El Rito del Ascenso es la última parte de las Misiones de Arconte del Capítulo I: Acto III.
Detalles[]
- Busca a Zhongli
- Busca a Zhongli en el Banco del Reino del Norte
- Sal del Banco del Reino del Norte
- Sigue el camino hacia la Terraza Yujing
- Sigue el camino hacia la Terraza Yujing
- Escucha el aviso de la Geoarmada
- Ve al lugar de celebración del Rito del Ascenso
- Habla con la gente que asistió al rito
- Busca a Zhongli
Recompensas[]
- EXP de Aventura
- Mora
- Protogema
- Recuerdo de cristales inamovibles
- Ingenio del héroe
- Mineral de refinamiento místico
Notas[]
- Al completar la misión obtendrás el logro "El último adiós" de Maravillas del mundo.
- Al completar la misión obtendrás el logro "Una nueva estrella en ascenso" de Maravillas del mundo.
Diálogos[]
- (Busca a Zhongli)
-
- Todos los humanos y Adeptus que fueron testigos de este gran cambio no pueden evitar lamentar la pérdida. No obstante, Zhongli, quien les acompañó durante los preparativos del Rito del Ascenso, no está por ninguna parte...
- Paimon: ¿Ha... terminado?
- Escultor de la Luna: El aura ominosa de ese monstruo ha comenzado a desvanecerse.
- Escultor de la Luna: Los efectos del Sello del Permiso duran poco tiempo.
- Escultor de la Luna: Pasará algún tiempo antes de que el Señor del Vórtice vuelva a causar estragos.
- Ninguang: Estamos en deuda con ustedes por su asistencia. Si los Adeptus no hubieran estado aquí, el futuro de Liyue habría estado en grave peligro...
- Preservadora de Nubes: ¡Hum! Guarda tus halagos. No estábamos aquí por casualidad. ¿O pretendes olvidar la razón que nos trajo aquí?
- Madam Ping: Vamos, no hace falta ser tan dura, Preservadora de Nubes...
- Madam Ping: Oí que cuando Ninguang comenzó a aprender a hacer negocios, ya había empezado a guardar parte de sus escasos ingresos para construir la Cámara de Jade.
- Madam Ping: Al principio, era solo del tamaño de una habitación pequeña, y con su constante expansión se ha convertido en el palacio que todos conocen ahora.
- Madam Ping: Es un testimonio de toda la vida de Ninguang, tanto como empresaria como columna vertebral de las Siete Estrellas de Liyue.
- Madam Ping: Destruir la Cámara de Jade para proteger a Liyue significa mucho para ella. Para mí, tal y sacrificio merecen al menos algún reconocimiento, ¿no crees?
- Ninguang: Bueno, pensé que dirías que tal sacrificio se podría usar al menos para girar las negociaciones a nuestro favor.
- Madam Ping: Jeje...
- Ninguang: Gracias a todos por escucharme. Sabemos muy bien por qué los Adeptus vinieron hoy... Pero les pedimos disculpas, no podemos ceder a sus deseos.
- Escultor de la Luna: ¿Oh?
- Ninguang: Como se registró hace más de tres mil setecientos años, los Adeptus firmaron un contrato con Rex Lapis para proteger Liyue.
- Ninguang: Incluso hasta el día de hoy, Liyue y sus tierras han resistido la prueba del tiempo, inamovibles como la roca, como lo fueron hace mil años. Esto no es una hazaña pequeña.
- Ninguang: Pero eso no significa que el Liyue de hoy sea la misma ciudad que era hace tres mil setecientos años.
- Ninguang: No se limiten a arrojar su mirada protectora sobre estas tierras. Vean con detenimiento nuestra ciudad y cada uno de sus habitantes.
- Escultor de la Luna: ¿Estás cuestionando nuestros medios para proteger Liyue?
- Moldeador de Montañas: ...
- Ninguang: No pretendo ofenderlos. Simplemente espero que nuestros antepasados Adeptus vean a Liyue bajo una nueva luz.
- Preservadora de Nubes: Jaja, ¿dijiste "antepasados"? ¿Acaso crees que tú también eres parte de este linaje?
- Ninguang: Esta mañana, Rex Lapis se me apareció en un sueño.
- Preservadora de Nubes: ¿Qué?
- Ninguang: En el sueño, anhelaba decirle que, aunque las Siete Estrellas somos mortales, estamos igualmente obligadas a cumplir el contrato. Cada generación que pasa de las Siete Estrellas deja muchas cosas de valor para la próxima generación.
- Ninguang: También pensé en decirle cómo las generaciones pasadas de las Siete Estrellas se habían esforzado bajo su gobierno para sobrevivir en nuestro mundo mortal, estableciendo una red de contratos que desde entonces se conocen como "comercio".
- Ninguang: Pero no me atreví a hablar. Solo pude mirarlo en silencio hasta que desperté.
