Como un héroe triunfante es una misión de Arconte, que forma parte de Capítulo III: Acto III - Quimeras, ilusiones y engaños .
Detalles[]
- Habla con Katheryne de Sumeru
- Continúa la conversación con Nahida en otro lugar
- Reúne información según las instrucciones de Nahida
- Habla con Nahida
- Espera hasta la tarde del día siguiente (12-18 h)
- Ve al mercado para ejecutar el plan de Nahida
- Sigue a Setaria
- Espera a que Nahida entre en la consciencia de los habitantes y habla con Setaria
- Sigue a Setaria
- Espera a que Nahida entre en la consciencia de los habitantes y habla con Setaria
- Espera hasta la noche del día siguiente (19-00h)
- Reúnete con Nahida
- Ve a la Academia de Sumeru
- Coteja la información que tienes
Recompensas[]
Notas[]
- Al poseer a Nabiya recibirás el logro "Alma extracorpórea", del conjunto de logros Maravillas del mundo.
- Al completar la misión recibirás el logro "El imaginario del Dr. Dottore", del conjunto de logros Maravillas del mundo.
Diálogos[]
- (Habla con Katheryne de Sumeru)
- Katheryne: Ad astra abyssosque, nos encontramos de nuevo.
- Paimon: Katheryne, ¿qué encargos tienes hoy para nosotros?
- Katheryne: Encargos... Humm... Déjenme pensar...
- Katheryne: ¡Ah, sí! Esta tarde, pueden ir al simposio de la Academia y recitar un poema de amor en la palestra.
- Paimon: ¿Qu-qué dijiste?
- Katheryne: No olviden llevar un Daguerrotipo para tomar imágenes de la reacción del público después del recital.
- Paimon: ¿Cómo puedes tener un encargo así?
Solo de pensarlo me muero de vergüenza.
La reacción del público debería ser... intensa.
- Katheryne: Veo que este encargo no es de su agrado.
- Katheryne: Entonces, ¿qué tal este? Vayan a Puerto Ormos y convenzan a Los Eremitas de allí para que hagan trabajo voluntario en el orfanato.
- Paimon: ¡Ese es igual de malo!
Nos darían una paliza, ¿verdad?
Los mercenarios y los orfanatos no van de la mano.
- Katheryne: Humm, imagino que la reacción de esos Eremitas sería bastante interesante.
- Paimon: ¿Puedo preguntar quién ha hecho estos encargos?
- Katheryne: ¿Que quién los ha hecho?... Ah, en realidad soy yo la que quiere verlos en acción.
Tú no eres Katheryne, ¿verdad?
Eres Nahida, ¿cierto?
- Nahida: Jeje, ¿ya me han descubierto? Esperaba que aceptaran esos encargos. Sería una buena oportunidad para observar a los humanos...
- Paimon: ¡Así que eres Nahida! Paimon sabía que Katheryne no haría ese tipo de bromas. ¿Cuándo te metiste en su cabeza?
- Nahida: Humm... Cuando dijo aquella frase de "Ad astra abyssosque".
- Paimon: ¡¿Quieres decir que estabas ahí desde el principio?!
- Paimon: ¿Ya descansaste lo suficiente, Nahida?
- Nahida: Bueno, he estado durmiendo desde que me despedí de ustedes la última vez. Tuve un sueño muy, muy largo.
Parece que el Akasha no puede robarle los sueños a los dioses.
¿Qué soñaste?
- Nahida: También fue un sueño sobre el Festival Sabzeruz, pero esta vez fue uno bueno.
- Nahida: En el sueño, estaba sentada en medio de una terraza con flores. Todos en Sumeru estaban felizmente tomados de las manos, dando vueltas a mi alrededor.
- Nahida: También estaba sentada en una gran carroza de flores. Farris, el Caballero de las Flores, me sostenía en alto, mientras lanzaba sin parar caramelos yalda a los niños...
- Paimon: Nahida... Tal vez el Festival Sabzeruz debería celebrarse como en tu sueño, con todos juntos y felices celebrando tu cumpleaños...
Sí...
Pero en realidad...
- Nahida: ¿Qué? ¡Les estoy contando un sueño muy feliz! ¿Por qué ponen esa cara? ¿Esto es a lo que se le llama... "compasión"?
- Paimon: ¡No, no nos estamos compadeciendo de ti! Eso solo pondría las cosas peor. Solo queremos que no te sientas tan triste.
- Paimon: Hablando de eso, ¿has visitado a Dunyarzad? ¿Cómo está? Desde que los Homayani prohibieron el paso a los extraños tras el festival, no hemos tenido la oportunidad de verla.
- Nahida: Después de despertarme, lo primero que hice fue ir a visitarla. La encontré descansando.
- Nahida: Su estado se ha estabilizado. Pero ya que la eleazar es la manifestación en humanos de las zonas marchitas, la única cura es solucionar el marchitamiento de Irminsul.
- Nahida: Pero en la situación actual, es imperativo averiguar qué están haciendo los sabios y qué traman.
- Paimon: ¡Exacto! Si se produce otro incidente como el samsara del Día del Sabzeruz, las consecuencias serían catastróficas.
- Nahida: Así que nuestra prioridad es investigar y detener a los sabios. En cuanto a cómo lograrlo, mejor hablemos de eso en otro lugar. Por aquí pasan demasiados aventureros.
- Paimon: ¡Tienes razón! Aventureros, perdónennos. ¡Tomaremos prestada a Katheryne un rato!
