette construyeron una marioneta en el cojín que utilizaba normalmente Rosalinde para dormir dentro del sombrero, de forma que cuando se refugiara en él durante el espectáculo, la marioneta se comportaría como un gato travieso y adorable. Y, tal y como habían imaginado, Rosalinde estuvo encantada con la mejora de su hogar. Se mostraba confiada en su nueva tarea y la desempeñaba maravillosamente. Tal vez los focos le sirvieran de aliento, pues nunca se había mostrado tan proclive a aceptar el hecho de que tenía que pasar cierto tiempo alejada de su hogar cuando no estaban actuando.
Durante una de las actuaciones, Lyney cometió un error terrible y se olvidó la carta que tenía que usar durante su truco entre bastidores.
Bajo la atenta mirada del público, Lyney solo disponía de unos instantes para pensar en una solución. Y justo en aquel momento, notó que su sombrero le resultaba más pesado de lo debido. Al parecer, Rosalinda, la cual no debía haber estado allí dentro, se había colado en el sombrero de nuevo.
Como de costumbre, la gata activó la marioneta con sus movimientos, solo que esta vez, la marioneta llevaba consigo justo la carta que Lyney necesitaba para sorpresa de todo el público y del propio mago, que al fin pudo respirar tranquilo.
Más tarde, ambos hermanos analizaron el comportamiento de la gata, más no pudieron llegar a otra conclusión que no fuera la de que, tras pasar tanto tiempo practicando magia con ellos, Rosalinde había desarrollado cierta afinidad mágica.Visión
Solo aquellos con una Visión eran capaces de cumplir con los encargos más difíciles y mantener al mismo tiempo el secreto en torno a dichas operaciones. Como consecuencia, ambos hermanos empezaron a llevar a cabo misiones en solitario con mayor frecuencia.
Lyney nunca terminó de aceptar aquel cambio, no solo por el hecho de que habían estado muy unidos desde que vinieron al mundo, sino también porque la causa de este inevitable distanciamiento le causaba gran pesar.
Lo que más deseaba Lyney era volver junto a su hermana y prestarle el apoyo que necesitara.
Aquel deseo turbado de obtener más poder le hizo creer que ya no era merecedor de la protección de los dioses. Mas, a pesar de todo, no podía sino continuar deseando con todas sus fuerzas volver al lado de su hermana.
Por eso, Lyney decidió buscar a Padre y le expresó su necesidad de poseer un Engaño que le permitiera volver a actuar junto a su hermana.
Madre permaneció en silencio por tanto tiempo que al joven le pareció una eternidad. Finalmente, el peso de dos cruces clavó al joven al suelo y una mirada airada y furibunda a la que Padre no tenía acostumbrados a los huérfanos del hotel pareció atravesarle el alma.
“Dime, ¿crees que eso es lo que desea Lynette?”.
Aquella respuesta tan simple como breve le atravesó el corazón, haciendo que el eco sordo de las palabras de su hermana resonara incesantemente en su cabeza.
“Nadie necesita cuidados egoístas o ególatras”.
Lyney no necesitaba preguntarle a su hermana al respecto para saber que estaría en contra de semejante propuesta. Fue entonces cuando finalmente comprendió lo absurda que había sido su propuesta.
Madre se levantó y abandonó la estancia, recordándole al salir que aquella no era la primera vez que Lyney no había estado a la altura de la fuerza que se esperaba de él y de que ya había encontrado la respuesta a sus problemas tiempo atrás.
Lyney se encerró entonces en su habitación en un intento de comprender lo que Padre quería decir con aquellas palabras. Tiempo atrás, cuando Lynette y él vagaban por las calles hambrientos, Lyney había recurrido a la magia, así que se preguntó si no sería la respuesta en aquella ocasión también.
Lyney fue en busca entonces de los informes de las misiones que había llevado a cabo Lynette hasta el momento y analizó la información y todos los movimientos de su hermana al detalle.
¿De verdad era necesario atravesar este valle tan peligroso para acercarse al objetivo?
¿Realmente era necesario lanzarse de cabeza a unas aguas turbulentas para poder abandonar la escena?
No. Simplemente, el brillo de la Visión impedía ver la sombra de su hermana.
