Un guardián perdido entre las antiguas ruinas del desierto, perfectamente capaz de castigar a todo intruso que ose perturbar los puros sueños de su soberano. El señor del mar de arena estudió conocimientos prohibidos en su afán de construir su paraíso soñado, y estas máquinas puede que sean fruto de sus estudios. Este paraíso, sin embargo, hace tiempo que desapareció, y ahora esos sueños y promesas olvidados por los mortales solo se conservan en los mantras inscritos en estas máquinas.