Guizhong es la sexta parte de las Misiones de Arconte del Capítulo I: Acto II.
Detalles[]
- Ve a la Farmacia Bubu
- Encuentra el origen del sonido)
- Encuentra la Balista Guizhong
- Inspecciona la Balista Guizhong
- Reúne los materiales del almacén de suministros militares
- Repara la Balista Guizhong
- Derrota a los Ladrones de Tesoros
- Regresa a la Farmacia Bubu y busca a Qiqi
- Coloca el incienso eterno en su lugar
Recompensas[]
- EXP de Aventura
- Mora
- Protogema
- Ingenio del héroe
- Mineral de refinamiento místico
Notas[]
- Al completar esta misión recibirás el logro "Protector de reliquias" de Maravillas del mundo.
Diálogos[]
- (Ve a la Farmacia Bubu)
- Paimon: Humm, no hay nadie en el mostrador, y se ve muy tenebroso...
- Paimon: Disculpe, ¿hay alguien ahí?
- ¿?: Bienvenidos a la Farmacia Bubu.
- Paimon: ...
- Paimon: ¿Oyeron esa voz? ¿De dónde viene?
- Zhongli: Creo que del mostrador.
- Paimon: Viajero, ¿qué tal si vas a darle un vistazo? Paimon te cubre la espalda.
- (Encuentra el origen del sonido)
- Paimon: ¡Ahí estás! ¡Pero si eres más pequeña que el mostrador!
¿Es una zombi?
- Paimon: ¡Es verdad! Y tiene una especie de talismán en la frente...
Mira quién habla...
- Paimon: ¡Oye! Puedo volar, así que mi estatura no es un problema.
- Paimon: No sé. Tiene un aspecto un poco raro... ¿Qué es ese talismán que tiene en la frente?
- Paimon: ¿Acaso es... una zombi?
- Qiqi: Bienvenidos a la Farmacia Bubu. Soy Qiqi.
- Qiqi: Hace tiempo que Qiqi murió. Luego, a Qiqi la salvaron los Adeptus. Ahora, Qiqi es una zombi.
Lo dices como si fuera la cosa más normal del mundo...
No sabía que había zombis en las tierras del Arconte Geo...
- Paimon: Esto sería impensable en Mondstadt...
- Zhongli: Hola... amiguita. ¿Vendes incienso eterno?
- Qiqi: Perdone... ¿Tiene receta?
- Zhongli: Pues... No creo que se necesite una receta para el incienso eterno. No es un medicamento regulado...
- Qiqi: Si tiene receta, Qiqi le da la medicina. Es una orden que Qiqi se dio a sí misma.
¿Una orden?
Es imposible hablar con ella...
- Zhongli: Me temo que es justo por lo que dijo: se trata de una orden.
- Zhongli: Los zombis están limitados a actuar dentro de los limites que le ordenen. Pero en este caso, quien da la orden es ella misma.
- Zhongli: Qiqi, amiguita, no tenemos receta, pero te estaríamos muy agradecidos si pudieras ayudarnos a encontrar algo de incienso eterno.
- Qiqi: De acuerdo.
- Paimon: ¿Eh? ¿Así de fácil?
- Qiqi: Pero si Qiqi les ayuda, ustedes ayudan a Qiqi. Un trato justo.
- Paimon: ¿Desde cuándo los clientes tienen que hacerle favores a los vendedores?
- Zhongli: Eso no importa. Piensen en ello como un trato de igual a igual. Así, todos ganamos. En Liyue, el arte de los negocios consiste en saber ponerse en el lugar del otro.
- Qiqi: Vayan a la Cordillera Tianheng. Encuentren la Balista Guizhong. Cacen una Cococabra. Por favor y gracias.
No entendí bien...
- Zhongli: La Balista Guizhong... He oído hablar de ese dispositivo antes.
Yo creo que nos está tomando el pelo...
- Zhongli: No lo creo. ¿La Balista de Guizhong? He oído hablar de ese dispositivo antes.
- Zhongli: Es una especie de torre-ballesta instalada en la Cordillera Tianheng por los Adeptus. Es un antiguo dispositivo mecánico.
- Zhongli: Al situarse en el Paso Tianheng, tiene la capacidad de hacer frente a monstruos de enorme tamaño para defenderse de cualquier amenaza externa.
- Paimon: ¡El Sr. Zhongli conoce Liyue como la palma de su mano!
- Zhongli: No es tan así... Por ejemplo, nunca había oído hablar de esa "Cococabra".
