Atrapado en una tierra sin viento (misión) es la cuarta y última parte de la Misión legendaria de la historia de Venti: Carmen Dei , Acto I: «Atrapado en una tierra sin viento».
Detalles[]
- Espera a que anochezca (de 18:00 a 23:00).
- Dirígete a El Obsequio del Ángel.
- Siéntate al lado de Stanley.
- Intenta hablar con Stanley.
- Busca "el lugar habitual".
Recompensas[]
- EXP de Aventura
- Mora
- Protogema
- Enseñanzas de la poesía
- Ingenio del héroe
- Mineral de refinamiento místico
Diálogos[]
- (Al hablar con Diluc)
- Diluc: ¡Por fin puedo venir a El Obsequio del Ángel!
- Diluc: Además, estoy de muy buen humor y apenas hay gente en la taberna.
- (Siéntate al lado de Stanley)
- Stanley: Stanley... Dime, ¿qué debo hacer?
- Paimon: ¿Eh? ¿Por qué no deja de decir su propio nombre?
- Viajero: Creo que esconde algo
- Paimon: No creo... ¿O es que hay otro Stanley aparte de él?
- Viajero: ¿Habrá otro Stanley aparte de él?
- Venti: No creo... Ni siquiera yo sé de un segundo Stanley.
- Stanley: *Solloza*, oh, Stanley...
- Stanley: ¡Yo debería haber muerto en el Mare Jivari aquel día, no tú! ¿Por qué no viene tu espíritu a evitar que siga usurpando tu nombre, Stanley? ¡¿Por qué?!
- Stanley: Si no hubieras tenido que salvar a un novato como yo, ¡no habrías muerto en ese lugar donde el viento nunca sopla!
- Stanley: Eras un aventurero de gran renombre, pero... Pero por mi culpa, nunca te convertirás en una leyenda...
- Paimon: Eh... ¿Alguien sabe qué está pasando?
- Venti: Creo que realmente llegó al Mare Jivari, y que allí vivió una tragedia que también fue real.
- Venti: Sin embargo, el verdadero Stanley el aventurero no es él, sino ese amigo que lo acompañó.
- Venti: El verdadero Stanley arriesgó su vida para salvar al Stanley que nosotros conocemos.
- Paimon: Espera... Entonces, ¿este Stanley se llama así porque le robó el nombre al otro Stanley?
- Venti: Me temo que así es.
- Stanley: Stanley... Durante todos estos años he vivido con miedo a que la gente de Mondstadt te olvidara... Por eso hablo de tus aventuras en todas partes.
- Stanley: Quiero que todo Mondstadt recuerde que Stanley llegó al centro del Mare Jivari... Que él es el más grandioso de todos los aventureros, ¡y que sigue vivo!
- Stanley: Stanley nunca morirá... ¡Porque yo soy Stanley! Yo soy... Stanley...
- Stanley: Lo siento, Stanley... Yo también estoy envejeciendo...
- Stanley: *Suspira*...
- Stanley: Eh, ustedes, ¿hasta cuándo piensan estar ahí espiándome?
- Paimon: ¡Oh, no! ¡Nos descubrió!
- (Intenta hablar con Stanley)
- Stanley: Váyanse. Y no hagan preguntas. Solo quiero estar solo...
- Paimon: Pero...
- Stanley: ¡Fuera! ¡No me hagan repetirlo otra vez!
- Jack: ¡Caballero Honorario, Venti, Paimon! ¡Qué bien que estén todos aquí!
- Jack: ¡Los busqué por todas partes! Vengo a darles las gracias. Gracias que me ayudaron a buscar la espada y el escudo, ¡mis papás ya me apoyan!
- Venti: Guau, ¿en serio?
- Jack: ¡Sí! ¡Incluso dijeron que buscarían a alguien que reparase la Espada del Valor Fulgurante y el Escudo de la Tenacidad Radiante para que pueda emprender mi camino!
- Venti: ¡Eso es fantástico! Entonces, Jack, ¿saldrás de Mondstadt para explorar todo Teyvat?
- Jack: Aún no. Todavía no soy lo suficientemente fuerte. Si lo hiciese, creo que no llegaría muy lejos...
- Jack: Además, estoy seguro que Stanley todavía tiene algunas historias que contarme. Jeje... eso es lo que me inspiró en convertirme en un aventurero en primer lugar.
