El sueño del despertar es la primera parte de la Misión legendaria de la historia de Nahida: Sapientia Oromasdis , Acto I: «Calidez incesante».
Detalles[]
- Dirígete a la Ciudad de Sumeru
- Habla con Pedrush
- Ve con Pedrush al lugar de celebración de Momentos de ensueño
- Ayuda al alicaído Ilman
- Ve al lugar que dijo Ilman
- Habla con Ilman
- Sube hasta la cima
- Derrota a los monstruos
- Habla con Ilman
- Vuelve al lugar de celebración de Momentos de ensueño para ver cómo está todo
Recompensas[]
Diálogos[]
- (Dirígete a la Ciudad de Sumeru)
- (Habla con Pedrush)
- Pedrush: Hola, viajero. ¿Has oído hablar de "Momentos de ensueño"?
¿"Momentos de ensueño"?
¿Qué es eso?
- Paimon: Oh, ¡suena al nombre de alguna bebida dulce!
- Pedrush: Jaja, me temo que no es eso. Es el nombre de un evento que hemos empezado a organizar con regularidad.
- Pedrush: Los sueños se han vuelto el tema en boca de todo el mundo en Sumeru, y mucha gente quiere compartir con otros los sueños que han tenido por la noche.
- Pedrush: ¡Eso me incluye a mí! La última vez que soñé era un niño pequeño, así que no puedo evitar sentir la emoción y cierta nostalgia al volver a soñar.
- Paimon: Ah, claro, ¡todo el mundo ha recuperado la capacidad de soñar!
- Pedrush: Así es. Por eso hemos organizado un evento que sirve de plataforma para que las personas que sueñan con algo nuevo puedan compartir sus experiencias.
- Pedrush: Y así fue como nació el evento "Momentos de ensueño".
- Paimon: Así que es como una tertulia...
- Pedrush: Más o menos. Todos los días escuchamos toda clase de historias maravillosas. Oigan, ¿por qué no van a escuchar una ustedes mismos?
Entiendo su fascinación por los sueños, pero...
- Paimon: Sí, para nosotros, soñar es tan normal como respirar.
- Paimon: Pero espera... Si hay bebida y comida gratis, ¡Paimon lo pensará!
- Pedrush: Oh, ¿en serio? Quieren decir que... ¿ya han tenido muchos sueños?
- Paimon: Ajá, pero tampoco te emociones tanto, no es algo tan raro.
- Pedrush: No, no, no. Necesitamos participantes tan veteranos como ustedes para que compartan las experiencias de sus sueños.
- Pedrush: Por favor, ¡dejen que los llame "expertos en sueños"!
Suena un poco raro...
No creo que por soñar mucho me puedan considerar un experto.
- Paimon: Ohhh, experta... Jeje, ¡a Paimon le gusta!
- Pedrush: Parece que a ti sí te interesa, jeje. Por favor, sígueme hasta el lugar del evento. No te llevará mucho tiempo.
- Pedrush: Y no te preocupes. Tendrás toda la bebida y comida que quieras.
- Paimon: ¡Guau, es perfecto!
- Paimon: ¡Cuenta con nosotros! Ah, pero espera... Paimon se está adelantando a los acontecimientos otra vez. Primero deberíamos saber qué piensa Viajero.
- Paimon: Oye, ¿por qué no dices nada?
Hoy mandas tú.
No creo que tenga otra opción.
- Paimon: Jeje, ¡bien! ¡Vamos, llévanos adonde podamos ser expertos en sueños!
- Pedrush: Jaja, muy bien. Síganme.
- (Ve con Pedrush al lugar de celebración de Momentos de ensueño)
- Pedrush: Hola, perdonen por la interrupción. ¡Por fin tenemos unos expertos en sueños de verdad con nosotros!
- Pedrush: Distinguidos expertos, por aquí, por favor. *Ejem*, bien, si alguien tiene alguna duda, que no dude en preguntarles.
- Ilman: Deben de ser expertos en sueños procedentes de otro lugar. ¡Genial!
