La mirada de cierto dios es la segunda parte de las Misiones de Arconte del Capítulo III: Acto III, Quimeras, ilusiones y engaños.
Detalles[]
- Dirígete a la Villa Gandharva
- Derrota a los Eremitas que atacan
- Oleada 1:
Eremita Alabardero × 2
Eremita Rompefilas × 1
- Oleada 1:
Eremita Rompefilas × 2
Eremita Ballestero × 1
- Oleada 1:
Eremita Alabardero × 1
Eremita Rompefilas × 1
Eremita Espadachín × 1
- Oleada 1:
- Recapitula la información con Paimon
- Busca a Tignari
- Ve al Jardín Dhyai
- Entra en el Jardín Dhyai
- Habla con Tignari
Recompensas[]
Notas[]
- Al completar la misión recibirás el logro "La divinidad devuelve la mirada", del conjunto de logros Maravillas del mundo.
Diálogos[]
- (Dirígete a la Villa Gandharva)
- Tashfín: ¡Alto ahí!
- Tashfín: Un viajero rubio y una hada flotante. ¡Los atrapamos! Miren a su alrededor. Cayeron en nuestra trampa.
- Paimon: ¡Ustedes! ¿Son del Regimiento de Los Treinta? ¿Vinieron a atraparnos?
- Tashfín: ¿Regimiento de Los Treinta? No somos como ese grupo de perritos falderos que trabajan para el gobierno y no reciben ni una migaja.
- Tashfín: Somos un grupo de mercenarios de élite. Cobramos las comisiones más altas en Sumeru y estamos aquí por órdenes de un cliente que se hace llamar "el proscrito".
- Paimon: "El proscrito"... ¿Es alguien que fue expulsado de la Academia?
Parece que se refiere a Dottore.
- Paimon: ¿Pero por qué Dottore no envió a los Fatui para que vengan por nosotros?
Los mercenarios de este lugar tienen ventaja sobre los Fatui.
Tal vez está utilizando los recursos de la Academia.
- Tashfín: ¿Siguen perdiendo su tiempo con conversaciones inútiles? Vamos a cerrarles la boca. ¡Atrápenlos!
- Paimon: Viajero... ¡Prepárate para luchar!
- (Derrota a los Eremitas que atacan)
- (Recapitula la información con Paimon)
- Paimon: Qué pelea tan dura. ¿Los mercenarios de élite siempre son así?
Probablemente no será la única emboscada.
- Paimon: Sí, no debemos bajar la guardia.
- Paimon: Pero ese tal Dottore parece un oponente aterrador. Supo en qué lugar exacto preparar la emboscada. ¿Acaso predijo que iríamos a buscar a Tignari?
- Paimon: Ay, enfrentarse a personas inteligentes sí que es un dolor de cabeza. En fin... Andando.
- (Busca a Tignari)
- Collei: Oh, viajero, Paimon. ¿Qué los trae de vuelta?
- Paimon: ¡Collei! ¡Qué bueno verte de nuevo! ¿Cómo estás?
- Collei: Pues... La verdad, no tan bien. Mi eleazar está avanzando cada vez más rápido. Me cuesta completar ciertas tareas complicadas.
- Collei: Así que el maestro Tignari canceló todas mis patrullas y solo me permite quedarme aquí para ayudar a organizar el trabajo de los demás.
- Paimon: Ay, Collei...
Parece que la única manera es curar al Irminsul...
- Paimon: Hablando de Tignari, ¿salió a patrullar? Lo estamos buscando.
- Collei: Oh, ¿el maestro Tignari? Acaba de marcharse del Bosque Avidya. Se dirige al Jardín Dhyai.
- Paimon: ¿Eh? ¿No está? Pero Tignari siempre anda diciendo que no quiere abandonar el Bosque Avidya. Incluso rechazó la invitación de los sabios.
- Collei: También me pareció extraño... El maestro Tignari siempre pone su trabajo de guarda forestal por encima de todo. Nunca abandona su puesto, pero esta vez se marchó con prisa.
- Paimon: ¿No dijo por qué se iba?
- Collei: No, me enteré de su partida solo por una nota que dejó. Incluso se encargó de delegar todas sus tareas con horarios.
- Collei: Para que se fuera así tan apurado... supongo que debió ser algo muy urgente.
- Paimon: Mencionaste que Tignari se dirigía al Jardín Dhyai. ¿Qué clase de lugar es ese?
