Las ilusiones vacías del Festival Sabzeruz es una misión de Arconte, que forma parte de Capítulo III: Acto II - El alba de las mil rosas.
Detalles[]
- Habla con Nahida
- Dirígete a las puertas de la ciudad y encuentra la forma de salir
- Habla con Nahida
- Siéntate en uno de los bancos de la ciudad para poner tus ideas en orden
- Habla con Nahida
Recompensas[]
- EXP de Aventura
- Mora
- Protogema
- Experiencia del aventurero
- Mineral de refinamiento místico
Diálogos[]
- (Habla con Nahida)
- Paimon: ¡Hemos recuperado nuestros recuerdos!
Vamos, hoy intentaremos salir de la ciudad.
- Paimon: Sí, acerca de eso... ¿Cómo decirlo?
¿Eh? ¿Qué quieres decir?
- Nahida: Viajero, aparte de los recuerdos que han recuperado, tengo un mensaje para ti.
¿Un mensaje? ¿De quién?
- Nahida: Lo sabrás en cuanto lo escuches.
"... No hay vuelta atrás... Hay muchos espacios allí, y el Día del Sabzeruz de la Ciudad de Sumeru es solo uno de ellos"...
¡¿Es esta... mi propia voz?!
- Paimon: Viajero, debes tener una laguna mental de dos días, deja que Paimon te ponga al corriente...
- Dos días atrás...
- Paimon: ¡Es hora de llevar a cabo nuestro plan de ayer!
Vamos, hoy intentaremos salir de la ciudad.
- Paimon: Bien, ¡en marcha!
- (Dirígete a las puertas de la ciudad y encuentra la forma de salir)
- Comerciante: ¿Por qué no podemos salir de la ciudad? ¿Qué trama ahora la Academia?
- Guardia: No me preguntes, no servirá de nada. Son órdenes directas del Gran Sabio. Será mejor que esperes hasta mañana.
- Comerciante: De verdad que es muy urgente. La mercancía que esperaba llegó ya a Puerto Ormos. Si no voy en seguida a recogerla, seguro que alguien la robará.
- Guardia: Eso es problema tuyo. Asegúrate de solicitar permiso previo la próxima vez.
- Comerciante: P-pero, no es como si las oportunidades de negocio se pudieran prever así como así... *Suspira*...
- Paimon: Parece que la Academia de Sumeru ordenó que cerrasen la ciudad, Paimon ya se lo esperaba.
- Paimon: Preguntemos.
- Paimon: Buenas, señor guardia, ¿por qué no podemos salir de la ciudad hoy?
- Guardia: Esto es el cuento de nunca acabar... No me pregunten, yo tampoco sé nada.
- Guardia: Lo único que hemos recibido es la orden de impedir hoy todo acceso y salida de la Ciudad de Sumeru, no nos han dicho nada más.
Ciertamente, la Academia no le va a explicar sus motivos a un don nadie.
Parece que esos tipos de la Academia no confían nada en ti.
- Guardia: No servirá de nada que intentes provocarme. Si estuviese enterado de información confidencial como esa, hace tiempo que no estaría aquí de pie aguantando las inclemencias del tiempo.
- Paimon: Parece que de verdad no lo sabe.
- Paimon: Bueno, si no averiguamos la causa, seamos más directos. Encontremos un sito por donde escalar la muralla. Al fin y al cabo, estos guardias no pueden estar en todos lados a la vez.
- Paimon: Este lugar parece adecuado. Y parece que los guardias no nos han descubierto. Rápido, escalemos...
Paimon, quédate aquí.
- Paimon: ¿Eh? ¿Por qué? ¿Quieres dejar a Paimon atrás?
Puede que salir de la ciudad trastorne nuestros recuerdos.
Uno de nosotros tiene que quedarse de testigo.
- Paimon: Pero ¿y si pasa algo inesperado y te metes en problemas? ¡Paimon no estará para ayudarte!
- Paimon: Paimon sabe que no es de mucha ayuda, pero siempre hemos estado juntos, ¿verdad?
No te preocupes, Paimon.
Si salimos juntos, pasará lo mismo que antes.
- Paimon: ...
- Paimon: Está bien, Paimon te esperará.
- Paimon: ¡Prométele a Paimon que volverás pronto! ¡Echa una ojeada ahí fuera y regresa en seguida!
Lo sé, lo sé.
- Paimon: ¡Y ten mucho cuidado!
- (Habla con Nahida)
- Paimon: Ah... Los recuerdos...
