Inspección de seguimiento es una misión de Arconte, que forma parte de Capítulo III: Acto I - Tras la bruma y el bosque.
Detalles[]
- Busca a Collei
- Comprueba el estado de las lámparas en el camino
- Dirígete a la Estatua de Los Siete
- Escala a lo alto de la roca
- Resuena con la estatua de la Arconte Dendro
- Inspecciona la estatua de la Arconte Dendro
- Reúnete con Collei
- Vuelve a la Villa Gandharva
- Espera hasta el día siguiente a las 08h
Recompensas[]
Diálogos[]
- (Busca a Collei)
- Tignari: Vamos a echarle un vistazo a tu mano derecha... Parece estar bien.
- Tignari: Pero recuerda que aún debes tener cuidado, ¿entendido?
- Collei: Sí, lo tendré, maestro. Por cierto, todavía no he recibido mi ruta de patrulla.
- Tignari: Hoy nos espera un gran recorrido, así que no puedes acompañarme esta vez. Además, podríamos tener algún que otro encuentro con... Bueno, tú sabes.
- Collei: ¡Yo también tengo una Visión! ¿Por qué nunca puedo ayudar a nadie?
- Tignari: No digas eso. No deberías preocuparte por esas cosas ahora mismo.
- Tignari: Ahí están. ¿Se sienten mejor?
¿Podemos ayudar en algo?
- Paimon: Sí, ya que vamos a quedarnos un tiempo aquí, no estaría de más echarles una mano.
- Tignari: Ustedes no parecen de los que se pasan el día holgazaneando, ¿eh? Quizás Collei podría llevarlos a patrullar el sur de la Villa Gandharva por hoy.
- Tignari: Y si aún tienen ganas, podrían limpiar la Estatua de Los Siete que hay por allí.
- Amir: Tignari, ¡ya estamos listos!
- Tignari: De acuerdo, denme un segundo. Bien, nosotros nos adentraremos en el bosque. Los dejo en manos de Collei.
- Collei: ¡Yo me encargo!
- Paimon: Collei, ¿qué haremos el día de hoy?
- Paimon: Tignari dijo que limpiemos la Estatua de Los Siete, pero Paimon no sabía que eso formara parte del trabajo de un guardabosques.
- Collei: Las responsabilidades de los guardabosques son de lo más diversas.
- Collei: Hacemos un poco de todo, desde comprobar el estado de los caminos, mantener las instalaciones del bosque, asegurarnos de que se cumplan las medidas antiincendios y ayudar a los viajeros y la población local.
- Collei: El maestro también se encarga de algunas tareas en las zonas más peligrosas del bosque.
- Collei: Antes de ir a la Estatua de Los Siete, podemos hacer una inspección rutinaria de las lámparas en el camino.
- (Comprueba el estado de las lámparas en el camino)
- (Dirígete a la Estatua de Los Siete)
- Collei: La estatua está justo encima de esa enorme roca de ahí. Seguro que la vieron cuando venían de paso.
- Collei: Está bastante alto, ¿verdad? No se preocupen, no creo que al maestro le importe si no limpian la estatua.
No te preocupes, soy un experto trepador.
Será pan comido.
- Collei: ¿De verdad? Bueno, pues entonces se lo dejo a ustedes. No hay mucho espacio ahí arriba, así que tengan cuidado.
- Paimon: Viajero, Paimon flotará hasta arriba contigo y te ayudará a limpiar la parte más alta.
- Paimon: Por cierto, Collei, ¿qué sabes de la Arconte Dendro?
- Collei: Depende, ¿te refieres a la Reina Mayor Rukkhadevata o a la Reina Menor Kusanali?
- Paimon: ¿Eh? ¿La Reina Mayor Rukkhadevata?
- Paimon: ¿Ese es el nombre de la antigua Arconte Dendro?
- Collei: Así es. La Reina Mayor Rukkhadevata era la Arconte original de Sumeru. Fue ella quien creó los bosques y el Muro de Samiel en los confines del desierto. Es por ella que tenemos una vida apacible.
- Collei: Para la gente de Sumeru, ella es la encarnación de la sabiduría, el poder y la bondad. Por desgracia, desapareció durante la gran catástrofe que tuvo lugar hace ya cientos de años.
