Destino: ¡Natlan! es la primera misión del acto I: Un viaje glorioso y ardiente del Capítulo V.
Detalles[]
- Ve al Puerto Rociomarino
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- Habla con Kachina
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- Dirígete a la Estatua de Los Siete
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- Habla con Kachina
- Dirígete a la Estatua de Los Siete
- Ve a la Arena Sacrofuego
- Prende la estela del flogisto
- Habla con Kachina
- Sigue yendo a la Arena Sacrofuego
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- Ve al banquete de la Posada de la Lasitud
Diálogos[]
Ve al Puerto Rociomarino
- Paimon: El tiempo pasa volando. Sin darnos cuenta, ya vamos a comenzar nuestro próximo viaje.
- Paimon: Si Paimon no se equivoca, nuestro siguiente destino es Natlan, ¿verdad?
- Neuvillette dijo que Natlan es la Nación de los Dragones, pero sigue siendo un misterio qué tipo de nación es. Paimon:
Al fin y al cabo, no conocemos a nadie de Natlan.
- Paimon: Sí... Incluso cuando Inazuma tenía sus fronteras cerradas conocimos a gente de esa nación en otros sitios.
- Paimon: Oye, será que... ¿en Natlan no hay nadie?
Mientras hablan, se dan cuenta de que alguien les está apuntando con un Daguerrotipo.
- Charlotte: Eso, eso, mira al Daguerrotipo con esa expresión de sorpresa y emoción, que te voy a tomar una imagen.
- Paimon: De acuerdo, pero que Paimon salga guapa, ¡eh!
- Charlotte, ¿qué haces aquí? Paimon: ¡Espera, no!
- Charlotte: Me enteré de que el viajero más activo de Fontaine estaba a punto de partir y «El Pájaro de Vapor» no podía perderse esta exclusiva.
- Charlotte: Al fin y al cabo, ya no los tendré tan a mano para que me sirvan como inspiración para mis reportajes.
- Paimon: Así que sabías que no tenemos la costumbre de despedirnos, ¿eh?
- Charlotte: Jeje, eso es muy de su estilo, pero nosotros hacemos las cosas de otro modo.
- Paimon: ¿“Ustedes”?
- Navia: Parece que fue ayer cuando luchamos codo con codo, socios. Que sepan que son bienvenidos a Fontaine siempre que quieran.
- Clorinde: Avísennos si en el viaje se topan con algún problema. No se preocupen por la distancia.
- Furina: Es difícil decir adiós, pero a toda despedida le sigue un reencuentro aún mejor.
- Furina: Si hay algo que nunca cambiará son los recuerdos que hemos vivido juntos.
- Paimon: Guaaaau, ¡vinieron todas!
Estoy seguro de que volveremos a vernos.
- Navia: ¡Claro! Ya me muero de ganas de escuchar las historias de sus aventuras. ¡Cuando vuelvan, tienen que contárnoslo todo!
Avísenme si hay algún festival.
- Furina: Ya estás pensando en eso, ¡cómo eres!
- Furina: En fin, no te preocupes, te avisaré. Sé que te encantan los ambientes festivos.
- Clorinde: Bueno, un momento como este merece ser recordado con una imagen, ¿no?
- Furina: Pues sí, y da la casualidad de que tenemos a Charlotte, toda una profesional, con nosotros. ¿Nos haces el honor?
- Charlotte: ¡Claro que sí! Voy a colocar el Daguerrotipo, espérenme.
- Fontaine como piensas. Allí hay humanos y también tienen una cultura propia. Furina: Por cierto, Paimon, Natlan no es tan distinto de
- Furina: Es solo que, debido a sus costumbres populares, la gente de Natlan no quiere salir de su nación.
- Furina: A pesar de ello, no tienen nada en contra de los forasteros. De hecho, mucha gente va a Natlan por negocios o de viaje, así que no debe de ser un mal lugar.
- Navia: Sí, en Spina di Rosula también hemos tenido mucha gente que ha ido a Natlan.
- Paimon: Oooh, Paimon ya entiende. Entonces Paimon se queda más tranquila. Esperemos que no ocurra como en nuestros otros viajes y nos veamos metidos en un lío desde el principio.
Vamos, no digas eso justo antes de marcharnos.
Ya estoy temblando.
- Clorinde: No se preocupen. Con su experiencia y sus habilidades, estoy segura de que superarán cualquier problema que se cruce en su camino.
- Furina: Bueno, pero mejor si no se encuentran con ningún peligro. Un viaje también puede ser tranquilo y divertido, ¿saben?
- Charlotte: Listo, ¡tomémonos una imagen!
- Charlotte: (Viajero), te deseamos...
- Todas: ¡Un buen viaje!
- Paimon: Mira, hay un montón de imágenes de distintos colores en la pared.
- Paimon: ¡Eso significa que estamos en el lugar correcto!
Ve a Natlan
- Paimon: Guau, ¿esto es Natlan?
- Paimon: ¡Hay un montón de montañas extrañas y animales que no habíamos visto nunca!
- Paimon: Pero ni rastro de algo parecido a una ciudad. ¿A dónde deberíamos ir primero?
Vamos por allí.
Parece un lugar habitado.
- Paimon: Cierto. Si vamos a un lugar con gente, podremos preguntar por el Arconte de la nación.
- Paimon: Una vez que lo conozcamos, sabremos cuál es el objetivo de este viaje.
Al menos esa ha sido nuestra experiencia hasta ahora.
Sí, es muy importante conocer la relación entre un Arconte y su nación.
- Paimon: Jeje, Paimon espera que sea fácil hablar con él y que no nos vea como enemigos.
- Paimon: Vamos, sigamos este camino.
- Paimon: Mira, hay un montón de imágenes de distintos colores en la pared.
- Paimon: ¡Eso significa que estamos en el lugar correcto!
(Opcional: Habla con Furina)
- Furina: Que tengan un buen viaje, y vuelvan cuando quieran. Si me avisan con antelación, puedo decírselo a más gente para darles una buena bienvenida.
(Opcional: Halba con Charlotte)
- Charlotte: De las imágenes que he tomado, una es perfecta para publicarla en el periódico, y la otra, perfecta para guardar como recuerdo. ¡Genial!
(Opcional: habla con Navia)
- Navia: He oído que allí hay un lugar donde abundan las gemas. Me encantaría ir a verlo en cuanto termine el trabajo que tengo entre manos.
(Opcional: habla con Clorinde)
- Furina: Que tengan un buen viaje, y vuelvan cuando quieran. Si me avisan con antelación, puedo decírselo a más gente para darles una buena bienvenida.
- Clorinde: Sí, así será más animado.
Entra a Natlan
- Tlaco: Lo siento, Kachina. Sé que está mal incumplir una promesa, pero tanto ella como yo debemos hacerlo bien en este Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado.
- Cempoa: Si no encuentras compañeros de equipo, nosotros tampoco podemos seguir esperando.
- Kachina: P-pero si ustedes también se van, me quedaré yo sola...
- Cempoa: Lo siento, Kachina, pero tú aún eres joven, y además eres heredera de tu nombre antiguo (tocaitl), así que tendrás muchas más oportunidades.
- Cempoa: Nosotros no somos más que unos simples guerreros tribales. Y además, después de tantos años luchando, nuestros cuerpos ya no dan más de sí y no hemos conseguido honor alguno.
- Tlaco: Sí... ¿No recuerdas lo rápido que perdimos la última vez? Y ahora que somos menos, temo que nos pase lo mismo.
- Tlaco: El plazo para inscribirse al Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado termina esta noche. Será la última oportunidad que tengamos para cambiar de equipo.
- Kachina: Bueno, está bien, supongo que no hay más remedio.
- Kachina: Ojalá fuera un poco más fuerte... Soy demasiado débil comparado con otros herederos de nombres antiguos.
- Kachina: En fin, culpa de que mi nombre antiguo sea Uthabiti (resiliencia)... Ya pensaré en algo.
- Tlaco: Si esta vez lo hacemos bien, ten por seguro que te invitaremos a la celebración.
- Cempoa: Eso, eso. Aunque no participemos juntos en el torneo, seguimos siendo buenos amigos, ¿no?