Y así, Lyney comenzó a redactar elaborados planes para las misiones de su hermana, aprovechando las cualidades que mejor conocía de ella, haciendo pleno uso de las mejores rutas de escape y de las herramientas más aptas a su disposición, escogiendo los mejores puntos de encuentro.
Así fue como volvió a resurgir la confianza entre los hermanos. Aquella mirada de pavor desapareció de los ojos de su hermana y ambos volvieron a abrazarse felices cuando se encontraban en algún punto de reunión.
El favor de los dioses no era excusa para no proteger como era debido a su familia.
Pero ya lo dice el dicho, los hombres proponen y los dioses disponen.
Tras completar un considerable número de misiones, los niños del hotel se vieron acorralados por una traición y las operaciones de Lynette quedaron al descubierto a causa de ello.
Los chicos se vieron acorralados en un alto precipicio, tal y como había ocurrido el día en que Lynette había obtenido su Visión. La diferencia estaba en que en aquella ocasión la responsabilidad recaía sobre los hombros de Lyney.
El joven mago abrió el parapente de emergencia, agarró a su hermana con fuerza y se lanzó al abismo. Sus perseguidores continuaron disparando mientras ambos caían.
Lyney giró y se balanceó en el aire, intentando que los disparos no los alcanzaran, pero las balas impactaron contra el parapente, abriendo varios agujeros en la tela. Finalmente, este no fue capaz de sostener el peso de los hermanos y ambos se precipitaron al vacío.
Aun así, Lyney continuó esforzándose por mantener el rumbo, por frenar la caída. No importaba con cuánta vehemencia intentaran los dioses frustrar sus planes de proteger a su familia. Estaba dispuesto a hacerles frente hasta su último aliento.
Sus enemigos rieron, pues sabían que los niños no serían capaces de sobrevivir una caída a semejante velocidad. Entonces, una llama iluminó los cielos, lanzando el parapente hasta un río cercano que discurría a gran velocidad.
El fuego los empujó hacia un lado y el viento los protegió de cualquier daño. Allí, al amparo del oscuro manto de la noche, dos fuentes de luz se entrelazaron para finalmente disiparse bajo el reflejo de la luna, como si de la ovación que finalmente calla tras la caída del telón al final de un espectáculo se tratase.
Lyney no preguntó cuál era el significado de aquella reluciente Visión que sostenía en la mano. Después de todo, la respuesta carecía ahora de importancia.Información de combate[]
Talentos[]
- Adivina la carta Ataque normal
Ataque Normal[]
Realiza hasta 4 disparos consecutivos con arco.
Ataque Cargado[]
Realiza un Disparo Preciso que inflige mayor daño y tiene mayor precisión.
Al apuntar, se acumulará una llama en la punta de la flecha. Sus efectos serán distintos dependiendo de durante cuánto tiempo se haya cargado:- Carga 1: dispara una flecha cargada del elemento Pyro que inflige Daño Pyro.
- Carga 2: dispara una flecha magiaoculta que inflige Daño Pyro y que crea un sombrero gatorrisueño tras impactar contra el objetivo.
Si Lyney tiene más del 60% de Vida al disparar la flecha magiaoculta, consumirá una parte de su Vida y obtendrá una carga de “cálculo oculto”, la cual puede acumularse hasta 5 veces. Este efecto se anula 30 s después de que Lyney no esté en combate.
La Vida de Lyney solo podrá reducirse hasta el 60% de esta manera.Sombrero gatorrisueño[]
- Provoca a los enemigos cercanos para atraer sus ataques.
Cada enemigo solo puede ser provocado una vez cada 5 s. - Su resistencia depende de la Vida Máx. de Lyney.
- Al ser destruido o cuando termina su duración, dispara un proyectil pirotecnimágico que inflige Daño Pyro.
Solo puede haber un sombrero gatorrisueño al mismo tiempo.
Arjé: pneuma[]
Cada cierto tiempo, cuando la flecha magiaoculta colisione con un objetivo, en la ubicación de dicho objetivo cae una espina halitoespiritual que inflige un Daño Pyro cargado de energía pneuma.
Ataque Descendente[]
Dispara una lluvia de flechas desde el aire mientras desciende rápidamente, infligiendo Daño en el AdE al impactar contra el suelo.
