El destino de un guerrero es una misión del mundo de Inazuma.
Detalles[]
Para comenzar la misión el jugador debe haber completado la misión de Arconte Quietud, la sublimación de la sombra (Capítulo II, Acto II) y acercarse al barco abandonado que se encuentra en la Playa Nazuchi.
- Salva al samurái acorralado
- Habla con el samurái
- Despeja el campamento pirata
- Habla con Inaba Kyuuzou
- Recolecta 12 percibetormentas
- Habla con Inaba Kyuuzou
- Espera al día siguiente (10-12 h) y habla con Inaba Kyuuzou
La primera parte de la misión termina en este punto y se obtendrán las recompensas. Después de hablar con Inaba Kyuuzou, aparecerán cuatro campamentos de samuráis en la Playa Nazuchi. Al derrotar los cuatro campamentos, se inicia la segunda parte de la misión. Al completar estos tres pasos se obtienen las mismas recompensas que en la primera parte.
- Habla con Inaba Kyuuzou
- En su lugar estarán las Últimas palabras de Inaba Tousaburou Hisakura.
- Sé testigo del destino de Inaba Kyuuzou
Recompensas[]
Notas[]
- Completar la segunda parte de misión otorga el logro "¡Oh, la humanidad!" de la categoría Maravillas del mundo.
Diálogos[]
- (Habla con Inaba Kyuuzou después de derrotar a todos los enemigos)
- Inaba Kyuuzou: ¿Eres un forastero? Interesante...
- Inaba Kyuuzou: Si eres un turista, has venido al lugar equivocado.
¿Qué haces?
- Inaba Kyuuzou: ¿Qué? ¿Estás con el shogunato?
No.
- Inaba Kyuuzou: Pues ocúpate de tus asuntos.
- Paimon: Este tipo, ¿por qué es tan odioso?
Fui enviado por el shogunato.
- Inaba Kyuuzou: Humm, ustedes, forasteros...
- Inaba Kyuuzou: Meneando el rabo delante del Comisionado, mendigando restos de comida, y arrogantes frente a los samuráis de Inazuma...
- Inaba Kyuuzou: Han estado husmeando, inquietando las aguas... Ahora han llegado hasta este barco de poca monta, y no saben para qué.
- Inaba Kyuuzou: Por desgracia, solo soy un soldado herido y no tengo con qué entretenerte.
- Inaba Kyuuzou: Así que voy a tener que pedirte por favor que salgas por donde viniste.
- Paimon: ¡Este tipo no es amable ni por casualidad!
- Inaba Kyuuzou: Bien, ustedes son demasiado ruidosos.
- Inaba Kyuuzou: Un consejo antes de que se vayan: no se queden mucho tiempo en la Isla Yashiori, está maldita.
¿Maldita...?
- Inaba Kyuuzou: ¿No lo entiendes? Esta isla está maldita.
- Inaba Kyuuzou: La guerra estancada, los deseos de los adultos, la desesperación de los pequeños, el odio de los inocentes que sufren, el olor a poción que llenaba la casa mientras los ancianos agonizaban...
- Inaba Kyuuzou: En una palabra, una maldición.
- Inaba Kyuuzou: Sal antes de que te sientas abrumado.
- Paimon: Humm... Paimon no entiende nada... Qué raro.
- (Opcional, habla con Inaba de nuevo)
- Inaba Kyuuzou: Estoy cansado, lamento ser poco hospitalario.
- (Vuelve con Inaba después de derrotar a los piratas)
- Inaba Kyuuzou: Ah, volviste.
Ya me encargué de ellos.
Será suficiente para vivir en paz durante un tiempo.
- Paimon: Vaya... De repente el ambiente se siente raro...
- Inaba Kyuuzou: Lamento pedirte a ti, un forastero, que hagas este trabajo sucio.
De repente te volviste muy cortés.
¿Está mejor la herida?
- Inaba Kyuuzou: ...
- Inaba Kyuuzou: Ya se me acabaron las hierbas medicinales que tenía.
- Inaba Kyuuzou: Apliqué en la herida todas las que tenía, pero la hinchazón aún no ha bajado...
- Inaba Kyuuzou: Pero... no te preocupes por mí, puedo aguantar.
- Inaba Kyuuzou: Ve a ocuparte de tus propios asuntos. Vamos.
Actúas como un niño.
- Inaba Kyuuzou: ¿...?