- Paimon: Ninguang...
Todos estamos en la misma posición ahora.
- Preservadora de Nubes: El espectador ve más que el jugador... ¿Qué intentas decir, forastero?
En el momento en que hay discordia entre los protectores y los protegidos...
La armonía se vuelve difícil de restaurar.
- Paimon: Correcto, eso le recuerda a Paimon una historia de Mondstadt. Es una historia de los Cuatro Vientos y el pueblo del Arconte Anemo.
- Paimon: El Arconte Anemo intentó calmar la discordia entre los dos bandos, porque creyó que el conflicto solo traería heridas a ambas partes y que nada bueno podría salir de ello...
Esto es lo que aprendimos en la Capital de la Libertad.
- Keching: Cada una de las Siete Naciones tiene sus propias cicatrices del pasado.
- Moldeador de Montañas: Lo que dices es muy simplista...
- Moldeador de Montañas: ... pero, como Adeptus, nos hemos convertido en un hazmerreír al dejar que un forastero nos dé lecciones y nos proporcione ayuda.
- Madam Ping: Bien. Ninguang nos sugirió observar más de cerca la ciudad y cada uno de sus ciudadanos. Yo ya lo he hecho, así que ¿por qué no lo intentan ustedes también?
- Feng Yan: Pido disculpas por aparecer con mi armadura. Me temo que no puedo mostrarles la cortesía adecuada.
- Escultor de la Luna: ¿Y quien eres tú?
- Feng Yan: Soy Feng Yan, un sargento de la Geoarmada. He venido a extender mi agradecimiento a los Adeptus.
- Feng Yan: Yo mismo pensé que esta batalla sería quizás la última. Pero gracias a la ayuda de los Adeptus, nuestras fuerzas no fueron aniquiladas.
- Feng Yan: Aunque solo soy un simple soldado mortal, prometo mantener las líneas del frente y nunca traicionar la gracia que nos han dado los iluminados Adeptus en este día.
- Escultor de la Luna: ...
- Xiao: ...
- Changchang: ¿Qué pasa? ¿Por qué todos se ven tan desanimados? ¿No acabamos de derrotar al monstruo?
- Madam Ping: Jejeje, ¿te asustaste, querida? Era una situación bastante peligrosa...
- Changchang: No tuve miedo. Con todos los guardias de la Geoarmada y esos poderosos héroes con sus Visiones, es como si toda la ciudad de Liyue estuviera unida.
- Changchang: Cuando el peligro se acerca, todos me protegen. Y el resto del tiempo, esas personas fabrican juguetes o dulces y... ¡muchas otras cosas que hacen que la ciudad sea hermosa!
- Changchang: ¡Gracias a todos por proteger Liyue! Visítennos para el próximo Rito de la Linterna!
- Xiao: Lamentablemente, no podemos participar.
- Changchang: ¿Eh?
- Xiao: Porque somos Adeptus.
- Changchang: Oh, ya veo... Debe ser difícil ser un Adeptus.
- Paimon: ...
- Madam Ping: ¿Lo ven? Así es Liyue hoy en día.
- Madam Ping: La nación de los contratos agradece a los Adeptus pr su protección. Pero la ciudad ya no necesita depender del poder de los Adeptus para resolver todos y cada uno de los problemas.
- Madam Ping: Aunque su sangre es débil, todavía hay fuerza en aquellos que llamamos mortales...
- Madam Ping: Hace mucho tiempo que la era de los contratos entre dioses y Liyue quedó atrás. Ahora es la era de los contratos entre Liyue y su gente.
- Moldeador de Montañas: Humm, al ver el puerto que nos rodea ahora, es difícil no sentirse un poco fuera de lugar... ¿no lo crees, Preservadora de Nubes?
- Preservadora de Nubes: ¿Por qué me lo preguntas? No fui yo quien dirigió esta expedición al puerto de Liyue...
- Paimon: Oh, parece que la actitud de los Adeptus ha cambiado.
¿Quizás cambiaron de opinión?
Finalmente están tratando de entender el corazón de la gente.
- Xiao: Ahora, regresemos.
- Escultor de la Luna: ¿Tienes prisa, Gran Cazador de Demonios?
- Madam Ping: Jeje...
- Moldeador de Montañas: Si, entiendo al Gran Cazador de Demonios. La ciudad de Liyue ha cambiado mucho desde la última vez que la visité.
- Moldeador de Montañas: Temo que cuando haya comprendido los nuevos contratos de Liyue, los humanos ya habrán cambiado drásticamente el lugar otra vez.
- Moldeador de Montañas: Vamos, es hora de regresar...
- Escultor de la Luna: ...
- Escultor de la Luna: Entonces, si los Adeptus están de acuerdo, no insistiré más.
- Escultor de la Luna: Pero, ¿cómo podemos estar seguros de que las Siete Estrellas de Liyue no se aprovecharán de su poder una vez que nos vayamos? En mi opinión, todavía nos necesitan aquí...