- Luces del desconcierto Habilidad elemental
Lyney crea una explosión pirotécnica sorpresa con su sombrero de copa.
Al liberar la habilidad, se elimina el efecto de cálculo oculto para infligir Daño Pyro en el AdE a los enemigos que haya enfrente. Dicho daño será mayor cuantas más cargas de cálculo oculto se hayan consumido, y además, Lyney recuperará Vida en función de su propia Vida Máx. y de las cargas de cálculo oculto consumidas.Si en el campo de batalla hay un sombrero gatorrisueño creado por Lyney, la explosión lo hará estallar e infligirá un Daño Pyro en el AdE equivalente al daño del proyectil pirotecnimágico.
El daño de la explosión del sombrero gatorrisueño infligido de esta manera se considera daño de Ataque Cargado. - Número final: Desfile prodigioso Habilidad definitiva
En un alarde de sus habilidades mágicas, Lyney se transforma en un “sombregato risueño” (atención: ¡el sombrero gatorrisueño y el sombregato risueño son dos herramientas mágicas muy distintas!).
Cuando el sombregato risueño se acerca a los enemigos, descenderán unos fuegos artificiales que infligen Daño Pyro una vez como máximo contra cada uno de ellos. Cuando termina la duración de esta habilidad, Lyney sale de su forma de sombregato risueño para provocar una hermosa explosión pirotécnica que inflige Daño Pyro en el AdE, crea un sombrero gatorrisueño y obtiene una carga de cálculo oculto.Lyney puede salir manualmente de su forma de sombregato risueño.
- Espectáculo arriesgado Pasivo 1
Si Lyney consume su propia Vida al disparar una flecha magiaoculta, cuando el sombrero gatorrisueño invocado por dicha flecha golpee a un enemigo, Lyney recupera 3 pts. de Energía Elemental y el daño que inflige aumenta en un 80% de su ATQ.
- ¡Un fuerte aplauso! Pasivo 2
El daño que inflige Lyney contra los enemigos afectados por Pyro aumenta de las siguientes maneras:
- El daño básico aumenta en un 60%.
- El daño aumenta en un 20% por cada personaje del equipo (a excepción de Lyney) cuyo tipo elemental sea Pyro.
El daño que inflige Lyney contra los enemigos afectados por Pyro puede aumentar como máximo en un 100% de esta manera.
- Observación de lo cotidiano Pasivo 3
Muestra la ubicación de los objetos típicos de Fontaine cercanos en el minimapa.
1 → 10 para un talento
Constelación[]
- Cada activación de constelación necesita un Stella Fortuna.
- Constelación Niv. 1
Puede haber 2 sombreros gatorrisueños al mismo tiempo.
Además, cuando la flecha magiaoculta impacta contra el objetivo, se crean 2 sombreros gatorrisueños y se obtiene 1 carga adicional de cálculo oculto. Este efecto solo se puede activar una vez cada 15s. Truco telequinético
- Constelación Niv. 2
Cuando Lyney está en uso, obtiene cada 2s una carga de “máxima atención”, la cual aumenta su Daño CRIT en un 20%. Este efecto puede acumularse hasta 3 veces y se anulará cuando Lyney se retire del campo de batalla.
Trampa de atención
- Constelación Niv. 3
Aumenta el nivel de habilidad de Ataque Normal: Adivina la carta +3.
Puede ser aumentado hasta Niv. 15. Mímica ingeniosa
- Constelación Niv. 4
Cuando Lyney golpea a un enemigo con un Ataque Cargado Pyro, la RES Pyro de dicho enemigo se reduce en un 20% durante 6s.
Estrategia ensayada
- Constelación Niv. 5
Aumenta el nivel de habilidad de Número final: Desfile prodigioso +3.
Puede ser aumentado hasta Niv. 15. Magia abscóndita
- Constelación Niv. 6
Cuando Lyney dispara una flecha magiaoculta, se libera un proyectil pirotecnimágico: bis que inflige un 80% del daño del proyectil pirotecnimágico original. Este daño se considera daño de Ataque Cargado.