- Kachina: Claro. Vamos, aprovechen que aún hay tiempo para buscar un buen equipo.
- Kachina: *Suspira*...
- Kachina: Tendré que pensar en una forma de ganar el próximo peregrinaje.
- Paimon: ¿Qué estará pasando? Parece que esa chica está desanimada porque la han dejado tirada.
No podemos quedarnos aquí mirando.
- Kachina: ¿Eh?
- Kachina: Oh, no se preocupen, estoy bien. No creo haberlos visto antes, ¿son ustedes viajeros?
- Paimon: Sí, acabamos de llegar a Natlan.
- Kachina: Un gusto conocerlos, yo soy Kachina. Kachina de Uthabiti (resiliencia).
¿Uthabiti?
- Kachina: Sí, es mi nombre antiguo, un elemento cultural único de Natlan. Es un poco difícil de explicar, pero pueden verlo como si fuera una especie de título.
- Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado, ¿cierto? Pues pronto entenderán lo que es un nombre antiguo. Kachina: Han venido desde tan lejos para ver el
- Paimon: Y... ¿qué es ese peregrinaje del que estaban hablando hace un momento?
- Kachina: Oh, pues es un torneo que se celebra en Natlan cada cierto tiempo, y en el que la gente compite para subir de posición.
- Kachina: Como hay tanta gente que ve el torneo, los que quedan en las primeras posiciones se hacen famosos al instante y consiguen el derecho a participar en la Guerra de los Peregrinos.
- Kachina: Es decir, ¡que quien gane se convierte en un héroe! Y en Natlan, ¡todo el mundo quiere ser un héroe!
- Paimon: Es como un torneo de lucha... ¿Y hay que formar equipos?
- Kachina: Como participa tanta gente, el Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado se divide en dos fases.
- nombres antiguos, que luchan para tomar el control del Fuego Sagrado. Kachina: La primera es una competición por equipos, generalmente liderados por los herederos de
- Kachina: Al igual que yo, los demás herederos también tienen un título.
- Kachina: Tras la competición por equipos, los miembros del equipo ganador pueden participar en la competición individual, en la cual tienen que competir uno contra uno.
¿Algo así como una competición deportiva nacional?
- Paimon: Se podría decir que sí. Al fin y al cabo, es un torneo a gran escala.
- Paimon: Espera, dices que los herederos de nombres antiguos son los líderes de cada equipo... Entonces, ¿eso significa que tú eres la capitana del tuyo?
- Kachina: ¡Así es! Peeero... ahora mismo, soy una capitana sin equipo, jajaja.
- Kachina: Como la fuerza de un heredero puede estar a años luz de la de otro, la gente suele decir que, para ganar, lo primero es encontrar a un capitán poderoso.
- Kachina: A mí me parece un argumento razonable. Si yo fuera ellos, también lo pensaría.
¿Y tú qué vas a hacer?
- Kachina: Los herederos de nombres antiguos deben participar sí o sí, pues ese es nuestro deber. Si no hay nadie dispuesto a ayudarme, participaré yo sola.
- Kachina: Como mucho, me haré alguna herida, pero se curará en una o dos semanas. Tal vez no se me dé bien pelear, ¡pero me recupero muy rápido!
- Paimon: (Viajero), ¿tú también te has dado cuenta de hacia dónde está yendo la conversación? ¿Crees que es el momento de decir lo que tú ya sabes?
¿Te refieres a “eso”?
No pensé que fuera a llegar tan rápido.
- Paimon: Parece que ya llegó la hora de comenzar nuestro nuevo viaje con “eso”.
- Kachina: ¿Eh? ¿Se puede saber de qué hablan?
¿Podemos ser tus compañeros de equipo?
- Kachina: ¡¿E-eh?!
- Kachina: Ay, siento haber reaccionado así. Humm, a ver cómo se lo explico...
- Kachina: ¡Muchas gracias por sus buenas intenciones! De verdad, estoy muy emocionada. Sin embargo... solo la gente de Natlan puede inscribirse en el Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado.
- Paimon: ¡Vaaaaya! Paimon pensó que íbamos a unirnos a tu equipo, a ganar el torneo y a convertirnos en héroes...
- Kachina: No se preocupen, ¡de verdad que no pasa nada! D-después de todo... nadie me había propuesto eso nunca.
- Paimon: ¿Cómo? ¿Lo dices en serio?
- Kachina: Sí. Aunque normalmente nos llevamos muy bien, siento que la gente me evita durante los días de la inscripción.
- Kachina: No me miran y evitan hablar conmigo del Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado, como temiendo que en cualquier momento los invite a unirse a mi equipo.
- Kachina: En cuanto a la razón... Creo que ni siquiera hace falta decirla en alto. Es porque soy demasiado débil.
- Kachina: ¿Acaso a ustedes no les importa? Hacer equipo conmigo no supone ninguna ventaja.
- Paimon: Jeje, es que (Viajero) es superfuerte. Ya sea un dios, un dragón o un narval gigante, ¡nadie es rival para él!
- Kachina: ¡Así que eres muy fuerte! Claro, ahora lo entiendo. Como tienes tanta confianza en ganar, no te importa que yo sea fuerte o no.
No tiene que ver con ser fuerte o débil.
Más bien, es porque vemos que estás en un apuro.
- Paimon: ¡Eeeexacto! El espíritu aventurero también consiste en echar siempre una mano a quienes están en problemas.
- Kachina: Echar una mano, el espíritu aventurero...
- Kachina: ¡Son ustedes únicos! Fuertes, amables... ¡Me encantaría ser así!
- Kachina: ¿Tienen pensado quedarse en Natlan? ¡Lo digo porque me gustaría aprender de ustedes!
- Paimon: ¿Aprender?
- Kachina: Sí, como si fuera su aprendiz, o mejor dicho, su asistente. No hace falta ni que me enseñen nada, ¡yo misma aprenderé observando!
- Kachina: ¡Les prometo que no seré ningún estorbo! Es más, yo también puedo hacer cosas. ¡Podría llevarlos a varios lugares y explicarles muchas cosas sobre Natlan!
- Paimon: Humm, ¿qué hacemos, (Viajero)? Parece que te admira un montón...
Puedes venir con nosotros si quieres.
¿No tienes que darte prisa para lo del torneo?
- Paimon: Tus amigos dijeron que el plazo de inscripción estaba a punto de terminar, ¿no se te está acabando el tiempo?
- Kachina: No pasa nada. No podría hacer nada en el tiempo que queda.
- Kachina: Tanto los demás como yo ya estamos acostumbrados a que pierda, así que da igual. Y tampoco hay nadie esperando que yo vaya a ganar.
- Kachina: Pero si aprendo cosas de ustedes, ¡la próxima vez a lo mejor podría ganar!
Está bien...
- Kachina: ¡Gracias! Jeje, qué suerte he tenido de encontrarme con alguien tan fuerte.
Tampoco te hagas muchas ilusiones.
- Kachina: ¡Lo sé, lo sé! Me doy por satisfecha con que me digan que sí.
- Kachina: Vengan conmigo, les presentaré a mi tribu, los Vástagos del Eco. ¡Es el lugar en el que vivo desde que era pequeña!
(Obtienes a Kachina)
Sigue explorando los Vástagos del Eco (Sigue a Kachina hasta ver el taladro gigante)
- Paimon: Esa cosa de allí es muy imponente. No se caerá, ¿verdad?
- Kachina: Jajaja, para nada. Una de las cosas que más caracteriza a nuestra tribu es que siempre estamos trabajando la piedra.
- Kachina: Pero no se preocupen, ¡es muy estable!
Sigue explorando los Vástagos del Eco (Sigue a Kachina hasta el escenario)
- Kachina: A mucha gente de la tribu le gusta la música y la danza. ¡Tienen muy buen sentido del ritmo!
- Kachina: Algunos forasteros han venido para aprender de nosotros.
- Kachina: De hecho, mis padres querían que aprendiera a bailar, ¡pero yo quería ser una guerrera superfuerte!