- Nasser: ¡Yo tengo una pregunta! ¡Yo primero, yo primero!
- Pedrush: Tranquilos. A ver, ¡hagan fila y pregunten en orden!
- Tras cierta conmoción, todo el mundo se pone en fila.
- Paimon: Guau, Paimon no esperaba que tuvieran tanto entusiasmo.
- Atta: Mi pregunta es sencilla. Mi día a día es muy duro, así que me gustaría convertirme en un Slime en sueños. ¿Cómo puedo hacerlo?
Vaya, difícil pregunta...
La verdad es que no tengo ningún consejo para eso.
- Paimon: ¡Oh, Paimon lo sabe! Paimon ya ha soñado con algo así, así que sabe un par de cosas al respecto.
- Paimon: La primera vez, Paimon se convirtió en un Slime Anemo. Un aventurero disparó a Paimon con una flecha y Paimon estuvo volando por el cielo toda la noche.
- Paimon: La segunda vez, Paimon se convirtió en un Slime Dendro. Un grupo de niños pensó que Paimon era un rábano y le arrancaron todas las hierbas de la cabeza. ¡Dolió un montón!
- Paimon: La tercera vez, Paimon se transformó en un Slime Cryo y, al final, un chef la capturó para convertirla en un batido helado.
- Paimon: Y la cuarta vez, Paimon se convirtió en un poderoso Slime Geo y fue a vengarse de un jabalí que se solía meter con ella.
- Paimon: Pero entonces, el jabalí llegó con toda su familia y Paimon volvió a perder contra él.
- Atta: Un momento, ¿por qué todos tus sueños acaban en tragedia?
- Paimon: Porque los Slimes son monstruos y, aunque parezcan adorables, suelen causar problemas y acaban siendo cazados por aventureros.
- Paimon: Las cosas no suelen terminar bien para los monstruos. Confía en Paimon.
(Me dan ganas de interrumpirla, pero...)
(Al menos sus historias reflejan fielmente el espíritu aventurero.)
- Atta: Supongo que tienes razón... Al fin y al cabo, son monstruos.
- Atta: Quiero experimentar una vida diferente, pero parece que convertirse en monstruo sería aún peor que mi vida actual.
- Atta: Humm, tal vez sería más feliz si me convirtiera en un pinzón o un pez común y corriente.
- Paimon: Ser una experta es mucho más fácil de lo que Paimon pensaba.
- Paimon: ¡Siguiente!
- Ilman: ¡Me toca! Distinguida experta, me gustaría saber en qué posición tengo que dormir para poder soñar lo mismo que la noche anterior.
- Paimon: Oh, bueno...
Vamos, ¿cuál es tu opinión de experta?
- Paimon: ¡Oye, que tú me tienes que ayudar!
- Paimon: Humm, ¿qué tal si le dices a Paimon qué sueño quieres volver a tener?
- Ilman: Oh, es uno muy corriente. Estaba sentado charlando con mi esposa en un día soleado mientras escuchaba la brisa soplar a través de un valle.
- Paimon: ¿Y por qué no buscas a tu esposa y hablas con ella? ¡No tienes por qué esperar a soñar con ello!
- Ilman: Oh, es que... Desafortunadamente, falleció.
- Paimon: ¡¿Eh?! ¡Ay, perdón! Paimon no debería haber supuesto nada.
- Ilman: No, no te preocupes, es que no me expliqué bien. Solo quiero una oportunidad para volver a verla.
¿Has intentado mirar alguna imagen de ella justo antes de dormir?
- Paimon: Sí, no es algo que tenga que ver con la postura. Probablemente sea mucho más importante lo que pienses justo antes de quedarte dormido.
- Ilman: Oh, ¿y eso es todo lo que tengo que hacer?
- Paimon: Piénsalo, si eres tú quien piensa en ella y quien quiere soñar con ella, será fácil conectar tus pensamientos con tus sueños.
- Ilman: Tienen razón... ¡Lo intentaré esta noche! Gracias por su sabio consejo.