Sonrisa engañosa
Ascensión[]
Ascensión | Nvl. Máx. | Costo | Material Elemental 1 | Material Elemental 2 | Especialidad Local | Material Común |
---|---|---|---|---|---|---|
1 | 20 | 20,000 | Ninguno | |||
2 | 40 | 40,000 | ||||
3 | 50 | 60,000 | ||||
4 | 60 | 80,000 | ||||
5 | 70 | 100,000 | ||||
6 | 80 | 120,000 | ||||
Máx | 90 | Nivel máximo |
Estadísticas[]
Nivel | Vida | Ataque | Defensa | Prob. CRIT | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Antes de ascender | Después de ascender | Antes de ascender | Después de ascender | Antes de ascender | Después de ascender | Antes de ascender | Después de ascender | |
1 | 857 | 24 | 41 | — | ||||
20 | 2204 | 2939 | 63 | 84 | 63 | 84 | — | — |
40 | 4356 | 4879 | 125 | 140 | 125 | 140 | — | 4% |
50 | 5587 | 6284 | 161 | 181 | 161 | 181 | 4% | 9% |
60 | 6993 | 7516 | 201 | 216 | 201 | 216 | 9% | 9% |
70 | 8223 | 8746 | 237 | 252 | 237 | 252 | 9% | 14% |
80 | 9455 | 9978 | 272 | 287 | 272 | 287 | 14% | 19% |
90 | 10686 | 308 | 521 | 19% |
Gachapón[]
La siguiente lista muestra los 3 banners en los que Lyney ha aparecido como personaje promocional, en orden del más reciente al más antiguo.
Vestuarios[]
Galería[]
Arte de cumpleaños[]
Dias festivos[]
Menciones de personajes[]
Historias de personajes[]
A ojos de los demás, Fréminet es un chico con poca presencia y tan apático que casi resulta desmoralizante. Siempre anda solo, apenas se le escucha una palabra y no parece que le guste relacionarse con nadie de su edad. En comparación con su hermano mayor Lyney, el deslumbrante mago de Teyvat, Fréminet se asemeja a una pieza de joyería vieja olvidada en lo más profundo de un cajón. Sin embargo, a él no parece importarle lo más mínimo.
Al día siguiente, cuando Lyney llevó un informe de trabajo a la oficina de madre, vio que sobre la mesa había un terrario con un animalito que le resultaba familiar.
La temperatura y la humedad del terrario eran perfectas, así que la lagartija estaba muy a gusto en él.
Además, daba la sensación de que madre ya había tenido reptiles anteriormente.
Cuando La Sota alzó su taza de té, Lyney desvió la mirada de la lagartija, pero grabó bien ese momento en su mente.
Después de eso, Lyney, Lynette y Fréminet recabaron mucha información sobre cómo criar lagartijas para compartirla con madre la próxima vez que la vieran.
Sin embargo, cuando Lyney volvió a su oficina unos días más tarde, el terrario ya no tenía ningún inquilino.
“Madre, ¿y la lagartija?”.
“Como intentó escaparse varias veces del terrario, la terminé liberando. No hemos podido vivir mucho tiempo juntas, pero esa fue su elección”, dijo Arlecchino con total seriedad.
Al ver que Lyney se había quedado sin palabras, señaló a un pájaro que curioseaba sobre el alféizar de la ventana y dijo:
“Además, poco después de salir, ese de ahí se la tragó, y ahora está esperando que le dé el segundo plato. Échalo, ¿quieres?”.
Si uno menciona la palabra “magia” en Fontaine, es inevitable que el nombre de Lyney salga a colación.
La única excepción es probablemente cuando Lynette trastea con los mecanismos mágicos. En ese caso, no solo se muestra confiada, sino que también los maneja con mayor concentración y esmero incluso que Lyney y jamás comete errores.
Cuando Lyney se hizo famoso, muchos se fijaron también en la destreza de Lynette. Pensaban que, si decidía actuar por cuenta propia, se convertiría en una verdadera estrella, incluso más famosa de lo que era su hermano. Incluso hubo un director que la invitó a actuar como protagonista en una de sus kinografías.
Sus rasgos felinos, su belleza y su juventud y el hecho de que era una diestra maga eran rasgos suficientes para llamar la atención de cualquiera que yaciera sus ojos en ella.