- Collei: El maestro Tignari estudió en la Escuela de Biología de la Academia de Sumeru. El Jardín Dhyai es una especie de base de investigación de dicha escuela. Ahí tienen varias plantas raras que son sujetas a investigaciones.
- Collei: Sé que, antes de convertirse en guarda forestal, el maestro pasó la mayor parte de su tiempo investigando en el Jardín Dhyai.
- Paimon: Una base de investigaciones... Paimon se pregunta en qué clase de investigación estará trabajando Tignari...
- Paimon: Viajero, no tenemos mucho tiempo. Vamos a buscarlo al Jardín Dhyai.
Cuídate mucho, Collei.
No te esfuerces demasiado, Collei.
- Collei: Ay... No se preocupen. Ya me acostumbré a vivir con la eleazar. Si ven al maestro Tignari, por favor, mándenle mis saludos.
- Paimon: ¡Claro que sí! Lo haremos. ¡Adiós, Collei!
- (Ve al Jardín Dhyai)
- Paimon: Espera, ¡mira quién está ahí!
¡Nahida!
¡Katheryne!
- Paimon: ¡Qué bueno que estés bien! Estábamos muy preocupados por ti...
Sí eres Nahida, ¿verdad?
Dottore no ha reiniciado tu mente, ¿o sí?
- Paimon: ¡Oye! Debería ser un reencuentro emotivo, ¡lo estás arruinando!
- Nahida: Paimon, es muy prudente que el viajero desconfíe de mí. Al fin y al cabo, Dottore ha demostrado que su tecnología puede incluso controlar la mente humana.
- Nahida: Además, no saben qué pasó conmigo después de que nos separamos, cuando tuve que enfrentarme sola a Dottore.
- Nahida: Incluso el agua estancada en el suelo después de una tormenta puede parecer un pedazo de cielo.
- Paimon: Humm, Paimon cree que solo a la verdadera Nahida se le ocurriría una metáfora como esa.
Estoy de acuerdo.
Te creo.
- Nahida: ¿Eh? No estaba intentando que me creyeran. Solo quería que me entendieran...
- Paimon: Bueno, ya te entendimos. Cuéntanos qué más pasó, Nahida. ¿Están todos bien?
- Nahida: Cuando ustedes se marcharon, yo me encontraba recuperando la consciencia de todos. Por suerte, cuando Dottore dijo que se podía "depositar información directamente en su subocnsciente" no se refería a grabar la información en sus mentes.
- Nahida: En lugar de eso, creó algo así como ilusiones en sus mentes. Eso es algo que puedo arreglar sin problemas.
- Nahida: Por suerte, conseguí arreglar las cosas y escapé justo antes de que pudiera capturarme.
- Paimon: Uf, Paimon se siente más tranquila. Dottore tenía un as bajo la manga, pero menos mal que Nahida nos acompañaba.
- Nahida: No tan pronto.
- Nahida: Revelé mi verdadera identidad cuando recuperé la consciencia de todos, así que hemos perdido una de nuestras mejores cartas.
- Nahida: Además... Dottore es un experto modificando conmutadores Akasha. Solo es cuestión de tiempo para que capture mi consciencia dentro del conmutador.
- Paimon: ¿Significa que ya no podrías moverte de consciencia en consciencia? Entonces, ¿cómo lo detenemos? Ahora se encuentra en la Academia, así que debe estar modificando el Akasha...
Hay que darnos prisa.
Cada vez será peor para nosotros.
- Paimon: Hum, es como si estuviera jugando con nosotros. ¡Qué sujeto tan desagradable!
- Paimon: Además, parece que las habilidades de combate de Dottore son suficientes para mantener el segundo puesto entre los Fatui.
- Nahida: No es momento de desanimarnos. Hay que buscar otra manera de solucionar este problema.
- Paimon: Por cierto, Nahida, ¿cómo sabías que vendríamos al Jardín Dhyai? ¿Nos estabas esperando?
- Nahida: Sí. Puedo sentir la energía elemental de Viajero, así que deduje a dónde se dirigían viendo en qué dirección se movían.
- Nahida: Supongo que no han venido de visita, ¿verdad? ¿Encontraron alguna pista?
- Paimon: Estamos buscando a un erudito, se llama Tignari. Los sabios una vez intentaron ponerse en contacto con él. ¿Por qué no vienes con nosotros a ver qué podemos encontrar?
- Nahida: Está bien. Espero no causarle ningún problema.
- (Entra en el Jardín Dhyai)
- Haypasia: ¿Viajero? ¡Eres tú!