- Ninguang: Jeje...
- Madam Ping: Escultor de la Luna, no te preocupes. Creo que es mejor dejar el derecho de supervisión para la gente de Liyue.
- Paimon: Uff, parece que se ha evitado el conflicto entre humanos y Adeptus. Bien está lo que bien acaba, ¿no?
Tú lo has dicho...
Los Adeptus fueron bastante razonables al final...
- Paimon: ¡Correcto! Es bueno que tengamos paz y todo eso, ¡pero todavía nos estamos olvidando de una cosa!
- Paimon: ¡Nobile liberó al dios de Liyue para obligar al Rey Geo a mostrarse!
- Paimon: Pudimos encargarnos del Señor del Vórtice por nuestra cuenta, ¡así que Rex Lapis nunca apareció!
- Paimon: Oh, eso me recuerda que todavía tenemos que llegar al fondo de la "muerte" del Rey Geo.
- Paimon: Paimon no lo entiende... ¿Nuestra mejor pista no es el "Rito del Ascenso sin Adeptus que asciendan" que estamos organizando?
- Paimon: No tengo idea de a dónde se fue Zhongli. Preguntemos por él en la Funeraria El Camino.
- Mengpo: ¿Hay algo que pueda hacer por ustedes? Me temo que la Funeraria El Camino no está en condiciones de recibir huéspedes.
- Paimon: Hemos venido a ver a Zhongli. ¿Podrías decirle que estamos aquí?
- Mengpo: Desafortunadamente, Zhongli no está aquí en estos momentos. Creo que fue al Banco del Reino del Norte.
- Paimon: ¿El Banco del Reino del Norte no pertenece a los Fatui?
- Paimon: La última vez que vimos a Zhongli fue antes de ir a la Casa Dorada...
- Paimon: ¿Acaso no sabe que han atacado Liyue? ¡Visitar a los Fatui en un momento como este solo podría traer más problemas !
- Paimon: Mejor vamos allá para asegurarnos de que todo esté bien.
- (Busca a Zhongli en el Banco del Reino del Norte)
- Nobile: ¿A esto le llamas "cooperación entre Los Once"? Para cooperar, hay que comunicarse, ¿sabes?
- Signora: Jeje, no te lo tomes tan en serio, Nobile. ¿No estás feliz de saltarte las formalidades y los protocolos, y crear caos en todo el lugar? Estoy segura de que lo disfrutaste...
- Signora: Oh, parece que algunos de tus amigos han llegado.
- Paimon: ¡Oye, son Zhongli y Nobile! ¡Y... tú! Tú también eres una de Los Once...
¡Es Signora!
- Signora: ¡Ja! Son ustedes dos. Creo que nos hemos visto alguna vez... En la ciudad de los bardos, ¿cierto? Me alegra que aún recuerdes mi nombre.
- Signora: Aunque debe ser bastante difícil de olvidar, ya que estuviste mirándome impotente mientras le arrebataba algo preciado a tu amigo.
Todavía puedo recuperarla.
- Paimon: No, no te precipites, Viajero...
- Paimon: La última pelea en la Casa Dorada te llevó al límite, y todavía necesitas reunir el poder de los siete elementos...
- Paimon: Sería más sensato mantener la calma esta vez, ya que dos de Los Once están aquí.
(Respira... Mantén la calma.)
- Nobile: Vaya, es Viajero. Esta es la primera vez que nos vemos desde que Liyue casi fue borrado del mapa. Es un poco... incómodo, ¿no crees?
- Paimon: ¡Hum! ¡Paimon sabía que nunca debimos haber confiado en uno de Los Once!
- Nobile: Vamos, no digas eso. Tal vez los engañé, nunca he tenido nada personal en contra de ustedes...
- Nobile: Además, pensé que nos estábamos llevando bastante bien, ¿no? Excepto por esa pequeña pelea que tuvimos al final... ¡Jaja!
- Nobile: Nada solo tenemos... diferentes puntos de vista, es todo. No les culpo si me guardan rencor, pero eso ya es asunto de ustedes...
- Nobile: Los verdaderos estafadores son Signora y Zhongli, ellos fueron los que me arrastraron a esto.
¿Nobile fue engañado por Zhongli?
¿Signora y Zhongli?
- Nobile: En realidad...
- Signora: Deja de perder el tiempo, Nobile. Tendremos tiempo de hablar cuando termine lo que tengo que hacer.
- Signora: Recuerda tu acuerdo, Morax. Ahora, si fueras tan amable... La Gnosis, por favor.
¿Qué acuerdo?
¿La Gnosis?
- Paimon: ¡¿De qué demonios estás hablando?!
- Zhongli: ...
- Zhongli: El contrato ha sido cumplido. Lo que buscas te será otorgado, porque mi promesa es sólida como la roca.
