Introducción a la arqueología de interiores es una misión del mundo de Sumeru. Es la segunda parte de la cadena de misiones «El Letargo Dorado».
Detalles[]
La misión comienza automáticamente después de completar la misión anterior, «Perdidos en el mar de arena».
- Dirígete al oasis
- Ve arriba a buscar a Yebrael
- Regresa al campamento junto al oasis
- Dirígete al Santuario de Jmun
- Sigue explorando el Santuario de Jmun
- Explora el nivel inferior del Santuario de Jmun
- Vuelve a la intersección de antes y busca pistas
- Intenta abrir la habitación del fondo
- Súbete al ascensor
- Entra en la habitación del fondo
Recompensas[]
- EXP de Aventura
- Protogema
- Mora
- Ingenio del héroe
- Mineral de refinamiento místico
Notas[]
- Completar esta misión otorga el logro "Pensando como un etiólogo" de la categoría Maravillas del mundo.
Diálogos[]
- (Acércate al oasis)
- Paimon: Paimon nunca pensó que existiría un lugar así en el desierto...
- Nachtigal: Una gema sobre una seda dorada...
- Tirzad: Esta es una zona bastante segura, ¿verdad? Al fin puedo relajarme.
- Yeht: ¿Benben podrá mojarse? ¿Habrá algún problema? ¿O será mejor que se mantenga lejos del agua?
- Benben: ¿*Crin*?
- Mientras Tirzad descansa, los demás montan el campamento.
- Paimon: Yebrael se veía preocupado. Debe estar en algún punto alto desde donde pueda mirar a lo lejos. Vamos a buscarlo allá arriba.
- (Opcional, habla con Yeht)
- Yeht: Mi padre parece un poco... Me pregunto si está recordando sus días en el desierto. Si tan solo nos contara algunas historias sobre su pasado.
- (Opcional, habla con Benben)
- Benben: *Fush*... ¿*Fush-Fush*?
- (Opcional, habla con Omid)
- Omid: Uf, por fin puedo respirar y descansar. Necesito aprovechar este tiempo para planificar mi próximo viaje...
- (Opcional, habla con Mirsad)
- Mirsad: Cada vez que me encuentro con un oasis, me pregunto por qué existe una charca con agua en el desierto. Es como si existiera solo para que los aventureros descansen aquí...
- (Opcional, habla con Nachtigal)
- Nachtigal: Aprovechemos para hacer inventario de nuestras provisiones. Hay que enviarle un mensaje a Bonifaz con un pájaro crepuscular para decirle que estamos bien.
- (Opcional, habla con Tirzad)
- Tirzad: Me pregunto si podría escribir un artículo sobre la interacción entre Benben y Yeht... ¿Pero a qué área pertenecería?
- (Acércate a Yebrael)
- Yebrael: ¿Qué pasa? ¿Algún problema?
- Paimon: No es nada importante...
¿De quién es esta lápida?
- Yebrael: ...
- Yebrael: Quién sabe. Tal vez sea de algún investigador desconocido, como Tirzad, que intentó probar suerte en el desierto, pero no terminó tan bien.
- Yebrael: Los secretos del Rey Deshret no se revelan con tanta facilidad a los mortales.
- Yebrael: Tirzad les dio la placa, ¿verdad?
- Paimon: ¿Cómo lo sabes?
- Yebrael: Cuídala bien.
¿Es una placa muy importante?
- Yebrael: ¿No sabes su valor?
¿Su valor para quién?
- Yebrael: ... Para nuestro jefe. Después de todo, su investigación depende de esta placa.
- Yebrael: Bueno, es hora de volver. No hay que hacer esperar a Yeht y a los demás.
- (Acércate a Tirzad en el campamento)
- Yeht: He oído decir a Nachtigal que Viajero venció a Stormterror en Mondstadt y se convirtió en una especie de Caballero Honorario.
- Tirzad: Viajero, entiendo que eres bastante hábil, pero ¿de verdad eres tan fuerte?
- Paimon: ¡Claro que sí! ¡Viajero es considerado un héroe en Mondstadt!
- Les cuentas sobre tus aventuras en Mondstadt...
- Yeht: ¡Increíble!
- Tirzad: *Suspira*, he vivido rodeado de libros toda mi vida, nunca he tenido la oportunidad de viajar lejos. Esta es la primera vez que viajo solo tan lejos de casa.
- Yeht: Cierto, Tirzad es un... ¿qué era? ¿Un investigador de la Escuela de Interiología? Suena muy aburrido.
- Tirzad: *Suspira*, bueno, odio admitirlo pero mi vida no es tan interesante como las suyas.
- Tirzad: Al igual que este desierto, es casi imposible que alguien débil descubra un oasis donde nadie haya llegado antes.
