La saga del Sr. Olvidadizo es una misión del mundo de Inazuma.
Para comenzar esta misión es necesario haber completado la misión de mundo «Octava del maushiro» (la segunda misión de la cadena A través de la niebla) y esperar un día.
Detalles[]
Habla con Roald para comenzar la misión. Estará parado al sur de la Estatua de Los Siete de la Isla Tsurumi.
- Entrégale a Roald los hongos fluorescentes
- Captura imágenes de los murales en las ruinas (0/6)
- Busca a Roald
Recompensas[]
20 Protogema
20 000 Mora
Notas[]
- Completar esta misión otorga el logro "Mi vida como aventurero" de la categoría Maravillas del mundo.
Diálogos[]
- (Habla con Roald)
- Roald: ¡Hola! Así que siguen en la isla. ¡Me alegro de verlos!
- Roald: ¿Cómo han estado? ¿Algún descubrimiento sorprendente? los escucho.
Ningún hallazgo en particular.
- Roald: Oh, es normal. No se preocupen, nunca faltan secretos en una isla como esta. Estoy seguro de que encontrarán algo tarde o temprano.
Todavía estamos en medio de una exploración.
- Roald: Ya veo, jaja. ¡Entonces no dejen que los entretenga más!
- Paimon: Por cierto, ¿qué haces aquí, Roald?
- Roald: ¿Yo? Acabo de empacar el campamento y estaba a punto de irme.
- Roald: La niebla en esta isla es demasiado extraña... Basta adentrarse unos cuantos pasos para extraviarse, y antes de que te des cuenta, te encuentras de nuevo en el punto de partida.
- Roald: Olvidé el camino que Kama me mostró... Y cuando quise buscar a los lugareños para preguntarles, no encontré la manera de dar con ellos...
- Roald: Ni mi brújula ni las sombras en el suelo me servían para encontrar el camino... Incluso probé con mis zapatos, pero al final no pude dar más de medio paso entre la niebla.
- Paimon: ¿Tus... zapatos?
Se refiere a usar los zapatos para marcar el camino.
- Paimon: ¡¿Qué?!
- Roald: ¡Ja! Como esperaba de ti, Viajero. ¡Estas técnicas especiales de aventureros experimentados no son nada para ti! A Paimon le falta mucho que aprender.
Sí, todavía te falta mucho, Paimon.
- Paimon: ¡Solo tuviste suerte! ¡Paimon no necesita aprender esas cosas!
- Roald: De cualquier forma, mi exploración se ha estancado.
- Roald: *Suspira*... Si hubiera atado la cuerda a un árbol cercano y me hubiera agarrado al otro extremo, podría haberlo intentado unas cuantas veces más.
- Paimon: Entonces, ¿por qué no lo hiciste?
- Roald: Perdí los zapatos de repuesto que usaba para saber por dónde ir...
Así que solo pueden usarse una vez...
- Roald: Jeje, en realidad, no. Lo que pasa es que perdí demasiados y me olvidaba de recogerlos... y así fue como se me acabaron.
Qué lástima...
- Roald: *Suspira*, sí que lo es...
- Roald: ¡Ah, sí! ¡Recién recuerdo que tenía algo que pedirte!
- Paimon: ¡No te exaltes así! ¡Paimon pensó que la ibas a morder!
- Roald: Lo siento, jaja...
- Roald: Como sabrás, tengo el vergonzoso hábito de olvidar las cosas con frecuencia.
- Roald: Haber nacido con mala memoria me ha puesto en muchas encrucijadas, sobre todo como aventurero. Es fácil meterse en peligros por ello...
- Roald: Uno de los propósitos de mi visita a la Isla Tsurumi era recoger un hongo llamado “hongo fluorescente”. Según la Srta. Sango, este hongo puede mejorar la memoria y aliviar la tensión cerebral, y también es bueno para la vista.
- Roald: La última vez que vine con Kama, estaba tan concentrado en conocer a los lugareños que me olvidé de recoger hongos... *suspira*.
- Roald: No esperaba encontrarme con tales problemas al desembarcar en la isla otra vez por mi cuenta... Qué lástima.
- Roald: Si siguen explorando por aquí, ¿podrían ayudarme a recoger algunos hongos fluorescentes?
Claro, no hay problema.
- Roald: ¡Mil gracias!
Pero no te olvides de mí cuando termine.
- Roald: Jaja, eso no pasará, descuida.
- (Vuelve con Roald)
- Roald: Hola, Viajero y... su hada parlante.
- Paimon: ¿Cómo estás, señor olvidatodo?
- Paimon: ¡Paimon! ¡Es Pai-mon! ¡No lo olvides a la próxima!
- Roald: Entendido, Pai-mon.
- Paimon: Espera, ¿estás imitando a Paimon? ¡¿Dónde están tus modales?!
- Paimon: ¡Viajero,dale de una vez esos hongos raros! ¡Paimon no piensa hablar con él!
¿Con estos será suficiente?
- (Entrega los hongos)
- Roald: Sí, con estos debería ser suficiente, ¡gracias!
- Roald: Por cierto, avísenme si encuentran algo en los alrededores del lugar ceremonial de la isla.
- Roald: Ah... Sí, ustedes tienen un Daguerrotipo de Fontaine, ¿no? Es bastante caro... Tengo que comprarme uno cuando me alcance el presupuesto.
- Roald: Según los historiadores locales, los antiguos habitantes de la Isla Tsurumi solían pintar murales en las cuevas con historias ahora olvidadas, y la mayoría de esos murales han sobrevivido más de mil años...