- Qiqi: La "Cococabra". Es una bestia semi-iluminada legendaria.
- Paimon: ¿Podrías darnos más detalles?
- Qiqi: No. Solo que la "Cococabra" es una bestia semi-iluminada legendaria.
- Qiqi: No sé qué aspecto tiene. No sé dónde hay más cantidad de ellas. No sé de dónde proviene.
¿Algo más que no sepas?
No es de mucha ayuda...
- Zhongli: Bien... Vayamos a los alrededores de la Balista Guizhong. Quizás encontremos alguna pista.
- Paimon: ¿Qué criatura será esa "Cococabra"?
- (Inspecciona la Balista Guizhong)
- Paimon: ¡Es enorme! Paimon está convencida de que solo puede haber sido obra de los Adeptus.
- Paimon: Pero... ¿Cómo manejamos esta cosa? Necesitaríamos muchísima fuerza.
- Zhongli: De todos modos, ahora mismo es imposible. Está rota.
- Paimon: ¿Cómo que... rota?
- Zhongli: Después de milenios de desgaste, es difícil darle mantenimiento incluso a los artilugios de los Adeptus.
- Paimon: ¿Y qué hacemos? Vamos, Sr. Zhongli, iuse su infinito conocimiento como persona de la alta sociedad que es!
- Zhongli: Humm. Dicho así, suena como si fuera un burgués parásito e inútil que lo único para lo que sirve es para decir datos curiosos a petición.
- Zhongli: Dicho esto, déjenme Lo tengo. Cuando empezó a construirse la Balista Guizhong, se hicieron piezas de repuesto en caso de que sufriera cualquier daño.
- Zhongli: Si no me equivoco, deberíamos poder encontrar el almacén de suministros militares aquí, en el Paso Tianheng.
- Zhongli: Una vez tengamos el material, quizás podamos arreglar la Balista Guizhong si comprendemos su funcionamiento.
- Paimon: Entonces... ¿está diciendo que entiende cómo funciona?
- Zhongli: Bueno... Algo sé, sí.
- Zhongli: Si reunimos el material suficiente, al menos podríamos probarlo.
- (Repara la Balista Guizhong)
- Zhongli: Sí, creo que este material servirá.
- Zhongli: Esperen un momento. Voy a ver si puedo arreglarlo...
- Zhongli: Ya está. La estructura de la Balista Guizhong era más complicada de lo que preví.
- Paimon: ¡Guau! ¿Y ahora cómo se usa?
- Zhongli: Fácil. Si hacemos así... Miren, este artilugio construido por los Adeptus tiene incluso binoculares.
- Utilizan la Balista Guizhong para buscar a la Cococabra...
- Paimon: Aquí tenemos... nada. Y aquí... tampoco nada.
- El pecoso Huang: ¡Eh! ¿Qué creen que están haciendo?
- El pecoso Huang: Así que arreglaron la torreta... ¿Qué tienen en mente, si se puede saber?
- Zhongli: No es una torre, es la Balista Guizhong. Y, por si no lo sabías, es de buena educación presentarse antes de preguntar nada.
- El pecoso Huang:¡ Ja! ¿Acaso no sabes con quién estás hablando? Estás viendo al líder de los Ladrones de Tesoros, anciano.
- El pecoso Huang: Se supone que esta zona está repleta de tesoros, pero es imposible acercarse a ellos con esta cosa vigilando. Parece una simple máquina, pero créanme, ¡tiene vida propia!
- El pecoso Huang: La última vez que estuvimos por aquí, casi convierte a uno de los nuestros en una brocheta...
- El pecoso Huang: Al final, yo y unos pocos tuvimos que arriesgar nuestras vidas para romperla. ¡¿Y ahora vienen ustedes y la arreglan?!
- El pecoso Huang: ¡Pues lo próximo que repararán son sus propias caras! ¡Eso si salen vivos de esta!
- Zhongli: *Tch tch*, ¿cómo se atreven a vandalizar el legado de un Adeptus para fines personales? ¡Qué desgracia!
- Zhongli: Son ustedes los que necesitan una lección.
- Paimon: ¡Tiene toda la razón! ¡Viajero, prepárate para luchar!
- (Derrota a los Ladrones de Tesoros)
- Paimon: ¡Estos maleantes no sabían con quién se estaban metiendo!
- Zhongli: No vale la pena montar tanto alboroto por esta gente. Deberíamos concentrarnos en nuestro contrato con Qiqi.