(Igual que Raiden Makoto...)
(¿Coincidió con Khaenri'ah?)
- Collei: El maestro me contó que más tarde los sabios encontraron a la recién nacida Arconte Dendro y la trajeron de vuelta a Sumeru.
- Collei: Para conmemorar el regreso de la Arconte, los sabios la nombraron "Reina Menor Kusanali" y dejaron que residiera en el Santuario Surasthana.
- Paimon: Oh... ¿Y qué pasó después?
- Collei: Pues... Francamente, yo tampoco lo tengo muy claro.
- Paimon: ¿Eh? ¿No lo sabes? ¿Pero tú no eres de Sumeru?
- Collei: Sí lo soy, pero...
- Paimon: ¿Te cuesta hablar de ello porque somos forasteros? Si es así, no te preocupes. Nosotros lo entenderemos.
- Collei: No, no es eso. No intento ocultar nada. Además, yo no los considero desconocidos.
- Collei: Ustedes... conocen a Amber, ¿cierto?
- Paimon: ¿Amber? ¿Te refieres a...?
¿La Caballera Exploradora de los Caballeros de Favonius?
¿La campeona de vuelo de Mondstadt?
- Collei: ¡Precisamente! Viví un tiempo en Mondstadt. Amber me ayudó mucho en aquel entonces. Me atrevo a decir que me ayudó a ser una persona nueva.
- Collei: ¡Amber es increíble! Vive la vida al máximo y tiene un fuerte sentido de la justicia. Siempre está lista para la acción y es muy bondadosa. Es como una chispa que enciende la llama en el corazón de los demás.
- Collei: Es el más puro ejemplo de lo que debería ser una Caballera Exploradora. Es la primera persona que conocen los que visitan Mondstadt. Su entusiasmo y su carisma son tan contagiosos que no puedes evitar enamorarte de Mondstadt y...
- Collei: Oh...
...
De repente eres una persona totalmente distinta, Collei.
- Paimon: Humm... El trabajo de la Caballera Exploradora es muy distinto en la cabeza de Paimon, pero se ve que admiras a Amber.
- Collei: *Ejem*, l-lo siento, me dejé llevar. Deben pensar que soy rara.
- Paimon: Jeje, no te preocupes. Paimon se siente mucho más cercana a ti ahora que sabe que eres amiga de Amber.
- Paimon: ¿Cómo sabes que la conocimos?
- Collei: Verán, después de volver a Sumeru, Amber y yo hemos seguido en contacto escribiéndonos cartas.
- Collei: En una de sus cartas me contó que un enorme dragón había atacado Mondstadt, pero que un misterioso viajero rubio y su compañera flotante salvaron la ciudad.
- Collei: Los reconocí en cuanto los vi. Pero, teniendo en cuenta todo por lo que habían pasado, no me pareció el momento adecuado para sacarlo a colación.
- Paimon: ¡Así que por eso lo sabías!
- Collei: ¡Así es! Así que créanme cuando les digo que confío plenamente en ustedes.
- Collei: Me gustaría contarles más sobre la Arconte Dendro, pero he pasado mucho tiempo fuera de Sumeru, y no tengo muchos estudios sobre el tema. Lo siento mucho.
- Paimon: ¡No te preocupes! Ya nos has sido de mucha ayuda. Ni siquiera habíamos oído hablar de la Reina Mayor Rukkhadevata o del Santuario Surasthana hasta que tú los mencionaste.
- Collei: Me alegra poder ayudar, aunque sea solo un poco. Me gustaría preguntarles, ¿por qué están tan interesados en la Arconte Dendro?
- Le explicas el propósito de tu viaje a Collei.
- Collei: Ya veo. Gracias por confiarme su historia.
- Paimon: ¡No es nada! Somos amigos, ¿cierto?
Paimon tiene razón, somos amigos.
- Paimon: Bueno, de vuelta al trabajo. Aún tenemos que limpiar la estatua.
- Collei: ¡Muchas gracias por la ayuda! Mientras ustedes limpian, yo iré a echar un vistazo por el bosque. Nos vemos aquí en un rato.