- (Continúa la conversación con Nahida en otro lugar)
- Nahida: Continuemos nuestra charla aquí.
- Paimon: ¿Tienes alguna idea de cómo podemos investigar a los sabios, Nahida?
¿Quieres poseer directamente a una figura clave de la Academia?
- Nahida: Ya lo he intentado, pero todos los miembros clave de la Academia, incluso los guardas del Regimiento de los Treinta, evitan a propósito llevar sus conmutadores Akasha.
- Nahida: Parece que desde el principio han querido evitar que se filtre cualquier información a través del Akasha. Por supuesto, también puede ser porque desconfíen de mí.
- Paimon: ¿Ya se han fijado en ti los sabios?
- Nahida: No lo creo todavía. Pero no sería extraño que desconfiaran de mí después de oír las leyendas urbanas que circulan.
- Nahida: En cualquier caso, no puedo poseer directamente sus consciencias.
¿Vas a poseer a un estudiante y colarte en las oficinas de los sabios?
- Nahida: No, eso sería demasiado peligroso.
- Paimon: ¿Quieres decir que sería muy fácil que te descubrieran?
- Nahida: No, quiero decir que no debemos involucrar a estudiantes inocentes en esto. Un solo error podría arruinar sus vidas.
- Nahida: Proceder así sería poner en peligro a mi gente por mis propios fines. ¿Qué diferencia habría con lo que están haciendo los sabios?
- Paimon: Eso tiene sentido. ¡Se nota que eres la Arconte de Sumeru!
¿Qué tal si tomamos a alguien cercano a un sabio y lo interrogamos?
- Nahida: Ahora mismo debemos movernos en las sombras. No debemos llamar la atención sobre nosotros mismos sin conocer los verdaderos planes de nuestros enemigos. Las consecuencias podrían ser desastrosas.
- Nahida: Después de todo, los habitantes de la Ciudad de Sumeru son sus rehenes.
No se me ocurre nada más.
- Paimon: Humm... ¿De verdad nos hemos quedado sin opciones?
- Paimon: Nahida, tú eres superinteligente, así que seguro que ya tienes algo pensado... ¡Deja de mantenernos en ascuas!
- Nahida: Según una teoría muy extendida en la Escuela de Etiología de la Academia, descartar primero las propuestas inviables al principio de una sesión de planificación hará que la propuesta real sea más convincente.
- Paimon: Sí, sí, muy astuta. Pero tú eres la Diosa de la Sabiduría, no te hace falta recurrir a esas artimañas para que tomemos en serio tus ideas.
- Nahida: Muy bien. Ha pensado que, si no puedo poseer directamente a los líderes y tampoco quiero implicar a gente normal...
- Nahida: ... Entonces debo encontrar a alguien que ya está involucrado, pero que aún no está seguro de qué lado está.
- Paimon: ¿Quieres decir que quieres reclutar a un espía? Humm, podría funcionar...
- Paimon: ¡Oh! Antes de regresar conocimos a alguien llamado Alhacén. Siempre trabaja solo y le gusta hacer chanchullos a espaldas de la Academia. Seguramente no están confabulados.
- Nahida: En realidad ya tengo a alguien. ¿Recuerdan a una erudita llamada Setaria?
- Paimon: Setaria ... ¡Ah, Paimon la recuerda! ¿No es la asistente que siempre va detrás del Gran Sabio de la Academia?
- Paimon: Nos encontramos con ella prácticamente en cada samsara del Día del Sabzeruz. Podría decirse que somos ya viejos enemigos...
- Paimon: ¡Paimon recuerda la forma tan arrogante y ruda con que siempre se dirigía a Nilou!
- Nahida: Ajá. Siempre me ha gustado a observar a gente de toda condición, y Setaria me ha parecido alguien especial.
- Nahida: Viene del desierto y la consideran como la más brillante de ellos. Gracias a sus dotes académicas, fue aceptada de forma excepcional en la Academia y tuvo la oportunidad de convertirse en asistente de los sabios.
- Paimon: ¡Oh, Paimon no sabía que venía del desierto! Entonces deber ser realmente alguien especial. La mayoría de los habitantes del desierto que hay por la ciudad trabajan de mercenarios.
- Nahida: "Setaria" significa "estrella". Cuando vivía en el desierto, relucía como la estrella más brillante del cielo nocturno.
- Nahida: Más tarde, el sol la eligió y se convirtió en una estrella diurna que complementaría la luz del sol.
- Nahida: Pero poco después, vio cómo el sol quemaba el mundo y provocaba muchos desastres.
- Nahida: La estrella empezó a dudar. En vez de estar junto a un sol así, ¿no sería mejor regresar para iluminar el cielo nocturno?
- Nahida: Pero al final, no pudo renunciar a la radiante luz del día. Así que enterró su culpa en lo más profundo de su corazón y cerró los ojos...
Esta no era una simple metáfora...
Eso es lo que realmente piensa Setaria, ¿cierto?
- Paimon: Por lo que dices, parece que Setaria se está aferrando a las oportunidades académicas que aquí tiene...
- Paimon: Entonces, ¿no apoya en realidad a las maquinaciones de la Academia? Y además se siente culpable por no hacer más por su tierra natal... ¡Solo está huyendo sus problemas!
- Nahida: Exactamente. Cuando se enfrentan a dilemas morales, muchas personas deciden cerrar los ojos y seguir la corriente hasta que la situación ya no tiene arreglo.