Sin embargo, toda aquella atención resultaba fastidiosa para Lynette que se limitaba a rechazar a cuantos cazatalentos se acercaban a ella. Llegó un punto en el que hasta sentía pereza para seguir inventando excusas con las que rechazarlos y le encomendó a su hermano la tarea de redactar aquellas cartas llenas de justificaciones.
La actitud de su hermana le producía a Lyney cierta ansiedad. Entre el público suelen sentarse distinguidas figuras, y Padre ya les había advertido que no debían contrariarlas.
Si llegaran a descubrir que era el propio Lyney el que denegaba su petición de promocionar a su propia asistente de magia, lo más probable es que la situación se volviera peliaguda.
Por eso, Lyney ponía todo su esfuerzo en imitar la forma de hablar de su hermana para redactar incontables cartas de rechazo de la manera más políticamente correcta posible.
Sin embargo, para el locuaz hermano mayor, emular el conciso y escueto modo de hablar de su hermana resultaba una ardua tarea.
Cada vez que terminaba exhausto de escribir una de aquellas farragosas cartas y echaba un vistazo a su hermana, que descansaba tendida en el sofá, Lyney sentía la tentación de darle una oportunidad. Al fin y al cabo, no tenía nada de malo dar un paso atrás y dejar que su hermana ocupara los focos. Él era totalmente capaz de hacer de asistente.
“Ni lo pienses”, decía Lynette, quien se había percatado del hilo de pensamientos que cruzaba por la mente de su hermano. “A mí me gusta ser tu asistente de magia”.
Muchos piensan que las orejas felinas de Lynette son parte de la actuación. Al fin y al cabo, Lyney y ella son hermanos biológicos y Lyney tiene el aspecto de una persona normal y corriente.
Sin embargo, las orejas y la cola de Lynette son tan reales como ella misma, no son de quita y pon.
Al parecer, este tipo de manifestaciones de rasgos felinos se debe a una herencia biológica. Aunque la carga hereditaria tiende a disminuir de generación en generación, es frecuente que se produzca un efecto de atavismo.
De pequeña, Lynette no estaba precisamente conforme con su condición biológica.
Siempre había un niño “bien intencionado” que a propósito o no, señalaba sus orejas o su cola y le preguntaba: “¿Por qué tú eres distinta al resto? ¿Acaso Lyney y tú no son hermanos?”. Lynette siempre ha sido muy tímida y Lyney no podía acompañarla a todas partes, así que cuando alguien le hacía esas preguntas, Lynette nunca sabía que contestar. Se limitaba a cubrirse las orejas y enroscar la cola y esconderse en algún rincón a solas.
Solo los gatos callejeros le hacían compañía en ocasiones así. Se enroscaban en sus pies y se restregaban contra ella.
Lynette sabía que no podía permitir que su hermano la viera así. Su hermano ya tenía suficientes preocupaciones con las que lidiar. No podía permitirse que ese tipo de comentarios infantiles la afectaran tanto.
Pero tampoco podía fingir que no había pasado nada. Sin duda, su hermano se daría cuenta. Para engañar a un mago, primero hay que engañarse a uno mismo.
Lynette solía coger en brazos a aquellos gatitos y acariciarles el pelo. Solo así, comenzaba por fin a calmarse.
Para cuando los gatos decidían saltar de su regazo, el rostro de la pequeña Lynette volvía a mostrar el semblante apacible de siempre.
Entre las clases pudientes de Fontaine, también había todo tipo de degenerados que disfrutaban con aquello que consideraban exótico. Así, durante un banquete, una de aquellas prestigiosas figuras se fijó en los distinguidos rasgos de Lynette.
Su Padre adoptivo por la época no dudó ni un instante antes de lanzarla de cabeza dentro del coche de aquel prestigioso ciudadano. No importó cuánto se resistiera o cuánto se opusiera Lynette. Al fin y al cabo, Lynette era como un pequeño gato al que uno echa del sofá.
“¿Por qué yo? ¿Por qué tengo que tener estas orejas?”.
Después de tantos años de soledad, Lynette no fue capaz de contener todas sus frustraciones y se cubrió las orejas con tanta fuerza que se hizo daño.
“Deja de esconderte, no servirá de nada”. Finalmente, Lynette escuchó una voz y una figura apareció frente a ella, como la luna cuando irrumpe en el oscuro manto de la noche. “Sal. Aquellos que querían hacerte daño ya están muertos”.