- Signora: ¡Hum! Qué ceremonioso...
Entonces, ¿Zhongli es Rex Lapis?
Justo como pensaba...
- Paimon: ¡¿Qué?! Entonces, ¿eres el Rey Geo?
- Paimon: No, no, no, ¡espera! Todo es muy sorprendente y eso, pero ¿por qué le das la Gnosis a los Fatui?
- Zhongli: No la doy libremente, la doy según lo acordado en nuestro contrato... Es un asunto exclusivamente entre la Zarina y yo.
Me temo que no entiendo...
¿Y por qué fingiste tu muerte?
- Paimon: Si, ¿no crees que fuiste demasiado lejos con ese montaje de tu muerte? Todos estaban preparándote una ceremonia cuando, de repente, un gran dragón cae del cielo y todo Liyue se volvió un caos. ¡Casi provocas un desastre!
- Signora: Jeje... Reunir las fuerzas que estaban gestándose bajo la superficie del agua para después hacerlas explotar... Esa era tu intención, ¿cierto?
- Paimon: ¿Qué?
- Zhongli: Quizás sea mejor que lo explique.
- Zhongli: Como saben, he vivido en este mundo por más de seis mil años. Yo fundé Liyue junto con los Adeptus hace tres mil setecientos años.
- Zhongli: Incluso las piedras que pueden resistir los remolinos se erosionan con el tiempo. Me convencí a mi mismo de que las grietas no habían aparecido aún, y que mi tiempo no había llegado.
- Zhongli: Hasta que un día lluvioso, mientras paseaba por el puerto, escuché a un comerciante decirle a uno de sus trabajadores: "Ya has cumplido con tu deber, ahora descansa".
- Zhongli: Me quedé inmóvil entre la multitud, preguntándome: "¿Qué hay de mi? ¿He terminado mis deberes?".
- Paimon: Oh, Zhongli...
- Zhongli: Pero cuando comencé a considerar si renunciar a mi papel divino o no, me di cuenta de que aún me quedaban muchas razones para no partir.
- Zhongli: ¿Estaba Liyue, la ciudad en la que viví durante tanto tiempo, preparada para entrar en su próxima era? Decidí que se necesitaba una prueba para descubrir la respuesta.
- Zhongli: Así que fingí mi propia muerte y reuní al elenco de Nobile, los Adeptus y las Siete Estrellas de Liyue para ver cómo se desenvolverían ante una catástrofe.
¿Estás satisfecho con el resultado?
- Zhongli: De hecho, sí. La Gnosis que he guardado durante tantos años de repente parece haber su significado.
Pero ¿y si todo hubiera terminado en un desastre? ¿Tenías otro plan?
- Zhongli: Así es, por eso conservé la Gnosis hasta ahora.
- Paimon: ¿Quieres decir que si el caos alguna vez llegara a un punto de no retorno, simplemente aparecerías y usarías tus poderes divinos para volver a controlar Liyue?
- Signora: Por supuesto, eso sería pan comido para él.
- Signora: Así como un niño madura rápidamente después de perder a sus padres, Liyue también maduró al confrontarse a la muerte de su deidad...
- Zhongli: La puesta en escena tuvo un final satisfactorio. Superó mis expectativas.
- Zhongli: Los Adeptus merecen el mayor aplauso, sobre todo teniendo en cuenta sus años de reclusión... Apenas reconocieron la ciudad y, sin embargo, fueron quienes mejor controlaron la situación. No solo lograron cooperar con las Siete Estrellas, sino que al final, incluso comprendieron a la gente.
- Zhongli: Quiero felicitar también a Signora, emisaria enviada por la Arconte Cryo para cumplir con nuestro contrato. Se las arregló para mantener todo lo que sabía en estricta confidencialidad, lejos de los oídos de su colega, Nobile, tal como había
- Zhongli: Todo este tiempo me mantuve como Zhongli y cumplí con las tradiciones de Liyue en esta forma mortal. Gracias por emprender este viaje conmigo, viajero.
- Zhongli: Pero todo lo ocurrido ya estaba escrito en mis planes. El único giro inesperado fue la conducta de las Siete Estrellas de Liyue.
- Zhongli: Esperaba que se limitaran a hacer lo que los Adeptus: defender a Liyue. Pero en el momento de la verdad...
- Zhongli: ... aprovecharon la oportunidad para suplantar a los protectores divinos de Liyue, y utilizaron el vacío de poder que dejó mi muerte para obtener rápidamente el control total de Liyue.
- Paimon: ¿Eh? ¡Eso no suena nada bien!
- Zhongli: Jaja, al contrario, creo que es bueno. Siempre temí que fuera demasiado pronto para que asumieran mi cargo, y también era lo que más ansiaba. Como tal, este es el regalo de despedida más sincero que podrían darle a este dios de antaño.