- Yeht: Si te hace tan infeliz, ¿por qué no te dedicas a otra cosa? ¿Por qué no pruebas ser un comerciante como Nachtigal?
- Yeht: O tal vez sería bueno hacer algo que te guste, como mi padre y yo. ¿No te parece mejor?
- Tirzad: Jaja, no es tan fácil. Me crie en una familia de académicos, así que desde muy pequeño me han formado como tal.
- Tirzad: Así como el hijo de un agricultor aprende a cultivar la tierra y el hijo de un herrero aprende a golpear el hierro. Aunque, claro, yo no soy el mejor. No puedo compararme con los investigadores más exitosos de mi familia.
- Tirzad: Pero a estas alturas, si quisiera dedicarme a algo diferente, me temo que no podría.
- Tirzad: *Suspira*, no sé qué hago contándoles todo esto. Debo haber bebido de más. Pueden reírse si lo desean.
- Nachtigal: Yo creo que eres demasiado terco, Tirzad. Siempre hay opciones en la vida.
- Nachtigal: Míranos a Bonifaz y a mí. No éramos comerciantes precisamente, y nuestras familias nunca habían estado en Sumeru...
- Nachtigal: Pero vinimos de todos modos, guiados por el viento del norte, y no nos arrepentimos en absoluto. Nos sentimos libres al ver cómo el mundo se desvela ante nuestros ojos.
- Yeht: Sí, yo pienso lo mismo. No es necesario que te tomes las cosas tan en serio, Tirzad.
- Yeht: Es cierto. Como esa familiar de la que hablaste... ¿Acaso no dejó atrás todas las reglas y tradiciones de su familia y se fue a vivir la vida que tanto quería?
- Yeht: Tal vez esté en algún lugar de este desierto ahora mismo, al igual que nosotros, iluminada por la misma luz de la luna, enfrentándose a la seca brisa de la noche mientras recuerda el gran día que acaba de tener.
- Tirzad: *Suspira*, si tan solo tuviera un poco de su valentía...
- Yeht: No me había dado cuenta de que tomar decisiones fuera tan difícil. Ni siquiera lo había pensado. Me parece que, desde que tengo uso de razón, siempre he vivido la vida que he deseado.
- Paimon: Eso es tan...
Tomar decisiones nunca es fácil.
- Yeht: ¿Ah, no?
Elegir una cosa significa renunciar a lo demás.
- Paimon: ¿Eso significa que si Paimon tuviera diez platos deliciosos enfrente y eligiera uno, los otros nueve desaparecerían? Humm... ¡Si hubiera diez Paimones, cada una podría elegir un plato!
- Yebrael: Es como las ramas de un árbol. Aunque todas proceden de las mismas raíces, una vez que se separan, no vuelven a tocarse durante décadas o incluso cientos de años.
- Yebrael: Solo cuando todo el árbol se haya marchitado y su tronco se haya descompuesto, las ramas separadas volverán a juntarse en la tierra.
- Yeht: Hablando de eso, ¿por qué decidiste abandonar el desierto, padre? Nunca hablas del pasado, por eso Tirzad y yo pensamos tan diferente...
- Yeht: No tengo ninguna tradición familiar. Ni siquiera recuerdo cómo era mi madre. Solo te tengo a ti, y tú solo me tienes a mí. No hay ningún árbol o ramas que nos mantengan unidos.
- Yeht: Aunque abandonaste el desierto hace mucho tiempo, y esta es la primera vez que yo lo veo, siento que somos como granos de arena.
- Yeht: Sin familia y sin propósito, pero libres, jaja.
- Paimon: Yeht...
- Yebrael: El desierto solo tiene un pasado. No tiene un futuro. Si lo que se esconde bajo la arena puede considerarse como la verdad, entonces puede que no sea agradable para todos.
- Yebrael: Abandoné el camino del aislamiento, no porque no fuera el correcto, sino porque encontré uno mejor. Yeht, espero que sigas ese camino de luz.
- Yeht: No te entiendo. Si no quieres seguir el camino de la arena, ¿entonces por qué aceptaste el encargo de Tirzad? ¿No será porque quieres ver algo de tu pasado?
- Yeht: Creo que todavía no has logrado olvidar la arena y los vientos abrasadores del desierto.
- Yeht: Por extraño que parezca, apenas recordaba el desierto, pero cuando llegué, sentí como si hubiera vuelto a casa.
- Yeht: Amo la arena, tanto como a Paimon y a Benben.
- Yeht: Aquí también hay esperanza, estoy segura. ¿Haber encontrado a Benben no es prueba de ello?
- Yeht: Jeje, mañana será otro día. A lo lejos hay más ruinas esperando ser exploradas.