- Paimon: Es verdad, el contrato... Ya arreglamos la Balista Guizhong, ¿y la Cococabra?
- Zhongli: Al buscar con la Balista Guizhong, no vimos ni rastro de vida por aquí, a excepción de la fauna típica.
- Zhongli: Además, a un artilugio construido con tecnología Adeptus no debería costarle encontrar una bestia semi-iluminada...
- Paimon: Entonces...
...
¿Vinimos aquí para nada?
- Paimon: Bueno, arreglar la Balista Guizhong es algo positivo... Creo.
- Zhongli: No vamos a resolver nada quedándonos aquí parados. Regresemos a la Farmacia Bubu a explicarle a Qiqi que no pudimos encontrar la Cococabra y pensemos en otro plan.
- Paimon: Buena idea. Hicimos lo que pudimos.
- (Regresa a la Farmacia Bubu y busca a Qiqi)
- Zhongli: Perdón, no pudimos cumplir con nuestra parte del contrato. No encontramos ni rastro de la Cococabra semi-iluminada de la que nos hablaste.
- Qiqi: Ah... Qué lástima. No pasa nada, pero es una lástima.
- Paimon: ¡Ay, pobre Qiqi! ¡De repente, Paimon se siente culpable!
Qiqi, ¿tienes alguna otra pista que nos pueda servir?
¿Para qué necesitas a esa Cococabra?
- Qiqi: Ah... La leche de la Cococabra está deliciosa. Más que la de las cabras normales. Solo una bestia semi-iluminada puede hacer leche tan deliciosa.
- Qiqi: Perdón. Tengo muy mala memoria. No recuerdo el nombre de la leche. Por eso lo anoté. ¿Dónde lo puse... ?
- Qiqi: Ah, aquí está. La leche deliciosa se llama... "Leche de coco".
- Multitud: ¡¿Qué?!
- Zhongli: ...
- Zhongli: Les debo una disculpa. Mi intención era tener un trato justo con Qiqi, pero al parecer actué impulsivamente y acepté su encargo demasiado rápido.
- Paimon: No se preocupe, Sr. Zhongli. Como dicen en Liyue: "Todo es aleatorio así que... ¿cómo podemos predecir las cosas?". ¿Quién iba a saber que todo acabaría así?
- Qiqi: Disculpen, ¿Qiqi dijo algo malo?
- Paimon: Oh... Viajero, Paimon te deja a ti la tarea de destruir los sueños de una niña pequeña.
Lamento decirte que la leche de coco no viene de la Cococabra...
La leche de coco proviene de los cocoteros.
- Qiqi: Ah...
- Paimon: Parece que Qiqi no se lo tomó muy bien...
Necesita tiempo para procesarlo.
Algún día tenia que crecer.
- ¿?: Jaja, alguien aprendió una valiosa lección de vida hoy, ¿eh? Gracias a todos por cuidar a mi pequeña Qiqi.
- Zhongli: ¿Y usted es...?
- Baizhu: Disculpen mi descortesía. Soy Baizhu, el dueño de la Farmacia Bubu.
- Paimon: Y Paimon creía que Qiqi era la jefa... ¡Resulta que el jefe es un chiflado que lleva ingredientes medicinales colgando en el cuello!
- Serpiente blanca: Qué lamentable. Qiqi es una niña muy inocente, pero esta mascota que llevan lo es aún más.
- Paimon: ¡Ah! iLa medicina... la serpiente habló!
¡Una serpiente que habla!
Ya nada me sorprende en Liyue.
- Serpiente blanca: ¡Sss! Normalmente no hablo, pero ante los nuevos clientes debo hablar para que no me confundan con una fugitiva del botiquín, ¡porque soy una serpiente viva, que respira y sisea!
- Baizhu: Jajaja, no le presten atención a Changsheng. Es una buena chica, de verdad. En cuanto a ustedes tres... ¿Qué les trae por aquí, aparte de crear todo este caos con Qiqi?
- Zhongli: Disculpe, caballero, ¿vende incienso eterno en su tienda?
- Baizhu: ¿Incienso eterno? Por supuesto.
- Paimon: ¡Uf, al fin! Si no, esto sí que habría sido una pérdida de tiempo.
- Baizhu: Serán tres millones de Moras. Es de la mejor calidad.
¡¿Tres millones?!
- Paimon: ¡Mejor asaltamos la Casa Dorada! Aunque ahora fue ocupada por las Siete Estrellas... Tendrá una mayor seguridad.
¡Mejor asaltamos la Casa Dorada!