Sigue explorando los Vástagos del Eco (Sigue a Kachina hasta el grupo de Tepletlisaurios)
- Kachina: ¡Pero si es Ayo! ¡Rápido, ven aquí!
- Ayo: ¡Gruuu!
- Ayo, mi compañero y un familiar muy importante para mí. Kachina: Dejen que se lo presente. Este es
- Ayo: ♪ Gruuu, gruuu. ♪
- Kachina: Jeje, parece que le han caído bien. ¡Está saludándolos!
- Paimon: ¿Dices que es familiar tuyo? Vaya, Paimon no sabía que las personas y los saurios eran familia en Natlan.
- Kachina: Natlan es tanto la Nación de los Héroes como la de los Saurios, así que todas las tribus nos llevamos muy bien con ellos.
- Kachina: Ha habido forasteros que pensaban que Ayo es mi mascota, pero en realidad no lo es.
- Kachina: Aunque suele venir conmigo de aventuras, tiene su propia familia y hogar. A veces, hasta viene con ellos para que comamos juntos.
- Kachina: Los miembros de los Vástagos del Eco nos llevamos muy bien con los Tepetlisaurios porque son una especie a la que le gusta estar cerca de los humanos.
- Kachina: Cada saurio tiene su propia personalidad. ¡Yo creo que la palabra “compañero” es la que mejor describe nuestra relación!
- Ayo: Gruu...
- Kachina: ¡¿Verdad que sí?! ¿Lo ven? ¡Ayo está de acuerdo conmigo!
- Kachina: ¿Qué tal si te das un paseo mientras yo estoy con mis cosas? No te preocupes, ¡volveré en cuanto haya terminado!
- Kachina: ¡Y no te metas en líos! Si no, tendré que decírselo a tus padres.
- Pequeñín): ¡Gruu! (
- Paimon: (Pequeñín), ¡tú también viniste! Jeje.
- Kachina: Ooooh, ¡¿ustedes también tienen un compañero saurio?! ¡Y qué obediente es! Seguro que ambos se hacen superamigos.
- Kachina: Vamos, ¡vayan a jugar juntos! Yo aún tengo cosas que hacer, volveré cuando termine.
- Kachina: Nada de travesuras, ¿eh? Y tú, no lleves a tu nuevo amigo por el mal camino, o tendré que decírselo a tus padres.
- (Pequeñín): ¡Gruu!
- Paimon: (Pequeñín), ¡tú también viniste! Jeje.
- Kachina: Ooooh, ¡¿ustedes también tienen un compañero saurio?! ¡Y qué obediente es! Seguro que ambos se hacen superamigos.
- Kachina: Vamos, ¡vayan a jugar juntos! Yo aún tengo cosas que hacer, volveré cuando termine.
- Kachina: Nada de travesuras, ¿eh? Y tú, no lleves a tu nuevo amigo por el mal camino, o tendré que decírselo a tus padres.
(Sigue a Kachina hasta el tótem de obsidiana)
- Wayob que nos protegen y bendicen. Kachina: Esto es lo más importante y sagrado que tenemos en la tribu, el símbolo de las
- Paimon: ¿Las Wayob? ¿Son una especie de deidades o algo así?
- Kachina: Más o menos. Para nosotros, la Arconte Pyro procede de la superficie, mientras que las Wayob se encuentran bajo tierra.
- Kachina: Cada cierto tiempo nos reunimos aquí para escuchar a nuestro jefe hablar sobre la onírica tierra y la voluntad de las Wayob.
- Kachina: Las Wayob conocen el pasado y pueden ver el futuro, por lo que son unos entes impresionantes.
- Pacal: Oh, Kachina, ¿qué haces aquí?
- Pacal! Miren, este es el jefe de nuestra tribu. Kachina: ¡Sr.
- Kachina: Estos son dos aventureros con mucha experiencia que acaban de llegar a Natlan. ¡Estoy aprendiendo de ellos!
- Pacal: ...
- Paimon: Ho-hola...
- Pacal: Kachina es una niña de nuestra tribu y tengo el deber de protegerla, así que seré claro con ustedes...
- Pacal: No sé cómo la conocieron, pero necesito que prueben su identidad.
- Kachina: ¡Sr. Pacal, no sea así! De verdad que son buenas personas, ¡puedo percibirlo!
- Pacal: No puedo convencer a tus padres de ello si solo te basas en tu percepción.
No pasa nada, es normal que se preocupe.
- Paimon: Mira, este es nuestro Manual del aventurero. En él están registradas todas las hazañas de nuestros viajes.
- Pacal: ¿Su Manual del aventurero? Humm, en el Gremio de Aventureros hay gente mala y gente buena, necesito algo un poco más convincente.
- Pacal: Humm... ¡¿Eh?!
- Pacal: ¡Pero si eres (Viajero)! ¡Y su familiar, Paimon!
- Paimon: ¡Paimon es su guía, no su familiar! ¿Cómo puede la gente ir diciendo eso por ahí? Bueno, tal vez “familiar” no suene tan mal... Te hace parecer como un ser misterioso y poderoso, ¿no crees, (Viajero)?
- Kachina: ¿Qué tienen esos nombres de especial?
- Pacal: ¿No has oído hablar de ellos?
- Kachina: No.
- Pacal: Ah...
- Pacal: Aprende de él, Kachina. Seguramente sea el maestro más fuerte que hayas tenido nunca.
- Kachina: ¿En serio? Bueno, si lo dice usted, Sr. Pacal, ¡tiene que ser superfuerte!
- Pacal: Perdón por haber sospechado de ustedes.
- Paimon: No te preocupes. Sabemos que solo estabas cumpliendo con tu deber.
- Pacal: Como Kachina aún es muy joven, tengo que preocuparme por ella.
- Pacal: Por cierto, Kachina, ¿no está a punto de terminar el plazo de inscripción del torneo? ¿Por qué no te has ido ya?
- Kachina: Tranquilo, Sr. Pacal. Les dije a mis compañeros de equipo que se adelantaran, pero iré con ellos ahora mismo.
- Kachina: Puede que no sea la mejor luchadora, pero sí soy muy rápida, jeje.
- Paimon: Paimon cree que Kachina está intentando no preocuparle demasiado.
- Pacal: Ya veo... Bueno, perdón por interrumpir. ¿De qué estaban hablando antes de todo esto? A lo mejor puedo explicarles algo que quieran saber.
- Kachina: Pues... había terminado de hablar de las Wayob y... ¡Ah, sí! Iba a hablarles de los nombres antiguos. Qué bien que esté usted aquí, porque yo no sabría cómo explicarlo.
- Paimon: Sí, esa palabra no dejaba de salir en la conversación. ¿Qué es exactamente?
- Pacal: Digamos que, como Natlan es la Nación de los Héroes, las grandes hazañas de esos héroes nos han llegado hasta hoy a través de sus historias.
- Pacal: Los nombres antiguos serían como las “etiquetas” de esas historias, de manera que, al mencionar uno, recordamos aquellos pasajes épicos del pasado.
- Kachina: Sí. Por ejemplo, el heredero más famoso de mi nombre antiguo luchó veintisiete veces en la Guerra de los Peregrinos.
- Kachina: La última vez que lo hizo, ya tenía más de sesenta años.
- Kachina: Aunque ya no estaba en plena forma física, seguía quedando entre los primeros en el Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado. Impresionante, ¿verdad?
¿Y por qué se heredan los nombres antiguos?
- Pacal: Los nombres antiguos nos permiten conservar las historias del pasado, pero son más que eso. Pueden pensar en ellos como una reliquia familiar que pasa de generación en generación.
- Pacal: Kachina, ¿la tienes contigo?
- Kachina: Sí. Miren esto.
- Paimon: Guau, qué piedra negra tan misteriosa. ¡Y tiene algo que brilla!
Parece una pluma.
- Pacal: Las Wayob escogen a los herederos que consideran adecuados, y todo lo que estos hayan hecho queda registrado dentro del nombre antiguo.
- Pacal: Conforme ha avanzado el tiempo, los nombres antiguos han contenido cada vez más hazañas heroicas, por lo que también se han vuelto cada vez más valiosos.
- Pacal: Así, esas hazañas sirven de inspiración a las personas que heredan los nombres.