- Kathya: ¡Es mi turno! *Ejem*, quiero saber el nombre de la planta con la que soñé.
- Debi: ¡Yo quiero llevar a mis sueños la caja de recuerdos que tengo en mi habitación!
- Pawlin: Anoche soñé con un cuervo que sobrevolaba un lugar desolado. ¿Tiene algún significado especial?
- Paimon: ¡Oigan, no se apuren! ¡De uno en uno, por favor!
- Tras un buen rato, por fin terminan de dar sus consejos de expertos.
- Paimon: Sus preguntas eran muy difíciles. Nosotros tampoco sabemos mucho más que ellos, solo tenemos más experiencia soñando.
No les importaban las respuestas.
Sienten fascinación por los sueños que son muy vívidos.
- Paimon: Tienes razón. Es más gratificante explorar y contemplar el significado de una pregunta que concentrarse en la respuesta.
- Paimon: Ahora mismo, estas personas son como vagabundos que han tenido hambre durante tres días y tres noches, y que están desesperados por recuperar energía. Les dará igual cualquier explicación que les demos, ¡por muy buena que sea!
- Paimon: Y dicho eso, ¿sabes de quién se está acordando Paimon?
De Nahida.
- Paimon: Jeje, ¡bingo! Si estuviera aquí, seguro que haría una metáfora parecida.
- Paimon: Por desgracia, ahora está muy ocupada y puede que no tenga tiempo para convenciones como esta.
- Pedrush: Distinguidos expertos, tenemos otra invitada a la que le gustaría consultar algo con ustedes.
- Paimon: ¿Eh? ¿Pero no viste cómo respondimos a todas las preguntas? Tampoco sabemos tanto...
- Pedrush: Esta invitada es una muy... especial.
- Nahida: Mi pregunta es: ¿por qué no me hablaron de un lugar tan interesante en cuanto lo descubrieron?
- Paimon: Oh, ¡¿Nahida?! ¡¿Cómo es que estás aquí?!
- Nahida: Eventos tan interesantes como Momentos de ensueño no tienen lugar todos los días. Por muy ocupada que estuviera, haría un poco de tiempo para venir a verlo.
- Nahida: El caso es que no esperaba verlos aquí.
- Paimon: ¡Oh, claro! Si hay alguien que sabe de sueños, ¡eres tú! ¡Tú podrías ayudarnos a responder a todas estas preguntas!
- Nahida: Ciertamente. Muy bien, que me pregunten lo que quieran. Cuanto más interesante, mejor.
- Ilman: ...
- Nahida: ¿Eh? ¿Qué pasa? Hace un momento estaban muy emocionados, ¿por qué dudan de repente?
Creo que necesitan mentalizarse un poco.
- Nahida: Bueno, tampoco es que mi aspecto sea el más intimidante, ¿no?
- Nahida: Si es por reputación y renombre, ustedes también han hecho grandes cosas en Sumeru y nadie se inmutó al verlos.
Aun así, no es lo mismo que hablar con una Arconte.
- Nahida: Vaya, de repente ya no hay preguntas interesantes. Parece que soy una aguafiestas, así que me marcho.
- Paimon: ¡No, eso no es cierto, Nahida!
- Nahida: No quiero ser un obstáculo para el propósito original de Momentos de ensueño, que es que la gente se reúna para compartir libremente sus maravillosos sueños.
- Nahida: Ahora, el ambiente se siente como el agua que se vierte en un recipiente: está más segura y quieta, pero ha perdido la capacidad de fluir libremente que tenía cuando estaba en el río.
- Nahida: Yo solo quería ser otra gotita más en esa agua, no el frío recipiente que la restringe.
¿Está haciendo lo que creo que está haciendo?
- Paimon: (Está teniendo una rabieta.)
- Paimon: Vamos, no se preocupen, ¡y no sean tímidos! La Arconte Dendro es supersimpática, así que ¡pregunten lo que quieran! De lo contrario, se marchará.
- Atta: E-está bien... Yo lo intentaré.