- Yeht: Tirzad, no te desanimes. No importa lo que diga la gente, yo creo que eres valiente. Has dado el primer paso para salir de la comodidad de tu casa.
- Yeht: Ahora solo tienes que dar el segundo paso y el tercero...
- Yeht: Estoy segura de que podrás encontrar ese lugar al que nadie ha llegado antes y ese... ¡material de investigación único y exclusivo!
- Tirzad: Yeht, a veces tienes las palabras precisas.
- Yeht: Jaja, ¿sí? Solo digo lo que pienso. Al fin y al cabo, soy libre como la arena.
- Yeht: Pero incluso la arena más libre debe detenerse en algún oasis. Ya es tarde, vamos a descansar.
- Yebrael: Me quedaré haciendo guardia durante la noche.
- Yeht: Si tú haces la guardia, dormiré tranquila.
- Antes de quedarte dormido, escuchas a Yebrael cantar una suave melodía. Su voz es baja y tranquila. Tal vez sea una antigua canción local.
- Las estrellas se elevan sobre el desierto,
los ruiseñores ya sienten el cansancio de un día interminable.
Es hora de quitarse la corona de rosas,
de lavarse el polvo de este mundo con el vino de las uvas.
Duerman ya.
El Letargo Dorado llama a la arena errante.
Aquí no necesitan beber de esa amarga agua salada.
Aquí las penas del mañana desaparecen.
- Tirzad: *Suspira*, acampar en el desierto es muy desagradable.
- Paimon: Ay, Tirzad... ¿otra vez te estás quejando?
- Tirzad: Paimon y Viajero son aventureros, pero tú, Yeht... ¿Cómo puede una niña como tú dormir sobre la arena con esa ropa? No lo entiendo.
- Yeht: Tirzad, estás muy malacostumbrado. Apuesto a que si ponemos un guisante debajo de diez colchones, también te parecería incómodo, ¿a que sí?
- Tirzad: Claro que no... Además, ¿quién podría dormir sobre diez colchones?
- Yeht: Jaja, tal vez sea una costumbre de los ricos. De todas formas, deberías estar preparado para acampar. ¿Y ahora qué hacemos? ¿Regresamos?
- Tirzad: ¡De ninguna manera! No puedo escribir nada bueno con el poco material que reunimos ayer, y mucho menos presentarlo a la Academia. Se reirían de mí si lo leyera en público.
- Yeht: ¡Oh! ¡Parece que estás motivado!
- Tirzad: Claro que sí. Tengo unas ruinas enormes frente a mí, ¡debe ser el Santuario de Jmun! Como investigador, debo ir a inspeccionarlas, ¿no creen?
- Tirzad: Y además está este... este...
- Paimon: ¿Benben?
- Tirzad: Sí, Benben. Esa cosa extraña...
- Benben: ¡*Crin-crin*!
- Tirzad: Humm, quiero decir... Algo tan extraordinario podría tener alguna conexión con la civilización del Rey Deshret... Si ese es el caso, no puedo pasarlo por alto.
- Tirzad: Regresar sería peor que poner un guisante debajo de mi colchón. ¡Sería como dormir sobre cientos de Benben! ¡Nunca podría conciliar el sueño!
- Paimon: Cientos de Benben... E-eso sí que dolería.
- Tirzad: Bueno, no regresaré hasta haber reunido suficiente material para escribir mi tesis... *ejem*, quiero decir, hasta que haya resuelto este misterio.
- Tirzad: Y ustedes tampoco. Les estoy pagando bien, así que si nos encontramos con algún peligro, ¡tendrán que hacer su trabajo!
- Yeht: Oye, ¿acaso no somos compañeros de viaje? Por supuesto que te protegeremos si hay algún peligro. Mi padre y yo somos profesionales.
- Paimon: Sí, ¡Viajero también es increíble! No hay nada de que preocuparse.
- Tirzad: Quién sabe qué nos deparará el futuro...
- Yebrael: Más vale prevenir que curar.
- Yeht: ¿Padre?
- Yebrael: Mientras no estemos aquí, los comerciantes pueden quedarse descansando en el oasis.
- Nachtigal: Con mucho gusto.
- Yebrael: Ya hemos hablado de nuestro plan de emergencia, pero antes de irnos, hay que enterrar algunas de nuestras provisiones.
- Yebrael: En el peor de los casos, los comerciantes tendrían que marcharse... E incluso si eso sucediera, podremos recuperar algunas de nuestras provisiones cuando regresemos.
- Paimon: ¿Eh? ¿En serio es necesario?
- Yebrael: Subestimar la arena puede costarles la vida.
- Yeht: Si mi padre lo dice, debe ser cierto. Siempre es bueno estar preparados para cualquier eventualidad.
- Hacen lo que dice Yebrael y entierran algunas provisiones.