- Kachina: Es lo que me pasa a mí, jeje. Aún no estoy segura de por qué me escogió nuestra Wayob...
- Kachina: Pero si no conociera las historias de todos los héroes del pasado y de cómo lucharon sin cesar, es posible que hubiera renunciado a mi nombre antiguo hace tiempo.
¿Es algo así como una especie de fortaleza mental?
- Paimon: Pero ¿eso quiere decir que esta piedra no tiene ningún poder especial? Por ejemplo, ¿no podría hacer que Paimon se volviera superfuerte o superinteligente?
- Pacal: Efectivamente, no tiene ningún poder, pero eso es justamente lo que la hace tan valiosa.
- Kachina: Si te conviertes en una heroína por una especie de bendición celestial, ¿de quién es el mérito? ¿Tuyo o del poder de la piedra?
- Paimon: Tienes razón. Si la gente empezara a hacer esas preguntas, las historias perderían todo su valor inspirador.
- Pacal: Hubo alguien que una vez dijo esto sobre los nombres antiguos:
- Pacal: “Nuestros ancestros grabaron ‘milagros’ en obsidiana, mas los herederos posteriores vieron ‘fuerza’ al contemplar esos milagros”.
- Pacal: Los milagros del ayer son la motivación de hoy y los límites del ayer son el objetivo de hoy. Eso es más o menos lo que significa.
- Pacal: Así que, Kachina, no te preocupes. En el momento de recibir su nombre antiguo, mucha gente tampoco entiende por qué fue esa la decisión de su Wayob.
- Pacal: Sin embargo, si no tiras la toalla, si ansías volverte más fuerte y superarte a ti misma, tarde o temprano tu gran momento llegará.
- Kachina: Gracias por sus palabras, Sr. Pacal. ¡Le prometo que daré la talla!
- Kachina: Bueno, se está haciendo tarde y tengo que ir a la Arena Sacrofuego.
- Kachina: Ah, no sé a dónde querían ir ustedes, pero... ¿les importa si nos desviamos un poco del camino?
- Paimon: ¿La Arena Sacrofuego es el lugar en el que se celebra el Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado?
- Kachina: Sí, allí se celebra el torneo, y también es donde tienen lugar las reuniones intertribales.
¿La Arconte Pyro estará allí?
- Kachina: Sí, claro. Ella es la persona más importante en todo el torneo.
- Paimon: Jeje, perfecto entonces. ¡En marcha!
- Pacal: Si ellos van contigo, ya no tengo que preocuparme por tu seguridad. Vamos, vayan.
- Kachina: De acuerdo, nos vamos yendo. ¡Adiós, Sr. Pacal!
Habla con Kachina
:
Kachina: Ay, estaba tan emocionada que hasta me olvidé de preguntarles si iban al mismo sitio que yo.
- Kachina: Menos mal que tenemos el mismo destino, si no... no nos quedaría más remedio que vernos después del torneo.
- Paimon: ¿No pasa nada por no decirle al jefe de tu tribu lo que pasó?
- Kachina: Oh, el Sr. Pacal es una persona muy amable. Si supiera lo que sucede, hasta querría participar en el torneo conmigo.
- Kachina: Sin embargo, como está mayor y tiene viejas heridas, ya no puede competir.
- Kachina: Cuando vea el torneo descubrirá la verdad. Estoy segura de que me regañará por haberle mentido, pero creo que es mejor así.
Eres una persona muy entrañable.
- Paimon: Sí, ni siquiera culpas a esos que te dejaron tirada sin piedad.
- Kachina: No, no, por favor, no digas eso, y tampoco les culpes por pensar así. Para la gente de Natlan, el Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado es algo muy serio.
- Kachina: Como hemos crecido escuchando historias de héroes, todos queremos ser valientes guerreros que protegen nuestra nación.
- Kachina: Y no es un pensamiento egoísta. Solo queremos contribuir con nuestra propia fuerza.
- Kachina: Tal vez cambies de parecer cuando lleguemos a la Arena Sacrofuego y veas el Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado en todo su esplendor.
- Kachina: ¡Es una oportunidad perfecta para apreciar nuestra cultura e historia!
- Kachina: Si vamos por ahí, saldremos del asentamiento de los Vástagos del Eco. Nuestra última parada, la Estatua de Los Siete, se encuentra por allí. ¡Vamos!
Dirígete a la Estatua de Los Siete
- Paimon: La estatua es muy bonita. ¿Es así la Arconte Pyro?
- Kachina: ¡Sí! Es linda, elegante y segura. ¡Es genial!
(Si el viajero interactuó antes con la Estatua de los Siete)
- Paimon: Ahora que Paimon lo piensa, tampoco obtuviste el poder del elemento Pyro cuando tocaste la estatua. ¿Qué puede estar pasando?
- Kachina: ¿Cómo? ¿Puedes obtener poder elemental de una Estatua de Los Siete?
Siempre lo he hecho así.
- Paimon: Qué lástima... Paimon pensó que sería buena oportunidad para demostrar a Kachina lo fuerte que eres.
- Paimon: Es muy extraño que esta vez no haya funcionado... Debe ocurrir algo con Natlan...
- Kachina: Pues sí que es una lástima...
(Si el viajero aún no ha interactuado con la Estatua de los Siete)
- Paimon: ¡Por suerte aquí podrás conseguir un nuevo poder elemental!
Cierto.
- Kachina: ¿Cómo? ¿Puedes obtener poder elemental de una Estatua de Los Siete?
- Paimon: Jeje, atenta y lo verás.
{{C Ilumina la Estatua de Los Siete
- Paimon: ¿Eeeeh? ¿Qué pasa? ¿Es que la Estatua de Los Siete está dormida o algo así?
No ocurre nada.
- Paimon: Según nuestra experiencia, ya deberías poder lanzar bolas de fuego o invocar pilares ardientes, ¿no?
No reacciona.
No siento el poder del elemento Pyro.
- Paimon: Vaya, qué extraño... ¿Será otra de las costumbres culturales de Natlan?
- Paimon: Perdón por haberte creado expectativas, Kachina.
- Kachina: No, no, no, no se preocupen, ¡solo tenía curiosidad! ¿De verdad hasta ahora has obtenido poderes elementales tan solo con tocar una Estatua de Los Siete?
- Visión! Kachina: ¡Eso es algo que solo pueden hacer quienes tienen una
Sí, siempre ha sido así.
Puedo hacerlo, aunque no entiendo muy bien cómo.
- Kachina: ¿P-puedo verlo? Si no es mucho pedir, claro...
Sin problema.
- Paimon: ¡Vamos, (Viajero), demuestra de lo que eres capaz!
Intentas usar Electro, Hydro y Anemo en ese orden.
- Kachina: ¡Guau, distintos elementos! ¡Jamás había oído hablar de alguien que pudiera usar varios elementos diferentes!
- Kachina: ¡Yo también quiero probar!
- Kachina: Nada, solo puedo usar Geo.
- Kachina: ¡He conocido a alguien impresionante!
- Paimon: Pues ya verás cuando sepas todo lo que hemos vivido en nuestros viajes. ¡Te vas a quedar boquiabierta!
- Paimon: ¡Guau! ¿Qué es eso?
- Qucusaurio! Vuelan muy rápido y siempre están llenos de energía, jeje. Kachina: ¡Es un
Me recuerda a cuando llegamos a Mondstadt.
- Dvalin. Y pensar lo lejos que hemos llegado... Paimon: Cierto, ahí es cuando conocimos a
¡Hay algo enorme volando por los cielos!
- Paimon: ¡Oye, deja de imitar a Paimon! Pero sí, es como cuando conocimos a Dvalin.
- Kachina: Por cierto, antes que nada, tomen esto, que aún nos queda bastante camino.
- Kachina: ¿A que parecen gemas superbrillantes? Jeje, pues son caramelos que hizo mi mamá.
- Kachina: Me suelo llevar unos pocos cuando tengo que salir y entrenar. Así siempre tengo algo para comer.
- Paimon: Jeje, ¡muchas gracias, Kachina! A Paimon le encanta el dulce.
Voy a probar uno si no te importa.