- Paimon: Oh, es el Hombre Slime.
- Atta: Oye, ¡déjate de nombrecitos! Además... ya no quiero ser un Slime. Un pinzón o un pez serían lo mejor para mí.
- Nahida: Ya veo. Entonces quieres convertirte en un animalito en tus sueños, ¿cierto? ¿Por qué crees que te gustaría hacer eso?
- Atta: Supongo que quiero experimentar algo diferente. Mi día a día siempre es igual...
- Atta: Veo el cielo sobre mí y el océano en el horizonte, pero estoy enjaulado en una vida monótona.
- Nahida: Así que quieres vivir algo nuevo en tus sueños... Lo siento, estoy un poco confusa. ¿Por qué no buscas nuevas experiencias en la vida real?
- Atta: Porque, si no trabajo, no tendré ni un Mora. Por supuesto que no quiero estar todo el día clavando clavos y cortando madera, pero tengo unos padres que ya son mayores y unos hijos a los que cuidar.
- Atta: Cuando me di cuenta, mi vida estaba hasta arriba de asuntos triviales y ya no tenía ninguna libertad.
- Nahida: Pero si ese es el caso, aunque te convirtieras en un pájaro que vuela o un pez que nada, seguirías clavando clavos y cortando madera en tus sueños.
- Nahida: La razón es que ya estás enjaulado, así que da igual en lo que se convierta tu cuerpo físico, tu mente seguirá atrapada en el mismo apuro.
- Atta: ¿En serio? ¡Pero eso es horrible! ¿Qué debería hacer?
- Nahida: No sé todo lo que estás teniendo que pasar, pero ¿qué tal si cambias de martillo?
- Atta: ¿Eh? ¿Que cambie de martillo?
- Nahida: Sí. Tras tanto tiempo trabajando, tú sabes mejor que nadie qué martillo es el mejor.
- Atta: Por supuesto. Un buen martillo debe ser lo suficientemente pesado como para clavar un clavo con solo un par de golpes. Y el mango tiene que ser fácil de agarrar, es decir, que no sea demasiado suave.
- Atta: Ahora que lo pienso, hace mucho que no cambio de martillo.
- Nahida: Deberías hacerlo. Y después decora el mango con algo que te guste... como unos ornamentos, algún tipo de pelaje o un sólido recubrimiento de cuero. Y luego, escribe sobre él los nombres de tus hijos.
- Atta: Tiene sentido... ¡Creo que eso me dará las fuerzas que necesito para trabajar!
- Nahida: Las nuevas sensaciones de aventura suelen comenzar con las cosas pequeñas de la vida.
- Nahida: No hace falta convertirse en un pájaro que surca los cielos o un pez que nada por el mar. Solo tienes que hacerlo lo mejor que puedas en la vida y las cosas que más aprecias se convertirán en la fuente de tu felicidad.
- Atta: Sí, sí... Ahora lo entiendo. ¡Esto me ha abierto los ojos!
- Atta: Iré ahora mismo por un nuevo martillo. No, debería hacer uno yo mismo. ¡Gracias, Arconte Dendro!
- Paimon: Jeje, ¡esa es nuestra Nahida! Solo tú habrías sabido llegar directamente a la raíz del problema.
- Nahida: En realidad, ni siquiera entendí bien el problema.
- Paimon: ¿Eh?
- Nahida: Le aconsejé eso porque una vez vi a un obrero hacer lo mismo. Cada vez que se cansaba, miraba los nombres que había en el mango de la herramienta que utilizaba.
- Nahida: Poco después, sonreía. Me sorprendió bastante cuando lo vi, así que supuse que los nombres que había en el mango pertenecían a personas importantes para él.
Creo que lo entiendo.
Te basaste en un ejemplo similar.
- Nahida: Ajá. Tras haberlo observado, sé que esa clase de comportamiento anima a la gente... pero ¿por qué?
- Nahida: ¿Por entusiasmo? ¿Por expectación? ¿O por impotencia? Lo cierto es que no lo sé... Y aunque supiera lo que pasa por su mente, me costaría entender sus sentimientos.