- Nobile: Oye, ¿qué hay de mi? ¿Nadie siente el menor remordimiento de haberme engañado? ¡No sabía nada de esto!
- Signora: Jeje, creo que deberíamos darte las gracias. Tu actuación fue sublime. Causaste el caos y un gran desconcierto en la ciudad. El Rey Geo debería al menos darte las gracias por ello.
- Signora: Si no hubieras instigado una guerra entre dioses y mortales, el polvo que era Liyue en las manos del Arconte Geo no se habría convertido en el diamante que es ahora.
- Nobile: ¿Eh? ¿Tú de qué lado estás? ¿Por qué te burlas así de mi? ¿Buscas pelea?
Fuimos igualmente engañados.
- Nobile: Aun así, tú emergiste como el héroe de Liyue. Yo, por otro lado, seré recordado para siempre como un perturbador de la paz, ¿cierto?
Vergüenza me daría estar en tu posición...
- Nobile: ¡Oye! ¿No has aprendido nada del proverbio de Liyue que dice "No siempre digas en alto lo que ves"? En serio...
- Signora: Jeje, bueno, con la Gnosis en mi poder, no tiene sentido seguir con esta charla. Es hora de que regresemos al Palacio Zapolyarny para informar a Su Majestad, la Zarina. Nobile, andando.
- Nobile: *Suspira* De acuerdo, te veré allí más tarde. No quiero compartir el mismo bote contigo.
- Signora: ¡Hum! Haz lo que quieras.
- Zhongli: Bueno, ¿hay algo más que quieras preguntarme?
¿Qué te dio la Arconte Cryo a cambio de tu Gnosis?
¿Qué precio podría pagarse a cambio de una Gnosis?
- Paimon: ¡Correcto! Como Zhongli siempre nos dijo, "un buen intercambio es un intercambio justo". Paimon no tiene idea de lo que podría ser un buen intercambio para una Gnosis.
- Zhongli: Siendo realistas, no existe tal cosa.
- Paimon: ¡¿Eh?!
- Zhongli: Sin embargo, yo soy el dios de los contratos. Durante miles de años he hecho innumerables contratos. Si el acuerdo no fuera beneficioso, entonces no estaría dispuesto a acordarlo.
- Zhongli: Mi acuerdo con la Arconte Cryo será el último de mis contratos como Rey Geo. Es el llamado "contrato para terminar todos los contratos".
- Zhongli: En cuanto a la oferta de la Zarina para equilibrar la balanza...
- Zhongli: tú mismo lo descubrirás en el futuro. Solo tienes que continuar con tu viaje.
- (Sigue el camino hacia la Terraza Yujing)
- Dajiao Pies Grandes: Bueno, si esto es para el Rito del Ascenso, no queda lugar a dudas...
- Wang el Llave inglesa: Entonces Rex Lapis de verdad está... Pero no atraparon al culpable, ¿o si?
- Dajiao Pies Grandes: ¡Tonterías! ¿Crees que el asesino del Rey Geo sería una persona común y corriente? Si me lo preguntas, no creo que los rumores de las calles por gente de dudosa procedencia sean de fiar.
- Dajiao Pies Grandes: Solo hay una posibilidad. He oído que el asesino era ese tipo de los Fatui. Joven, con un rango bastante alto. Creo que le llamaban "Nobile".
- Wang el Llave inglesa: ¿Los Fatui? Son muy sospechosos. ¿Quién sabe qué traman esas personas avariciosas y retorcidas?
- Dajiao Pies Grandes: ¡Shh! ¡Baja la voz! Si los Fatui te oyen, Rex Lapis no estará cerca para protegerte esta vez.
- Lao Gao: ¿Sabes? Es una gran casualidad que ese monstruo marino haya aparecido de la nada, fue sometido hace dos mil años por Rex Lapis.
- Lao Sun: Sí, y pensar que esto sucedió justo después del incidente de Rex Lapis.
- Lao Gao: Dime, ¿crees que la persona que asesinó a nuestro Señor y liberó a ese dios malvado podría haber sido la misma?
- Lao Sun: Ahora que lo mencionas, es probable.... Muy probable...
- Lao Sun: Quiero decir, ¡todo encaja! Esa persona debe haberse aliado con el dios malvado para hacer daño a Rex Lapis. *Suspira*, ese malvado sinvergüenza...
- Lao Sun: Aun así, ¿qué clase de habilidad sobrenatural posee para poder hacer tal cosa? No había oído hablar de una persona así en toda mi vida.
- Lao Gao: *Suspira*, olvídalo. Mejor no hagamos especulaciones. Al parecer, la Geoarmada emitirá un comunicado. Hablemos después de que el Ministerio de Asuntos Civiles diga lo que tenga que decir.
- (Escucha el aviso de la Geoarmada)
- Feng Yan: He aquí las palabras de las Siete Estrellas:
- Feng Yan: Aunque un dragón surque los cielos eternamente, al final volverá a ser polvo, como las montañas. Esto es de sentido común.