- Kachina: Claro, sin problema. Tengo muchas otras cosas que seguro que nos serán útiles en algún momento.
- Kachina: Descansemos un poco, que hemos caminado mucho.
- Paimon: ¡Genial! Con todas las cosas nuevas que hemos visto, a Paimon le estaba empezando a entrar hambre.
¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?
- Kachina: ¿Ya se les terminaron los caramelos? Si quieren, aún tengo más. Y no solo eso, también tengo pan, bebida, chaufa, manzanas asadas...
- Paimon: ¡Guaaaau, qué bien! ¡Eres como un restaurante con patas!
- Kachina: Me gusta llevar cosas conmigo. Mi mamá siempre me dice que hay que estar preparada para todo.
- Kachina: No siempre necesito usarlas, pero... jeje, esta vez sí que nos han venido bien.
- Kachina: ¿Te pasa algo? Parece que algo te preocupa.
Sigo pensando en lo que ocurrió con la Estatua de Los Siete.
- Paimon: Sí, la verdad es que fue un poco raro, pero tiene que significar algo, ¿no crees?
- Kachina: Humm... Tal vez sea porque... ¿la Arconte Pyro de Natlan es diferente a los demás?
- Paimon: ¿A qué te refieres?
- Kachina: He oído que los Arcontes de otras naciones pueden vivir mucho tiempo y pertenecen a un tipo de seres muy poderosos llamados “dioses”.
- Paimon: Claro, ¿es que en Natlan no es igual?
- Kachina: No, todos los Arcontes Pyro de Natlan fueron humanos corrientes antes de convertirse en Arcontes.
- Paimon: ¡¿Cómo?! ¿Las personas se pueden convertir en Arcontes? ¿Eso es posible?
Tal vez solo sean humanos sentados en el trono divino, pero...
(Tal vez sea algo similar al caso de Furina, pero...)
- Paimon: A ti también te parece increíble, ¿verdad?
- Kachina: ¿Es que no es algo normal? Como en Natlan siempre ha sido así, ya estoy más que acostumbrada.
- Paimon: Humm, digamos que eso no es lo que hemos aprendido a lo largo de nuestros viajes. No debe de ser fácil que un humano se convierta en un Arconte...
- Kachina: Yo tampoco conozco los detalles. Tal vez la única que lo sepa sea la Arconte Pyro.
- Kachina: Lo único que sé es que, aunque una persona se convierta en Arconte Pyro, seguirá envejeciendo y necesitando descansar.
- Estatua de Los Siete se parezca a la Arconte Pyro no es más que una coincidencia. Al fin y al cabo, ha habido tantos Arcontes Pyro... Kachina: En mi opinión, que la
- Arconte Pyro también fue escogida a través del Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado. Cualquier persona capaz de demostrar su fuerza puede convertirse en Arconte Pyro. Kachina: Nuestra
- Paimon: ¿Y lo hacen compitiendo para ver quién es más fuerte?
- Kachina: Sí. Para nosotros, el combate es la prueba más completa que hay, así como la manera de hacer que otros crean en ti.
- Kachina: Por ejemplo, la Arconte Pyro actual ganó de manera aplastante.
- Kachina: No solo yo, sino que incluso los ancianos de mi tribu dijeron que nunca habían visto a un Arconte Pyro tan fuerte.
- Kachina: Pero como suele decir el Sr. Pacal, los límites de hoy son el objetivo del mañana. Seguro que los siguientes Arcontes Pyro serán todavía más fuertes.
- Paimon: Dejando a un lado que los humanos puedan convertirse en dioses, Paimon no sabe si el hecho de que la Arconte Pyro sea tan fuerte es algo bueno o malo para nosotros.
- Paimon: Si tomamos en cuenta nuestra experiencia en Inazuma...
Dependerá de qué actitud tenga con nosotros.
- Kachina: Jeje, tranquilos, la Arconte Pyro es una persona amable y hospitalaria. Seguro que los trata bien.
- Paimon: Tienes razón. Además, mientras no nos haga nada malo, nosotros tampoco le haremos nada a ella.
- Kachina: No se preocupen, ¡dentro de poco podrán conocerla!
- Paimon: Nosotros ya hemos descansado suficiente. ¿Eh? ¿Qué es eso?
- Kachina: Oh, la llamamos “estela del flogisto”. Si la imbuyes con flogisto, te ocurrirán cosas buenas.
Pues voy a probar.
- Kachina: Eh... El flogisto es un poder que solo podemos controlar las personas de Natlan.
Prende la estela del flogisto
- Kachina: ¡¿Eeeeeeeeh?! ¿C-c-cómo es que puedes usar el flogisto?
Lo aprendí en un santiamén.
Fue pan comido.
- Kachina: Qué genial eres... Tan genial que ya no sé ni qué decir.
- Paimon: Oh, oh... (Viajero), mira atrás. ¡Se acerca algo peligroso!
- Paimon: Nos ha visto. ¿Qué hacemos? ¿Combatir?
- Kachina: Aaah, no se preocupen, no pasa nada. ¡Este es Tokto!
- Tokto! ¡Soy yo, Kachina! Jeje. Kachina: ¡Hola,
- Tokto: ¡Grrr!
- Kachina: ¡Qué contento te veo! ¿Te sentiste atraído por la estela del flogisto? Está calentita, ¿verdad?
- Tokto: ¡Grrr!
- Paimon: Oooh, así que es un saurio amistoso.
- Kachina: Así es. Hay varios de ellos, pero Tokto es el más afable de todos.
- Kachina: Siempre está dando vueltas por aquí, como si quisiera impresionar a los visitantes de fuera y, de paso, ¡alardear de su fortaleza!
- Tokto: ¡Grrr! ¡Grrr!
- Paimon: Vaya, se agachó. ¿Qué quiere?
- Kachina: ¡Nos está invitando a subirnos a él! Creo que quiere mostrarnos algo.
Ah, bueno, pues... dale las gracias por su amabilidad.
- Paimon: ¿D-de verdad vamos a subirnos a él? Es tan grande que a Paimon le da un poco de miedo...
¿Miedo de qué? Si tú vas a volar...
- Paimon: ¡Cierto! No hace falta que Paimon se suba a él, Paimon puede volar al lado de ustedes.
- Paimon: ¡Esta debe de ser la mejor forma de hacer turismo!
- Kachina: Cuanto más alto estemos, ¡mejor será la vista!
- Paimon: ¿Tokto y tú son amigos?
- Kachina: ¡Sí! Una vez, cuando era pequeña, fui a la Arena Sacrofuego a comprar fruta con mis padres, pero en el camino de vuelta, el carro en el que la transportábamos se volcó.
- Kachina: En aquel entonces, Tokto no era ni la mitad de grande de lo que es ahora, pero cuando lo vi acercarse, me puse a llorar porque pensé que iba a comerse las bayas y las solsettias, mis dos frutas favoritas.
- Kachina: Sin embargo, no solo no comió nada, sino que ahuyentó a otros saurios que venían a robarnos la fruta.
- Kachina: Al final, usó su gran cabeza para levantar el carro de un cabezazo.
- Kachina: Desde entonces, suelo venir aquí para darle de comer fruta. Y su nombre también se lo puse yo.
- Kachina: Como come tanto, creció superrápido, así que antes de que me diera cuenta ya era así de grande.
- Tokto: Grrr, ¡grrr, grrr!
- Kachina: ¡Miren, ahí está nuestro destino! ¡La Arena Sacrofuego!
- Kachina: Aquí nos bajamos. ¡Gracias por traernos, Tokto!
- Tokto: ¡Grrr!
- Kachina: Lo que queda ya podemos caminarlo nosotros solos. Si no, Tokto acabará muy cansado de tanto ir y venir.
- Paimon: ¡Claro, con lo grande que es! ¡Muchas gracias, Tokto!
Sigue yendo a la Arena Sacrofuego
- Kachina: ¡Por fin llegamos! ¡Y justo a tiempo!
- Kachina: Iba a reunirme aquí con unos amigos, pero ¿dónde estarán y por qué no han llegado aún?
