Celestia (chino: 天空 岛 "Isla celestial") es un lugar misterioso que muy poca gente entiende. Es la isla flotante que se puede ver en el cielo sobre Teyvat. Basado en el tráiler de la historia del capítulo de Teyvat, así como en las referencias (en inglés) al gnosticismo, Celestia es un reino divino incluso por encima de otros dioses, es decir, los Arcontes. Actualmente es controlada por el Orden Celestial.
Se dice que solo los mortales que realizan grandes y heroicas hazañas pueden ascender a Celestia y alcanzar la divinidad, donde velarán por su gente desde arriba. Un humano con una Visión los convierte en un Arconte Primordial, uno con el potencial de alcanzar la divinidad; sin embargo, no está claro si tener una Visión es un requisito, o simplemente hace que una persona tenga más probabilidades de cumplirlos. Hasta ahora, los únicos personajes que se dicen que ascendieron a Celestia son Vennessa, la fundadora de los Caballeros de Favonius, y Guhua, fundador del Clan Guhua.
En el acto VI del Capítulo III, Cariberto revela que Celestia se encuentra en un periodo de inactividad.
Apariencia[]
La "isla" flotante en realidad parece estar compuesta por varias masas terrestres, con una gran roca central y alrededor de siete a ocho "satélites" más pequeños colocados a su alrededor. Estas rocas exteriores están conectadas con una única estructura en forma de anillo que nuevamente se mantiene en su lugar con varios puentes o arcos que se expanden desde la masa central.
Todas estas rocas de cimentación parecen casi como arrancadas de la tierra en algún momento del pasado, con sus superficies cubiertas de exuberantes llanuras y bosques que contrastan con las rugosas y escarpadas superficies inferiores. Si bien son visibles algunos signos de arquitectura en las rocas exteriores, el foco principal se encuentra en la masa central, con dos estructuras discernibles hechas de mármol o piedra blanca similar. La primera es una estructura más pequeña con la parte superior de una aguja colocada en el borde de la masa central, mientras que la segunda es la aguja central de varios pisos más prominente, que a su vez está coronada por una construcción dorada masiva, que recuerda a un astrolabio. Además, la arquitectura de la masa central parece descender profundamente por debajo del nivel de la superficie con una clara cúpula invertida que se asoma desde el fondo de la roca.
Además de los bosques y llanuras verdes mencionados en las superficies superiores de las masas de tierra, también parece tener varios ríos subterráneos que brotan de la roca, disminuyendo gradualmente hasta convertirse en nada durante su caída libre de cientos de millas desde el suelo.
Si bien la apariencia general sigue siendo imponente e impresionante, incluso a distancia, se notan leves rastros de deterioro y desgaste entre las estructuras de mármol brillante con piezas rotas en las agujas y puentes.
Según lo visto en el Manga, cuando Vennessa ascendió a Celestia, el interior de la aguja central es circular, lleno de lo que parecen ser estancias o balcones en las paredes hasta donde alcanza la vista, con un pilar derruido a un lado, una torre en el medio y una masa de tierra flotando encima de esta torre.
Relación con Teyvat[]
Celestia y sus habitantes son un enigma para la gente de Teyvat. La mayoría de la gente cree que es donde los mortales elegidos ascienden para convertirse en dioses (o en la creencia de Liyue, Adeptus) y vigilan a los habitantes de Teyvat.
Debido a la cantidad de misterio que rodea a esta isla, los diferentes relatos sobre cómo opera Celestia y quién califica para la divinidad y cómo, varían significativamente. Por ejemplo, algunos creen que los Adeptus descienden de Celestia y regresan allí cuando parten de este mundo. Al mismo tiempo, se cree que Guhua, un Adeptus, ascendió a Celestia en lugar de morir, lo que pone en duda la veracidad de ambas afirmaciones.
En Espinadragón, los murales, las entradas de los guardianes y otras partes del lugar, indican que las personas que habitaban allí intentaron luchar contra Celestia pero perdieron. Como castigo, el área se convirtió en un páramo helado.