- Feng Yan: Dioses y Adeptus viven vidas gloriosas, pero todos llegan a su fin. Así pues, también deben someterse al juicio divino.
- Feng Yan: En las calles abundan rumores de que Rex Lapis fue asesinado. Ahora se revelará la verdad.
- Feng Yan: Después de haber sufrido, el alma de Rex Lapis ha ascendido a los cielos. Él suplica a la gente de Liyue que no se aflija y que sus corazones no se entristezcan.
- Feng Yan: Tampoco deben creer los rumores callejeros o caer en especulaciones infundadas.
- Paimon: Ehm... Paimon necesita ayuda para traducir lo que decía el anuncio de las Siete Estrellas, Viajero.
Dijeron que Rex Lapis no fue asesinado.
- Paimon: *Suspira*, al menos, así es como lo están anunciando...
- Paimon: Algo no está bien. ¿Por qué de repente dejarían de buscar al asesino? Sin mencionar que la excusa suena improvisada.
- Paimon: ¿Quizás las Siete Estrellas sabían que Rex Lapis no estaba muerto? Pero Zhongli dijo que ni ellos ni los Adeptus estaban enterados...
- Paimon: Humm... ¿Tal vez Zhongli se lo dijo en secreto tras entregar su Gnosis?
Puede ser...
Creo que esta vez has dado en el blanco.
- Paimon: ¿Verdad? Oh, parece que el Rito del Ascenso comenzó hace tiempo. ¡Rápido, vayamos a ver!
- (Ve al lugar de celebración del Rito del Ascenso)
- Paimon: Mira, son Ninguang y Keching, ¿qué están haciendo? ¿Terminaron de hablar?
- Ninguang: ... Como dijeron anteriormente, el retorno del alma de Rex Lapis a los cielos es el fin del contrato, y el fin de una era.
- Shitou: Tres mil setecientos años de contratos, quemados y reducidos a cenizas...
- Ninguang: Nosotros, la gente de Liyue, fuimos realmente prósperos. Pero cegados por nuestra prosperidad, olvidamos que el tiempo puede ser cruel.
- Ying'er: El largo e interminable sueño de nuestro arconte caminando entre nosotros...
- Madam Ping: ...
- Ninguang: Ahora que hemos despertado de nuestro sueño, debemos aprender a despedirnos.
- Ninguang: ¿Nos apoyarán mientras restablecemos nuestros "contratos"? ¿Mientras construimos una nueva era de prosperidad?
- Ganyu: Así concluyen las palabras de su Eminencia, el Equilibrio Celestial.
- Ganyu: ¿Su Eminencia el Equilibrio Terrenal tiene algo que agregar?
- Paimon: ¿Eh? Parece que está mirando hacia acá.
- Keching: Viajero.
- Paimon: ¡Ay! ¡De verdad está mirando en esta dirección!
- Habitante: ¿Es ese el viajero que dicen que derrotó al dios antiguo?
- Habitante: Es tan joven...
- Keching: Las Siete Estrellas de Liyue siempre pagan sus deudas. Y, como seguramente habrás oído, no hay nada que pase inadvertido para nosotros.
- Keching: Di tu precio. Te lo mereces.
- Paimon: Guau...
...
Bueno, podrían ayudarme a poner algunos carteles de personas desaparecidas...
- (Habla con la gente que asistió al rito)
- Madam Ping: Humanos y Adeptus de Liyue, ¿cómo será nuestra relación a partir de ahora?
- Ying'er: Por suerte, me puse el mejor perfume, espero que te guste...
- Ying'er: Así que esos perfumes realmente estaban destinados a ser ofrecidos a Rex Lapis.
- Ying'er: Bueno, está bien. De esa manera, me quitaré de en medio a tres de mis rivales en el amor, jijiji.
- Shitou: *Suspira*, Rex Lapis, Rex Lapis...
- Shitou: Humm... Ahora que lo pienso, si todos piensan lo mismo que yo...
- Shitou: Quizás la mejor oportunidad de negocios sean los suvenires de Rex Lapis.
- Ninguang: Involucrarte fue posiblemente el movimiento más magistral que pudimos haber hecho. Creo que las generaciones futuras lo dirán también, a la luz de la historia.
- Keching: Jeje... ¿Solo tratabas de quedar bien antes? ¿O de verdad eres tan desinteresado?
- Keching: Si estabas buscando a alguien, pudiste decírmelo en privado...
- Ganyu: La limpieza de las instalaciones, la gestión de las multitudes a medida que salen, llevar el registro del rito... Queda mucho por hacer. No olvidé nada, ¿cierto?
- Zhongli: Oh, ¿así que tú también estás aquí? ¿No buscas ir a un lugar un poco más abarrotado primero?