- Yeht: Con esto debería ser suficiente, ¿verdad? ¡Estamos listos para partir!
- Tirzad: M-más despacio, todavía tengo resaca...
- Yeht: Jaja, ¡rápido, Tirzad! ¡Si no te apresuras, alguien va a publicar esa tesis antes que tú!
- Tirzad: ¡No me digas eso!
- Paimon: Viajero, ¿estás listo? ¡Vamos!
- (Opcional, habla con Nachtigal)
- Nachtigal: Ay, una copa de vino de diente de león no me vendría nada mal. ¡Qué viva el oasis!
- Nachtigal: Hablando de dientes de león, uno de nuestros animales de carga también se llama así porque su pelaje es más esponjoso que el de otros animales y se desprende con facilidad.
- Nachtigal: Pero parece que no le agrada mucho ese nombre. Cada vez que Bonifaz lo llama “diente de león”, el animal sacude la cabeza y lo llena de pelos.
- Nachtigal: ¿Será que no le gustan los nombres de Mondstadt? ¿Tal vez prefiera un nombre de Sumeru como “Tirzad”?
- (Opcional, habla con Mirsad)
- Mirsad: Qué envidia. Ustedes pueden adentrarse en las ruinas y ver lo que esconden. A diferencia de nosotros, que solo podemos quedarnos aquí a comer arena.
- Mirsad: Me gustaría viajar a todos lados y conocer gente como ustedes.
- Mirsad: Como la Catedral de Mondstadt, por ejemplo. El jefe siempre la menciona pero nunca he podido visitarla...
- (Opcional, habla con Omid)
- Omid: ¿Debería abrir una tienda en Puerto Ormos o en Sumeru?
- Omid: ¿Y qué debería vender? ¿Vino? ¿Café?
- Omid: Oh, eres tú. ¿Ya te vas? ¡Buen viaje! Ten cuidado de caer en alguna trampa.
- (Acércate a la entrada del Santuario de Jmun)
- Yeht: ¿Eh? Pensé que sería fácil esta vez, pero todavía tengo que encontrar una manera de abrir la puerta...
- Tirzad: ¿No es algo bueno que la puerta esté cerrada? Al menos querrá decir que nadie se me adelantó, e incluso que nadie ha escogido el mismo tema que yo y ha venido hasta aquí.
- Yebrael: No solo los eruditos de la Academia codician el legado del Rey Deshret.
- Tirzad: ¿Qué quieres decir con “codiciar”? ¡Estoy realizando una investigación que ha sido aprobada por la Academia! ¡No te atrevas a compararme con los Ladrones de Tesoros!
Hay que averiguar cómo abrir la puerta.
- Paimon: Cierto, Viajero, ¿recuerdas que Benben hizo quién sabe qué y la placa se iluminó?
- Paimon: Hay que echarle un vistazo. ¡Tal vez encontremos una pista!
- Yeht: ¿Eh? ¿Por qué tiene Viajero la placa de Tirzad?
- Tirzad: Pues...
- Yebrael: Viajero es un aventurero experimentado. Conoce más sobre los mecanismos de las ruinas que Tirzad. Él podrá hacer mejor uso de un objeto tan importante como este.
- Tirzad: ¡Sí! ¡Exacto! Esa es la razón.
- Yeht: ¿Ah, sí? Bueno, está bien. Tiene sentido.
- Yeht: Entonces, Viajero, ¿qué has podido averiguar sobre la placa?
Nada hasta ahora...
- Paimon: Eh... Bueno, es que Viajero no sabe nada sobre investigar.
- Tirzad: Nunca es tarde para aprender. Ni siquiera yo, que he leído muchísimo, sé lo que está pasando. Tengo que seguir mejorando.
Si estudio diez años en la Academia...
- Tirzad: Diez años no son suficientes para un aficionado. ¡Olvídalo!
- Paimon: ¿Eh? ¿Y cómo lo sabrá si no lo intenta?
- Yeht: Espera. Benben está actuando de forma extraña.
- Benben: *Crin*... *Crin*...
- Yeht: ¿Tal vez Benben pueda abrir la puerta?
- Benben: *Crin-Crin*... ¡*Crin*!
- Paimon: ¡Guau! ¡Se está abriendo!
- Tirzad: No sabía que Benben pudiera hacer eso...
- Benben: *Fush*... ¡*Fush*!
- Yeht: Jeje, creo que Benben intenta decir que es capaz de eso y mucho más.
- Benben: ¡*Crin*!
- Paimon: Paimon cree que Benben es más útil que la placa... De hecho, ¿nos va a servir de algo esta placa?
- Tirzad: Claro que sí. Tiene que servirnos... ¡Perderé la cabeza si resulta ser menos útil que Benben!