Vamos, hoy intentaremos salir de la ciudad.
- Paimon: ¡Viajero! ¡*Buaaa*!
¿Qu-qué te pasa, Paimon?
- Paimon: ¡Paimon pensó que no te volvería a ver nunca! ¡Desapareciste de repente!
- Paimon: ¡Paimon se quedó esperando en la muralla muchísimo tiempo, pero no volvías! ¡Prometiste que echarías una ojeada y volverías en seguida! *Solloza*...
¿Que yo prometí qué cosa?
- Nahida: Paimon, tranquilízate. Él ya está aquí, y además tiene pinta de no saber nada.
- Paimon: *Solloza*... A Paimon no le importa. Ayer quería ir a buscarte, pero como le dijiste a Paimon que no saliera de la ciudad, ¡se pasó todo el día preocupada y con miedo!
Aunque no sé qué es lo que hice, perdóname, Paimon.
Siento mucho el mal rato que te hice pasar, Paimon.
Yo nunca te abandonaría.
- Paimon: *Solloza*... Está bien, Paimon te perdona esta vez. Lo que importa es que no hayas desaparecido de verdad. ¡A Paimon le aterraba que te hubieras ido de repente a otro mundo!
- Nahida: Está bien, Paimon, ¿podrías contarnos qué pasó ayer desde tu punto de vista?
- Paimon relata lo que planearon hacer ayer...
- Nahida: Ya veo, así que usaron las perspectivas de dos personas distintas...
- Paimon: Luego, cuando Viajero salió de la ciudad, Paimon tenía la mirada fija en él todo el rato, pero no sabe en qué momento su silueta se esfumó así sin más.
¿No será que viste mal, te distrajiste un momento o algo así?
- Paimon: Imposible, Paimon tenía puesta la mirada en ti todo el tiempo.
- Nahida: ¿Y tú, viajero? ¿No te acuerdas de nada?
Así es, no sabía que existía ese "ayer".
- Nahida: Eso lo explica todo. Les era imposible recordar porque se olvidaron por completo de los dos días en que intentaron salir de la ciudad.
- Paimon: ¿Entonces si intentamos salir, nuestros recuerdos se borran por completo?
Además de prohibir la entrada y salida de la Ciudad de Sumeru...
No se permite salir, y quien salga perderá sus recuerdos...
- Paimon: Parece que fuera de la ciudad hay un secreto y alguien se está tomando muchas molestias para mantenerlo oculto.
- Paimon: Pero si seguimos así, nunca sabremos qué es lo que hay fuera de la ciudad...
Si los recuerdos pueden borrarse, ¿existe alguna alternativa?
Si los recuerdos desaparecen, ¿tenemos otra opción?
- Paimon: Por ejemplo, ¿algo que pueda guardar mensajes? ¿Pero cómo podríamos transmitirlos?
- Nahida: No me miren así, no estoy acostumbrada a que claven la mirada en mí de esa manera.
- Nahida: Uf... Está bien, está bien. Así que quieren algo que permita transmitir mensajes, ¿no? Denme un poco de tiempo y cuiden de Dunyarzad mientras tanto.
- Paimon: Bien, ¡así está mejor!
- Esperan durante un buen rato.
- Nahida: Ya está listo, tomen.
- Paimon: ¿Eh? ¿No es esto un conmutador Akasha?
- Nahida: Sí, pero con unos pequeños retoques. Los conmutadores Akasha pueden transmitir mensajes. Solo modifiqué este para que pudiese dirigirla a cualquier nodo.
- Paimon: Nahida, para hacer algo así, ¡debes de conocer el Akasha como la palma de la mano! Entonces, ¿podemos usar esto para guardar mensajes?
- Nahida: Efectivamente, les ayudaré a guardarlos. Debe ser fácil de utilizar, pero no puedo garantizar que no haya problemas con el estado del usuario o la cobertura de señal cuando estén fuera de la ciudad.
- Paimon: No lo sabremos hasta probarlo. Ahora por lo menos tenemos la iniciativa, ¿no?
Merece la pena intentarlo.
- Paimon: Entonces, en marcha. Destapemos los trapos sucios de esos sabios.
Te tendrás que quedar aquí otra vez.
- Paimon: Ah... es verdad. Está bien, ahora que sabe qué pasó ayer, hoy Paimon no está tan preocupada. Pero sigue sin acostumbrarse a separarse de ti.
Hasta mañana, Paimon.
- Paimon: ¡Sí! ¡Hasta mañana, Viajero!
