«El rey invocador» es una misión de encargo de Sumeru.
Completar este encargo es uno de los requisitos necesarios para comenzar la misión de mundo «Próximamente en El rey invocador».
Detalles[]
- Modelaje
- Habla con Fukumoto
- Ve al lugar de la imagen
- Ve al lugar de la imagen y posa
- Habla con Fukumoto
- Enemigos
- Habla con Fukumoto
- Ve al lugar de la imagen
- Derrota a todos los monstruos
- Habla con Fukumoto
Recompensas[]
Diálogos[]
Modelaje[]
- (Si nunca hiciste el encargo)
-
- Fukumoto: Esos sabios de Sumeru me han engañado por completo...
¿Te estafaron?
- Fukumoto: ¡Ah! ¡Me has asustado!
- Fukumoto: No, no me han estafado. Me mintieron para que viniera a Sumeru...
- Fukumoto: No me he presentado. Mi nombre es Fukumoto y soy un novelista de Inazuma.
¿Dices que te engañaron?
- Fukumoto: Bueno, es una larga historia... ¿Has oído hablar de Invocación de los Sabios? Es un juego de cartas desarrollado por la Academia de Sumeru.
¿Invocación de los Sabios?
¿Un juego de cartas?
- Fukumoto: ¿No lo habías oído antes? Qué raro. ¿No has leído mi libro «El rey de la invocación»? Se vende muy bien en la Editorial Yae.
- Fukumoto: Humm... ¿Tampoco has leído «El rey de la invocación»? ¡Bueno, no importa, no te preocupes!
- Fukumoto: En resumen, la [[Academia de Sumeru}} desarrolló un juego de cartas llamado “Invocación de los Sabios”.
- Fukumoto: Para promocionarlo, me contactaron a través de la Editorial Yae y me pidieron que escribiera una novela ligera basada en las reglas del juego.
- Fukumoto: Fue muy difícil escribirlo porque los eruditos aún no tenían claras las reglas de Invocación de los Sabios, y Sumeru e Inazuma están tan lejos que teníamos problemas para comunicarnos...
- Fukumoto: Pero gracias a la ayuda de los editores, terminé «El rey de la invocación», y se vendió muy bien. También impulsó las ventas de Invocación de los Sabios, como se esperaba.
- Fukumoto: Entonces llegó el punto de inflexión... Los eruditos dijeron que iban a redefinir las reglas de Invocación de los Sabios, y que publicarían una versión completamente nueva del juego.
- Fukumoto: También me pidieron que escribiera una adaptación de la novela basada en la nueva versión de Invocación de los Sabios. Incluso me invitaron a venir a la Academia de Sumeru para tratar el tema en persona.
- Fukumoto: Hice todo el trayecto desde Inazuma, solo para oír a los eruditos que aún no habían decidido las reglas para la versión más reciente de Invocación de los Sabios, y que me esperara en Sumeru mientras tanto.
- Fukumoto: Dijeron que, a manera de disculpa, me presentarían a algunas figuras de relevancia, como el Sr. Cyno o el Sr. Tignari, para darme inspiración...
- Fukumoto: Al principio me enfadé un poco, pero cada uno de esos eruditos tenía pinta de no haber pegado ojo en mucho tiempo. El que me recibió apenas si podía mantenerse en pie...
- Fukumoto: *Suspira*. Pensé que, ya que aún no tenía claras las líneas generales de mi novela, no pasaría nada por quedarme un tiempo en Sumeru y esperar a que terminen de decidir las reglas, así que accedí.
- Fukumoto: Así que hoy decidí salir a buscar material.
- Fukumoto: Viajero, ¿podrías hacerme un favor?
Primero dime de qué se trata.
No sé jugar a las cartas.
- Fukumoto: No es nada de eso. Verás, para que «El rey invocador» sea un gran éxito, le pedí a Asagiri que ilustrara la novela.
- Fukumoto: Ya tengo las escenas clave pensadas, pero me gustaría darle a Asagiri algo más que una simple descripción por escrito...
- Fukumoto: Pero yo no tengo experiencia en combate, así que todas mis posturas resultan laxas y carentes de entusiasmo.
- Fukumoto: Viajero, estoy seguro de que tú tienes mucha experiencia en combate. ¿Puedo pedirte que seas mi modelo? Mira, tomé prestado un Daguerrotipo y todo...
Está bien...
Asegúrate de que salga bien.
- Fukumoto: ¡No te preocupes!
- Fukumoto: Gracias por ayudarme, viajero. Ya tengo un lugar ideal para las imágenes. ¡Vamos!
- (Si ya hiciste el encargo antes)
-
- Fukumoto: *Suspira*, ¿seguro que se encuentran bien estos eruditos...?
¿Qué les pasa?
- Fukumoto: Ay, ni preguntes. Por culpa de Invocación de los Sabios, no paran de investigar día y noche sin pegar ojo. Temo que no aguanten antes de sacar las reglas de la nueva edición.
- Fukumoto: Pero parece que ya decidieron las reglas generales del juego, así que al menos tienen una referencia con la que trabajar.
- Fukumoto: No entiendo muy bien de qué trata su trabajo... Lo único que puedo hacer es depositar mi confianza en ellos.
- Fukumoto: En cuanto a mí, aún tengo trabajo que hacer con las ilustraciones.
- Fukumoto: Gracias a ti, la señorita Asagiri ya terminó de dibujar algunas ilustraciones muy buenas.
- Fukumoto: Viajero, si no te importa, ¿podrías volver a hacer de modelo?
Está bien...
- Fukumoto: ¡Muchas gracias! ¡Tendré preparada tu recompensa!