- Roald: Durante mi anterior viaje aquí, pude ver esas imágenes a la luz del fuego de la ceremonia... Ocuparon mis pensamientos durante varias noches de insomnio. Son difíciles de olvidar.
- Roald: No creo que nadie haya visto nunca esos murales... Si pueden traer una prueba de su existencia, sería un gran logro para el Gremio de Aventureros en el campo de la investigación histórica.
- Roald: Así que espero que puedan encontrar los legendarios murales y capturar imágenes de ellos de la forma más completa y nítida posible. Compraré las imágenes para mi diario y les pagaré una cantidad considerable por sus esfuerzos.
- Roald: ¿Qué les parece?
Está bien.
- Roald: ¡Muchas gracias!
Solo no pierdas tu diario.
- Roald: Ha-haré lo que pueda...
- (Vuelve con Roald después de sacar las fotos)
- Roald: ¡Nos encontramos de nuevo, Viajero! Y... humm...
- Paimon: ¿...?
- Roald: Por cierto, ¿esta pequeñina voladora está a la venta? Es fascinante...
- Paimon: ¡¿Eh?!
¿Estás bien...?
- Paimon: ¡Es obvio que no! ¿Cómo puede olvidarse de las cosas tan rápido?
¿Funcionaron los hongos fluorescentes?
- Paimon: ¡Eso! ¿Por qué sigue empeorando?
- Roald: ¿De qué están hablando...?
- Roald: Pff... ¡Jajaja!
- Paimon: ¿?
¿?
- Roald: ¡Ajaja! *Ejem*, ¡jajaja! ¡Deberían verse las caras! ¡Pff!
- Roald: Basta, basta... lo siento... es... ¡Jajaja! ¡Es mi broma favorita!
- Paimon: ¡No tiene nada de gracioso!
No entiendo tu sentido del humor...
Supongo que es la forma en que los olvidadizos hacen que el mundo sea más llevadero.
- Roald: *Ejem*, está bien, está bien, no más bromas. Lo siento.
- Paimon: En serio, ¡Paimon pensaba que un aventurero así de famoso sería una persona más seria!
- Roald: Jaja, no te quedes con esa impresión de los aventureros. El Gremio de Aventureros es conocido como un grupo de bichos raros. Me atrevo a decir que soy una persona “normal” para ellos.
- Paimon: ... Solo por un pelo.
- Roald: Gracias por los hongos de todos modos. De momento no han hecho efecto... Quizás hay que consumirlos por mucho tiempo o tal vez no tienen propiedades medicinales en absoluto. Sea como fuere, no saben mal.
- Roald: No puedo comerlos todos, tengo que guardar unos pocos para que mi amigo de Sumeru investigue su valor medicinal.
- Paimon: Paimon tiene la impresión de que lo olvidarás...
- Roald: *Ejem*, en fin, volviendo al tema, ¿ya fueron a buscar los murales?
Aquí están las imágenes que pediste.
- Roald: ¡Oh, no me alcanzan las palabras para expresar lo agradecido que estoy!
- Roald: Humm... Interesante, muy interesante. ¿No han encontrado más murales?
Estos son todos.
Estos son todos los que encontramos.
- Roald: Eso es incluso más interesante...
- Paimon: ¿Qué quieres decir?
- Roald: Los habitantes de la Isla Tsurumi adoraban a un ave monstruosa que dominaba el elemento Electro, y su civilización se centraba en rituales y otros asuntos ceremoniales relacionados. La mayoría de las personas que conocen algo de historia no refutan esta postura...
- Roald: Pero en los murales que me has mostrado no hay rastro del Ave del Trueno. Lo que la gente adora es otra cosa...
- Roald: El sol, la luna, las estrellas... y esos símbolos extraños... Tal vez los nativos de la Isla Tsurumi tenían un cierto nivel de desarrollo antes de que llegara el Ave del Trueno...
- Roald: Más allá de eso... la niebla y la luna, las estrellas y la oscuridad... No tiene sentido...
- Paimon: Es mejor no abusar de tu cerebro... La memoria ya te está fallando.
- Roald: ... Oh, lo siento. Estaba tan absorto en mis pensamientos que olvidé que ustedes estaban aquí.
- Roald: Gracias de nuevo por su ayuda. Ya tengo suficiente material para el resto de mi diario... ¡Y no me olvidaré de mencionar sus nombres si tengo la suerte de que un historiador me tome en serio!
- Roald: Muy bien, creo que es hora de que regrese a informar al gremio. Siento haber ocupado tanto de su tiempo. ¡Espero verlos} de nuevo!
- Paimon: Qué tipo tan ocupado...
- Roald: Ah, sí, algo más. No es importante, pero espero que puedan ayudarme a buscar a alguien. Es ese niño que mencioné antes, cuyo nombre era... ehmm... Un momento...
- Roald: Ah, sí, Ruu. Ese era su nombre. Esta vez le traje unas cosas para que las pruebe... Espero que aún estén frescas.
- Roald: Desde la última vez que vine, no he dejado de pensar en ese niño. Es difícil de imaginar que haya podido tener una vida fácil en una isla tan peligrosa.
- Roald: Muy bien, ya no los molestaré más. ¡Nos veremos en la próxima parada de nuestros respectivos viajes! ¡Ad astra abyssosque!
Historial de cambios[]
Se añadió en la Versión 2.1