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Lilúpar, a veces llamada Lilúfar, es un personaje del Desierto de Sumeru, concretamente del Desierto de Hadramavet. Es una genio y la protagonista de varias misiones en esta zona.
Historia[]
Creación de Gurabad y el Oasis eterno[]
Hace muchos años, las genios fueron creadas por la Diosa de las Flores y vivían junto a ella en el desierto. Allí eran felices y vivían en armonía. Sin embargo, la diosa falleció y el rey Al-Ahmar, que había estado enamorado de ella, les prometió a las genios que les devolvería a su señora, por lo que ellas ofrecieron al rey sus nombres verdaderos y se convirtieron en sus servidoras. Lo que no sabían, era que el rey les había mentido, ya que ellas pensaban que su diosa se encontraba en un letargo.
Mientras el rey buscaba un lugar para crear el Oasis eterno, nombró a la genio Lilúpar como enviada a los mortales para hacer un pacto con ellos. Quería encontrar a un rey vasallo "que no hubiera sido corrompido por los espejismos" para ganar control sobre la población. Así, Lilúpar encontró a Ormazd, un joven pastor que se enamoró de ella.[1] Ella, por su parte, le correspondió con un amor profundo que nunca había experimentado.
Con la ayuda de Lilúpar, el pastor se convirtió en el líder de una tribu nómada, y posteriormente se convirtió en el rey vasallo buscado por Deshret. Gurabad floreció en la pared de un peñasco y se convirtió en la capital de los mortales, con Ormazd actuando en nombre del rey del desierto. Entre Ormazd, Deshret y las genios construyeron el Oasis eterno como mausoleo para la reina de las flores. Bajo el liderazgo de Lilúpar, se erigieron ciudades-Estado de los mortales reyes vasallos en este oasis. En este oasis también se encontraba una gran genio llamada Ferigees.[2]
Lilúpar y Ormazd[]
Tras esto, Ormazd, el rey vasallo, construyó palacios y templos para el Rey Deshret con sus consiguientes ofrendas y estableció en el desierto un sistema de gobierno basado en la esclavitud. Esto decepcionó grandemente a Lilúpar, que le aconsejó y habló para que cambiara de parecer. Le habló de que estaba "inmerso en la avaricia y la hipocresía propias de un tirano" y de que, "por la tristeza y furia que le hacía sentir, le causaría sobre su persona la ruina durante tres generaciones".Sin embargo, Ormazd no creyó sus palabras, pensando que se trataban solo de unos versos de su enamorada. La genio se quitó los pendiente que le había regalado como gesto de ruptura con él y comenzó a preparar su venganza[3].
La venganza de Lilúpar[]
Según algunas elegías[4], Lilúpar y Ormazd tuvieron una hija llamada Shirín, una inmortal, sobre la que Lilúpar profetizó cosas inquietantes sobre el futuro del rey vasallo. Pero este, como en otras ocasiones, no le dio más importancia a sus palabras. Ella estaría predestinada a casarse con el que sería su hermano adoptivo, Kisra, un huérfano criado por el pájaro gigante Ghoghnus al que adoptó Ormazd. Aunque en realidad Kisra era un hijo mortal de Lilúpar, lo que hacía a Shirín y Kisra hermanos de sangre. Lilúpar aprovecharía el descontento de este matrimonio para instigarlos en su plan contra Ormazd.
Ormazd y sus más de trescientos herederos se juntaron una noche para un gran festín. Algunos sirvientes del banquete, presuntamente mandados por Shirín y Kisra, vertieron veneno de escorpión en miel almizclada y se la ofrecieron al rey vasallo y sus trescientos herederos. En una misma noche murieron Ormazd y sus trescientos herederos en Gurabad.[5]
Lilúpar y Parvezravan[]
Shirín y su marido, llamado ahora Kisra Parvezravan, tuvieron un hijo, Shiruyeh, que fue desterrado por miedo a que se cumplieran las profecías de Lilúpar sobre él. Parvezravan quiso tener un poder sin límites, algo que Lilúpar le concedió. Construyó una serie de máquinas para él y le reveló en un sueño cómo construir una gran máquina poderosa. Parvezravan encerró a Shirín para obligarla a que diera vida a las máquinas creando genios sin consciencia que los manipularan, algo que destrozó el corazón de Lilúpar una vez más[6].