- Paimon: Aunque ahora fue ocupada por las Siete Estrellas... Tendrá una mayor seguridad.
- Zhongli: Humm... Tres millones... Un número inocuo en si mismo, una suma difícil de conseguir desde un punto de vista pragmático.
- Paimon: ¡Es una cantidad exorbitante! Nunca podríamos hacer tanto dinero. En cuanto a Zhongli, le faltan tres millones...
- Zhongli: En efecto.
Qué sincero...
- Paimon: ¿Y qué hacemos? ¿Aquí es donde volvemos con Nobile de rodillas?
- Veinte minutos después...
- Nobile: ¡Jajajajaja!
- Nobile: Cococabra... ¡Cococabra! ¡Qué risa! ¡No sé ni cómo se lo creyeron!
- Paimon: ¡Oye! ¡No te rías de nosotros!
- Nobile: Estoy llorando de la risa. Bueno, como agradecimiento por haberme hecho reír tanto, les ayudaré con su problema.
- Nobile: Perdone... Dr. Baizhu, ¿verdad? Soy Nobile, uno de Los Once de los Fatui. Perdone mi atrevimiento por lo que voy a decir, creo que podríamos colaborar juntos en el futuro.
- Nobile: Si la Farmacia Bubu lo necesitase, los Fatui podrían construir un canal de suministro rápido y directo de leche de coco.
- Changsheng: Qué extraño... Sabia que los Fatui suelen meterse en los negocios de otros con ofertas seductoras, ¿pero todo esto por un poco de leche de coco?
- Qiqi: Leche de coco. Dr. Baizhu, rápido. Qiqi quiere leche de coco.
- Baizhu: Ah, por supuesto Qiqi, todo lo que quieras... Gracias, Nobile, espero una colaboración con muchos éxitos para el futuro. Por ser usted, puedo hacerle un descuento en el incienso eterno: serán dos millones novecientos noventa mil Moras.
- Paimon: Ni que hubiera mucha diferencia con los tres millones...
- Zhongli: Humm... Dos millones novecientos noventa mil Moras... Un número inocuo en si mismo, pero una rebaja de 10 000 Moras desde un punto de vista pragmático.
- Zhongli: Bien. Ya que el asunto queda resuelto, podemos volver a la Terraza Yujing. Sr. Nobile, Dr. Baizhu, pequeña Qiqi, les veré pronto.
- Parece que Nobile llegó antes, pero en realidad no llegó muy lejos...
- Nobile: Qué gente tan curiosa. Hacía mucho que no me reía tanto.
- Nobile: Bueno, estabas escuchando a escondidas, ¿no? ¿Qué me perdí?
- Ekaterina: Sí, maestro Nobile. Mencionaron que la Casa Dorada fue ocupada por las Siete Estrellas...
- Nobile: Ya veo. Ninguang y el resto de las Siete Estrellas... Si están escondiendo algo en la Casa Dorada, solo puede ser la Exuvia.
- Nobile: Perdón, Viajero, pero te avisé desde el principio, ¿cierto? Como dice el antiguo dicho de Liyue: los muros tienen oídos.
- (Coloca el incienso eterno en su lugar)
- Zhongli: Bueno, ya contratamos a los ayudantes y tenemos el incienso eterno. Nos queda muy poco para terminar con los preparativos del Rito del Ascenso.
- Paimon: Uf... ¡Por fin!
- Zhongli: Y bien, aventurero, ¿qué has aprendido de nuestra aventura hasta ahora?
Vaya viaje más raro...
- Zhongli: ¿Raro?
No sé si he experimentado lo que es la riqueza...
O la pobreza extrema.
- Zhongli: Jajaja. ¿Cuál es tu respuesta, entonces? Las dudas que surgen en un viaje siempre son complicadas.
- Zhongli: Bueno, te dejo que lo medites por ti mismo. Cierto, en cuanto al pago por su ayuda, he decidido...
- Zhongli: Invitarles a cenar.
¿El Sr. Zhongli invitando a algo?
¡Esto es inaudito!
- Zhongli: ¿Eh? Ah, no se preocupen. Esta vez no me olvidaré de traer dinero.
- Zhongli: Esta noche, los llevaré a ambos a una antigua bodega que se elogia en todo Liyue.
- Paimon: ¿Una bodega? ¿De esas en las que se toma alcohol?
- Zhongli: Así es. Nos veremos en la taberna Los Tres Cuencos, cerca del puerto.
Historial de cambios[]
- Versión 1.0
- Guizhong (misión) se añadió al juego.