Aquella voz, aunque lúgubre y fría, hizo que Lynette se sintiera por fin a salvo. Lynette levantó el rostro y contempló a Padre.
“Esas orejas son muy útiles para escuchar todo tipo de información. A partir de hoy, aprenderás a usarlas como es debido”.
Padre le acarició las orejas. No fue un gesto cariñoso y sus palabras tampoco eran delicadas. Era tan distantes como la luna.
Pero, al igual que la luna, también desprendían un rayo de luz en mitad de la oscuridad.
...
“Si un gato tuerce las orejas hacia atrás, es porque tiene miedo o se siente amenazado. Si las levanta o extiende por completo es que está feliz”.
Al escuchar la explicación de la nueva miembro del Hotel Bouffes d'Été, Lyney no pudo evitar dirigir una mirada hacia las orejas de su hermana.
De pequeña, Lynette solía escuchar las historias de su hermano sobre las Visiones.
En aquellas historias, no había nada que los portadores no pudieran hacer. Eran capaces de invocar una tormenta con un simple movimiento de la mano y disipar la niebla con un soplido.
No se trataba de un truco, aquello eran verdaderos milagros.
“Ojalá tuviéramos Visiones”, solía pensar Lynette en aquella época.
“Así podríamos hacer que nuestros trucos se convirtieran en verdadera magia. Podríamos sacar comida suficiente de la chistera para llenarnos los estómagos y podríamos crear un fuego para calentarnos. Así, Lyney no tendría que preocuparse por mantenernos vivos”.
Pero los dioses nunca escucharon sus plegarias. En los años venideros, los hermanos continuaron vagando por las calles, entre las mansiones de las clases más pudientes de la ciudad.
Finalmente, ambos encontraron refugio bajo el amparo de Padre.
Eran conscientes de lo difícil que era conseguir una oportunidad así, por lo que siguieron un duro entrenamiento y cumplieron con incontables misiones.
Pronto dejaron atrás su infancia y aquellas fantasías sobre Visiones cayeron en el olvido.
En una de sus operaciones, fueron enviados a la mansión de cierto noble para llevar a cabo un número de magia. El objetivo real de aquella misión era encontrar la oportunidad para colarse en el estudio de dicho noble y obtener pruebas de los crímenes que había cometido.
Era un encargo de lo más común. Con el número de magia como espectáculo, los hermanos trucaron una de las ventanas para poder colarse de nuevo en la mansión una vez acabada la función y se hicieron con la información que buscaban sin aparente dificultad.
Pero justo cuando se disponían a llevar a cabo la operación, tres fogonazos alumbraron el bosque a sus espaldas. Aquella era la señal que usaban en su familia para alertar del peligro.
Los hermanos sabían muy bien lo que significaba aquello. La Oficina Judicial también estaba llevando a cabo una investigación sobre aquel particular objetivo y habían decidido mover ficha.
Si seguían el plan y huían por donde habían acordado, había una buena probabilidad de que se toparan de bruces con la Oficina Judicial. Si descubrían que utilizaban su fachada de magos para llevar a cabo actividades secretas, no solo sería su fin, sino que también podrían acabar atrapando al resto de miembros de la familia.
Si querían salir de allí sin que nadie los viera, solo había una pequeña y peligrosa solución.
La mansión estaba situada en lo alto de un precipicio, por lo que algunas de las ventanas daban directamente al acantilado. A los pies de la montaña, discurría un bravo río.
Los hermanos intercambiaron una única mirada y, sin decir palabra alguna, se tomaron de las manos con fuerza y saltaron por la ventana.
Antes de impactar contra el agua, Lyney cubrió como pudo con su cuerpo a su hermana y se preparó para el impacto. ¡*Pum*! Con un sordo sonido, Lyney cayó con fuerza de espaldas contra la superficie del agua. La brutalidad del impacto fue tal que Lyney perdió el conocimiento casi de inmediato.
Lynette, presa del pánico, se agarró a un pequeño tronco que flotaba en el agua y, asiendo a su hermano, intentaba llegar a la orilla. La corriente era tan fuerte que no dejaba de tragar agua.