- (Escala a lo alto de la roca)
- Collei: A mí no se me da muy bien escalar, así que se lo dejo a ustedes.
- Collei: Iré a echar un vistazo en las instalaciones de ahí delante. Si les parece bien, podemos charlar un poco más cuando acaben.
- (Resuena con la estatua de la Arconte Dendro)
- Paimon: ¡Qué bien! ¿Qué vamos a comer?
Paimon, contrólate.
- Paimon: ¡Eh, no seas aguafiestas! Collei es nuestra amiga. Además, ¡el mejor cumplido para un cocinero es demostrar tu pasión por su comida! Xiangling le enseñó eso a Paimon.
- Collei: He preparado comida fácil de llevar para guardabosques. Se llama döner kebab. Espero que les guste.
- Collei: ¡Ah! ¡Ups!
- Paimon: ¡Oh, no! ¡Se te cayó!
- Collei: ¡Tranquila, Paimon! Lo envolví con varias hojas de papel engrasado, no creo que se haya ensuciado.
- Paimon: Uff, menos mal. Paimon casi sufre un ataque al corazón.
- Comparten la comida con Collei.
- Paimon: ¡Estos kebabs están deliciosos! Eres toda una chef, Collei.
- Paimon: Gracias a Los Siete que los envolviste, o de lo contrario Paimon no podría dormir por la noche pensando en el desperdicio de algo tan delicioso.
- Collei: Jaja, sí que sabes halagar a un chef, Paimon.
- Collei: Si te gusta tanto, me aseguraré de darles la receta la próxima vez. Incluso les anotaré un par de consejos, así podrán prepararlos siempre que quieran.
- Paimon: ¡Collei, eres la mejor! Es difícil pensar que una persona tan diligente puede tener momentos de descuido.
- Collei: Jeje, me pasa de vez en cuando.
- Paimon: Oye, Collei, ¿no crees que Tignari es demasiado estricto contigo? Nunca te deja tocar nada.
- Paimon: Paimon tira cosas a veces cuando flota alrededor de Viajero, pero él nunca se queja. Le pasa a todo el mundo, ¿no te parece?
- Collei: Oh, no, no tengan una idea equivocada de mi maestro. Puede que parezca estricto, pero con un poco de tiempo más, verán que en realidad tiene un gran corazón.
- Collei: Los guardabosques más veteranos dicen que el maestro proviene de una antigua y misteriosa raza. Por lo visto eran conocidos por su sorprendente ingenio y su carácter huraño. Pero el maestro es muy bueno, de verdad.
- Collei: A todo esto, han oído hablar de la Academia de Sumeru, ¿verdad? Por lo visto hay una escuela que se llama Am... Amu... algo...
- Collei: El caso es que algunos sabios de la Academia se han puesto en contacto con él por sus estudios de botánica. Incluso le han ofrecido un puesto oficial.
- Collei: Pero el maestro ha rechazado todas las ofertas. Siempre dice: "El ambiente en la ciudad es demasiado ruidoso, es malo para mis oídos".
Suena a algo que diría Tignari.
- Collei: Jaja, pues sí. El caso es que los sabios no están muy contentos con su rechazo.
- Collei: El maestro podría tener un gran porvenir en la Academia de Sumeru, pero insiste en ser guarda forestal. Se dedica a ayudar a los lugareños y a compartir sus conocimientos con los novatos como yo.
Hablando de sus orejas, ¡me gustaría acariciarlas!
- Collei: Jejeje, lo sé. A mí también me gustaría tocarlas... *Ejem*.
- Collei: El caso es que el maestro podría tener un gran porvenir en la Academia de Sumeru, pero insiste en ser guarda forestal. Se dedica a ayudar a los lugareños y a compartir sus conocimientos con los novatos como yo.
- Collei: De hecho, fue él quien me enseñó a hacer döner kebab.
- Paimon: ¿En serio? Paimon nunca lo habría pensado.
- Paimon: Por cierto, fue Tignari quien cuidó de ti cuando te desmayaste ayer. Incluso cargó contigo todo el camino hasta aquí.
- Paimon: ¡Pero Paimon está molesta! No dejó de regañar a Paimon durante todo el camino.