- Zhongli: Te costó mucho organizar este rito, y esta es una buena oportunidad para ver los frutos de tu viaje con tus propios ojos.
- (Busca a Zhongli)
- Paimon: ¡Oye, Zhongli!
- Paimon: Mira, todos en Liyue conmocionados, pensando que nunca volverán a ver a Rex Lapis...
- Paimon: ... ¡Y aquí estás, tan tranquilo!
- Zhongli: ¡Jaja! ¿Cómo no voy a estar tranquilo, después de quitarme una carga que llevé durante tres mil setecientos años?
- Zhongli: Bien, si tienen tiempo de sobra, debería invitarles a una comida en el Quiosco Xinyue.
- Paimon: Ja! Solo hablas de dientes para afuera. Paimon se creería que nos invitaras a Los Tres Cuencos, pero tendrías que pagar un ojo de la cara solo para entrar al Quiosco Xinyue. ¿Seguro que puedes permitírtelo?
- Zhongli: Ehm...
- Zhongli: Tienes razón, me faltan Moras.
Veo que no has cambiado nada...
- Paimon: Pero ¿cómo es posible que Morax no tenga ni un Mora?
¿Cómo es posible que Morax no tenga ni un Mora?
- Zhongli: Como Rex Lapis o Morax, puedo crear Moras fácilmente. Pero como he elegido caminar por esta tierra como el mortal Zhongli, debo seguir las mismas reglas que los mortales.
- Zhongli: Aunque todavía tenía mi Gnosis cuando viajaba contigo, sabía que pronto debía abandonar mi como arconte. Así que tuve que... practicar un pco para mi nueva vida.
- Paimon: ¡Oh, ahora lo entiendo! Zhongli nunca se fija en el precio porque nunca tiene que pagar nada.
- Paimon: Pero como no estaba acostumbrado a no poder crear Moras a su antojo, se convirtió en un parásito de la sociedad que intenta vivir del dinero de otros...
- Zhongli: Bueno, solo estábamos gastándonos el dinero de los Fatui. No es necesario ponerse así.
- Zhongli: En la ciudad del comercio, no solo intercambiamos dinero o bienes, también intercambiamos conocimientos, recuerdos y previsiones, así como puestos, roles y vidas.
- Zhongli: No importa cuántas veces descendiera al mundo, el arconte Morax nunca podría experimentar la vida como el mortal Zhongli.
- Zhongli: Jeje, eso es gracias a ti, Viajero.
- Zhongli: Atesoraré todos los recuerdos que hice como Zhongli mientras caminaba contigo por Liyue.
Fue un buen viaje.
- Zhongli: Cierto, pero todo viaje tiene un fin, igual que todo encuentro tiene una despedida.
- Paimon: Humm... Paimon también piensa que deberíamos continuar con la búsqueda del resto de Los Siete.
- Zhongli: Me temo que continuar tu viaje será difícil. Inazuma, la ciudad vecina de Liyue por vía marítima, está actualmente "cerrada".
¿"Cerrada"?
- Zhongli: Sí. La nación ha sido cerrada por orden de su deidad.
¿Quién es el dios que gobierna Inazuma?
- Zhongli: La Arconte Electro, Baal. Así como la gente de Liyue prefiere llamarme Rex Lapis, ella también tiene otro nombre entre la gente de Inazuma.
- Paimon: Oh, Paimon cree haber escuchado el nombre de esa deidad. Es... ¿Raiden?
- Zhongli: Así es. Y como Raiden también es la líder del shogunato de Inazuma, la gente la llama "Shogun Raiden".
El shogunato de Inazuma...
La Shogun...
- Paimon: Ahora que lo mencionas, en el puerto hay gente que dice que la situación en Inazuma es muy tensa, pero Paimon no recuerda que siempre haya sido así. El año pasado no era tan grave...
- Paimon: Zhongli, como eres Rex Lapis, ¿no deberías saber algo sobre lo que está sucediendo allí? ¿Cómo se convirtió Inazuma en una nación tan hermética?
- Zhongli: Es... por las Visiones.
- Paimon: ¿Las Visiones?
- Zhongli: Cuando se enfrentan a circunstancias más allá de su control, los humanos a menudo lamentan su falta de poder.
- Zhongli: pero los deseos de algunos hombres son tan fuertes que atraen la atención de las deidades.
- Zhongli: Eso son las Visiones: instrumentos mágicos otorgados a aquellos que han sido reconocidos por los dioses.
- Paimon: Ajá, así es como lo ve la gente en Teyvat.
- Zhongli: Pero desde el año pasado, la Shogun Raiden promulgó el "Decreto de captura de Visiones".
- Paimon: ¿Decreto de captura de Visiones?
- Zhongli: Sí. Es una orden para apoderarse de todas las Visiones dentro de las fronteras de Inazuma e incrustarlas en las manos de la Estatua de la Diosa Omnipresente.