Una horrible quemazón empezó a extenderse por sus pulmones mientras se llenaban de agua helada. Cuando dirigió la vista hacia su hermano, vio que estaba demasiado pálido. Lyney mantenía los ojos cerrados con fuerza y su rostro había perdido cualquier rastro del vigor que solía radiar.
Lynette se aferró a él con fuerza para evitar que su temperatura se desplomara aún más. Al mismo tiempo, dirigió furtivas miradas al bosque que los rodeaba. En la penumbra de la noche, las grotescas siluetas de los árboles resultaban aún más amenazadores.
Lynette llamó el nombre de su hermano entre susurros, esperando que este se levantara como solía hacer con una sonrisa en la cara, pero solo la lamentosa respiración del joven le respondió.
Los recuerdos de aquella terrible noche de su pasado la asaltaron de nuevo.
Había pasado tanto tiempo, habían vivido tanto desde entonces, había aprendido tanto...
¿Por qué entonces aquellas horribles imágenes la atormentaban una vez más? ¿Por qué, al igual que entonces, solo podía limitarse a dejar que otros la protegieran? ¿Por qué se encontraba de nuevo atemorizada, temblando en la oscuridad?
No debería ser así...
Habían llevado a cabo tantos pequeños milagros, habían superado tantas dificultades juntos...
Lynette había rezado una y otra vez por poder estar al lado de su hermano, por poder cubrirle las espaldas como él hacía, por poder trabajar codo con codo...
Pero estaba sola de nuevo. No podía arriesgarse a llamar a sus otros hermanos y alertar a la Oficina Legislativa.
Así que Lynette siguió adelante, cargando con su hermano sobre sus hombros. No veía claramente lo que tenía delante, así que estiró las orejas con fuerza y analizó cada sonido a su alrededor.
Podía escuchar el viento entre las ramas de los árboles, acariciando a su paso los arbustos, soplando helado contra sus mejillas... Entonces, poco a poco, la joven empezó a distinguir una escena frente a ella.
Lynette continuó avanzando en la oscuridad, paso a paso, mientras las ramas y las zarzas le arañaban la piel y su sangre empapaba sus ropajes.
Poco a poco, todo a su alrededor se volvió más nítido. Tal vez fuera que sus orejas se habían acostumbrado al sonido del viento, o que sus ojos se habían adaptado a la oscuridad, pero de pronto sintió que su paso era más seguro y estable.
Por fin, en aquel escenario sin público ni ovaciones, Lynette era la estrella principal del número.
Cuando los primeros rayos del sol alumbraron el bosque, Lynette alcanzó por fin, con su hermano a la espalda, el campamento que había construido con sus hermanos. Sin embargo, una figura que no esperaba aguardaba su llegada. Padre había ido expresamente a buscarlos.
Haciendo acopio de las fuerzas que le quedaban, Lynette sacó de entre sus ropas los documentos empapados que les habían pedido obtener. Sin embargo, tan débil como estaba, se precipitó contra el suelo aún con Lyney a cuestas.
Padre los sostuvo a ambos antes de que chocaran contra el suelo, permitiendo que los documentos cayeran al barro.
“Descansa. Esta noche habéis traído de vuelta algo mucho más valioso que unos documentos”.
La pequeña Visión que colgaba de la cintura de Lynette reflejaba los rayos del sol sobre los rostros durmientes de los dos hermanos.
Diálogos de personajes[]
Personaje | Diálogos |
---|---|
Arlecchino |
Sobre Lyney... : Clervie una vez me preguntó qué es realmente un hogar, pero no supe contestarle, puesto que la Casa de la Hoguera está compuesta en su totalidad por gente sin hogar.
Negué la irracionalidad de mi hogar, maté a Crucabena, asumí la identidad de madre y reconstruí la Casa de la Hoguera bajo un nuevo conjunto de reglas. Aun así, soy muy consciente de que la Casa de la Hoguera no es un verdadero hogar, pero supongo que esa cuestión es mejor dejarla de lado por ahora. Quizás algún día, Lyney pueda darme una nueva respuesta.
|
Charlotte |
Sobre Lyney...: Ay, ya no sé cuántas veces ha rechazado Lyney mis entrevistas... ¡Pero no pasa nada! Cuanto más me rechaza, más segura estoy de que esconde una historia de mucho valor, ¡un notición sin precedentes que yo averiguaré! |
Chevreuse |
Sobre Lyney...: Conozco al gran mago Lyney. Una vez, arrestamos a un mago sospechoso de estafa y asesinato, pero no sabíamos cómo lo había hecho, así que contratamos a Lyney como asesor y, gracias a ello, hallamos pruebas concluyentes y conseguimos que lo condenaran. Luego me enteré de que un escritor al que le interesó el caso escribió una novela de misterio en la que el crimen se cometió con magia.