- Yebrael: Ten paciencia. Todavía no ha llegado el momento.
- Paimon: ¿?
- Tirzad: Yebrael tiene razón. ¡Un investigador corto de miras está condenado al fracaso! ¡La paciencia es una virtud!
- Paimon: Hum... Pero ni Paimon ni Viajero son investigadores...
Aunque no lo seamos, debemos ser pacientes.
- Paimon: Bueno, tienes razón.
Soy pésimo en perseguir y esperar...
- Tirzad: Jaja, pero de eso se trata la vida, ¿no?
- Yeht: Bueno, dejen de discutir. No importa quién lo haya hecho, lo importante es que la puerta está abierta, ¿no?
- Yeht: Ahora que está abierta... Te mueres por entrar, ¿no es así, Benben?
- Benben: ¡*Crin*!... ¡*Fush fush*!
- Yeht: ¡Muy bien! Equipo de arqueología de Tirzad, ¡andando!
- Benben: ¡*Crin-crin*!
- Yebrael: Vamos con cuidado.
- Tirzad: Sí, claro. Si nos mantenemos cerca de Viajero, no deberíamos tener ningún problema.
- Paimon: ¡Vamos, Viajero!
- (Opcional, habla con Yebrael)
- Yebrael: ...
Yebrael, ¿qué piensas de estas ruinas?
- Yebrael: Deberías preguntarle a Tirzad. Él es el experto.
- Yebrael: Yo soy muy torpe. Lo único que sé del Rey Deshret son viejas historias que a nadie le interesan.
- (Opcional, habla con Tirzad)
- Tirzad: Hasta ahora no he encontrado nada sobre lo que valga la pena escribir. ¿Benben vendría conmigo si intento llevarlo de vuelta?
Yo creo que preferiría quedarse aquí.
- Tirzad: Viajero, estás hablando como Yeht. Esa cosa... *Ejem*, quiero decir, Benben solo me sirve si se convierte en material de investigación.
¿No tendrías que cambiar el tema de tu investigación?
- Tirzad: ¡Cierto! He llegado hasta aquí gracias a las pistas de la placa. ¿Cómo he podido desviarme tanto del plan?
- (Después de abrir la puerta)
- Paimon: Humm... Benben ha estado rondando la puerta, pero esta vez no ha ocurrido nada.
- Benben: *Fush... Crin, crin*.
- Yeht: Parecía que antes estaba hablando con la puerta.
- Tirzad: ¿Qué tonterías estás diciendo? Las puertas no hablan.
- Yeht: Pero lo normal sería que una criatura como Benben tampoco pudiera hablar, ¿no crees?
- Tirzad: ¿Eh?
- Paimon: Bueno, ¡es cierto! Paimon ha asumido que Benben puede hablar... pero Paimon no sabe si emitir esos sonidos puede considerarse realmente como hablar.
- Yeht: Mientras se logre el objetivo de la comunicación, no importa si se trata de una lengua que no conocemos. Así como los animales tienen su propio lenguaje, la arena también tiene el suyo.
- Paimon: Pero no se entiende ni una sola palabra. ¡Paimon siente mucha curiosidad! A Paimon le gustaría saber qué dice Benben.
- Yeht: Si tienes curiosidad, pregúntale a Benben. ¿De qué estás hablando con la puerta, Benben?
- Benben: ¡*Fush... Crin-crin, crin, crin-crin*!
- Yeht: Claro, claro, ya veo.
- Paimon: ¡Guau! ¿Entiendes lo que dice, Yeht?
- Yeht: Jaja, ¿cómo podría entenderlo? Como dije antes, solo puedo sentir sus emociones.
- Yeht: Una vez que entiendes sus emociones, no es tan complicado entender lo que Benben está tratando de decir, ¿no crees?
- Paimon: No... Para ser sincera, Paimon no entiende nada. Viajero, ¿tú entiendes algo?
Un poco.
- Paimon: ¿Eh? ¿Lo dices en serio?
No entiendo nada.
- Paimon: Sí, Paimon no tiene ni idea de lo que Yeht está diciendo...
- Yeht: Humm... Bueno, hace tiempo que nadie ha estado aquí.
- Tirzad: Sí, eso es obvio.
- Yeht: Alguien ha estado aquí pero no ha podido abrir la puerta.
- Paimon: Sí, ni siquiera Benben puede abrirla.
- Yeht: La puerta está protegiendo algo muy importante, pero ha pasado tanto tiempo que prácticamente es como si no recordara cómo abrirse.
- Yeht: Hace mucho, mucho tiempo, la gente solía pasar por aquí, incluso varias veces al día.
- Tirzad: Bueno, a fin de cuentas es una construcción enorme. Antes de ser destruida, mucha gente pasaba por aquí.