- Paimon: ¡Oh! Esa voz... ¡Haypasia!
¡Cuánto tiempo sin verte!
No esperaba encontrarte aquí.
- Haypasia: ¡Qué sorpresa! ¡Qué alegría verlos otra vez!
- Nahida: ¿Quién es ella?
- Paimon: Es la erudita que conocimos en el Bosque Avidya. La última vez que nos vimos, todavía se encontraba en la... ¿Cómo se dice? En la "fase de retiro delirante".
- Nahida: Oh... Ya veo.
- Haypasia: Así es, somos viejos amigos. Han llegado en el momento adecuado. Desde que estoy aquí, casi nadie quiere hablar conmigo.
- Paimon: Haypasia, ¡se te nota muy entusiasmada! Bueno, que te hayas marchado del Bosque Avidya significa... ¿que ya no entrenas?
- Paimon: No, espera... ¿Ya terminaste tu entrenamiento y has alcanzado la fase de la quietud plena?
- Haypasia: Jejeje... ¿Qué creen?
- Haypasia: He logrado contactar con una divinidad en mi consciencia.
- Nahida: ¿Eh?
- Paimon: Oh, ¡¿lo lograste?! ¡Felicidades!
¡Estoy tan feliz por ti!
Eres increíble.
- Haypasia: Jaja, ¡es un placer al fin compartir esta alegría con alguien más!
- Haypasia: Cuando mi consciencia logró contactarse con los dioses... Fue una sensación increíble, como ninguna otra...
- Paimon: Sí, suena increíble...
De hecho, estamos aquí para ver a Tignari...
Tenemos prisa, así que hablaremos de esto la próxima vez.
- Haypasia: Bueno... Oh, esperen, no he olvidado nuestra promesa.
- Haypasia: ¿Recuerdan? Dije que les ayudaría a explicar lo que vieron en el Irminsul una vez que obtuviera más conocimientos.
- Haypasia: Y ahora, no solo tengo los conocimientos, sino que incluso puedo ayudarles a establecer una conexión directa con la consciencia divina.
- Paimon: ¿E-eso es posible?
Nahida, ¿tú le crees?
- Nahida: Nunca he oído hablar de algo así, pero... si quieren intentarlo, haré todo lo posible para proteger su consciencia.
- Haypasia: Un momento, he traído un poco de borneol espiritual. Es indispensable para el ritual.
- Haypasia prende el borneol espiritual.
- Paimon: ¿Otra vez ese incienso?
- Haypasia: Muy bien, veamos... Toma mi mano. Te ayudaré a conectar con tu consciencia.
- Nahida: Está bien.
- Haypasia: ¿Están listos?
- Tras establecerse el pasaje, tu consciencia entra en contacto con la denominada deidad...
- "Tuve que ser traicionado tres veces para entenderlo: el mundo es una maraña de mentiras.
- Nunca podré apaciguar mi ira. La primera en traicionarme fue una divinidad. Mi creadora... Mi madre.... Al poner la fuerza por encima de todo lo demás, no vio valor alguno en mi y me desechó.
- La segunda persona fue un humano. Mi familia... Mi amigo... Consumido por el miedo, me vio como una abominación. La tercera persona era exactamente como yo. Una esperanza para el futuro, un ave recién salida del nido.
- Impotente ante su mortalidad, rompió la promesa que me hizo.
- Los humanos... No se puede confiar en ellos. Y los dioses me dan asco. iPues me da igual! iDenuncio a este mundo y me río de pecho nunca más se contaminará con la suciedad de este mundo.
- Me desharé del último rastro de sentimientos humanos y entonces quedará vacío, será una pizarra en blanco lista para recibir la Gnosis suprema, rebosante de pureza divina.
- Jejeje... ¡Jajaja! No hay nada que temer. EI dolor será breve. Su era... pronto llegará a su fin".
- Paimon: ¡¿Qu-qué fue eso?!
No fue la consciencia de la Reina Mayor Rukkhadevata...
Tampoco la del Rey Deshret...
- Paimon: ¿Acabamos de ver los recuerdos de Scaramuccia? ¡Concuerda con todo lo que conocemos sobre él!
- Paimon: ¡¿Pero cómo está conectado con la consciencia divina que mencionó Haypasia?!
- Haypasia: Lo vieron, ¿no? ¡¿Lo sintieron?! ¡Qué divinidad tan majestuosa! ¡Qué voluntad tan noble! ¡Qué emoción tan sublime!