"El fin de la esclavitud"[]
Tras la creación de las máquinas, Parvezravan declaró el fin de la esclavitud en Gurabad y un periodo de igualdad. Había noticias por doquier sobre este suceso. Esa riqueza del momento se construyó sobre los hombros de la esclavitud de Shirín y de los esclavos convertidos en obreros de las fábricas, cuyas condiciones no habían mejorado nada.
En esta situación, Lilúpar, que conocía el estado de estas personas, se apiadó de ellas dándole medicinas, agua potable y curando enfermedades y heridas causadas por los accidentes laborales. Ella solo podía salir las noches con luz de luna para que su magia fuera efectiva. También les contaba a los trabajadores que, en realidad, en el interior de las máquinas había criaturas sedientas de sangre (una explicación a por qué había tantas lesiones) que se alimenta del dolor y el odio.[7]
En algún momento, el sistema de cañerías que transportaba agua por todas las ciudades comenzó a resentirse y tuvieron que llevarse a cabo obras para mejorar las estructuras. En esta situación, aparecieron una serie de rumores en torno a Lilúpar, que se consideraron "habladurías infundadas en las crónicas de la época.[8] Estos rumores seguramente se refirieran a la advertencia de Lilúpar sobre la contaminación del agua del canal debido a un suceso terrible en el nacimiento del río, en el Monte Damavand [9] y a los rumores sobre "genios vengativos" que había en la época.[10]
"La Máscara de Latón", revuelta y caída de Gurabad[]
En este tiempo, Shiruyeh se dio a conocer como Máscara de Latón y lideró un movimiento rebelde que daría frutos en la revuelta contra Parvezravan. Este movimiento, perseguido duramente, rendía culto a la Reina de las Flores. El ambiente en las fábricas era imposible, algunas máquinas se salieron de control, hubo incendios, parones en el trabajo... Lilúpar seguía en contacto con los trabajadores.
Cuando Shiruyeh acabó con la vida del rey (que, por cierto, se había convertido en una bestia oscura), Lilúpar se regocijó en la venganza y la caída de los nobles de Gurabad.
En ese momento, en Gurabad hubo una especie de inundación en la que el jugo de las frutas llenó las calles de la ciudad. Las arenas se tragaron a los esclavos y los amos por igual. Una grieta se abrió en la tierra y se tragó la ciudad por completo.
Shirín acabó cumpliendo la tercera profecía de Lilúpar sobre ella: ella y su descendiente liberaron la ciudad, pero luego se convirtió en un espíritu malvado para el desierto, ya que ambos fueron culpados de la caída de Gurabad por los habitantes del desierto.
Cuando el Rey Deshret volvió a Gurabad y vio el destino que había sufrido, dividió el espíritu de Lilúpar en partes que fueron escondidas por separado por los siete sabios. La inscripción de un obelisco dice que a ella le fue dado el tiempo infinito, la esperanza de la salvación. Después de la destrucción de Gurabad, le siguió la destrucción del Rey Deshret. La venganza de Lilúpar por no haber resucitado a la Diosa de las Flores, se llevó a cabo.
Perfil[]
Durante la misión El templo de las lágrimas de arena, el viajero se encuentra con Lilúpar dentro de una botella por primera vez mientras busca el Oasis Eterno con Yeht. Es posible poseer a Lilúpar como el objeto de ayuda a la exploración llamado Lámpara mágica de Lilúpar.La genio acompaña al viajero en otras misiones de mundo, incluso llega a ser presentada a Babel, que le muestra mucho respeto. En la misión Recuerdos de Gurabad, tras un largo camino, Lilúpar y el viajero llegan a donde estuvo la ciudad en su tiempo y ella le cuenta que su destino está en Gurabad, con su hija Shirín y Shiruyeh. Tras mostrarle visiones de la ciudad al viajero y sincerarse sobre la verdadera historia acontecida, Lilúpar se despide y desaparece.
Personalidad[]
(Por añadir...)
Apariencia[]
(Por añadir...)
Referencias[]
- ↑ Texto en la flor del set Épica del Pabellón del Desierto
- ↑ Cáliz del set Épica del Pabellón del Desierto
- ↑ Tiara de Épica del Pabellón del Desierto
- ↑ Léase Shiruyeh y Shirín
- ↑ Shiruyeh y Shirín
- ↑ Crónicas del antiguo oasis (III)
- ↑ Crónicas del antiguo oasis (VII)
- ↑ Crónicas del antiguo oasis (I)
- ↑ Crónicas del antiguo oasis (II)
- ↑ Crónicas del antiguo oasis (VIII)
- ↑ Crónicas del antiguo oasis (IX)