- Yeht: Oh, debe haber sido culpa de algún gato travieso que nadie podía atrapar, y por eso tanta gente pasó por aquí.
- Tirzad: ¿Eh? Esperen, ¿eso le dijo la puerta a Benben?
- Yeht: Claro que no. Solo estoy haciendo suposiciones basadas en las emociones de Benben.
- Tirzad: Ay... Yo... ¡casi te creo! Si lo incluyo en mi investigación, ¿no se reirán de mí cuando lo publique?
- Tirzad: ¿Cómo vas a compensarme por eso?
- Yeht: Jajaja, Tirzad, eso sería culpa tuya. ¿Cómo puede un investigador no ser capaz de distinguir la autenticidad de su material?
- Tirzad: Bueno...
- Paimon: (¡Eso estuvo cerca! Paimon casi se lo cree también...)
(Menos mal que no tenemos que escribir ninguna investigación.)
- Benben: ¿*Crin*?
- Yebrael: Nos queda un largo camino por delante, no hay tiempo para perder. En marcha.
- Tirzad: Cierto. Este espacio es gigante y tiene muchísimas puertas. Si hacemos lo mismo en cada puerta, quién sabe cuánto tiempo nos tomará...
- Yeht: ¿No sería perfecto? No te gusta dormir en el desierto, pero este lugar no solo tiene paredes, sino también un techo. ¡Incluso contiene el material de investigación que necesitas!
- Tirzad: La civilización del Rey Deshret fue destruida por la tiranía. Este lugar debe ser su tumba. ¡Prefiero pasar diez días en el desierto que una sola noche aquí!
- Yeht: Tirzad, ¿tanto te interesa el Rey Deshret?
- Yebrael: Yeht.
- Yeht: ¡Está bien! Nachtigal y los demás nos están esperando en el oasis. ¡Hay que continuar explorando!
- (Explora el nivel inferior del Santuario de Jmun)
- Tirzad: *Suspira*, estoy exhausto. Y lo estoy aún más cuando pienso que lo mejor que hemos encontrado hasta ahora es Benben.
- Paimon: ¿Eh? Pero este lugar es tan grande, y hemos visto tantas cosas en el camino... Debería haber mucho sobre lo que escribir, ¿verdad? Aunque no es que Paimon entienda mucho de estas cosas...
- Tirzad: Es que ustedes no son investigadores, por eso no lo entienden. Todo lo que hemos visto en el camino confirma las conclusiones de la investigación. Bueno, todo excepto Benben...
- Tirzad: ¿Cómo puedo explicárselo a alguien que no sea un investigador?
- Tirzad: Digámoslo así: espero que la Academia apruebe mi investigación... ¡Es como el amor!
¿Qué tiene que ver con el amor?
- Tirzad: Deja que te lo explique.
¿Tu investigación es tu amante?
- Tirzad: Lo que sucede es que quisiera amarla, pero parece que no tiene ningún interés en mí.
- Tirzad: *Ejem*, una investigación tiene que sobresalir para que pueda ser aprobada. Es como buscar a tu pareja ideal. ¿Cómo piensas ganarte su corazón si no eres diferente a los demás candidatos?
- Paimon: Es un ejemplo un poco exagerado...
- Yeht: Me parece extraña la forma de pensar de Tirzad. Para mí, lo único que necesita una pareja es sentir que son el uno para el otro, ¿por qué tendrían que competir con los demás?
¿Seguimos hablando de las investigaciones?
- Tirzad: Hum, no debí haber puesto ese ejemplo. ¡Olviden lo que dije!
- Yebrael: Bueno, basta de charla. Será más eficiente que nos separemos y busquemos pistas.
- Tirzad: Una expedición arqueológica que no tiene esperanza alguna... *Suspira*, ¿a quién le importa la eficiencia?
- Yebrael: La placa ya se ha iluminado una vez. Hay que continuar explorando, seguro que encontramos la manera de que se ilumine por completo.
- Tirzad: ¿Pero cómo puedes estar tan seguro? Espera, tú sabes algo, ¿verdad?
- Yebrael: Solo sé que si avanzamos, puede haber esperanza, pero si retrocedemos, no encontraremos nada.
- Tirzad: Bueno... Tienes razón...
- Yeht: Tirzad, no le des tantas vueltas. Tú, un investigador de la Escuela de Interiología, tienes la oportunidad de entrar en unas ruinas por ti mismo. Tómatelo como una oportunidad para ver con tus propios ojos lo que otros eruditos han investigado.
- Tirzad: ... Tienes razón. Debería ser más profesional. Bueno, pero si tenemos que separarnos, ¡Viajero, quédate cerca de mí!
Está bien...
- Tirzad: Es un alivio tenerte a mi lado.
A mí también me gustaría explorar con libertad...