- Nahida: A pesar de su sentimiento de culpa, se ha convertido sin darse cuenta en cómplice de los sabios y ya no puede negar que ha contribuido a sus maquinaciones.
Parece la candidata ideal.
- Nahida: Sí. Pero tenemos que encontrar la forma de que vuelva a enfrentarse a sus problemas...
- Nahida: Así, no solo puede aportarnos información valiosa, sino también tendrá ocasión de redimirse.
- Nahida: Según mis observaciones, Setaria se toma un descanso cada diez días para irse de compras al centro de la ciudad.
- Nahida: Resulta que mañana por la tarde es su "día de compras". Esa será nuestra oportunidad.
- Nahida: Para prepararnos, tendremos que ir a los lugares que suele frecuentar y hablar con los comerciantes de allí.
- (Reúne información según las instrucciones de Nahida)
- Nahida: Este debe ser el puesto de adivinación que Setaria suele frecuentar.
- Paimon: ¿Vamos a preguntarle si tiene alguna información sobre ella?
- Nahida: No, ya tengo suficiente información sobre Setaria. Ahora, lo más importante es que presten atención a la forma de hablar y a las características clave de la adivina.
- Paimon: ¿"Forma de hablar" y "características clave"?
- Nabiya: Pobres corderitos perdidos, ¿están confundidos sobre su destino?
- Nabiya: La voz de la sabiduría divina llega a menudo a mis oídos. Si hoy los dioses los bendicen, quizá pueda guiarlos.
- Paimon: ¿De verdad? ¿Sueles susurrarle al oído, Nahida?
- Nahida: ¡Shh! *Ejem*, mi amigo tiene algunas dudas sobre su futuro. ¿Puedes hacerle una lectura?
- Nabiya: Humm... Por supuesto. Veamos...
- Harut: ¡*Miau*!
- Nabiya: ¡Ah! Parece que a Harut y a Marut no les has gustado. ¿Alguna vez ofendiste a los dioses?
- Paimon: Burlarse del Arconte Anemo, cuestionar la capacidad financiera del Arconte Geo, pelear contra la Arconte Electro... ¿Todo esto cuenta?
- Nabiya: ¿Eh?
- Nahida: N-no importa. Viajero, tú primero. Elige un tema para adivinar.
Quiero saber sobre mi salud.
- Nabiya: ¿Tu salud? No hay problema.
- Nabiya: ...
- Nabiya: Humm.... Humm... Los dioses han hablado. La verdad será revelada.
- Nabiya: Tu vida será... será... ¿Eh? ¿Miles y miles de años? Imposible...
Quiero saber sobre mi vida amorosa.
- Nabiya: ¿Tu vida amorosa? No hay problema.
- Nabiya: ...
- Nabiya: Humm.... Humm... Los dioses han hablado. La verdad será revelada.
- Nabiya: La persona cuyo destino está entretejido con el tuyo aparecerá en... en... ¿Eh? ¡Hay mucha gente! ¿Cómo puede haber tanta gente?...
- Nabiya: Harut y Marut, ¿interfirieron en mi adivinación? Nunca he visto resultados tan absurdos.
- Harut: ¿Miau?
- Paimon: En realidad, Paimon cree que tal vez es la adivinación más precisa que has hecho...
- Nabiya: *Ejem*, está bien. Reconozco que la matriz celestial no está en su mejor momento. Así que no les cobraré nada.
- Nahida: Bueno, no es tu culpa.
- Nabiya: La próxima vez, traigan ofrendas de comida para contentar a Harut y Marut. Quizá puedan hacer que la rueda del destino gire en otra dirección...
- Paimon: ¿Es este otro de los puestos que a Setaria le gusta frecuentar?
- Nahida: Sí, pertenece a Akim. Su padre ayudó mucho a Setaria cuando acababa de llegar a la Ciudad de Sumeru, así que siempre que tiene tiempo viene aquí.
- Nahida: Cuando hablen con él, presten atención a los detalles de nuestra conversación.
- Akim: Hola, estimados clientes. ¿Les gustaría ver nuestros artículos de cerámica?
- Nahida: Hemos oído que eres muy hábil, así que decidimos pasar por aquí y comprobarlo.
- Akim: Ah, te conozco. ¿No eres la Srta. Katheryne del Gremio de Aventureros? ¡Parece que esta será una gran oportunidad de negocio!
- Nahida: Hablando de eso, ¿dónde aprendiste tu oficio?
- Akim: Se podría decir que fue por culpa de mi padre. Es albañil. Cuando aprendía con él, empecé a interesarme por el barro.
- Akim: Más tarde, empecé a hacer alfarería a escondidas. Cuando vi que estaba haciendo un trabajo decente, decidí cambiar de carrera. Es una pena que no tenga forma de utilizar el conocimiento que me transmite el Akasha.
- Paimon: Es estupendo poder trabajar en lo que te gusta.
- Nahida: ¿Y tu padre sigue trabajando como albañil?
- Akim: No, ya no. Hace unos años, se cayó del tejado mientras trabajaba y se rompió una pierna. De todos modos, ahorró bastantes Moras en su vida, y ahora disfruta de una vida de retiro en Puerto Ormos.
- Nahida: Entiendo. Espero que tenga una vejez feliz y tranquila.
- Nahida: Pediré a algún encargado de la logística del gremio que venga a ver tus productos otro día. No te molestaremos más por hoy.