¿No te han presentado a nadie famoso?
- Fukumoto: Bueno... me dijeron que han contactado con ellos, pero el Sr. Cyno y el Sr. Tignari parecen estar muy ocupados. No creo que tengan tiempo de hacer de modelos para mí.
- Fukumoto: Pero dicen que el Sr. Cyno es muy bueno jugando a Invocación de los Sabios.
- Fukumoto: Si tuviera las cartas en la mano y adoptara una postura elegante frente a la mesa de juego...
- Fukumoto: Es igual, hay que ser realistas.
- Fukumoto: Cuento contigo para que hagas de modelo, viajero. Te recompensaré bien.
- Fukumoto: Ya tengo un lugar ideal para las imágenes. ¡Está cerca, vamos!
- Fukumoto: Deja que guarde el Daguerrotipo y nos vamos.
- (Ve al lugar marcado)
- Fukumoto: Aquí está, veamos... Primero, necesito esto...
- Fukumoto: Una postura de un personaje en apuros...
- Paimon: Esa descripción es demasiado vaga. ¡Así no está nada claro qué postura hay que adoptar!
- Fukumoto: Pues... La primera postura que te diga tu instinto.
- Fukumoto: Viajero, ¿cuál es tu reacción cuando te ves en peligro?
Luchar, por supuesto.
- Fukumoto: ¡Buena respuesta! Ante una situación difícil, lo primero es luchar... ¡Así que adopta una intimidante postura de lucha!
- Fukumoto: Imagina que estás preparado para tener un enfrentamiento.
- Fukumoto: ¡Es una lucha a vida o muerte! ¡Mi vida depende del resultado de esta batalla!
- Fukumoto: ¡*Ejem*! Esas son las líneas que le escribí al personaje... Creo que entiendes más o menos la situación.
- Paimon: Humm... ¿De verdad diría eso el personaje?
Nunca me metería en una situación de la que no pudiera salir.
- Fukumoto: ¡Una respuesta cargada de orgullo! ¡Tal y como lo diría uno de mis personajes!
- Fukumoto: ¡Entonces adopta una postura orgullosa!
- (Habla con Fukumoto después de posar)
- Fukumoto: ¡Estupendo! Ya tenemos suficientes imágenes para que la señorita Asagiri las use como referencia. Al menos es una solución al problema de las ilustraciones...
- Fukumoto: Gracias, viajero. Por favor, acepta esta recompensa.
- Fukumoto: Tengo que volver a la Academia y encontrar la forma de enviarle estas imágenes a Asagiri.
- Fukumoto: Oí decir que últimamente no paran de llegarle encargos. Jajaja, supongo que deberé reservar sus servicios lo antes posible.
- Fukumoto: Oh, esta imagen no está mal, y esta tampoco...
Slimes[]
- (Habla con Fukumoto)
- Fukumoto: ¡Viajero, nos encontramos de nuevo! Gracias a ti, las ilustraciones de Asagiri van sobre ruedas.
Me alegra ser de ayuda.
¿Sigues buscando inspiración?
- Fukumoto: Así es. Para una novelista como yo, cuanta más inspiración, mejor.
- Fukumoto: Además, Sumeru es un lugar muy interesante. Hay cosas nuevas por descubrir detrás de cada árbol.
- Fukumoto: Si la Sra. Asagiri gozara de mejor salud, la habría invitado a venir conmigo a Sumeru para buscar nuevo material juntas.
- Fukumoto: *Ejem*, vayamos al grano. Viajero, ¿harías de modelo para mí otra vez?
- Fukumoto: Esta vez no tengo ningún requisito en especial, solo necesito que me muestres tu técnica de combate.
¿No estabas escribiendo una novela sobre un juego de cartas?
¿Qué tiene que ver jugar a las cartas con combatir?
- Fukumoto: Puede que no lo sepas, pero a nadie le interesan los juegos de cartas de toda la vida.
- Fukumoto: Si te soy sincero, tanto jugar a las cartas como combatir me parecen actividades vulgares. Yo quiero que los personajes jueguen a las cartas mientras luchan a caballo.
- Fukumoto: Pero aún no he encontrado una buena razón para ello. Así que he decidido empezar escribiendo una escena en la que juegan a las cartas mientras combaten.
- Fukumoto: Ya he decidido la localización y todo. Pongámonos en marcha.
- (Ve al lugar marcado)
- Fukumoto: ¡Es aquí! Mira, ahí delante hay algunos Slimes.
- Fukumoto: Viajero, por favor, ¡derrótalos de la forma más impresionante que puedas!
¿De verdad se puede usar esto en una novela sobre un juego de cartas?
- Fukumoto: Claro, no te preocupes. Aunque la mayoría de las cosas en mi novela se pueden resolver jugando a las cartas...
- Fukumoto: ... No todo se puede resolver de esa forma. Tengo que darle a los personajes un mayor realismo.
- Fukumoto: Cuento contigo, viajero. Yo miraré por aquí.
- (Habla con Fukumoto después de derrotar los slimes)
- Fukumoto: ¡Magnífico, estupendo! Tenemos suficientes imágenes para que Asagiri haga más ilustraciones.
Quiero jugar a Invocación de los Sabios.
Tengo ganas de jugar a Invocación de los Sabios.
- Fukumoto: Jajaja, transmitiré tus deseos a los eruditos.
- Fukumoto: Pero parece que la investigación de esos eruditos avanza muy bien, hasta se dan el lujo de bromear cuando hablan de ella.
- Fukumoto: No como al principio, que no paraban de lanzarse los trastos a la cabeza...
Historial de cambios[]
- Versión 3.0
- «El rey invocador» se añadió al juego.