- Paimon: Oh, Paimon entiende lo que quieres decir. Humm... Paimon no sabía que te costaba tanto entender este tipo de cosas.
- Nahida: Jeje, por eso estaba un poco nerviosa. Pero por suerte, ver lo feliz que estaba al final me hizo saber que no dije nada malo.
- Nahida: Pero no le den mucha importancia. Solo es mi forma de aprender.
Estaré encantado de ayudarte si alguna vez lo necesitas.
- Paimon: ¡Oye, no te olvides de Paimon! ¡Todo el mundo sabe que Paimon también es muy buena descifrando los sentimientos de los demás!
- Nahida: Gracias a ambos. Eso hace que me sienta mejor. Vamos con la siguiente pregunta.
- Ilman: Ya se lo pregunté a los expertos, pero me gustaría saber cuál es la respuesta de la Arconte Dendro.
- Ilman: ¿Qué debería hacer para ver a mi difunta esposa en sueños todas las noches?
- Nahida: Humm, la añoranza por los difuntos...
(¿Está recordando algo relacionado con la Reina Mayor Rukkhadevata?)
(No creo que recuerde nada sobre la Reina Mayor.)
- Nahida: Aunque sigas reviviendo esos bellos recuerdos, lo único que hará es acentuar el vacío que hay en tu vida real.
- Nahida: Si tu esposa aún viviera, seguro que no querría verte así, ¿no crees?
- Ilman: No, supongo que no... Pero es que el tiempo que pasamos juntos en mis sueños no es solo como si reviviéramos nuestro pasado.
- Ilman: No sé, tal vez sea porque la echo mucho de menos, pero de verdad que, en mis sueños, es como si hubiera vuelto a vivir.
- Ilman: Incluso recuerda cada uno de esos sueños. Cuando me despierto y luego sigo soñando, retomamos la conversación justo donde la habíamos dejado la última vez.
- Nahida: Eso es fascinante. Estadísticamente hablando, los sueños con continuidad son muy, muy poco comunes.
- Ilman: Es casi como si mi esposa hubiera adquirido una segunda vida en mis sueños. Pero cuanto más real se ve, más vacío me siento y más sufro al despertar. No sé si considerarlo una bendición o una maldición...
- Nahida: Tal vez la fuente de todo sea tu profunda añoranza por ella.
- Nahida: ¿Había algún asunto sin resolver o algún arrepentimiento entre ustedes?
- Ilman: No sé... Supongo que lo peor es no haber podido pasar el resto de mi vida con ella.
- Ilman: De verdad pensaba que estaba listo para pasar página. De hecho, no tendría tantas dudas de no ser por estos sueños tan realistas que estoy teniendo.
- Paimon: Humm, bueno, suele decirse que soñamos lo que pensamos.
- Nahida: Pero los sueños son y serán siempre sueños, y nosotros somos personas que viven en el mundo real.
- Nahida: No es bueno obsesionarse tanto con los sueños. Lo único que hará es ocupar espacio en tu cabeza y no dejarte pensar en otra cosa.
- Ilman: Sí, lo sé... Por eso también estoy un poco decepcionado conmigo mismo. Aún tengo que cuidar de nuestra hija.
- Ilman: Y no creo que sea bueno que me vea en este estado...
- Ilman: *Suspira*, en cualquier caso, gracias por sus consejos, Arconte Dendro.
- Nahida: Humm, me preocupa un poco. Espero que pronto encuentre una forma de animarse.
- Nahida: Creo que puedo encargarme del resto. No tienen que quedarse si se aburren. Al fin y al cabo, están aquí para divertirse.
- (Ayuda al alicaído Ilman)
- Paimon: ¿Te sientes mejor?
- Ilman: Sí, creo que la Arconte Dendro tenía mucha razón en lo que dijo. Tengo que dejar de llorar por mi esposa y seguir con mi vida.
- Ilman: Ahora que lo pienso, mi esposa y yo solemos vernos en sueños en un lugar que me es familiar.