- Haypasia: *Suspira*, es una pena. Si tan solo...
- Haypasia: Si aquello que late en mi pecho no fuera un corazón sucio y mortal... ¡Oh, gran y misericordioso dios, por favor, concédeme el perdón y la salvación!
- Nahida: ¿No lo ven? Me temo que esta no es la "fase de la quietud plena", sino más bien...
¡Despierta, Haypasia!
- Haypasia: ¡¡Ahh!!
- Haypasia: Tú... ¿por qué eres tan cruel conmigo? ¿Por qué todos huyen de mí?
- Haypasia: ¡He descubierto la sabiduría de los dioses! ¿No deberían alabarme y honrarme? ¿Acaso no he descubierto la luz en la oscuridad?
- Paimon: Haypasia...
- Haypasia: Siempre pensé que sería así...
- Haypasia: ... Espera...
- Haypasia: ¿Será que... he enloquecido?
...
- Nahida: ¡Espera! ¡Algo no está bien!
- De repente son asaltados por un grupo de hombres vestidos como Los Eremitas que, al parecer, ya habían conllevado varias emboscadas en ese lugar. Nahida y tú tratan de escapar y salir del jardín, pero, llevada por el pavor, Nahida no logra seguir sus pasos. Concentras todas tus fuerzas en alcanzar su mano, pero ya es demasiado tarde, un arma atravesó su cuerpo. No obstante, en el último momento logras rozar la mano de Nahida, lo que provoca que sus consciencias se intercambien...
- Cuando abres tus ojos de nuevo, te descubres aprisionado en el Santuario Surasthana, lo que significa que ahora habitas el cuerpo de Nahida. Entonces, de repente sientes como si alguien estuviera clavando su mirada en ti. Al voltear la vista, te encuentras con Scaramuccia, el Arconte naciente en construcción.
- (Habla con Tignari)
- Paimon: Bien, al fin estamos solos.
¡...!
(Respirar hondo)
- Paimon: Nahida, ¿te encuentras bien? No, ¡espera! Algo está diferente... Viajero, ¿has vuelto?
- Tignari: ¿Eh? ¿Viajero ha vuelto?
Sí, soy yo...
¿Qué acaba de pasar?
- Paimon: Nahida estuvo controlando tu cuerpo. Parece que saltó a ti como medida de emergencia antes de destruyeran la marioneta de Katheryne.
- Paimon: Luego, Tignari oyó nuestros gritos y vino a ayudarnos a derrotar a los mercenarios. Después corrimos hasta llegar aquí.
Esta vez, no solo transfirió su consciencia.
Nuestras consciencias intercambiaron su lugar.
- Paimon: ¿Qué? ¿Intercambiaron su lugar? ¿Significa que tu consciencia se transfirió al cuerpo de Nahida?
- Paimon: Espera, ¿entonces dónde se encuentra la consciencia de Nahida? ¿Dónde se encuentra ahora?
- Tignari: Nunca imaginé que la consciencia de un individuo pudiera transferirse de esta forma... Si no lo hubiera visto con mis propios ojos, no lo creería. La tecnología humana nunca podría lograr algo así.
- Tignari: Por cierto, Viajero, mientras corríamos, la consciencia de tu cuerpo me pidió que te diera un mensaje. Dijo...
- Tignari: "Dottore ha encontrado la forma de encerrar mi consciencia, así que ya no podré acompañarte".
- Tignari: "Pero incluso en una noche sin luna, una lluvia de estrellas puede ahogar las ilusiones y las mentiras".
- Paimon: ¡Oh, no! ¡Nahida está atrapada en el Santuario Surasthana!
- Paimon: ¿Solo dejó ese mensaje? Es un poco confuso...
Está en código. Solo nosotros podemos entenderlo.
Dottore no debe enterarse de lo que vamos a hacer.
- Paimon: ¡Oh, tiene sentido! Como Dottore la capturó, no puede decir nada sin que él lo sepa, por eso está siendo cuidadosa.
- Paimon: "Incluso en una noche sin luna, una lluvia de estrellas puede ahogar las ilusiones y las mentiras".
- Paimon: Paimon recuerda que la luna, las ilusiones y las mentiras eran parte de esa adivinación alquímica del Festival Sabzeruz...
- Paimon: Nahida ha usado una metáfora con "estrellas" antes, ¿verdad? Era algo relacionado con Setaria.
La "luna" se refiere a ella misma.