- Tirzad: ¡Entonces exploraremos con libertad, pero juntos!
- Yeht: Jaja, aquí no es tan peligroso. Tirzad podrá ser un gran investigador pero no es bueno resolviendo misterios. Es un estorbo para Viajero.
- Tirzad: ¡Explorar ruinas nunca ha sido mi especialidad! Pero si me dan un poco de tiempo... y un bolígrafo y papel, ¡no tendría ningún problema!
- Yeht: Está bien, de acuerdo. Solo grita “¡ayuda!” si te encuentras en peligro.
- Yeht: Uno de los tres seguramente llegará a tiempo.
- Tirzad: ¿Y si ninguno de los tres llega a tiempo?
- Yeht: Es como romper diez huevos para el desayuno y que los diez estén malos.
- Tirzad: Yeht, creo que necesitas ayuda con tus matemáticas. Puedo presentarte a un profesor cuando regresemos.
- (Opcional, habla con Yeht)
- Yeht: *Suspira*, parece que Benben tiene mucho de lo que hablar con las puertas. Si tan solo mi padre y yo pudiéramos hacer lo mismo...
- (Opcional, habla con Yebrael)
- Yebrael: ...
- Yebrael: ¿Qué tal? ¿Encontraste alguna pista? Yo no he encontrado nada.
- (Opcional, habla con Tirzad)
- Paimon: Qué extraño. ¿Qué hace un barco en este lugar?
Bueno, estamos en un “mar de arena”. Tiene sentido.
- Tirzad: Puede que por aquí pasara un río, pero que se haya secado. O quizás este barco no sea para los vivos.
- Tirzad: Tendré que volver a investigar un poco sobre los cambios geográficos para confirmar mi teoría.
- (Después de abrir la puerta)
- Tirzad: ¡Excelente! No esperaba menos de mi asistente. ¡No hay mecanismo o puzzle que se te resista!
No exageres...
- Paimon: Sí, Viajero es increíble, ¡pero tú también deberías ayudar en algo, Tirzad!
- Yeht: Hablando de eso, ¿no te estabas quejando de que estabas muy cansado y de que no habías descubierto nada hasta ahora? ¿Por qué de repente pareces tan motivado?
- Tirzad: ¡*Ejem*! ¡Es porque mi intuición de investigador me dice que pronto haremos un gran descubrimiento!
- Paimon: ¿Tu intuición de investigador?
¿Es como la intuición de los aventureros?
- Paimon: ¡Oh! ¡Paimon ya lo entiende! Significa ser capaz de predecir si a la vuelta de la esquina te espera una emboscada, o si hay una trampa al cruzar la puerta, ¿no es así?
- Yeht: Entonces, será mejor que tengas cuidado, Viajero. Padre, tenemos que estar preparados para luchar.
- Tirzad: ¿De qué están hablando? Yo me refiero a la intuición de los investigadores, aquella que se basa en una gran variedad de conocimientos y una cuidadosa observación de lo que está sucediendo. ¡Es como una epifanía!
- Tirzad: ... Aunque lo que dicen tiene sentido. La verdad es que no he pensado mucho en ello. Bueno, en caso de peligro, ¡espero que ustedes se encarguen!
- (Sube al ascensor y acércate al mural)
- Yeht: ¿Es... un mural?
- Tirzad: ¡Guau! ¡Jaja! ¡Jajajaja!
- Paimon: Tirzad, ¿estás bien?
- Tirzad: ¿Yo? Por supuesto que lo estoy. No solo eso, ¡estoy mejor que bien! ¡Nunca me había sentido tan bien desde que nací!
- Tirzad: Paimon y Viajero no son de por aquí, así que es comprensible que no entiendan su valor.
- Tirzad: En cuanto a Yebrael y Yeht, humm... ¿será por ignorancia? No, en realidad no es algo sobre lo que deban saber.
- Tirzad: Paimon, vamos a ponerte a prueba. ¿Qué puedes ver en este mural?
- Paimon: Humm, ¿que hay mucha gente? Y... algo que parecen un sol y un ojo...
- Tirzad: *Suspira*, creo que a Paimon no se le da bien esto.
- Paimon: Si eso ya lo sabías, ¡¿entonces por qué le preguntas a Paimon?!
- Tirzad: ¿Y tú, Viajero? ¿Qué ves en este mural?
Humm, ¿un cuadro simétrico?
- Tirzad: Ciertamente, es muy simétrico... Pero esto no solo es una manifestación artística, sino que refleja un tipo de organización férrea: un régimen opresor.
Unos súbditos pequeñitos y un gran rey.
- Tirzad: ¡Exacto! ¡El mural representa un régimen opresor!
- Tirzad: El sol y el ojo representan al Rey Deshret. Debajo se encuentra lo que conocemos como “siete pilares”, que sostienen la torre de poder del Rey.