- Jack: Stanley... *Suspira*, ya se emborrachó otra vez...
- Jack: Hasta mañana, entonces. ¿Me contarás esa historia cuando vuelvas a estar sobrio?
- Venti: Creo que Stanley le tiene mucho aprecio a este chico, ¿no creen?
- Stanley: ¿Jack? ¡Jack!
- Venti: Jack ya se fue.
- Stanley: Oh, ya veo... Gracias por no contarle mi secreto.
- Venti: ¿Eh? ¿Ahora le haces frente a la realidad? Hace un momento no querías...
- Stanley: Es que... no me atrevía a mirarle a la cara. Tiene una visión tan inocente de lo que es ser aventurero...
- Stanley: Yo no soy más que un viejo fraude, y él, un novato al que se le ilumina la mirada al pensar en sus sueños. No puedo permitir que nadie los destruya.
- Stanley: Las historias... Su experiencia... ¿Qué importa eso?
- Stanley: Ese es mi mayor secreto, y también mi mayor miedo...
- Stanley: Lo que nunca podré olvidar es el día en que murió en el Mare Jivari... Ese lugar donde no sopla el viento para llevarse su alma.
- Viajero: Pobre hombre. La culpa lo ha estado asfixiando toda su vida...
- Venti: Exacto... En su memoria, el verdadero Stanley ya no es aquel buen amigo al que tan bien conocía...
- Venti: Sino que ya solo le queda la imagen de un guerrero con cicatrices por todo el cuerpo, la cual le ha perseguido durante toda su vida.
- Stanley: Soy demasiado viejo... Nunca quise olvidar ese recuerdo, pero, a causa de ello, hay tantas cosas que dejé escapar...
- Stanley: ¡No sirvo para nada! ¡Para nada!
- Stanley: Ningún aventurero debería morir así... No...
- "¿Hans Archibald?". Barbatos pronuncia el nombre real de la persona que tiene delante y levanta una suave brisa. Cuando el aventurero llamado Hans Archibald le entrega el alma de su amigo fallecido al Arconte Anemo, vuelve a ver extendiendo la mano hacia él al amigo que habia invocado miles de veces...
- Stanley: No me lo puedo creer...
- Stanley: Gracias a todos. Y gracias a ti también, Barbatos.
- Stanley: Lo siento. Necesito algo de tiempo para calmarme.
- Stanley: No se preocupen, estaré bien.
- Venti: ¡Maravilloso! Stanley vuelve a ser él mismo y Jack ya puede cumplir su sueño.
- Venti: Con tantas cosas buenas juntas, ¡este sería un buen momento para celebrarlo!
- Paimon: Y con "celebrarlo" quieres decir que vas a emborracharte hasta quedarte ciego, ¿no?
- Venti: Jaja, no, aquí todo es demasiado caro. Jack aún me debe una recompensa. ¿No recuerdan que prometió darme una botella de un excelente vino?
- Venti: Voy a pedírsela. ¡Nos vemos en un rato en donde siempre!
- Paimon: ¿Eh? ¿Qué lugar es ese? ¿Por qué Paimon no sabe adónde se refiere? ¡Oye, bardo de pacotilla!
- Viajero: Ya solo le queda su amigo imaginario...
- Venti: Exacto... En su memoria, el verdadero Stanley ya no es aquel buen amigo al que tan bien conocía...
- Venti: Sino que ya solo le queda la imagen de un guerrero con cicatrices por todo el cuerpo, la cual le ha perseguido durante toda su vida.
- Stanley: Soy demasiado viejo... Nunca quise olvidar ese recuerdo, pero, a causa de ello, hay tantas cosas que dejé escapar...
- Stanley: ¡No sirvo para nada! ¡Para nada!
- Stanley: Ningún aventurero debería morir así... No...
- Stanley: No me lo puedo creer...
- Stanley: Gracias a todos. Y gracias a ti también, Barbatos.
- Stanley: Lo siento. Necesito algo de tiempo para calmarme.
- Stanley: No se preocupen, estaré bien.
- Venti: ¡Maravilloso! Stanley vuelve a ser él mismo y Jack ya puede cumplir su sueño.
- Venti: Con tantas cosas buenas juntas, ¡este sería un buen momento para celebrarlo!
- Paimon: Y con "celebrarlo" quieres decir que vas a emborracharte hasta quedarte ciego, ¿no?