¿Qué hiciste?
- Collei: Lo siento, creo que el maestro exageró un poco.
- Collei: Pero es que Paimon no dejaba de gritar: "¿Qué hago, qué hago? ¿Se va a morir?". Supongo que el maestro acabó por perder los estribos.
- Paimon: ¡Oye, tú! ¿De qué te ríes? Paimon estaba realmente preocupada por ti.
- Collei: Jajaja...
- Paimon: ¡¿Tú también, Collei?!
- Paimon: ¡Aaah! ¡Se acabó, Paimon no lo dejará pasar! ¡Prepárense para sufrir la furia de Paimon!
- Collei: ¡No! ¡No me toques!
...
¿Ocurre algo, Collei?
- Paimon: Ay, perdona, Collei. Paimon no quería asustarte.
- Collei: ¿Eh? No, no es eso.
- Paimon: Collei, ¿estás bien? ¿Ocurre algo?
- Collei: Ah, sí, no... No pasa nada. Siento haberlos asustado...
- Collei: Bueno, se está haciendo tarde. Volvamos a la Villa Gandharva. El maestro ya debe haber vuelto.
- Paimon: Oye, ¿qué le ocurrió a Collei? ¿Y a qué viene tanta prisa de repente? Se fue corriendo tan rápido que Paimon ya no alcanza a verla.
- (Inspecciona la estatua de la Arconte Dendro)
- Paimon: Ahora que Paimon se fija, la Arconte que hay tallada en la estatua parece muy pequeña.
- Paimon: Humm... ¿Crees que es la Reina Mayor Rukkhadevata o la Reina Menor Kusanali?
¿La Reina Mayor Rukkhadevata?
- Paimon: Sí, tienes razón. La estatua parece tener unos cuantos años.
¿La Reina Menor Kusanali?
- Paimon: Parece que el nombre le va bastante bien.
- Paimon: Bueno, ya lo averiguaremos. Por el momento, concentrémonos en limpiar la estatua.
- Aranara A: ...
...
- Paimon: ¿Eh? ¿Es imaginación de Paimon o algo se movió?
¿Tú también lo viste?
- Paimon: ¡Claro que sí! Era pequeño y redondo, como un vegetal o algo así.
¿Un repollo?
- Paimon: ¡Sí, eso es! Pequeño y redondo como un repollo. ¡Pero se movía!
- Paimon: ¡Qué susto le ha dado a Paimon! Sea lo que sea esa cosa, deberíamos seguirla.
- Paimon: Aunque, pensándolo bien, primero deberíamos terminar de limpiar. Vamos, Paimon se encarga de la parte de arriba y tú de la de abajo.
- Con la ayuda de Paimon, dejas la estatua impecable.
- (Reúnete con Collei)
- Paimon: Collei, ¡ya estamos aquí!
- Collei: ¡Buen trabajo, chicos! Deben estar cansados después de trepar tanto. Vamos a descansar un poco.
- Paimon: Oye, Collei, ¿has visto una cosa pequeña y redonda con aspecto de verdura dando vueltas por aquí?
- Collei: ¿Con forma de verdura? Humm... Si el maestro estuviera aquí diría algo como: "Las verduras también son plantas".
- Le cuentas a Collei lo que han visto...
- Collei: ¡Guau! Suena como esas criaturas imaginarias de las que los niños no dejan de hablar. ¡Estaré atento a ver si yo también la veo!
- Collei: Por cierto, ¿tienen hambre? Traje algo de comida y agua para el viaje.
- (Vuelve a la Villa Gandharva)
- Paimon: Collei, ¡ya estamos aquí!
- Collei: ¡Buen trabajo, chicos! Deben estar cansados después de trepar tanto. Vamos a descansar un poco. Traje comida y agua.
- Nasrin: Ah, viajero, han vuelto.
- Paimon: Hola, ¿has visto a Collei?
- Nasrin: Sí, la vi meterse en su habitación hace un instante.
- Paimon: Está bien, ya hablaremos mañana con ella.
- (Espera hasta el día siguiente a las 08h)
Historial de cambios[]
- Versión 3.0
- Inspección de seguimiento se añadió al juego.