- Ahau: ¡Llevo tanto tiempo aquí que ya ni recuerdo a qué hora llegué! ¡¿Cómo puedes ser tan lenta?!
- Ahau: Que sepas que no solo estás haciéndoles perder el tiempo a ellos, sino también a mí, ¿me oyes? ¡A mí!
- Paimon: ¿Qu-qué es esta cosa? Qué saurio tan raro... Espera, ¿es siquiera un saurio?
- Kinich: Ya basta, un poco de respeto. Guárdate esos modales cuando estés con personas que no conoces.
- Kinich: Sabes que Kachina no se va a enfadar contigo, así que no te aproveches de ella y sé educado.
- Ahau: ¿Y a ti qué te importa? No te hagas el... ¡Eh! ¡¿Qué haces?!
- Kinich: Ya está, lo acabo de encerrar. Siento el espectáculo.
- Kachina: ¡Tampoco era necesario! Ahau es un poco directo, pero a mí no me importa.
- Mualani: Se lo merecía. Todo el santo día molestando y aun así no aprende, ¡hum!
- Kachina: Jeje, ¡Mualani, tú también estás aquí!
- Mualani: ¡Claro! No sabía que habías hecho nuevos amigos, ¡pensé que estabas en peligro o algo!
- Paimon: ¡Hola! ¡Paimon es Paimon!
Y yo soy (Viajero), un viajero.
- Mualani: ¿Un viajero? Pues llegas en buen momento. Lo que vas a ver en la Arena Sacrofuego no te decepcionará.
Vengo a convertirme en el campeón del torneo.
- Mualani: Jajaja, ¡me gusta cómo hablas! La gente de fuera no puede participar, pero ya es hora de que cambien esa regla.
Hola, esta es Paimon.
- Paimon: ¡Y él es (Viajero)! ¡Vamos, podrías presentarte tú mismo!
- Kinich: ¿Has venido tú sola? ¿Dónde están tus compañeros de equipo?
- Kachina: Buscando... un equipo con el que tengan más posibilidades de ganar.
- Kinich: O sea, que te volvieron a dejar tirada.
- Kinich: *Suspira*, puedes depender de otros en la competición por equipos, pero en la individual, todo depende de tus propias habilidades.
- Kachina: Sí, pero tampoco podía prometerles que fuéramos a superar la fase de equipos...
- Kachina: Al fin y al cabo, una gran parte de ella depende de los herederos de nombres antiguos.
- Mualani: Bueno, pero es que ni tú ni nadie pueden prometer nada. Vamos, no te presiones tanto a ti misma.
- Mualani: Lo único que te falta es confianza en ti misma. Todos sabemos que, en realidad, no eres para nada débil.
- Mualani: En la última Guerra de los Peregrinos, solo necesitabas tres victorias más.
- Paimon: Cierto, antes Paimon se quedó con las ganas de preguntar. Si el Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado es como una competición deportiva nacional, ¿entonces qué es esa “Guerra de los Peregrinos”?
- Kinich: Lo primero es un torneo de lucha; lo segundo, una auténtica guerra.
- Kinich: El rival es el eterno enemigo de Natlan: el Abismo.
El Abismo...
- Paimon: Así que aquí también existe el mismo problema...
- Paimon: A ver, a ver, a ver... Entonces, la recompensa para los ganadores del Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado es... ¡¿ir a la guerra?!
- Mualani: Claro. Si no, ¿por qué iba a llamarse “Guerra de los Peregrinos”?
- Mualani: Las tribus escogen a los guerreros más fuertes por medio del torneo; los guerreros que derrotarán al Abismo y protegerán nuestra nación.
- Mualani: Luego, sus nombres pasan a los anales de la historia y son recordados para el resto de la eternidad. Ese es el mayor honor que existe para alguien de Natlan.
Pero... ¿no es muy peligroso?
- Mualani: Evidentemente. Al ser una guerra, es inevitable que sea peligroso.
- Mualani: Aunque nuestro deber es luchar contra el Abismo, la Arconte Pyro nos bendice para que regresemos sanos y salvos.
- Kachina: ¡Y eso lo hace reviviendo a los muertos con la «Oda de la resurrección»!
- Paimon: ¡¿Revivir a los muertos con la «Oda de la resurrección»?!
- Kachina: Sí, jeje. Por eso no da tanto miedo. Es más, ¡hace que uno se sienta aún más valiente!
- Kinich: Bueno, queda poco tiempo, vamos a hacer la inscripción.
- Mualani: Pero entonces, Kachina, ¿qué vas a hacer? No irás a participar tú sola en la competición por equipos, ¿verdad?
- Paimon: De verdad que queremos ayudarte, pero como no somos de Natlan, no podemos hacer nada...
- Kinich: No hay un límite de participantes. Además, se apuntan tantos equipos que el combate puede llegar a ser muy caótico.
- Kinich: Así que por muy fuerte o mucha experiencia que tengas, no hay nada que garantice que todo vaya a salir como quieres.
- Kinich: En esos momentos, no está mal contar con más gente para cuidarse las espaldas.
- Mualani: ¡Ya sé qué pueden hacer! Cuando vayas a registrarte, pregunta a ver si pueden dar un permiso especial a estos dos viajeros.
- Mualani: *Suspira*, no creo que lo hagan, pero en ese caso, da la casualidad de que yo tampoco tengo muchos compañeros de equipo...
- Kinich: No querrás que yo sea el líder de tu equipo, ¿verdad?
- Mualani: ¡Acertaste! Vamos, ¿qué te parece? Con lo fuerte que eres, estaría genial que ellos pudieran unirse a tu equipo.
- Kinich: Por mí, bien, pero ¿ustedes no son también solo dos?
- Mualani: Jeje, pero dos son más que uno, ¡y sobre todo tratándose de nosotras dos!
- Mualani: Hasta estos viajeros que acaban de llegar a Natlan saben la diferencia que hay entre una y dos personas, ¿verdad?
- Paimon: ¿N-nosotros?
Con Paimon, nunca me sentiré solo.
Con Paimon, nunca me sentiré triste.
- Paimon: Jeje, ahora lo entiende Paimon. Claro, ¡dos personas no son lo mismo que una!
- Mualani: ¿Verdad? Ya lo dice una antigua frase de nuestra nación: “Nadie luchará solo”.
- Kachina: Pero ¿no crees que seré un estorbo para ti?
- Mualani: ¿Qué dices? No hay nadie en Natlan que pueda vencernos estando unidas.
- Kachina: Cuánto confías en ti... Eso me hace confiar más en mí misma.
- Kachina: *Suspira*, pero es muy raro ver un equipo formado por dos herederos de nombres antiguos. Seguro que piensan que soy una cobarde.
- Mualani: ¿Y eso qué importa? Ninguna regla lo prohíbe, ¿cierto? Pues ¿qué más te da lo que piensen los demás?
- Mualani: Además, hacemos esto porque no tenemos otra opción.
- Kinich: Anda, ve a explicárselo a tus antiguos compañeros de equipo, que a mí esas cosas se me dan muy mal.
- Mualani: Sí, lo sé. Qué menos que yo misma se lo diga.
- Mualani: Nos inscribiremos cuando lo haya dejado todo arreglado.
Regístrate para participar en el Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado
- Kinich: Es aquí. Esperemos a Mualani.
- Kachina: ¿Vieron esas banderas que había ondeando en la entrada?
- Paimon: Ahora que lo dices, Paimon cree que sí.
Vi que tenían distintos símbolos en ellas.
- Kachina: Esa es la bandera de mi tribu, los Vástagos del Eco, y sumada a las otras cinco, juntas conforman la actual Natlan.
- Kinich: ¿Por qué te pones a explicar eso de repente?
- Kachina: Jeje, no tenemos nada que hacer y les prometí que iba a contarles cosas sobre Natlan, ¡así que tengo que cumplir mi palabra!
- Kinich: Está bien. Pues yo soy de los Retoños Arbóreos, una tribu que vive en las montañas y que se lleva muy bien con los Yumkasaurios.
- Kachina: Mi amiga Mualani es del Pueblo de los Manantiales. Su tribu vive en la costa, así que tienen unos paisajes espectaculares y un pescado muy rico.