- Akim: De acuerdo, no hay problema. Estarán satisfechos con nuestros productos.
- Nahida: Esta será nuestra última parada. Setaria siempre echaba de menos la comida de este restaurante cuando trabajaba en la Academia. Siempre que venía a la ciudad, se pasaba por aquí.
- Paimon: ¡Has pensado en todo, Nahida!
- Nahida: Al fin y al cabo, es mi deber cuidar del pueblo de Sumeru.
- Nahida: Hola. Me parece que te he visto antes por el puerto...
- Chishan: ¿Eh? No lo recuerdo.
- Nahida: Si no me equivoco, discutías con alguien sobre diseño de barcos.
- Chishan: ¡Ah, sí! Siempre me han interesado las maravillas de la ingeniería marítima.
- Chishan: Al fin y al cabo, pasé mi infancia en el puerto de Liyue viendo los barcos ir y venir. Luego vine a estudiar a Sumeru, pero desgraciadamente no tengo mucho talento y no fui admitida en la Academia.
- Chishan: Sin embargo, sigo discutiendo a menudo sobre estos temas con eruditos de diversas ramas, y también sigo estudiando e investigando en el sótano del restaurante. ¡Seguro que aprobaré el próximo examen de ingreso a la Academia!
- Nahida: Tu motivación para estudiar es admirable. Mis respetos.
- Paimon: Hay gente muy trabajadora en todas partes.
- Nahida: Entonces, ¿este restaurante tiene un sótano? Es la primera vez que oigo hablar de ello.
- Chishan: Ah, sí. Normalmente no está abierto a los clientes y, por lo general, solo se utiliza para que descanse el personal y para eventos privados.
- Nahida: Ya veo... Tiene sentido. Bien, que tengas buena suerte en los estudios, Srta. Chishan.
- Chishan: Jaja, gracias. Me basta con poder convertirme en una alumna de pleno derecho de la Academia.
- (Habla con Nahida)
- Paimon: ¿Terminamos de hablar con todos?
- Nahida: Sí. Tres caras conocidas deberían ser suficientes para Setaria.
- Paimon: Pero ¿para qué quieres toda esta información? Nahida, todavía no nos has dicho cómo conseguir que Setaria se enfrente a sus problemas.
- Nahida: Setaria está acostumbrada a huir de los problemas, así que primero debemos atravesar sus barreras mentales.
- Nahida: Recuerdo que mencionaste que Los Eremitas de Puerto Ormos siempre están con la cantinela de la inminente resurrección del Rey Escarlata.
- Nahida: Aunque se trate de una tontería tan grande como una catedral, puede que podamos usar esta creencia de su tierra natal, el desierto, para golpear a Setaria en su punto débil.
- Paimon: Ah... Paimon cree que lo entiende. ¿Quieres aprovecharte de la culpa que siente Setaria sobre su tierra natal?
- Paimon: Aunque sabe que tendría que volver para ayudar a la gente del desierto, lo único que ha hecho es conspirar con los sabios de la Academia...
Si el Rey Deshret la acusara por sus actos...
Si el Rey Deshret demandara algo de ella...
- Paimon: Humm, ¿y cómo lo hacemos exactamente?
- Nahida: Por un lado, el Rey Escarlata desapareció ya hace mucho. Y por otro lado, Setaria es demasiado lista para caer en una trampa cualquiera...
- Nahida: Si fingimos ser seguidores del Rey Escarlata para dirigirnos a ella, seguro que sospechará y no lograremos nada.
- Nahida: Pero si tomamos "prestados" algunos de sus allegados... Su reacción sería seguramente muy distinta.
- Paimon: ¿Quieres decir que poseerás a las personas con las que acabamos de hablar?
- Nahida: Sí. Poseeré su consciencia a través del Akasha, les haré estar convencidos de que se convirtieron a la fe del Rey Escarlata, y luego les comunicaré nuestra inventada "voluntad del Rey Escarlata".
- Nahida: Mientras actuemos de forma natural, seguro que podremos atravesar sus barreras mentales sin que se dé cuenta.
- Paimon: Ah, así es como pretendes usar toda la información que hemos reunido sobre esas personas. ¡Para no correr el riesgo de quedar expuesta cuando las poseas! ¿no? Ciertamente, poseerlas solo funcionará si puedes hacerte pasar por ellas.
- Nahida: ¡Exacto! ¡Así que buena suerte cuando las suplanten!
- Paimon: ¿"Buena suerte"? ¡P-pero no sabemos cómo poseer a la gente!
- Nahida: Eso no es ningún problema. Puedo compartir sus sentidos con ustedes después de poseerlas. Mientras lleven puesto el conmutador Akasha, el efecto será básicamente como si ustedes las hubieran poseído.
- Paimon: Qué conveniente. ¿Pero por qué tiene que hacerlo él? ¿No puedes hacerlo tú?
- Nahida: Aunque llevo observando a la gente cierto tiempo, nunca se me ha dado bien imitarla...
- Paimon: Humm, tienes razón. Eso ha quedado bien patente cada vez te haces pasar por Katheryne.
Está bien.
Lo intentaré.
- Nahida: Ay... Preferiría dejar a esas personas en paz si hubiera otra manera. Pero tal como están las cosas, será mejor aceptarlo y seguir adelante.
- Paimon: Sí, no te sientas culpable. Lo hacemos por el bien de todos y además solo los tomaremos prestados por poco tiempo.
- Nahida: ¡Bien! Pasaremos a la acción mañana por la tarde.