- Inaba Kyuuzou: ¿Qué dijiste?
- Paimon: ¡Dijo que actúas como un niño!
- Paimon: Es obvio que estás bastante mal y pareces estar a punto de echarte a llorar, pero sigues insistiendo en hacerte el duro... Muy poco honesto de tu parte.
- Paimon: Solo un niño haría eso.
- Paimon: Y no lo olvides...
Todavía nos debes un favor.
Estamos aquí para ayudar.
- Inaba Kyuuzou: ¡Hum!... No tienen remedio...
- Inaba Kyuuzou: Entonces, por favor, tráiganme un poco de percibetormentas. Se puede encontrar por todas partes en esta isla. Lo mejor son las hojas enteras, hay que exprimir su líquido y ponerlo en la herida para reducir la inflamación...
- Inaba Kyuuzou: Eso es todo. Voy a echarme una siesta, déjenme en paz.
- (Vuelve con Inaba para entregarle los percibetormentas)
- Inaba Kyuuzou: Has vuelto. Ten cuidado mientras estés en esta isla.
¿Es suficiente con esto?
- (Entrega los percibetormentas)
- Inaba Kyuuzou: Triturar las hierbas hasta convertirlas en una pasta va a tomar mucho tiempo. Ya puedes irte.
- Inaba Kyuuzou: ... No, no te estoy echando...
- Inaba Kyuuzou: Vuelve luego. Tener a alguien con quien hablar... No es tan malo.
De acuerdo.
Mejórate.
- Inaba Kyuuzou: Cuídate, forastero.
- (Habla con Inaba al día siguiente)
- Inaba Kyuuzou: Forastero, ¿cómo va todo?
- Inaba Kyuuzou: Lo siento, este no es un buen lugar para la hospitalidad.
- Inaba Kyuuzou: Pero... me alegro de que estés aquí.
Te ves mucho mejor.
- Inaba Kyuuzou: Sí, otro favor que te debo.
- Inaba Kyuuzou: Jaja, es una pena que haya aguantado.
- Paimon: ¿Una pena? ¿Acaso no es algo bueno?
¿Qué piensas hacer ahora?
¿Has pensado en volver?
- Inaba Kyuuzou: Todavía no he pensado en lo que voy a hacer después, pero no creo que vaya a volver.
- Inaba Kyuuzou: Aunque el Sr. Kujou Masahito no es una mala persona, su padre quiere que todos los desertores sean arrestados y castigados.
- Inaba Kyuuzou: No puedo arriesgarme a eso...
- Inaba Kyuuzou: Tal vez me quite esta armadura. Es agradable vivir mi vida así, solo...
- Inaba Kyuuzou: Pero hasta que no llegue la paz, no tiene ningún sentido que intente engañarme a mí mismo. Mis recuerdos dejan muy claro que sigo siendo un soldado herido manchado de sangre...
- Inaba Kyuuzou: De todos modos, ¿quién sabe lo que vendrá después?
...
...
- Inaba Kyuuzou: Por otra parte, nunca he cuestionado las decisiones tomadas por Su Excelencia, así que supongo que no tendría remordimientos aunque muriera.
- Paimon: Humm... La conversación se ha puesto intensa de repente...
- Inaba Kyuuzou: Ah, hablando de eso... es hora de que visite a los antiguos compañeros que siempre han estado en esta isla conmigo.
- Inaba Kyuuzou: La tradición de Inazuma es ofrecer dendrobios, que son flores delicadas y seductoras... un símbolo del destino de los guerreros.
- Inaba Kyuuzou: Por cierto, si en tus próximos viajes te encuentras con alguno de mis antiguos compañeros, no dudes en detenerte y conocerlos también.
- (Misión completa)
- (Opcional, habla con Inaba después de terminar la misión)
- Inaba Kyuuzou: Las ratas comienzan a inquietarse nuevamente...
- Inaba Kyuuzou: Forastero, ten cuidado con los piratas de los alrededores.
Gracias.
- Inaba Kyuuzou: No hay de qué.
No son rivales para mí.
- Inaba Kyuuzou: Jaja, qué modesto...
- Inaba Kyuuzou: ¡Acaba con todos antes de hablar así!
Es un trato.
- Inaba Kyuuzou: Bueno, trato hecho.
Historial de cambios[]
- Versión 2.0
- El destino de un guerrero se añadió al juego.