Relación con los Arcontes[]
Se dice que los Arcontes resuenan con el poder de Celestia directamente a través de su Gnosis. Ellos, y otros dioses en el mundo de Teyvat, tienen una conexión allá pero guardan silencio sobre el tema. La Dra. Edith supone que solo los mortales que han ascendido a Celestia debido a sus logros pueden contar su historia.
Hasta ahora, los Arcontes parecen tener una relación tenue con Celestia en el mejor de los casos. Venti evita constantemente el tema, dando respuestas inconclusas cada vez que se le pregunta y sintiéndose visiblemente incómodo cada vez que se menciona en el manga. En el Capítulo de Teyvat - Avance de la trama de Genshin Impact: Huellas, Dainsleif dice que la Arconte Hydro (la diosa de la justicia) "sabe que no debe hacerse enemigo de lo divino", mientras que la Zarina está planeando una "rebelión contra lo divino", que puede ser la razón por la que busca para tomar las Gnosis de los otros Arcontes.
Según Soraya, la Guerra de los Arcontes se libró por quién tomaría cada uno de los siete asientos divinos en Celestia. No obstante, actualmente se desconoce qué causó que las coexistencias pacíficas entre dioses se disolvieran tan rápidamente, o cómo se crearon estos siete asientos para empezar.
El Orden Celestial[]
- Véase también: Orden Celestial.
Celestia parece controlar o actuar bajo el "Orden Celestial", ya que cuando la Diosa desconocida confronta a los Viajeros, ella se llama a sí misma la "Protectora del Orden Celestial", dando a entender que estos principios celestiales pueden estar íntimamente ligados a la "verdad de este mundo".
El conflicto que impulsa en el Capítulo de Teyvat es el papel de los principios celestiales durante el cataclismo de hace 500 años. El antiguo reino de Khaenri'ah fue destruido en un ataque dirigido por Celestia y Los Siete, aparentemente de acuerdo con el destino (los principios celestiales). Después de la caída del reino, su gente fue maldecida; Dainsleif fue maldecido a vagar por el mundo como un ser inmortal, mientras que muchas personas se convirtieron en monstruos. Estos monstruos se unieron para convertirse en la Orden del Abismo, que busca derribar los tronos divinos y destruir a Teyvat. La tribu hilichurl conocida como la Tribu Eclipse también parece tener alguna relación con Khaenri'ah, compartiendo su nombre con la Dinastía Eclipse del reino.
Las acciones de Celestia durante el cataclismo se produjeron ante la consternación de varios miembros de Los Siete. La Zarina formó a los Fatui para desafiar los "principios fundamentales del mundo" y rebelarse contra "lo divino". Como parte de su plan, ha estado conspirando para tomar todas las Gnosis, por la fuerza o de otra manera. Zhongli entregó voluntariamente su Gnosis después de que la gente de Liyue pasara su prueba para ver si podían sobrevivir sin un dios, otorgando tácitamente su aprobación de su objetivo.
Pilares Celestiales[]
- Véase también: Pilar Celestial.
Los pilares celestiales son pilares que Celestia envía como castigo a una civilización y que causan catástrofes. Tanto Espinadragón, el Monte Damavand, la Sima, la Isla Tsurumi y el Reino de la Noche han sufrido la caída de un pilar celestial por haberse revelado de un modo u otro contra el Orden Celestial.
Otra información[]
- La descripción de Ritual de la Primavera afirma que los mortales alguna vez pudieron escuchar a Celestia directamente, al igual que los Arcontes ahora.
Curiosidades[]
- El diseño del interior de la aguja central de Celestia visto en el Manga es idéntico al diseño de Jeremy Bentham de la cárcel panóptico, un diseño ideado para crear la sensación de vigilancia constante sobre todos los presos simultáneamente.
- En el gnosticismo, por encima de los siete cielos (mundos) presididos por los siete arcontes se encuentra la Ogdóada, una región supercelestial que los mortales aspiran a alcanzar a través de la gnosis.
- Cuando Venti esquiva la pregunta de Éter sobre si aquellos que ascienden a Celestia se convierten realmente en dioses, los nombres que menciona (Pangu, Purusha e Ymir) son nombres de figuras mitológicas relacionadas con los mitos de la creación. Un hilo común entre estas tres figuras es que después de su muerte, sus partes del cuerpo se dispersaron para crear el mundo.