- (Espera hasta la tarde del día siguiente (12-18 h))
- (Ve al mercado para ejecutar el plan de Nahida)
- Paimon: ¡Miren, ahí está! ¡Es Setaria!
- Nahida: La seguiremos sigilosamente y cuando se ponga a hablar con uno de sus allegados, buscaremos un lugar seguro para poseerlo.
- Nahida: Dejo en tus manos convencerla para que se pase a nuestro bando, Viajero. Confío en que sabrás qué decir.
- Paimon: ¡Paimon está muy nerviosa! ¡Bien, allá vamos!
- Paimon: Parece que empezaron a hablar. ¡Busquemos un buen escondite y empecemos la posesión!
- Logras "poseer" a Nabiya."
- Setaria: ... Sí, es cierto que no se puede forzar una relación. Y además, la gente que me rodea tiene unos orígenes y puntos de vista muy distintos a los míos...
- Setaria: ¿Eh? ¿Me estás escuchando, Nabiya?
- Nabiya: ¡Ah, s-sí, te escucho! Hablabas sobre tus problemas amorosos, ¿no? Lo he oído todo.
- Setaria: Bueno, está bien. Parecías un poco distraída hace un instante.
- Harut: ¡*Miau*!
- Setaria: Qué raro... Tus gatos se ven muy inquietos. ¿Les pasa algo?
- Setaria: Pensaba que eran unos gatitos muy dóciles y alegres. Por cierto, ¿cómo se llaman?
Hamru y Tamru.
- Setaria: Oh, ¿en serio? Esos nombres no me suenan...
- Nabiya: Ah, bueno... E-en realidad, tienen varios nombres. Los llamo de forma distinta según mi estado de ánimo ese día.
- Setaria: Ya veo, no debe ser fácil para ellos acostumbrarse.
Harut y Marut.
- Setaria: ¡Ah, sí! Los pequeños Harut y Marut. Son un encanto, ¿verdad?
- Nabiya: *Ejem*. ¿Qué quieres que adivine hoy? Supongo que viniste a escuchar la voz de la sabiduría divina.
- Setaria: Hummm... Me gustaría que me adivinaras de nuevo mi futuro amoroso, pero para ser honesta, he estado hecha un lío últimamente...
- Nabiya: ¿Un lío?
- Setaria: Sí, bueno... ¿Puedes adivinar cuándo terminará el proyecto en el que estoy trabajando? Tengo tantas ganas de que sea pronto...
- Nabiya: Ya veo... No hay problema. A ver... Que la verdad sea revelada.
- Nabiya: ...
Jojojo, ¡los dioses han hablado!
- Setaria: *Pfft*... Lo siento, pero tu nueva letanía es graciosísima. No pude evitarlo...
- Nabiya: ¡Ah! *Ejem*, no prestes atención a estos detalles.
Humm... Humm... ¡Los dioses han hablado!
- Nabiya: Los dioses preguntan...
- Nabiya: "Setaria, ¿por qué no has regresado aún a casa?".
- Setaria: ¿Regresar a casa?... ¿De verdad saben los dioses todo lo que he estado pensando?
- Nabiya: "Setaria, ¡¿por qué no has regresado aún a casa?!". Esta vez es más una orden que una pregunta... Los dioses parecen estar muy enfadados.
- Setaria: ¡Ah! Ah... Lo siento, sé que les he fallado. ¡Por favor, envíales mis más sinceras disculpas e implórales su perdón divino!
- Setaria: Además, no sé si puedo preguntar... Pero Nabiya, ¿es algún dios concreto quien te está hablando?
- Nabiya: ¡Hum!... Qué pregunta tan grosera e inmadura. Por supuesto que es el más sabio y poderoso de todos: ¡el Rey Escarlata!
- Setaria: ¿El Rey Escarlata? No me extraña que me hablara así... No, espera un momento. El Rey Escarlata falleció hace mucho tiempo...
- Setaria: Aunque la noticia de su resurrección se ha estado propagando como el fuego, solo es una campaña de desinformación lanzada por la Academia... ¿Cómo puede seguir existiendo el Rey Escarlata?
(¿Eh? ¿La resurrección del Rey Deshret es una campaña de desinformación?)
- Nabiya: ¡Qué insolencia! Soy la seguidora más fiel del Rey Escarlata, ¿cómo puedes negar sus palabras de sabiduría divina?
- Setaria: No, no, en absoluto... Como hija del desierto, me llena de gozo saber que la gracia del Rey Escarlata ha llegado hasta esta ciudad.
- Setaria: Reflexionaré detenidamente sobre sus demandas... Lo siento, debo irme ahora.
- Nabiya: Eh, espera...
- Paimon: Guau, se fue a toda prisa. ¡Y parecía bastante alterada!
- Nahida: ¡Bien hecho, Viajero! Parece que Setaria no notó nada raro.
- Nahida: Que eso que ha tratado desesperadamente de evitar apareciese de repente para amonestarla... Ahora mismo debe estar conmocionada.
- Paimon: Nahida, parece que después de todo entiendes muy bien las emociones humanas.
- Nahida: Solo sé algunas teorías abstractas de la Escuela de Semiótica. Pero durante el tiempo que he pasado con ustedes he comprobado que muchas de ellas son completamente inútiles. Todavía estoy intentando encontrar un sentido a todo...
- Nahida: Bueno, dejemos ese tema y alcancemos rápido a Setaria.