- Tirzad: Y los súbditos... son tan pequeños que no se atreven a quejarse. Tan solo pueden mostrar obediencia.
- Tirzad: Y aun así no pudieron escapar de la destrucción...
- Paimon: Humm, ¿eso es lo que significa?
- Tirzad: ¿Cómo podría equivocarme? La idea de este mural concuerda perfectamente con la descripción del Rey Deshret tal y como aparece en los documentos que he leído.
- Tirzad: Un rey aterrador que usaba su poder absoluto y supremo para infundir temor a su pueblo y oprimirlo.
- Yeht: ¿Eh? Pero este mural me transmite una sensación de tranquilidad. Parece que todo está en orden y que todos hacen su trabajo. ¿Eso no es bueno?
- Tirzad: ¿Qué? Qué interpretación más equivocada.
- Tirzad: Yeht, tú podrás inventar historias sobre por qué Benben habla con las puertas, pero si se trata de descifrar murales y entender la historia de la civilización del Rey Deshret, mejor déjamelo a mí.
- Yeht: Pero...
- Tirzad: Nada de peros. Lo que digo está respaldado por estudios. Este mural será parte de las investigaciones de la Escuela de Etiología.
- Tirzad: Claro, que seré yo quien la escriba.
- Yebrael: Yeht no tendrá razón, pero tú sabes muy poco de la arena.
- Tirzad: ¡Ja! No has dicho más que un par de palabras en todo el camino, ¿y ahora se te ocurre defender a tu hija? Puede que en términos de fuerza yo no sea rival para ti, ¡pero tengo a Viajero!
- Tirzad: Viajero, estás de mi lado, ¿verdad?
Eh...
- Paimon: ¡Eso no está bien! Todos estamos viajando juntos... No solo eso, somos compañeros de expedición. Aunque no estemos de acuerdo, no deberíamos pelearnos, ¿no creen?
- Tirzad: ¿Eh? ¿Cómo que juntos? Yo empecé esta expedición. Yo pagué por ella. Todos ustedes trabajan para mí.
- Tirzad: Además, soy el único con formación académica. ¡Los aficionados no tienen derecho a opinar sobre cuestiones académicas!
- Yebrael: ... Alguien que se aprovecha del trabajo de otros no puede ser considerado un investigador independiente.
- Tirzad: ¿Eh? Bueno, entonces permíteme escuchar tus ideas “únicas”.
- Yebrael: En el pasado, este reino destruido fue fuerte y hermoso. Es difícil creer que todo esto fuera construido sobre el desierto.
- Yebrael: Tú solo ves la obediencia superficial, pero ignoras la dirección de sus deseos.
- Yebrael: Los habitantes del desierto estaban unidos al Rey Deshret por sus deseos. Pensaban que así evitarían todas las calamidades, pero ya sabemos cuál fue el resultado.
- Tirzad: La ilusión también tiene un límite. ¿Acaso pretendes refutar todas las investigaciones que se han hecho hasta ahora? No creo que haya pruebas suficientes que sustenten los disparates que dices.
- Yebrael: Qué coincidencia. Yo tampoco creo que la opinión de un académico que ha llegado hasta aquí por desesperación tenga valor alguno.
- Tirzad: T-tú...
- Tirzad: No sabía que tenías una lengua tan afilada...
- Yeht: Padre...
Discutir no nos llevará a nada.
- Paimon: Exacto. Paimon no entiende por qué están peleando, pero si son asuntos académicos, siempre se pueden discutir, ¿no? Dejen de lado sus diferencias por ahora...
De todas formas, nunca van a llegar a un acuerdo.
- Paimon: Sí, así que continuemos con nuestra investigación. Quién sabe... Tal vez encontremos más pistas y podamos ver quién tiene razón, ¿no?
- Tirzad: ¡Hum! ¡Qué fastidio! ¡No debería estar discutiendo temas académicos con unos aficionados!
- Paimon: ¡Guau! ¿Qué pasa?
- Tirzad: ¡Sea lo que sea, yo no he sido!
Parece que este camino conduce hacia arriba.
- Yebrael: No parece haber ninguna trampa.
- Paimon: Paimon se pregunta a dónde nos llevará... Si nos quedamos aquí, no vamos a llegar a ninguna parte. Continuemos avanzando, ¿de acuerdo?
Curiosidades[]
- En cierto momento Tirzad dice que quizás el barco que encontraron "no sea para los vivos". Esto es una referencia a la barca solar, un elemento simbólico de la mitología egipcia, que además era un culto funerario para que sus almas vivirían eternamente.
Historial de cambios[]
- Versión 3.1
- Introducción a la arqueología de interiores se añadió al juego.