- Ilman: Sé dónde está ese lugar en la realidad, pero está un poco lejos y es peligroso. No me atrevo a ir solo.
- Ilman: Pero, al mismo tiempo, siento que debería ir a echar un vistazo. Quizás pueda pasar página si veo que allí no hay nada.
Me parece un buen plan.
- Ilman: De lo contrario, seguiré sintiendo como si todo estuviera envuelto en una bruma, como si solo estuviera medio despierto.
- Ilman: Una vez que deje de soñar con ese lugar, es posible que pueda recuperar mi vida.
- Ilman: Oigan, ustedes dos son aventureros, ¿cierto? Si les parece bien, ¿podrían escoltarme hasta allí?
Claro, vayamos a ver.
Vayamos para que nos dé un poco el aire.
- Paimon: Sí, también será una buena oportunidad para tomarnos un respiro.
- Paimon: Aunque no veas a tu esposa, disfrutar de un buen paisaje te ayudará a animarte.
- Ilman: Sí, eso espero.
- Paimon: Bien, entonces ve preparándote.
(Hablando de añorar a los difuntos, será mejor que le cuente a Nahida lo de la Reina Mayor Rukkhadevata.)
(Nahida debería saber que ella ya existió una vez en este mundo.)
- Nahida: *Ejem*, ¿otra vez se van a un lugar interesante sin decírmelo?
- Paimon: ¿Eh? Espera, ¿no deberías estar respondiendo preguntas?
- Nahida: Acabo de terminar, y la verdad es que aprendí mucho. Había mucha gente con ideas interesantes e innovadoras.
- Nahida: Bueno, veo que van a ir a algún lugar. ¿Me pueden llevar con ustedes?
- Ilman: Oh, no queremos molestarla con esto, Arconte Dendro. Imagino que tendrá muchas otras cosas importantes de las que encargarse.
- Nahida: No hace falta que seas tan formal. Además, no les habría pedido ir con ustedes si no tuviera una buena razón para hacerlo.
- Nahida: Quería aprovechar la oportunidad para hablar con ustedes de algo que me tiene desconcertada.
- Ilman: No sabía que la gran Arconte Dendro pudiera sentirse desconcertada...
- Nahida: En realidad, no somos tan distintos. Bien, vamos, podemos hablar por el camino.
(Iré con ella. Lo de la Reina Mayor Rukkhadevata es largo de explicar.)
- (Ve al lugar que dijo Ilman)
- (Habla con Ilman)
- Paimon: ¡Ah, qué bien sienta ir tranquilamente de paseo!
- Ilman: ¿Los aventureros suelen venir a lugares como este?
Claro.
Vamos a sitios aún más peligrosos que este.
- Ilman: Increíble...
- Nahida: ¿Aquí es donde siempre ves a tu esposa en sueños?
- Ilman: Sí, así es la mayoría de las veces. El sitio es la cima de ahí arriba.
- Ilman: Cuando la veo en sueños, solo hablamos de temas comunes y mundanos.
- Ilman: Le hablo de nuestra hija, Haydar, y ella siempre escucha con mucha atención.
- Ilman: También recuerda el pasado junto a mí y me cuenta historias interesantes y chistes graciosos.
- Ilman: Pero por mucho que hablemos, nunca es suficiente.
- Paimon: A veces, las cosas pequeñas de la vida son lo que más importan.
- Nahida: Esa es la parte que me desconcierta un poco...
- Nahida: Entiendo muy bien los sueños, y normalmente carecen de lógica y continuidad.
- Nahida: Pero dijiste que ella recuerda lo que le cuentas, ¿cierto?
- Ilman: Sí. Cuando aún vivía, siempre escuchaba con mucha atención, y ahora hace lo mismo en sueños.
- Ilman: Siempre me sorprende con algún detalle sobre nuestras vidas en el mundo real. El hecho de que pueda recordar esas cosas hace que sienta como si estuviera viva.
- Paimon: Guau, sí que es extraño... Bueno, de por sí, los sueños son extraños.