- (Sigue a Setaria)
- (Espera a que Nahida entre en la consciencia de los habitantes y habla con Setaria)
- Setaria: ... No es nada. Un asunto me retuvo un poco.
- Setaria: Por cierto, me pediste que te ayudara a encontrar un trabajo. ¿Qué tipo de trabajo te interesa?
Humm... Quiero ser jardinero.
- Setaria: ¿Jardinero? ¿No dijiste que odiabas era todo lo que tuviera que ver con plantas? ¿Recuerdas lo enfadada que estuve contigo al saber que te deshiciste a escondidas del bonsái que te regalé?
- Akim: Esto... Bueno, es que... Es que un amigo mío me dijo que el secreto para superarse a uno mismo es trabajar en cosas en las no se es bueno.
- Setaria: ... De acuerdo. Pero no pensaba que considerases un trabajo así.
Quiero ser albañil.
- Setaria: Oh, la profesión de tu padre... ¿Cómo pude olvidarlo?
- Setaria: Hablando de él, ¿cómo se encuentra? ¿Está mejor ahora?
Está mucho mejor. Incluso camina con menos dificultad ahora.
- Setaria: Bien, me alegra saberlo. He estado pensando mucho en él... Me encantaría visitarlo si tuviera más tiempo libre.
Está mucho mejor. Incluso empieza a levantar cosas con los brazos.
- Setaria: ¿Eh? ¿No se lastimó la pierna? Recuerdo que siempre había estado muy orgulloso de sus fuertes y robustos brazos.
- Akim: Ah... Ha-hace un tiempo le dio un esguince en el brazo cuando alardeaba de su fuerza. Creí que lo sabías.
- Setaria: Por cierto... Tu padre sigue en Puerto Ormos, ¿verdad?
- Akim: Sí, ya lleva un tiempo allí disfrutando de su jubilación.
- Setaria: Escríbele una carta cuando tengas tiempo. Hazle saber que la fe en el Rey Escarlata ha arraigado en Puerto Ormos y es está extendiendo por toda Sumeru...
- Setaria: Siempre ha sido muy temperamental y un seguidor devoto de la Arconte Dendro. Temo que se pelee con esos seguidores del Rey Escarlata por diferencias de credo...
- Akim: ¿Ah, sí? ¿Y de qué lado estás tú? ¿De la Academia o del Rey Escarlata?
- Setaria: Bueno, yo...
- Akim: Ay, no sabes cómo te envidio, que naciste hija del desierto... Lástima que decidieras traicionar al Rey Escarlata y ahora estés siempre con esos indeseables de la Academia.
- Setaria: ¿Akim? No me digas que... tú también eres un seguidor del Rey Escarlata.
- Akim: ¿Qué hay de raro en que me haya convertido en creyente del sabio Rey Escarlata? De hecho, lo raro es que tú aún no te hayas decidido de qué lado estás.
- Setaria: ¿Yo? ¿Qu-que no puedo decidir de qué lado estoy?
- Tras terminar de hablar, Setaria se da la vuelta y se va.
- Paimon: Guau, Viajero. Paimon no tenía ni idea de que esto se te daba tan bien.
Antes de darme cuenta, ya estaba metido de lleno en el papel.
No me pasé de la raya, ¿verdad?
- Nahida: Sacaste a relucir el problema delante de sus mismísimas narices. Puede resultar un tanto abrumador para Setaria...
- Nahida: Una vez que todo haya terminado, le haré una visita mental y le explicaré todo. Pero bueno, vamos a seguirla.
- (Sigue a Setaria)
- (Espera a que Nahida entre en la consciencia de los habitantes y habla con Setaria)
- Setaria: ... Entonces, Chishan, ¿has notado algo extraño en la ciudad últimamente?
- Setaria: ¿Como si alguien te hubiera sermoneado o algo parecido?
No, paso todo mi tiempo libre estudiando en el ático.
- Setaria: Espera, ¿dijiste el ático? Recuerdo que aquí no hay ático, y que sueles estudiar en el sótano, ¿no?
- Chishan: ... Oh, bueno... El restaurante añadió hace poco un pequeño ático. He estado estudiando allí porque está mejor iluminado.
No, paso mi todo mi tiempo libre estudiando en el sótano.
- Chishan: Oh sí, hablando de cosas extrañas...
- Chishan: ... He celebrado tantas veces el Festival Sabzeruz que ya perdí la cuenta. Es muy extraño.
- Setaria: Espera, ¿cómo te diste cuenta de eso? Es imposible. Nada en el informe mencionaba algo así...
- Chishan: ¿Aún no te has dado cuenta de que los trucos baratos de la Academia no pueden engañar a todos los ciudadanos de Sumeru?
- Setaria: ...
- Setaria: ... Chishan, no me digas que tú también te has convertido en seguidora del Rey Escarlata.
- Chishan: Qué pregunta tan absurda. Es como si implicases que debería avergonzarme de creer en el Rey Escarlata.
- Chishan: ¿No deberías avergonzarte tú, que trabajas codo a codo con la Academia y tratas a la gente como sujetos de prueba?
- Setaria: Por favor... ¡Cállate!
- Setaria sale corriendo.
- Paimon: Incluso ahora Setaria sigue intentando huir de sus problemas...
¿Me pasé de la raya?
- Nahida: No, ya no puede seguir justificándose todo a sí misma...
- Paimon: ¡Miren! ¡Está intentando hablar con los guardias! ¿Qué hacemos?