- Paimon: ... Y esto es todo lo que pasó hasta ahora.
¿Así que el mensaje de antes lo grabé después de salir?
¿El mensaje lo grabé ahí fuera?
- Nahida: Así es, logramos recibir dos mensajes tuyos de fuera de la ciudad, aunque estaban entrecortados y con interferencias.
- Paimon: Bien, ahora que entiendes lo que ocurrió, ¡escuchemos los mensajes!
"... No hay vuelta atrás... Hay innumerables espacios aquí, y donde estamos nosotros es solo uno de ellos"...
"... Volví a entrar en un espacio. En él había arenisca que fluía como agua, peces que rugían y paisajes imposibles"...
"... Todos estos espacios están vacíos, salvo por algunos donde hay marionetas taciturnas en vez de personas. No noté ninguna presencia humana en ellos"...
- Paimon: ¡Hay mucha información por digerir! Parece como si hubieras salido del espacio de la Ciudad de Sumeru con solo poner el pie fuera de ella.
- Paimon: ¡Pero todo parecía normal cuando Paimon miraba hacia el exterior! Increíble... Además, por lo que dices, esos otros espacios eran superextraños...
- Nahida: Aquí hay otro fragmento, recibimos este mensaje tarde por la noche.
"... Estos espacios han estado desapareciendo últimamente, absorbidos por algo en el cielo parecido a un sol"...
"*Bip*... Hasta el último espacio que quedaba ha desaparecido"...
"... A mis espaldas han vuelto a aparecer numerosos espacios de la nada. ¡Ahora lo entiendo! Esos espacios en realidad son"...
"... *Brzzz*"...
- Paimon: Ay... ¿Cómo pudo cortarse ahí? ¿Qué iba a decir Viajero? ¿Qué diantres son esos espacios?
- Nahida: Debe ser porque "ayer" terminó justo en ese momento.
- Paimon: Por cierto, a Paimon le pareció escuchar un pitido del Akasha, ¿provenía de aquí o del propio mensaje?
- Nahida: Del mensaje. Lo debió emitir el conmutador Akasha del viajero en ese momento.
- Paimon: Después del pitido, Viajero dijo: "Hasta el último espacio que quedaba ha desaparecido".
- Nahida: Viajero, ¿qué piensas que era ese último espacio?
- Recuerdas todo lo que ha sucedido. La única explicación es que se trate del espacio en el que estuvieron ayer.
- Paimon: ¡Oh, conque eso era! Después del pitido, el espacio en el que nos encontramos desaparece y somos transportados al día siguiente.
- Paimon: Y luego Viajero dijo que a sus espaldas volvieron a aparecer numerosos espacios de la nada... ¿Eso quiere decir que cada día aparecen varios espacios nuevos?
- Paimon: Paimon tiene la cabeza hecha un lío... ¿Qué diantres son estos "espacios"?
- Nahida: Piénsenlo así: a pesar de todos los horrores de la Guerra de los Arcontes, no era más que un juego en el que un puñado de Arcontes se peleaba por siete tronos.
- Nahida: Así que, no importa cuán grotescas o espeluznantes aparenten ser las cosas, puede que al final solo apunten a un pequeño y sencillo secreto.
- Paimon: Guau, la Guerra de los Arcontes, ¿eh? Vaya analogía...
Un secreto...
Denme algo de tiempo, tengo que poner mis ideas en orden.
- Paimon: ¡Oye! ¿A dónde vas?
- (Siéntate en uno de los bancos de la ciudad para poner tus ideas en orden)
- Paimon: ¿Necesitas tiempo para reflexionar? Está bien, Paimon no te molestará.
- Dunyarzad: La danza Sabzeruz va a comenzar. Iré a verla.
Así que ya llegó el momento de la danza Sabzeruz...
- Paimon: Ehmm... ¿Por qué no te adelantas, Dunyarzad? Nosotros tenemos otros asuntos pendientes.
- Dunyarzad: Oh, de acuerdo. Nos vemos luego.
- Paimon: ¿Ya te has aclarado, Viajero? El tiempo apremia.
Creo que ya sé la respuesta.
- Paimon: ¡Impresionante! ¡Cuéntaselo a Paimon! No, espera, vayamos con Nahida y cuéntalo allí, ¡esta vez encontraremos la verdad!
- (Habla con Nahida)
- Nahida: ¿Ya regresaron? Los he estado esperando mucho tiempo. A juzgar por sus expresiones...