La "lluvia de estrellas" se refiere a los habitantes del desierto.
"Las ilusiones y las mentiras" se refieren a los planes de la Academia.
- Paimon: ¡Oh! Eso tiene mucho sentido. ¿Crees que Nahida nos esté pidiendo que vayamos al desierto a buscar ayuda?
- Paimon: Pero ella ya no está con nosotros. ¿Estaremos bien?
- Tignari: Paimon, mencionaste el Santuario Surasthana, ¿cierto? Eso quiere decir que esa tal Nahida de la que hablan, la consciencia en el cuerpo de Viajero es... ¿la Arconte Dendro?
- Paimon: Eh... Sí, adivinaste, pero la situación es un poco complicada, sería muy difícil explicarte ahora.
- Tignari: Está bien, la curiosidad académica no exige respuestas inmediatas. Y en cuanto a la situación... pues, me consta que es complicada.
- Tignari: He pasado algún tiempo con ustedes y parece que la Arconte Dendro está de su lado, así que confío en ustedes.
- Paimon: ¡Gracias, Tignari! En realidad, vinimos a preguntarte algo. ¿Qué sabes de ese proyecto en el que están trabajando los sabios?
- Tignari: Oh, eso... Los sabios me invitaron a unirme a ese proyecto pero siempre eran muy reservados en cuanto a su alcance y sus objetivos, así que no acepté.
- Tignari: Lo único que sé es que el proyecto consiste en restaurar el Irminsul.
Creo que ya sé de qué se trata.
Acabo de recibir nueva información.
- Paimon: ¿Eh? ¿Viste algo mientras estuviste en el cuerpo de Nahida?
La Academia está intentando convertir a Scaramuccia en un dios.
- Paimon: ¡¿Qué?!
- Tignari: ¿Tienes pruebas?
Vi un dios incipiente en construcción.
Haypasia nos mostró una "consciencia divina".
- Tignari: ...
- Les cuentas lo que viste cuando intercambiaste consciencias con Nahida...
- Tignari: Hummm, así que eso fue lo que pasó... Eso explica por qué los síntomas de Haypasia eran diferentes a los de los demás eruditos que se volvieron locos. Es porque ella hizo contacto con la consciencia de un dios nuevo que aún está por nacer.
- Paimon: Tignari, ¿abandonaste el Bosque Avidya por culpa de Haypasia?
- Tignari: Sí. Me di cuenta de que la mente de Haypasia andaba mal, pero como sus síntomas eran inusuales, la llevé a escondidas al Jardín Dhyai para buscar una forma de que volviera a la normalidad.
- Tignari: Si me hubiera quedado de brazos cruzados, la matra habría llevado a Haypasia al desierto y estaría condenada al exilio en la Aldea Aaru.
- Tignari: Ahora que lo mencionan, sé que la Academia nunca ha tenido un buen concepto de la Reina Menor Kusanali...
- Tignari: Pero no esperaba que hicieran algo tan arrogante como crear un nuevo dios. Al parecer hice bien en rechazar su invitación.
Los Fatui también están detrás de esto.
Tal vez los Fatui agravaron la situación.
- Tignari: Dottore y Scaramuccia... Dos miembros de Los Once de los Fatui están en Sumeru... Suena a que va a ocurrir un desastre.
- Tignari: Según lo que has dicho, no creo que hayan terminado el proyecto. Todavía podemos detenerlos.
- Tignari: Pero entonces, ¿cuál es la relación entre crear un nuevo dios y restaurar el Irminsul?
- Paimon: Buena pregunta. Parece que estamos muy lejos de descubrir cuál es el verdadero propósito de los sabios.
Primero, vayamos al desierto.
Sea cual sea el caso, debemos detenerlos.
- Paimon: Exacto. Esa es toda la información que tenemos. Es hora de irnos. ¿Qué hay de ti, Tignari? ¿Qué vas a hacer?
- Tignari: Me quedo por ahora. Quiero intentar un par de cosas más para ayudar a Haypasia.
- Tignari: Si quieren llegar al desierto, diríjanse al Caravasar Ribat. Es la ruta más corta.
- Tignari: Vengan a buscarme si necesitan mi ayuda. Que el espíritu de la sabiduría los acompañe.
- Paimon: ¡Gracias, Tignari! Con suerte, Haypasia se pondrá mejor. ¡Hasta pronto!
Historial de cambios[]
- Versión 3.1
- La mirada de cierto dios se añadió al juego.