- Nahida: ¡Aquí viene la parte más importante! ¡Prepárense!
- Setaria: ... Mercenaria, eres miembro del Regimiento de Los Treinta, ¿no es así? Por favor, informa a la matra de que la situación actual en la ciudad se está saliendo de control...
- Rima: Cálmese, señorita. ¿Qué ocurre exactamente en la ciudad?
- Setaria: Los herejes se están infiltrando en la ciudad, y ya han convertido a muchos de los ciudadanos...
- Rima: ¿Herejes? ¿Me puede decir qué herejía se trata, por favor?
- Setaria: ¡El Rey Escarlata! Muchos de mis conocidos se han convertido de repente en sus seguidores. Pero hace tiempo que ha muerto... Es imposible...
- Rima: Nada es imposible... Srta. Setaria.
- Setaria: ¿T-tú sabes mi nombre?
- Rima: El Rey Escarlata es inmortal, y los que se opongan a él pagarán el precio.
- Rima: Debes afrontar la realidad, Setaria. Caminas por un camino traicionero y, cuanto más lo ignores, más fuerte será el cepo con que te tiene atrapada la Academia y más difícil te será salir de él.
- Rima: Hija del Rey Escarlata, no olvides que el desierto que te pertenece no está aquí.
- Setaria: ...
- Setaria: *Suspira*... Parece que me sigo encontrando seguidores del Rey Escarlata donde quiera que vaya... La sensación me resulta muy familiar.
- Setaria: He estado huyendo de mi culpa todo este tiempo... Mi culpa por ayudar a los sabios con sus planes, y por ignorar las cartas de los niños de mi tierra natal.
- Setaria: Pero por mucho que intente ignorarla o deshacerme de ella, la culpa siempre vuelve.
Debes seguir tu corazón.
No es demasiado tarde para dar la vuelta.
- Rima: No perderás necesariamente tus oportunidades de investigación por enfrentarte a la verdad. Además, ¿de verdad quieres investigar cargando con tan pesado sentimiento de culpa?
- Setaria: ¿Cómo me conoces tan bien? ¿Eres una simple seguidora del Rey Escarlata? ¿O eres él mismo en persona?
- Rima: No importa. Lo que importa es que la Academia y los sabios reciban su justo castigo y que enmendemos sus errores.
- Rima: Tal vez puedas redimirte si ayudas en este asunto.
- Setaria: En realidad, nunca he creído en los dioses, pero sí en la serendipia. Tu aparición debe ser una oportunidad que me ha dado el destino para salir de esta desdichada situación.
- Setaria: Dime, ¿qué puedo hacer por ti?
(¡Genial! Por fin la convencimos.)
- Rima: *Ejem*... ¿Cuánto sabes de las actividades de los sabios?
- Setaria: Solo soy una de quienes diseñaron el plan de recolección en masa de sueños... Que es lo que ocurrió durante el Festival Sabzeruz.
- Setaria: Pero no conozco el alcance total del proyecto. Supongo que solo el personal con la máxima autorización tiene acceso a esos documentos confidenciales.
- Setaria: Yo solo hago mi tarea para cumplir los requisitos del Gran Sabio.
- Setaria: Pero hay una cosa que me preocupa. He oído que un erudito que fue expulsado de la Academia ha regresado a la ciudad, y hasta los sabios le temen...
(¿Un proscrito al que incluso los sabios temen?)
- Rima: Para luchar contra la Academia, tenemos que averiguar el propósito y naturaleza de su trabajo. ¿Hay alguna forma de que puedas acceder a los documentos confidenciales que mencionaste?
- Setaria: Sería posible si estoy dispuesta a correr ciertos riesgos. Al fin y al cabo, soy una ayudante del Gran Sabio, y también he estado trabajando en otras tareas aparte de ese proyecto.
- Setaria: Solo hay un problema. No podré enviártelos a través del Akasha una vez que los consiga. Los sabios tienen estrechamente vigilada toda actividad en el Akasha.
- Setaria: Así que... lo haremos a la antigua. Envía a alguien a la entrada de la Academia mañana por la noche para recoger los documentos.
- Rima: La entrada de la Academia ... ¿No será un poco obvio?
- Setaria: No te preocupes. Te aseguro de que no se trata de una trampa.
- Setaria: He sugerido este lugar porque despertaría más sospechas si vuelvo a escabullirme de la Academia. Correré menos riesgos si distraigo a los guardias el tiempo suficiente para entregarte los documentos.
- Rima: De acuerdo, confío en ti.
- Setaria: Pero... si lo logramos, ¿significa que habré expiado mis pecados?
- Rima: Bueno... Depende de lo que decida la Arconte Dendro.
- Setaria: La Arconte Dendro... Es cierto, es a su pueblo a quien hemos puesto en peligro. Y como Diosa de la Sabiduría que es, ella es responsable de juzgar y guiar a los sabios.
- Setaria: Tal vez debería creer también en una divinidad en la cual creer.
- Paimon: Hemos podido traer a Setaria a nuestro bando, tal y como predijo Nahida.
- Nahida: La estrategia de Viajero fue realmente ingeniosa. Todo el crédito es suyo.
- Nahida: Ahora que acordamos encontrarnos mañana por la noche, lo único que podemos hacer es rezar para que Setaria no tenga complicaciones.
- Paimon: ¿Rezar? Pero si rezamos a los dioses, ¿no te estamos rezando a ti, la Diosa de la Sabiduría protectora de eruditos?