- Nahida: ¿Están listos para hacer el examen y graduarse del Festival Sabzeruz?
Pregunte, profesora Nahida.
- Nahida: Jeje. Bien, primero... ¿Encontraste esa verdad que estaba escondida?
- Recuerdas todo lo que ha sucedido y por fin entiendes cuál es la "realidad del sueño".
- Paimon: Los habitantes de Sumeru creen que no pueden soñar, pero lo cierto es que el Akasha les roba los sueños sin que se den cuenta, ¿cierto?
- Paimon: Y esos espacios sin presencia humana serían sueños robados sin su dueño, ¿verdad? Eso explicaría por qué parecían tan extraños cuando Viajero trataba de describirlos...
- Paimon: Así que la gente de Sumeru sí puede soñar. ¡De hecho, ahora estamos todos en un sueño!
- Nahida: Respuesta correcta. ¿Y cómo llegaste a la conclusión de que el Akasha puede hacerlo?
- Analizas todo lo que ha sucedido. La única razón posible es que se trate de la manifestación del poder de la Diosa de la Sabiduría.
- Paimon: Ajá, Paimon entiende. Esas criaturas del bosque capaces de controlar los sueños también obtienen su poder de la Arconte Dendro, ¿verdad? Eso explicaría por qué el Akasha también tiene el poder de controlar los sueños de la gente.
- Paimon: Pero... ¿entonces el Akasha recoge la sabiduría de todo el pueblo robando sueños? ¿No hay algo más?
- Nahida: Los sueños son fantásticos, complejos y están llenos de imaginación. Además, los cerebros de la gente están más activos mientras sueñan.
- Nahida: En otras palabras, los sueños son como compendios de sabiduría humana.
- Paimon: Es decir que es justo lo contrario de cómo Haypasia lo entendió...
- Paimon: Paimon recuerda que dijo que los sabios consideran que los sueños no son más que fantasías disparatadas, y que el hecho de que nadie pueda soñar es una bendición de la Arconte... ¿Así que todo era un vil engaño?
- Paimon: La verdad es que esos sabios de la Academia de Sumeru están usando el Akasha para robar los sueños de la gente y usarlos para sus propios fines, ¿no?
Pero parece que a los sabios no les basta con eso.
- Nahida: ¿Oh? Por tus palabras, parece que entiendes bastante bien cuál es la situación actual. Entonces, ¿qué hay sobre el samsara?
- Analizas todo lo que ha sucedido. La única explicación es que se trate de la producción en masa de sueños.
- Nahida: Correcto. El Akasha mantiene los cerebros de todos en permanente estado de sueño, a la vez que separa su consciencia de sus propios sueños.
- Nahida: Luego colocan juntas estas consciencias arrancadas en el sueño colectivo del Festival Sabzeruz, y así pueden cosechar todos los sueños sin dueño por medio del Akasha.
- Nahida: Y sin que nadie lo sepa, un nuevo bucle del samsara comienza cuando el día en el sueño termina.
- Nahida: Todos se despiertan de nuevo en el Día del Sabzeruz, y los sueños que les pertenecen son cosechados de nuevo por el Akasha en un bucle sin fin.
- Paimon: Así que... estamos es una especie de fábrica de sueños, y el Akasha es la máquina recolectora, ¿es correcta esta analogía?
- Nahida: Muy bien, Paimon. Saber usar las metáforas es un buen hábito.
- Paimon: Entonces, esos pitidos que escuchamos en realidad provienen de nuestros conmutadores Akasha en el mundo real. Quitarnos los conmutadores en el sueño no sirve de nada.
- Nahida: Bien, aquí va la última pregunta... ¿Quién soy yo?
Eres la Reina Menor Kusanali.
- Nahida: Jaja, así que ya te habías dado cuenta.
- Nahida: Ay... Y yo que creí que era la pregunta más difícil. Por eso la dejé hasta el final.
- Paimon: ¡Ja! Era superfácil, hasta Paimon lo había adivinado. Eres completamente diferente a los demás, es solo que no queríamos delatarte.
- Paimon: Paro ahora que lo dices, nos lo estuviste insinuando desde el principio, Nahida.
- Paimon: Si te paras a pensar, es gracioso que hayamos ido por todos lados preguntando por la Reina Menor Kusanali. ¡Paimon no esperaba encontrarte de esta forma!
Tengo muchas preguntas que hacerte...
... Pero parece que ahora no es el momento oportuno.
- Nahida: Sí, será mejor dejarlo para cuando volvamos a la realidad.