- Venti: Jaja, no, aquí todo es demasiado caro. Jack aún me debe una recompensa. ¿No recuerdan que prometió darme una botella de un excelente vino?
- Venti: Voy a pedírsela. ¡Nos vemos en un rato en donde siempre!
- Paimon: ¿Eh? ¿Qué lugar es ese? ¿Por qué Paimon no sabe adónde se refiere? ¡Oye, bardo de pacotilla!
Vamos a tener que adivinarlo...
Yo sé dónde es... Creo.
¡Nos vemos en donde siempre!
- Paimon: ¡Oye!
- (Al hablar con Diluc)
- Diluc: Stanley...
- Diluc: Muchos años después, no es su amigo quien lo detiene.
- Diluc: Pero esa historia de amistad no será olvidada en Mondstadt.
- (Busca "el lugar habitual")
- Venti: ¡Por fin llegan!
- Paimon: ¡La próxima vez no te andes con adivinanzas! ¡Buscamos por todos lados!
- Paimon: Bueno, bardo de pacotilla, ¿conseguiste tu vino?
- Venti: ¡Sí! Jack dijo que es un valioso vino de coleccionista...
- Venti: Pero, en realidad, no es más que una botella de sidra de manzana medio vacía...
- Venti: ¡Ay! ¡Qué recuerdos me trae este lugar!
- Venti: La primera vez que vi este paisaje yo ni siquiera tenía esta forma.
- Viajero: ¿Cómo que "esta forma"?
- Venti: Hace unos 2600 años, este mundo aún no estaba gobernando por Los Siete.
- Venti: En esa época, la Antigua Mondstadt era gobernada por un tirano que cercó la ciudad con un feroz huracán. Ni siquiera los pájaros podían entrar.
- Paimon: ¿La "Antigua Mondstadt"? Ah, Paimon se acuerda. Te refieres a la actual Guarida de Stormterror, ¿cierto? Lo mencionaste en una ocasión.
- Venti: Exacto. El tirano de los vientos que gobernaba desde la torre se llama Decarabian, el Dios de la Tempestad.
- Venti: En aquel entonces, yo tan solo era una simple brizna entre los miles de vientos. Aún no era una deidad, ni tampoco tenía forma humana.
- Venti: Era un diminuto espíritu elemental, una brizna de viento que traía consigo tenues cambios, o pequeñas semillas de esperanza.
- Paimon: ¿Un espíritu elemental? ¿No tenías forma humana? Venti... Entonces, ¿no siempre fuiste así?
- Venti: No. En realidad, soy igual que Stanley. Mi forma actual la tomé de un amigo.
- Sentados en la enorme mano de la estatua, escucharon al Arconte Anemo contar una historia sobre él mismo. Les habló sobre los poemas y canciones esctios hace mucho tiempo por un joven, y recordó el coraje que reunió ese joven para luchar por la libertad. Les contó todas sus vivencias...
- Paimon: ¿Y qué pasó después?
- Paimon: ¿Qué pasó con ese amigo tuyo?
- Viajero: (Lo mismo que con el amigo de Stanley...)
- Venti: ¿De verdad quieres saber el resto de la historia, Paimon?
- Paimon: ¡Claro que quiero! Vamos, vamos, ¡no me dejes a Paimon con la intriga!
- Viajero: Paimon, ¿por qué no vas a recoger un par de manzanas?
- Paimon: ¿Eh? ¿Por qué quieres comer manzanas de repente?
- Viajero: Paimon, ¿podrías ir por un poco de pescado o de carne?
- Paimon: Pero, ¡Venti está contando una historia! ¿Por qué quieres comer de repente?
- Venti: Jajaja, ¿te dio hambre?
- Viajero: Sí.
- Paimon: Ay... ¡A veces Paimon no te entiende!
- Venti: Ah... A veces pienso que eres demasiado inteligente.
- Venti: Pero, claro, entre amigos es normal que a veces sepamos lo que está pensando el otro.
- Venti: Una bebida deliciosa, una suave brisa... En estos momentos, no puedo evitar recordar...
- Venti: Aquella canción que le escuché cantar a él...
- Viajero: Te escucho.
- Vuela, vuela en libertad.
- Como un ave que no sufre en cautividad.
- Viaja por el mundo aunque sea sin mí...
- Asciende a los cielos aunque yo no esté allí.
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Se añadió en la Versión 1.0