- Nahida: ¿Yo? Pa-para nada. Siempre he considerado que la verdad es la verdadera protectora de los eruditos. Bueno, reunámonos mañana por la noche en el Gremio de Aventureros.
- (Espera hasta la noche del día siguiente (19-00h))
- (Reúnete con Nahida)
- Paimon: Katheryne, ¡ya estamos aquí! Oh, espera. Eres la "otra" Katheryne, ¿verdad?
- Nahida: Así es, supongo que soy la "otra" Katheryne en la que estás pensando.
¿No podemos llamarte simplemente Nahida?
- Paimon: ¡Shhh!... Si esta noche vamos a llevar a cabo una misión secreta, ¡también debemos proteger la identidad de "Katheryne"!
- Nahida: Paimon tiene razón. No podemos descartar por completo que el encuentro de hoy sea una trampa.
- Nahida: Si ocurre algo, puede que mi existencia sea nuestro único as bajo la manga.
- Nahida: Después de todo, la Academia no debería poder confirmar la existencia de mi consciencia en el mundo exterior.
- Paimon: ¡Sip! ¡Exactamente!
Me cuesta creer que se te haya ocurrido a ti solita...
- Paimon: ¡Hum! En fin, ¡tenemos que tener cuidado y no bajar la guardia!
Ahora que lo mencionas...
¿No te parece que hay algo extraño?
- Paimon: ¿Extraño? ¿Qué te parece extraño?
Este lugar está inusualmente tranquilo.
- Paimon: Estamos en medio de la noche, ¡por supuesto que está tranquilo! Te estás volviendo un poco paranoico.
- Nahida: No, creo que Viajero tiene razón. Está realmente más tranquilo que de costumbre.
- Nahida: Si te fijas bien, cada vez hay menos gente en las calles. Pero no sé si es el caso de toda la ciudad.
- Paimon: Humm... ¿No podría ser una coincidencia? Tal vez Setaria no solo distrajo a los guardias, sino que también mandó a todos antes a la cama para despejarnos el camino.
- Nahida: No sé por qué tengo la sensación de que algo anda mal... Pero ya que estamos aquí, vayamos a encontrarnos con ella como lo planeamos.
- Paimon: De acuerdo. Mientras estés con nosotros, Paimon se siente más segura.
- Se dirigen junto a Katheryne a la entrada de la Academia, solo para descubrir que una multitud ya está congregada allí. Todos tienen caras alegres y emocionadas, como si esperaran la llegada de alguien. Para su sorpresa, allí esperando también está Dottore, el segundo de Los Once conocido como "El Doctor".
- Él es precisamente el responsable de esta rocambolesca escena. Manipuló los conmutadores Akasha para introducir información en el subconsciente de la población. Ahora todos creen que tú eres el héroe que ha salvado el mundo y se lanzan hacia ti fervorosamente. No te atreves a alzar la mano contra el gentío inocente, pero en ese momento, la consciencia de Nahida que ocupa el cuerpo de Katheryne actúa para controlar mentalmente a la gente y los detiene para darles la oportunidad de escapar. Sin embargo, Dottore se percata en ese instante de los misterios que encierra el cuerpo de Katheryne...
- (Ve a la Academia de Sumeru)
- (Coteja la información que tienes)
- Paimon: Creo que estamos lo suficientemente lejos. ¡Uf!... Paimon necesita recuperar el aliento.
- Paimon: ¿Estará bien Nahida? Pudimos escapar solo gracias a ella...
Puede saltar entre consciencias. No debería haberle pasado nada. Estará bien.
No estoy seguro... Ese tipo era escalofriante.
- Paimon: Quién iba a pensar que nos encontraríamos aquí con un nuevo miembro de Los Once, y además, ¡uno de tan alto rango! Ese era el segundo de ellos... qué miedo.
- Paimon: Se hace llamar "El Doctor"... Hemos oído ese nombre antes, definitivamente. Además, Setaria mencionó que hace poco regresó alguien que fue expulsado de la Academia...
- Paimon: ... Y que incluso los sabios le temían. Sí, seguro que se refería a él.
Subestimamos la magnitud de este asunto.
Este asunto es más complejo de lo que creímos.
- Paimon: Así es. Ahora que El Doctor entró en escena, ya no estamos tratando solamente con la Academia. Seguro que son cómplices de los Fatui.
- Paimon: Pero ¿qué quieren los Fatui esta vez? ¿Otra Gnosis?
Primero tenemos que encontrar el modo de reunirnos con Nahida.
- Paimon: Sí, con la ayuda de Nahida todo sería mucho más fácil.
- Paimon: Nahida dijo: "Nos encontraremos de nuevo fuera de la ciudad". Pero no podemos quedarnos aquí esperando, ¿verdad?
Sigamos investigando por nuestra cuenta.
Busquemos a otro posible implicado.
- Paimon: ¿Eh? ¿Te refieres a...?
Tignari.
- Paimon: ¡Ah, sí! ¿No le invitaron los sabios a trabajar en cierto proyecto cuando estábamos con él en el Bosque Avidya? Debe tratarse del mismo proyecto, ¿verdad?
- Paimon: Aunque rechazó categóricamente la invitación, podría saber algo sobre él.
- Paimon: Debemos darnos prisa. ¡Vayamos a la Villa Gandharva!
Historial de cambios[]
- Versión 3.1
- Como un héroe triunfante se añadió al juego.