Un hongo que crece en capas, como si de un mar de nubes se tratara. La mayoría de estos hongos extraños crecen en los troncos de los árboles situados en las zonas más profundas de la selva. Por eso, la gente de Sumeru los considera la sagrada encarnación del legado de la mismísima Rukkhadevata. En Sumeru, los habitantes del bosque tienen la tradición de ofrecer champiñones rukkhashava como tributo a la Academia de Sumeru, aunque el resto del mundo desconoce su propósito. Según cierta información filtrada, la Academia de Sumeru celebra cada año una ceremonia secreta en el Santuario Surasthana. Durante la ceremonia, los sabios conmemoran el sacrificio de Rukkhadevata comiendo los champiñones rukkhashava.
Un hongo que crece en capas, como si de un mar de nubes se tratara. La mayoría de estos hongos extraños crecen en los troncos de los árboles situados en las zonas más profundas de la selva. Por eso, la gente de Sumeru los considera un símbolo de la bendición de los dioses. Cuenta la leyenda que, antiguamente, había un árbol gigante que cubría toda Sumeru con su copa. La gente lo llamaba “Rukkhadevata” —es decir, “rey de los árboles”— y creían firmemente que los hongos dispersos por el bosque no eran sino la materialización de su legado. En Sumeru, los habitantes del bosque tienen la tradición de ofrecer champiñones rukkhashava como tributo a la Academia, aunque el resto del mundo desconoce su propósito.