- Kachina: Luego, también está la Tribu Plumaflora, los Augures Vientonocturno, la Comunidad de la Feracidad...
- Kachina: Jeje, si tenemos tiempo después del Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado, los llevaré a visitarlas todas.
- Mualani: ¡Bienvenidos sean en nombre del Pueblo de los Manantiales! Como la jefa de la tribu no se encuentra aquí en estos momentos, déjenme darles la bienvenida por ella.
- Kachina: Vaya, ¡justo estábamos hablando de ti!
- Mualani: Ya está todo arreglado, fue sorprendentemente bien. Qué útil es el nombre de Kinich.
- Kinich: Seguramente piensan que les ofreciste una alternativa inofensiva para ellos.
- Mualani: ¿Estamos hablando de lo mismo? ¡TÚ eres esa alternativa! En fin, gracias por esperarme. Y ahora, ¡a inscribirnos!
- Cival: Hola, ¿vienen a registrarse?
- Mualani: Así es, pero antes de nada, me gustaría preguntarle... Tenemos con nosotros a dos viajeros interesados en el torneo. ¿Ellos podrían participar?
- Cival: Lo siento, solo las personas de Natlan tienen permitido participar.
- Mualani: ¿No podría hacer una excepción? Él es un aventurero muy famoso y fuerte. Vamos, seguro que el público quiere ver contendientes poderosos.
- Cival: No es tan sencillo, Srta. Mualani. Puede que para ustedes no sea más que una excepción, pero para nosotros, sienta un precedente que podría volver a ocurrir incontables veces en el futuro.
- Cival: Además de seleccionar guerreros poderosos, el otro propósito del Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado es reunir llamas beligerantes durante la batalla.
- Cival: Dichas llamas se meten en el Fuego Sagrado, ya que mientras este se mantenga vivo, el Abismo nunca podrá invadir Natlan.
- Paimon: Vaya, así que para eso se usa.
- Kinich: Sí. De hecho, esa fue la utilidad que tenía el Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado cuando se originó.
- Kinich: Ganen o pierdan, todos los participantes están aportando su granito de arena para defender Natlan, así que participar es de por sí un gran honor.
- Cival: Así es, es tal y como dice, Sr. Kinich. Por su parte, las llamas beligerantes solo se pueden producir cuando dos personas de Natlan luchan entre sí.
- Cival: La injerencia de un forastero afectaría a dicha producción, lo que, a su vez, también afectaría a la combustión del Fuego Sagrado.
- Mualani: Oooh, entonces todo es debido a las llamas beligerantes...
No pasa nada.
Lo entiendo, es un tema muy serio.
- Mualani: Bueno, no se preocupen, puedo darles un sitio desde el que se vea muy bien el combate.
- Paimon: ¡Qué bien! Ser espectadores tampoco está tan mal. Así nos sentiremos más como turistas.
- Paimon: Aunque... hay cosas que Paimon aún no entiende.
Algo no encaja con lo de la «Oda de la resurrección»...
¿Por qué necesitan escoger guerreros si tienen la «Oda de la resurrección»?
- Paimon: ¡Sííí, eso! Si en Natlan pueden hasta resucitar a los muertos, ¿por qué no van todos juntos a la guerra? Total, si les pasa algo, siempre pueden resucitar.
- Kinich: Un poder tan intenso como ese tiene sus limitaciones. En primer lugar, la «Oda de la resurrección» solo surte efecto en los herederos de nombres antiguos.
- Kachina: Aunque un humano corriente ganara en el Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado, no sería enviado a ir a luchar contra el Abismo.
- Kachina: Esto es para protegerlo, pero de todas formas sí gozaría del mismo honor que el de alguien que ha derrotado al Abismo.
- Mualani: Y aún hay otra condición. Esta es más fácil, jajaja. Se puede resumir en una palabra: ¡ganar!
- Paimon: ¿Ganar?
- Kinich: “Los perdedores se convertirán en cenizas de la guerra, mientras que los ganadores se reavivarán como el fuego”.
- Kinich: Solo se te concederá la resurrección si derrotas al Abismo. Si pierdes, no solo morirás, sino que tu nombre antiguo se destruirá y nadie podrá heredarlo.
- Kinich: Después de todo, las historias de los perdedores siempre acaban cayendo en el olvido con el tiempo, ya que su supervivencia es de por sí complicada.
Pero ¿por qué necesitaría resucitar un ganador?
- Paimon: ¡Efectivamente! ¿No había ganado? Los que pierden son los que necesitan resucitar, ¿no?
- Mualani: Tienen que entender que el equipo es un todo. Por ejemplo, imagínense que los cinco vamos a luchar contra el Abismo.
- Mualani: Aunque cuatro de nosotros muriéramos en la batalla, la «Oda de la resurrección» surtiría efecto siempre y cuando uno vuelva victorioso.
- Kachina: ¡Porque la victoria es algo digno de recordar por todos!
- Kinich: Evidentemente, el equipo debe ser lo suficientemente fuerte. Si no, el precio a pagar por la derrota sería demasiado alto.
- Kinich: Es por eso que la primera fase del Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado consiste en una competición por equipos. Bueno, y también para advertirnos de que no actuemos en solitario.
- Kinich: Porque nadie luchará solo. Aquellos que luchen en solitario perderán inevitablemente sin la oportunidad de regresar.
- Paimon: Suena bastante peligroso.
- Mualani: Es tanto una advertencia como una forma de dar ánimos.
- Mualani: Los peligros son inevitables, pero nosotros siempre permaneceremos unidos. Los héroes tienen a sus espaldas a toda Natlan y a la Arconte Pyro apoyándolos.
- Mualani: Además, el Abismo tampoco es un enemigo en concreto. Lo que hacemos normalmente es luchar contra los desastres y otros fenómenos que causa.
- Kinich: Yo morí una vez en la batalla y estuve un tiempo deambulando por el reino de las Wayob. Fue toda una experiencia.
- Paimon: ¿El reino de las Wayob? ¿Quieres decir que las Wayob son algo que existe de verdad en algún lugar de Natlan?
- Kinich: No sabría decir. Como a ese lugar no se puede llegar por métodos normales, poquísima gente ha podido establecer una comunicación mental con las Wayob.
- Kinich: Llamamos “Reino de la Noche” al sitio en el que se encuentran. Es un lugar muy misterioso situado entre el cuerpo y el alma, entre la vida y la muerte.
- Ahau: Es una verdadera lástima que la «Oda de la resurrección» te salvara.
- Kinich: Pues haberte liberado no se queda corto.
- Ahau: ¿Cómo osas faltarme el respeto a mí, el todopoderoso Señor de los Dragones, K'uhul Ahau? ¡Te arrepentirás de haber dicho eso!
- Cival: Mientras ustedes hablaban de nuestras costumbres culturales y se peleaban, yo ya terminé de hacer el registro.
- Cival: Como ya los conocemos, fue muy sencillo. Solo me queda anotar sus nombres según lo que ponga en sus tarjetas.
- Cival: Mientras tanto, pueden ir a descansar al hotel. Como de costumbre, la comida y el alojamiento de esta noche son gratuitos.
- Mualani: ¡Muy bien! Ah, se me olvidó decir que, antes del torneo, ¡toda la comida, la bebida y el entretenimiento corren a cuenta de la Arconte Pyro!
- Mualani: Se puede invitar a familia y amigos, ¡así que ustedes están incluidos! Vamos, ¡a disfrutaaar!
(Opcional: habla con Cival)
- Cival: Que descansen bien para estar en la mejor forma posible.
- Mualani: Adelante, coman sin vergüenza. Todos estos platos son muy típicos de aquí.
- Mualani: Pueden comer todo lo que quieran, y cuando terminen, traeré más. Así hasta que veamos a la Arconte Pyro pagar con lágrimas en los ojos, ¡jaja!
- Kachina: ¿D-de verdad podría ocurrir eso?
- Kinich: Bueno, la Arconte Pyro es muy generosa, pero el trabajo de estos días lo están haciendo principalmente los organizadores y los voluntarios del torneo.
- Kinich: Por cierto, para evitar problemas, encerré a Ahau por un tiempo.