- Nahida: Pero con mucho gusto contestaré cualquier otra pregunta que tengas sobre la situación actual.
¿Por qué no nos dices directamente la verdad?
- Nahida: Ya me hicieron antes la misma pregunta, y yo les respondí que "les volaría la mente".
- Nahida: Pero ahora que saben que todo esto es un sueño, espero que la respuesta tenga más sentido para ustedes...
- Nahida: ¿Han escuchado que "no se debe despertar a un sonámbulo"? De igual modo, si alguien les hubiese contado de repente todo esto en vez de que lo descubrieran por su cuenta...
- Nahida: Sus nociones de los sueños y la realidad quedarían irreversiblemente confundidos. No podía exponerlos a semejante riesgo.
- Nahida: Por eso solo podía darles pistas y sugerencias de forma sutil. En fin, siento mucho haberlos mantenido en la ignorancia todo este tiempo.
¿Cómo consiguieron los sabios que nadie se diese cuenta?
- Nahida: En primer lugar, este sueño está basado completamente en la realidad. La gente ya ha experimentado el Festival Sabzeruz, así que le sería muy difícil encontrar algo que les pareciera irreal.
- Nahida: En segundo lugar, debe parecerte extraño que la gente no tenga recuerdos de samsaras anteriores, ¿cierto?
- Nahida: Eso es porque, de todas formas, la gente no suele recordar sus propios sueños. Y además, el Akasha les arrebata dichos sueños...
- Nahida: Así que, cada vez que "despiertan" del Festival Sabzeruz del sueño anterior, no guardan ningún recuerdo de un sueño idéntico.
- Paimon: Eso recuerda a Paimon que Viajero tuvo un sueño cuando estábamos en el Bosque Avidya, pero no recordaba de qué trataba cuando despertó. ¿Es igual a lo que tú dices?
- Nahida: Sí. Una persona puede potenciar el poder de los sueños solo tras ser bendecida por el elemento Dendro, y eso explica su sensación de paramnesia.
- Nahida: Mientras tanto, nadie más sabe que está en el samsara del Festival Sabzeruz mientras roban sus sueños una y otra vez.
¿Habrá efectos secundarios de los sueños producidos en masa?
- Paimon: ¿Pueden los humanos seguir soñando para siempre de esta forma? ¿Cuándo podrá terminar este samsara?
- Nahida: Podría decirse que su fatiga mental ya les ha dado la respuesta. La tolerancia de la gente tiene un límite.
- Nahida: En especial, las personas de constitución débil, como Dunyarzad. Son las que más sufren de una explotación tan despiadada.
- Paimon: Hay vidas en juego, pero la gente no es consciente de ello... ¡Tenemos que detenerlo de alguna forma!
¿Por qué el sueño es acerca del Festival Sabzeruz?
- Nahida: Exacto, ¿por qué usar como plantilla el día de mi cumpleaños? ¿Es solo una coincidencia?
- Paimon: ¿Ni siquiera tú sabes el motivo, Nahida? Eso sí que es raro.
- Nahida: Los sabios de la Academia de Sumeru están decididos a cosechar un gran número de sueños en el menor tiempo posible, sin importarles el precio. Seguro que traman algo, pero no tengo ni idea de qué es.
- Nahida: Viajero, ¿tú sabes algo?
- Recuerdas todo lo que ha sucedido y recuerdas las palabras del Gran Sabio.
- Nahida: Celebrar el nacimiento de esa Arconte...
- Nahida: ¿Será que...?
No tengo más preguntas.
- Nahida: Tomar a la gente de Sumeru por tonta y poner su vida en peligro sin el menor escrúpulo... Sean cuales sean sus intenciones, ¡no tienen perdón!
- Nahida: Deberemos esclarecer eso después de terminar con el samsara del Festival Sabzeruz...
- Paimon: ¿Cómo pueden los sabios de la Academia hacer algo así a espaldas de su Arconte? ¡Es inconcebible!
- Nahida: Porque yo soy solo la luna, y el sol hace mucho que ya no está.
- Paimon: Sol... Luna... Vaya, otra vez hablando con metáforas.
- ¿?: *Bip*...
- Paimon: Ah, nos quedamos sin tiempo por hoy.
- Nahida: Sí. Mañana les diré cómo liberarse del samsara. Hasta mañana, Viajero y Paimon.
Historial de cambios[]
- Versión 3.0
- Las ilusiones vacías del Festival Sabzeruz se añadió al juego.