- Nahida: El problema es que sus sueños tienen una estructura y una continuidad muy bien definidas, pero los sueños son mucho más frágiles de lo que imaginan.
- Nahida: Por ejemplo, un ruido que se escuche a través de la ventana en el mundo real podría hacer que tu yo del sueño se metiera en un cañón y saliera disparado.
- Nahida: U otro ejemplo... Si tienes sed en el mundo real, podrías soñar con que deambulas por un desierto.
- Nahida: En cambio, parece que tu esposa tiene una apariencia inusualmente estable y no le afectan las interferencias externas. Desde un punto de vista estadístico, es algo muy poco común.
- Ilman: Yo tampoco lo entiendo, pero no tengo motivo para sospechar de estos sueños o rechazarlos. Son tan hermosos...
Pues sí.
No creo que tengas que preocuparte por ellos.
- Nahida: Pero quiero averiguar cómo y por qué se producen. Este tipo de sueños también son algo nuevo para mí, por eso quiero ver el lugar en el que se han estado ambientando.
- Nahida: ¡Vamos! Considérenlo un paseíto hasta la cima de la montaña.
- (Sube hasta la cima)
- Paimon: Desde luego, no bromeaba. Definitivamente, este lugar no es seguro.
- Nahida: No importa. Nos desharemos de ellos en un santiamén.
- Paimon: ¿Eh? ¿Tú también vas a luchar, Nahida?
- Nahida: Claro. Es parte de nuestro viajecito.
- (Derrota a los monstruos)
- (Habla con Ilman)
- Paimon: El paisaje de aquí es superbonito... Paimon cree que es el lugar perfecto para comer algo y dormir una siesta.
- Paimon: A Paimon no le importaría pasar algo de tiempo aquí todos los días. *Suspira*...
- Nahida: Aún no he visto nada extraño en este sitio.
- Nahida: No tengo pensado negar el poder de la añoranza. Una emoción tan intensa e incuantificable como esa podría tener el poder de organizar los sueños.
- Paimon: Su esposa debe de ser una persona increíble.
- Paimon: ¿Eh? Un momento, ¿a dónde fue?
- Tras mirar por todas partes, ves que Ilman ya ha llegado al peñasco y está murmurando cosas.
- Ilman: Oh, ¿me estabas esperando aquí? Pues mira, he traído conmigo a alguien increíble.
- Ilman: Cuando la Arconte Dendro dijo que quería venir conmigo, ¡no me lo pude creer!
- Ilman: Traeré a Haydar cuando conozca mejor el camino hasta aquí. No deja de decirme que te echa de menos.
- Paimon: ¿Eh? ¿Qu-qué le pasa?
- Paimon: Ahí no hay nadie.
- Ilman: Maynar, espera. No vayas por ahí, es peligroso.
- Ilman continúa murmurando para sí mismo mientras se acerca al precipicio.
- Nahida: Oh, oh, ¡se va a caer! ¡Agárralo!
- Paimon: Uff, menos mal que no se cayó... ¿Pero por qué hablaba tanto? Además, parecía como si se fuera a desmayar.
- Nahida: Está en un sueño. Lo que dijo hace un momento coincide a la perfección con los sueños que nos describió.
- Paimon: ¿Eh? Entonces... ¿se durmió y comenzó a soñar con lo mismo?
- Nahida: A mí también me parece un poco extraño, pero no podemos despertar a alguien mientras camina dormido. Lo único que podemos hacer es esperar sentados.
- Ilman: Humm... ¿Eh?
- Ilman: Maynar... ¿Dónde está Maynar?
- Paimon: ¡Oh, qué bien! Por fin estás despierto.
- Ilman: ¿Qué ocurrió?...
Estabas caminando mientras dormías.
Casi te caes.
- Ilman: ¿Eh? ¿Estaba caminando dormido?
- Ilman: Ah, claro... Solo era un sueño...
- Ilman: Cuando alcancé la cima, vi a mi esposa Maynar ahí sentada y caminé hacia ella.