- Paimon: ¿No estás siendo demasiado cruel con él?
- Mualani: No pasa nada, su relación es así. Cada persona tiene un trato distinto con su compañero.
- Kachina: Ah...
- Mualani: ¿Qué pasa, Kachina? Todavía pareces desanimada. Vamos, no te preocupes, ¡ya estoy yo para ayudarte!
- Kachina: Lo sé, lo sé. No estoy triste, solamente... nerviosa.
- Kachina: No puedo poner siempre la excusa de que soy muy joven. Algún día tendré que mejorar...
- Kachina: Si no, ¿cómo voy a demostrar que no estoy evitando ir a la Guerra de los Peregrinos?
- Mualani: Ni tienes que demostrar nada ni te tiene que importar lo que piensen los demás. Mientras tú realmente no pienses así, no deberías sentirte avergonzada de nada.
- Mualani: Si alguien piensa que no estás honrando tu nombre antiguo, que se lo diga a las Wayob.
- Mualani: Créeme. Si las Wayob te concedieron un nombre antiguo, es porque vieron algo en ti.
- Kachina: Pues a menos que sea porque tengo una buena resistencia y no es fácil causarme heridas...
¿No lo has hecho tan bien como desearías en los anteriores combates?
- Kachina: Así es, ya perdí unas siete u ocho veces. Aunque cada vez lo hago mejor, nunca he ganado.
- Kinich: En realidad, perder siete u ocho veces no es tanto como piensas. Puede que tu progreso no sea tan evidente, pero tampoco eres tan mala como para que otros hablen mal de ti.
- Paimon: ¡Eso, eso! ¿No dijiste que casi ganaste una vez?
- Kachina: Pero es que me da miedo meter la pata hasta el fondo y no pasar ni siquiera la competición por equipos...
- Mualani: Ay, vamos, deja ya de preocuparte, ¡me tienes a mí!
- Mualani: Si metes la pata, yo te la saco de dondequiera que la hayas metido. Y si no puedes con alguien, ¡yo te ayudo a derrotarlo!
- Mualani: No has probado aún el sabor de la victoria, pero ¿acaso no confías en mí?
- Kachina: Mualani... *Solloza*, qué buena eres conmigo...
- Kachina: Sí, ¡claro que confío en ti! Tienes toda la razón, ¡tengo que levantar el ánimo!
- Kachina: Aún no entiendo por qué las Wayob me dieron un nombre antiguo, pero...
- Kachina: Seguro había momentos en los que los anteriores herederos tampoco lo entendían. Y si ellos siguieron adelante, ¡yo también puedo!
- Kinich: ¡Así se habla! Si tu nombre antiguo se ha conservado hasta el día de hoy, quiere decir que los anteriores herederos lo honraron.
- Kinich: Si no, se habría hecho trizas durante alguna batalla y habría desaparecido para siempre.
- Paimon: ¡Exacto! Nosotros te estaremos animando. ¡Seremos tus animadores!
¡Tus animadores n.º 1 y n.º 2!
- Kachina: No, no, no, ¡no puedo permitir eso! Encima que fui yo la que, con toda la cara, les pregunté si podía ser su aprendiz...
- Kachina: Ay... Muchas gracias... *Solloza*, otra vez voy a llorar. Estoy tan emocionada... Hoy la gente no deja de ser buena conmigo.
- Kachina: ¿Pues saben qué? ¡Cuenten conmigo, porque voy a ganar! O al menos, no haré el ridículo enfrente de ustedes.
- Kachina: Por cierto, mi mamá siempre me dice que hay que comer para reponer energía, así que tengo que comer bien.
- Paimon: ¡Ahora sí que estás de buen ánimo!
- Mualani: Gracias por animarla un poco. Como la gente piensa que aún tiene que crecer, no hay muchos que sean pacientes con ella.
- Paimon: Nosotros hemos sentido su bondad y su esfuerzo, ¡y eso es justo lo que la hace brillar!
- Kachina: *Solloza*...
- Kinich: Vamos, cálmate, que estás llenando de lágrimas el cuenco.
- Kachina: ¡A-ahora mismo les sirvo la bebida! Es un jugo que exprimí yo misma en casa. Esperen un segundo y vengo con unos vasos.
- Paimon: ¡¿Lo trajiste de casa?!
- Mualani: Jajaja, la mochila de Kachina no tiene fondo. Si necesitan algo, seguro que ella lo tiene.
- Kinich: *Suspira*, es cierto, pero seguro que nos lo ha ofrecido para, de paso, encontrar un lugar en el que llorar un rato.
- Paimon: Paimon ve que todos cuidan mucho de ella.
- Mualani: Es como si fuera nuestra hermana pequeña. Es muy madura para su edad y ya hace las cosas muy bien, solo necesita el colofón de la victoria.
- Mualani: Y presiento que será esta vez. Si gana este Peregrinaje del Retorno del Fuego Sagrado, su transformación culminará.
- Paimon: ¿Por qué lo crees? ¿A ti te ha pasado algo parecido?
- Mualani: Ah, qué va, mi confianza en mí misma me viene de serie.
- Kinich: Mualani está siendo modesta. Ya ha participado tres veces en la Guerra de los Peregrinos. Las tres veces ganó de manera aplastante y nunca ha tenido que resucitar.
- Paimon: Guau, Mualani, ¡eso es que eres superfuerte!
- Mualani: Nah, es que los enemigos contra los que luché no eran para tanto, eran fáciles de derrotar. Espera, eso suena como si yo no fuera fuerte...
- Mualani: Lo que quiero decir es que tampoco era un reto muy complicado. Tengo muchas ganas de ir con Kachina y luchar codo con codo junto a mis amigos para volver entre flores y aplausos.
- Paimon: Claro, Paimon lo entiende perfectamente, ¡(Viajero) y Paimon también somos así!
Supongo que sí luchamos codo con codo...
- Paimon: ¿Cómo que “supones”? ¡Vamos, un poco más de seguridad al decirlo! ¡Paimon siempre te está animando!
¿Nosotros también luchamos codo con codo?
- Paimon: ¡Claro que sí! Y además, Paimon es tu guía, ¡algo muy importante!
- Kachina: Ya traje las bebidas. Rápido, tómense el jugo mientras está fresco.
- Paimon: Paimon te ve muy bien, Kachina.
- Kachina: ¿Yo? Jeje, sí, estoy bien, solo un poco nerviosa.
- Kachina: Voy a comer un poco de carne, y después, haré algo de ejercicio para ir calentando.
- Mualani: ¡Voy contigo!
- Kinich: Eh, no se emocionen tanto, que mañana hay que madrugar y no querrán quedarse dormidas.
- Mualani: Jeje, lo dices porque tú nunca te quedas dormido.
- Kinich: Capto la indirecta. Mañana por la mañana llamaré a su puerta para despertarlas.
- Mualani: ¡Tú siempre tan inteligente, Kinich!
Curiosidades[]
- La línea "¡Hay algo enorme volando por los cielos!" que dice el Viajero después de ver por primera vez al Qucusaurio hace referencia a la línea de voz de Paimon del comienzo de la misión de Arconte, Prólogo: Encuentro en el bosque.
Otros idiomas[]
Idioma | Nombre oficial |
---|---|
Español | Destino: ¡Natlan! |
Inglés | Natlan! A New Adventure |
Chino (Simplificado) | 纳塔!新的旅程 |
Chino (Tradicional) | 納塔!新的旅程 |
Japonés | ナタ!新たな旅へ |
Coreano | 나타! 새로운 여정 |
Francés | Nouvelle aventure à Natlan ! |
Ruso | Натлан! Новое путешествие |
Tailandés | Natlan! การเดินทางครั้งใหม่ |
Vietnamita | Natlan! Chuyến Hành Trình Mới |
Alemán | Natlan! Ein neues Abenteuer |
Indonesio | Natlan! Petualangan Baru |
Portugués | Natlan! Uma Nova Aventura |
Italiano | Natlan! Una nuova avventura |
Turco | Natlan! Yeni Bir Macera |
Historial de cambios[]
- Versión 5.0
- Destino: ¡Natlan! se añadió al juego.