Sin embargo... las descripciones eran demasiado detalladas y el caso aún es confidencial, así que todavía no se ha publicado. |
Chiori |
Sobre Lyney...: Yo no puedo hacer un sombrero de copa en el que esconder secretos, pero él con su magia, sí. A veces me pregunto cómo será llevar un sombrero con tantos secretos. Pero ya me conoces, yo no me siento tranquila hasta que digo lo que pienso. |
Clorinde |
Sobre Lyney...: Admiro la gran profesionalidad de ese mago. Cuando tenga un rato libre, iré a ver alguno de sus espectáculos como una espectadora más. |
Lynette |
Hola... : Es un placer. Soy Lynette, ayudante de magia. Para los asuntos relacionados con los espectáculos, habla con Lyney. Para las preguntas relacionadas con las entradas de un espectáculo, pregunta en una taquilla. ¿Eh? ¿Que quieres hablar conmigo? Bien, pues sé breve.
|
Fréminet |
Sobre Lyney - Espectáculos de magia: Cuando estamos en casa, Lyney siempre me enseña sus nuevos trucos de magia. Cuando sonrío, se emociona mucho y dice que al público le va a encantar el truco... ¿De verdad sonrío tan poco?
|
Furina |
Sobre Lyney y Lynette ...: Claro que conozco a Lyney y Lynette. En el pasado, he agraciado sus espectáculos con mi presencia. No obstante, la gran popularidad de la que gozan no es nada comparada con la mía, que lleno todas las gradas hasta el punto de que se llegan a agotar incluso las entradas para ver de pie mis espectáculos. Ahora... bueno... estoy manteniendo un perfil bajo, ¡así que es normal que haya disminuido mi popularidad! |
Navia |
Sobre Lyney y Lynette ...: Soy consciente de que los magos tienden a exagerar en todo lo que dicen, pero siento que Lyney se muestra totalmente sincero con los suyos. Además, es mucho más responsable que las demás personas de su edad.
Oh, por cierto, ¡hubo una vez en la que dio un espectáculo de magia gratuito para los niños de Poisson! Algún día debería invitarlo a él y a su hermana Lynette a comer unos macarons. A Lynette le encanta sacar tazas de té de la nada, ¡así que no creo que le disgusten los dulces de una hora del té! |
Neuvillette |
Sobre Lyney y Lynette ...: Su espectáculo fue muy interesante, ¿no crees? En el mundo mágico de Lyney y Lynette, todo es falsamente extraordinario, pero si crees en ello, acabará siendo verdad. |
Sigewinne |
Sobre Lyney...: Siento haberle disparado al Sr. Lyney con la pistola anestésica... En una situación de urgencia como aquella, era la única manera de que sufriera el menor daño posible, de verdad... Afortunadamente, después comprendió que no lo hice con mala intención y me permitió curar al Sr. Fréminet. |
Wriothesley |
Sobre Lyney...: Reconozco que deshacerme de los informantes infiltrados de la Casa de la Hoguera en Aguabajo fue una provocación. Pero su única respuesta fue enviar a un puñado de niños... ¿Lo hicieron porque de verdad les daba igual sacrificarlos, o porque sabían que jamás le haría daño a un niño? *Suspira*... |
Curiosidades[]
- Es el mayor del trío de hermanos, mayor que Lynette y Fréminet.
- Lyney comparte su actor de doblaje chino con Fréminet.
- La versión más joven de Lyney, que aparece en su misión legendaria, fue doblada por Cat Protano en el doblaje inglés y Yamaguchi Kurea (山口久玲愛) en el doblaje japonés.
- Él, Lynette y Fréminet son actualmente los únicos personajes con más de una carta de personaje.
Historial de cambios[]
- Versión 4.0
- Lyney se añadió al juego.