- Ilman: Tras presentársela a ustedes, parecía agitada y empezó a marcharse, así que dije que se detuviera porque había un precipicio...
- Ilman: Y luego desapareció de repente. A mi alrededor empezó a soplar un fuerte viento y el cielo se oscureció.
- Ilman: Cuando me di cuenta de que algo iba mal, me desperté.
- Paimon: Suena bastante extraño... Puede que estuvieras muy cansado.
- Ilman: No creo... Ayer dormí mucho y ahora no tengo mucho sueño.
- Nahida: Quizás al seguirlo hasta aquí hayamos influido en la manera en que su subconsciente construye sus sueños.
- Nahida: En cualquier caso, lo importante es que te despertaste sano y salvo.
- Ilman: Creo que ahora sé lo que pasó. Lo siento... De no ser por ustedes, me habría caído.
- Nahida: Bueno, regresemos. Por el momento, no vengas de nuevo a este lugar.
- Ilman: D-de acuerdo.
- Paimon: Nahida, ¿qué piensas? Paimon está un poco preocupada.
- Nahida: Aún no tenemos pruebas suficientes con las que trabajar, así que todavía es difícil sacar conclusiones que sean de fiar... Pero me preocupa que el caso de Ilman no sea una excepción.
- Paimon: Oh, cierto. Ahora que Paimon lo piensa, en el evento había un montón de gente que recordaba sus sueños muy vívidamente.
Tal vez este fenómeno esté propagándose de alguna forma.
- Nahida: Sí, y no solo en el evento Momentos de ensueño, sino que podría haber gente así por toda Sumeru.
- Nahida: Tenemos que averiguar lo antes posible qué está pasando y la velocidad a la que se está desarrollando.
- Paimon: Entonces no hay tiempo que perder. ¡Volvamos ya!
- Paimon: ¡Ilman, no te quedes ahí! ¡Vamos!
- (Vuelve al lugar de celebración de Momentos de ensueño para ver cómo está todo)
- Pedrush: Oh, ya regresaron. ¿Cómo les fue?
- Nahida: Ha surgido una emergencia. Por favor, avisa a todo el mundo de que, aunque pueden hablar de sus sueños, no deben visitar o recrear los lugares y las escenas que vieron en ellos.
- Pedrush: ¿Cómo? E-está bien, si eso es lo que desea la gran Arconte Dendro...
- Pedrush: Pero ¿podrían decirme al menos qué es lo que ocurrió? Los tres se ven muy serios.
- Le cuentas a Pedrush lo ocurrido con Ilman.
- Pedrush: Ya veo. No sabía que un sueño pudiera ser tan peligroso.
- Pedrush: No se preocupen. Avisaré a todos los participantes del evento e informaré de lo ocurrido a los demás empleados.
- Pedrush: Tengo la lista de inscripciones del evento, así que podría contactar con más gente que estaba interesada en los sueños y ponerles al corriente de la situación.
- Nahida: Gracias, eso sería de gran ayuda.
- Pedrush: Déjenme comprobar que todos los participantes de hoy aún están aquí...
- Pedrush: Atta ya se fue. Creo que iba de camino a fabricar un martillo, así que no debería suponer ningún problema. ¿Eh? Un momento... ¿Y Kathya?
- Pedrush: ¿Alguien ha visto a Kathya? ¿Ya se fue?
- Debi: Oh, creo que ya se marchó. Dijo que quería ir a un sitio.
- Paimon: Oh, no. ¿También quería buscar el lugar con el que soñó?
- Nahida: ¿Podrías decirnos a dónde fue?
- Debi: Creo que lo mencionó... Era algún lugar cerca de la Cueva Fúngica.
- Nahida: Muy bien, gracias. Iremos a buscarla.
- Nahida: Por favor, ayúdanos a avisar a los demás de que no hagan nada imprudente.
- Debi: Por supuesto. *Suspira*, quién habría sabido que pasaría esto...
Historial de cambios[]
- Versión 3.2
- El sueño del despertar se añadió al juego.