- Paimon: ¿Quieren apoderarse de las Visiones? Pero ¿por qué? ¿Las Visiones no son bendiciones de los dioses?
- Zhongli: Supongo que para la Shogun Raiden, esa es precisamente la razón por la que deberían estar bajo el control de una divinidad.
- Paimon: Guau. Eso es muy... drástico.
- Zhongli: El Arconte Anemo es el Dios de la Libertad, y el Arconte Geo es el Dios de los Contratos. Por su parte, la Shogun Raiden es la Diosa de la Eternidad. Parece que ha decidido eliminar cualquier elemento que pueda representar una amenaza para su reino eterno.
- Zhongli: El hecho de que incluso yo, el mayor de Los Siete, haya "fallecido" ahora solo fortalecerá su determinación de perseguir la eternidad.
- Zhongli: Conociéndola, debe haber citado ese viejo proverbio que tanto le gusta al proclamar el decreto ante su pueblo:
- Zhongli: "De los siete ideales para los siete dioses, la eternidad es el más cercano al cielo".
El cielo...
- Zhongli: De acuerdo, ¿hay algo más que quieran saber?
¿Qué hay de ese "juicio"?
- Zhongli: Jaja, fueron muy ingeniosos. ¿Que perdí en un juicio divino? No me imagino cómo pensaron en tal excusa.
- Zhongli: La razón por la que las Siete Estrellas estaban tan ansiosas por resolver el incidente y dejar de perseguir al culpable fue porque recibieron noticias en secreto de que Rex Lapis no estaba muerto.
- Zhongli: Les di suficientes pistas tanto a ellos como a los Adeptus.
- Zhongli: Y te preguntarás: ¿cómo lo hice? Humm... ¿Alguna vez has oído hablar de una magia adéptica muy práctica, conocida como "regalar sueños y visiones"?
¿Qué pasó con Nobile?
- Paimon: Cierto. Antes de que las Siete Estrellas lo anunciaran, escuchamos a muchas personas hablando de él. La mayoría de ellos culpó a Nobile de todo.
- Zhongli: Estas son acusaciones falsas, pero sigue siendo innegable que Nobile envió a alguien a la Cámara de Jade para evitar que los Adeptus y las Siete Estrellas derrotaran al dios antiguo.
- Zhongli: Escuché que Ninguang está peleando con uñas y dientes en el frente diplomático para hacer a los diplomáticos Fatui...
- Zhongli: Ah, pobres diplomáticos de Snezhnaya. Si no fuera por la ostentosa posición de Nobile como uno de Los Once, estoy seguro que habría sido usado como chivo expiatorio y lo habrían expulsado.
¿Qué hay de las Siete Estrellas de Liyue?
- Zhongli: "El tiempo de los Adeptus ha llegado a su fin. Si las Siete Estrellas de Liyue se niegan a encarar esta verdad, ¿qué futuro hay para Liyue?"
- Zhongli: Keching tiene toda la razón al decir esto.
- Zhongli: Aunque elogié los deseos de poder de Ninguang, creyendo que era algo bueno, y asumí que ella estaba detrás del plan de las Siete Estrellas para arrebatar el poder de los dioses y los Adeptus sobre Liyue...
- Zhongli: Viéndolo en retrospectiva, la persona que propuso la idea de tomar el poder debió haber sido... Humm...
Sobre el Mora...
- Paimon: ¡Cierto! Zhongli, ahora que no tienes tu Gnosis, ¿qué va a pasar con todos los Moras de Teyvat?
- Paimon: Ya que Morax está "muerto", ¿van a desaparecer por completo?
- Paimon: Además, ¿no es la Casa Dorada la única casa de moneda en todo el continente? ¿Seguirá funcionando en el futuro?
- Zhongli: Por ahora, el Mora no desaparecerá, la Casa Dorada tendrá que cesar sus operaciones durante un largo de tiempo, ya que la creación de Mora requiere el poder del Arconte Geo.
- Paimon: ¡Ay, es terrible! ¡Nos quedaremos sin dinero! ¡Es el fin del mundo!
- Zhongli: Sí, desde el punto de vista financiero, es un problema muy importante...
- Zhongli: Humm... Bueno. Supongo que dejaremos que las Siete Estrellas discutan estos asuntos tan problemáticos.
- Paimon: Entonces... ¿al menos has reservado algunos fondos privados para ti?
- Zhongli: ¿Eh? ¿Un fondo privado? Vaya, es una buena idea, tiene lógica y sentido común.
- Zhongli: Es una pena que...
- Paimon: ¿Qué cosa?
- Zhongli: Es una pena que no se me ocurriera antes.
Es todo por ahora...
- Zhongli: Entonces, ahora tu objetivo será pensar en una forma de romper el "encierro" de la nación hermética. No hay prisa, quizás sea cosa del destino...
Historial de cambios[]
- Versión 1.1
- El Rito del Ascenso se añadió al juego.